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Anahí Durand, fuera de la PCM

Se acabó el “acompañamiento crítico”. La PCM prescindió a fines de mayo de los servicios de la ex brazo derecho de Verónika Mendoza, la misma que renunció a su partido para seguir trabajando con el Ejecutivo. Con esto se terminan de romper los últimos nexos entre el gobierno y la izquierda moderada. Entre tanto, Perú Libre sigue cerrando filas en torno a Aníbal Torres y marcando distancia con Pedro Castillo.

El gobierno de Pedro Castillo sigue marcando distancia de sus antiguos aliados de izquierda, esos que lo acompañaron cuando entró por primera vez a Palacio. Por un lado, la relación entre Vladimir Cerrón y el presidente es cada vez más distante. Y por el otro, Anahí Durand, uno de los pocos políticos izquierdistas que se mantenía cerca del Ejecutivo, ha dejado de ser asesora de la Presidencia del Consejo de Ministros. Se acabó así la etapa de “acompañamiento crítico”, esa consigna que llevó a la exministra, incluso, a renunciar a la presidencia de Nuevo Perú, fundado por Verónika Mendoza, no sin antes dejar un duro comunicado.

El vínculo laboral de Durand con la PCM concluyó el pasado 31 de mayo. Ella había comenzado a trabajar como consultora para el primer ministro Aníbal Torres en abril. Al mismo tiempo llegó a la PCM Auner Vásquez Cabrera, un influyente exasesor del presidente de Castillo que había dejado su cargo ante los cuestionamientos a los consejeros del entorno presidencial. Ni Durand ni Vásquez siguen a la fecha trabajando para la PCM. Ambos fueron contratados como consultores a través de Fondo de Apoyo Gerencial (FAG) un régimen laboral especial que permite a las entidades estatales contratar asesores de alto nivel. El sueldo de cada uno ascendía a S/15,600 mensuales, de acuerdo con la planila de PCM.

Pantallazo Anahí
Planilla de mayo del 2022 de los consultores de la Presidencia del Consejo de Ministros, con el régimen laboral del Fondo de Apoyo Gerencial. Anahí Durand Guevara, exministra de la Mujer y expresidenta de Nuevo Perú, figura con un sueldo de S/.15,600. Su labor cesó el 31 de mayo.

Vásquez no quiso dar declaraciones a Sudaca acerca de su salida del cargo. Durand, por su parte, dio una escueta respuesta: “Fin del contrato laboral. Asesoría técnica”, fue lo único que nos dijo en un mensaje por WhatsApp.

Durand recibió una lluvia de críticas en la izquierda por trabajar por el gobierno luego de que Nuevo Perú rompiera la alianza con Pedro Castillo. Ella consideró que Nuevo Perú no debió pasarse a la oposición y ser “furgón de cola” de la centro derecha. Dijo que aceptaba el cargo para “no sentarse a criticar desde la comodidad de quienes tienen la vida resuelta”.

La exministra no quiso dar detalles sobre las labores que desempeñó en su corto paso por la PCM. El registro de visitas, entre abril y mayo, consigna que recibió a representantes de organizaciones sociales, como gremios azucareros y federaciones campesinas.  Era una de las asesoras principales de Torres en materia política, según una fuente de Palacio. 

El círculo de confianza de Torres actualmente está conformado por Manuel Larrea –jefe del gabinete de asesores de la PCM– además de sus colaboradores Rafael Sotelo, John Zevallos, Mauricio González y Percy Barranzuela. La abogada Juana Cáceres del Busto, exesposa del excandidato presidencial y fundador del Partido Morado, Julio Guzmán, es otra consultora del primer ministro.

Ximena Cáceres
Juana Cáceres del Busto, abogada y exesposa de Julio Guzmán, consultora del primer ministro Aníbal Torres.

LA “SORPRESA”

El alejamiento de Durand puede ser interpretado como una señal de debilidad de Aníbal Torres, quien ha perdido fuerza las últimas semanas por sus constantes exabruptos. Su permanencia al frente de la PCM no está asegurada, de cara al primer aniversario de Pedro Castillo como presidente.

El presidente anunció que el mensaje ante el Congreso del 28 de julio “va a traer más que una sorpresa”, y esto ha disparado nuevamente los rumores sobre la posible destitución del actual premier. Castillo busca sobrevivir políticamente, cada vez más cercado por las investigaciones fiscales y con su popularidad en declive. Pero, aunque parezca extraño, parece que su suerte no está necesariamente atada a la suerte de su premier. Los mensajes que ambos personajes mandan resultan por momentos contradictorios.

