El exsecretario general de la Presidencia pasó de hacer taxi en un Daewoo Tico, modelo 1994, a presumir de una camioneta Toyota Fortuner 2019, valorizada en US$41.490. Con este último vehículo el profesor de secundaria de los cursos de Química y Biología llegó el viernes pasado a Palacio de Gobierno, de acuerdo a las imágenes de varios canales de televisión. La camioneta pertenece a la compañía Servicios de Salud Guadalupe, la razón social de la clínica Guadalupe de Chorrillos, según Registros Públicos.
Pacheco visitó a Beder Camacho Gadea, nuevo subsecretario general de Presidencia y exfuncionario en el gobierno de Ollanta Humala. Lo hizo en medio de la polémica por el hallazgo de US$20.000 en el baño de su oficina en Palacio, durante una inspección del fiscal anticorrupción Marco Huamán que lo investiga por presionar al jefe de la SUNAT, Enrique Vera Castillo. Para la cita Pacheco llegó y salió a bordo de la camioneta de la clínica Guadalupe.
El centro de salud es dirigido por Elena Maco Flores, quien –en noviembre del 2020- fue detenida por presuntamente dirigir a personal médico que no reunía los requisitos para atender. El caso no llegó a mayores porque la clínica sigue funcionando, con Elena Maco al frente. La clínica Guadalupe ganó este año un contrato de S/11.031 en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, de acuerdo a datos de la cartera de Economía y Finanzas. El portal no consigna qué mes. ¿Qué hacía Pacheco a bordo de un automóvil de un proveedor? Por ahora es un misterio. Sudaca se comunicó con él, pero al cierre de esta edición no respondió a nuestras llamadas. También llamamos a la casa de la directora de la clínica, pero dijeron que no se encontraba.
La ostentación actual de Pacheco contrasta con su modo de vida de años atrás. En el 2004, por ejemplo, compró un Daewoo Tico a US$1.200, conforme a los documentos registrales. El pequeño auto se usaba para hacer taxi, según informes del Servicio de Administración Tributaria (SAT). El Tico hasta ahora está a su nombre.
El 2009, Pacheco fue multado por haber cometido una falta grave a bordo de este carro. El vehículo registra otras sanciones. En el 2012, le aplicaron papeletas por estacionarse en zonas indebidas en el Rímac e Independencia, por un monto total de S/704. Los informes colocan que Arnulfo Bruno Pacheco Castillo era el propietario del Tico amarillo y no dan cuenta que haya alquilado el carro o que el conductor fuese otro. Los inspectores le tomaron foto al auto de Pacheco. Tenía el letrero de “Taxi”.
Uno de los reportes del SAT da cuenta de otra infracción por “detener el vehículo sobre la línea demarcatoria de intersección, dentro de éstas o en el crucero peatonal (pase peatonal)”.
Pacheco tuvo otros tres autos a lo largo de su vida, que ya no le pertenecen. Tuvo un Nissan de 1985, que también lo usó para hacer taxi, de acuerdo a información del SAT. Y dos autos Toyotas, de 1993 y 1995. Los carros terminaron en manos de sus hermanos Gloria y Misael. No tiene inmuebles a su nombre.
En la declaración jurada de intereses que presentó a la Contraloría, Pacheco consignó que ejerce de profesor en la Unidad de Gestión Educativa Local 07 desde 1998. En el 2014 comenzó a trabajar como jefe de selección y capacitación de personal en la compañía de seguridad Vigarza.
Pacheco llegó a la cumbre al ser designado este año secretario general de Palacio, ganando S/25.000 mensuales. La Unidad de Inteligencia Financiera detectó recientemente S/80.000 en las cuentas del exasesor del presidente Pedro Castillo, informó “La República”. Los movimientos financieros de Pacheco son escudriñados con lupa por la Fiscalía.
Deltron por dentro
El fiscal anticorrupción Marco Huamán Muñoz ha puesto el punto de mira, principalmente, en la relación entre Pacheco y el grupo informático Deltron, creado en 1992. Deltron es un importante proveedor del Ministerio de Educación, el sector en que Pacheco se mueve como pez en el agua. Ha ganado contratos por S/478’704.000, entre 1999 y 2021, según el portal de Transparencia Económica del MEF. El año pasado la compañía obtuvo el acuerdo más ventajoso en su historial con el Estado: la cartera de Educación le adjudicó una licitación de S/123’309.703 como proveedor de las tabletas para los escolares.
El grupo Deltron fue fundado por Néstor Quispez Asín Serna, un empresario vinculado a Perú Posible, el partido al que perteneció Silvia Barrera, considerada el enlace entre la empresa y Bruno Pacheco.
Quispez Asín se dejó ver en eventos relacionados con los peruposibilistas. En el 2015 participó en la presentación del libro “La sociedad compartida”, de Toledo, actualmente prófugo. También asistió a eventos coordinados por Gustavo Pacheco, exescudero de Toledo y actual parlamentario andino por Renovación Popular, sobre gobernabilidad y negocios.
No resulta extraño, por lo tanto, la conexión entre Quispez Asín y Silvia Barrera, exalcadesa de Villa María del Triunfo por Perú Posible e incondicional del expresidente Toledo.
Barrera fungió como intermediaria entre Pacheco y Deltron al enviarle al primero una resolución de la SUNAT, en el 2015, sobre la deuda tributaria de la compañía. El objetivo: que el exsecretario mueva sus influencias para dejar de cobrarle impuestos a la firma que vende productos informáticos. Pacheco aceptó el encargo y empezó a operar. Le envió un chat al jefe de la SUNAT para que perdone la deuda de sus amigos de Deltron porque “si no lo van a mandar a la bancarrota”,
De acuerdo a los estados financieros del 2018, Deltron arrastraba una deuda de S/2’067.000. El grupo empresarial, ante el escándalo suscitado por las presiones de Bruno Pacheco al jefe de la SUNAT, dijo no tener “deuda tributaria vencida” y agregó que “goza de una saludable posición económica y financiera”. Todo esto a través de un comunicado.
La trama también tiene ingredientes políticos. Silvia Barrera se afilió a Podemos Perú, el partido de José Luna, en septiembre último. Esta agrupación tiene una bancada próxima al oficialismo en el Congreso. Y, desde esa militancia, Barrera ha tenido acercamientos con el otrora hombre fuerte del gobierno, Bruno Pacheco. El exsecretario general de Palacio, incluso, participó en una actividad proselitista de Silvia Barrera, que aspira a volver al sillón municipal en Vila María del Triunfo. El hecho podría suponer un interés de Pacheco de que el gobierno tenga un pacto con el partido de Luna Gálvez, en medio de una feroz pugna con la oposición.
En abril del 2021 Deltron, además, cambió a su directorio. Tomó las riendas de la empresa Alberto Oropeza Malpartida, exmilitante de Alianza Para el Progreso, de César Acuña, que le hace un guiño al Ejecutivo en estos días.
El hallazgo de los veinte mil dólares en el baño del exsecretario presidencial es sólo la punta del iceberg de la investigación contra Bruno Pacheco, el hombre que nueve años atrás manejaba un taxi Tico.
*Fotoportada: Darlen Leonardo