Torres guardó silencio durante unas semanas este mes, tras archivarse una moción de interpelación en su contra por las medidas restrictivas contra el coronavirus y no publicar las actas de las sesiones de los ‘consejos de ministros descentralizados’. Reapareció el martes pasado, otra vez con la pierna en alto, para decir que hay un complot de “ciertos políticos, de ciertos medios de comunicación y de ciertos fiscales para imputar al Ejecutivo la comisión de delitos sin ninguna prueba”. 

Esta actitud confrontacional de Torres colisiona de la posición más conciliadora del presidente. En una reciente entrevista con TV Perú, Castillo pidió “parar” la confrontación entre el Ejecutivo y el Congreso. 

EL LÁPIZ LO BLINDA

Además, Aníbal Torres tiene el respaldo de sus antiguos adversarios, los integrantes de Perú Libre, que últimamente no han sido muy amables con el presidente. 

Torres y Vladimir Cerrón acordaron un “pacto de no agresión” en febrero pasado, según contó Sudaca en un informe. El acuerdo consistió en que el partido del lápiz apoyaría a Torres a cambio de que este permita a Perú Libre tener una cuota en el gabinete (en principio, las carteras de Salud y Energía y Minas).

Vladimir Cerrón
El líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón, distanciado de Pedro Castillo. Foto: Andina.

Por esta razón, el congresista Guido Bellido salió a defenderlo a capa y espada el pasado 8 de junio en su cuenta de Twitter. “Señor Presidente, insto a no pedir la renuncia del premier Aníbal Torres. Ya cedió cuando exigió mi renuncia al premierato. El pueblo eligió un mandatario valiente y contestatario, que sea capaz de liquidar la corrupción y el continuismo, el pueblo le pide firmeza y consecuencia”, escribió el ex primer ministro.

“Fue un tuit de sugerencia. Lo importante es que no haya cambios prematuros porque eso genera inestabilidad”, dice Bellido a Sudaca sobre su mensaje. 

Pero el respaldo perulibrista a Aníbal Torres no se condice con el clima que desconfianza que impera en la relación entre Perú Libre y el presidente Castillo. A Vladimir Cerrón le supo muy mal que el presidente haga cambios en el gabinete sin consultarle, y remueva de su cargo a uno de sus alfiles, como Carlos Palacios, de la cartera de Energía y Minas. Cerrón y Castillo habían llegado a un acuerdo verbal para que el gabinete sea integrado por representantes de bancadas aliadas en el Parlamento, como Somos Perú, Juntos por el Perú y el bloque magisterial, para de esta manera frenar nuevos intentos de vacancia impulsados desde la oposición. Pero esta repartija de ministerios aún no se concreta.

Consultado sobre esto por Sudaca, Guido Bellido confirma el distanciamiento entre el presidente y el partido con el que llegó al poder. “Eso no es novedad. El partido no representa al gobierno. El presidente tiene que ser ideológica y políticamente de Perú Libre para representar sus ideas”, afirma. 

Vladimir Cerrón también exhibió sus diferencias con Castillo en un tuit de este miércoles. Fue al replicar un mensaje del electo presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien anunció un agresivo plan de inversión para construir universidades y colegios. 

“Esto le sugerí al Presidente (Castillo), además de hospitales especializados, en cada región. Hasta hoy, ni terreno ni perfil. Aún estamos a tiempo, cumpla el programa de PL (Perú Libre)”, escribió Cerrón. 

Entre tanto, avanza en el Congreso la acusación contra el presidente por supuesta traición a la Patria, por haberse pronunciado favorablemente a la idea de someter a consulta popular la posibilidad de concederle una salida al mar soberana a Bolivia, en la tristemente recordada entrevista con el periodista de CNN Fernando del Rincón.

En mayo, el legislador acciopopulista Wilson Soto presentó un informe en el que recomendó citar a Castillo y a del Rincón. El caso sigue avanzando en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales. En Perú Libre consideran que el mandatario está muy confiado de que está acusación no prosperará, según una fuente del partido del lápiz. Quizás no debería estarlo tanto, piensan los allegados a Cerrón. La oposición más feroz ve en este caso un plan alternativo al de la vacancia, puesto que si prospera cumpliría con el objetivo de sacar a Castillo de Palacio. La acusación de traición a la Patria puede derivar en una suspensión del jefe de Estado mientras este es procesado. Y para eso solo se necesitarían 66 votos en el parlamento, no los 87 que se exigen para una vacancia por incapacidad moral permanente. Esos 21 votos hacen un mundo de diferencia.

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