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Maria Claudia Medina, autor en Sudaca - Periodismo libre y en profundidad | Página 34 de 35

El joven fundador de la marca Don Salazar ha simplificado el procedimiento para obtener un perfecto café pasado. Con la pandemia, le dio un nuevo giro a su negocio y ahora apunta a los oficinistas que se han quedado haciendo trabajo remoto.

Entre el método de filtrado, la temperatura del agua y las medidas exactas, preparar una buena taza de café, como lo haría un barista, puede tardar más de lo que un trabajador dispone al inicio del día. Para Arturo Marín, fundador de la empresa de café Don Salazar, simplificar esos pasos es fundamental para incrementar el consumo de café especial en el Perú.

“Hemos partido de la premisa que el Perú tiene uno de los mejores cafés a nivel mundial, pero el consumo interno es bajísimo porque el público no lo conoce por practicidad y conveniencia. El oficinista, como tiene poco tiempo, busca un café instantáneo”, explica.

A sus 26 años, Marín tuvo otros dos negocios, pero todo relacionado al café, que considera una pasión familiar, pues fue en Villa Rica (Junín), en la finca de su padre, que conoció todo el proceso agrícola.

Cuando don Salazar falleció, Arturo heredó las parcelas y asumió el encargo, pero aún era menor de edad y su madre le pidió que antes termine la universidad. “Siempre quise administrar la finca, pero no me dejaban”, recuerda. Con el tiempo, se dio cuenta que, así como las buenas tazas de café no son instantáneas, el negocio agrícola no se domina de la noche a la mañana.

Manos a la obra

Para el momento en que accedió a la finca, el sector cafetalero estaba fuertemente golpeado por la plaga de la roya amarilla de 2013 y una caída en los precios internacionales, pero eso no lo desalentó. Con la experiencia de su primer emprendimiento en la universidad, se convenció de la necesidad de hacer más sencillo el consumo de café orgánico, y fue pensando en varias alternativas, junto a su equipo de trabajo.

“Primero pensamos en hacer un café express, después un food truck de café y poco a poco, la idea fue mutando y quedó en filtros instantáneos para tener un café pasado de calidad en un minuto. Con esta idea postulamos en el 2017 a Innóvate Perú y obtuvimos financiamiento. Sin embargo, en el 2018, tuvimos que ponerle un alto a todo porque todavía no tenía caja suficiente para reflotar la finca”, explica.

Con la ayuda de un ingeniero y un capataz empezó un plan para reflotar las 14 hectáreas que componen la finca, cultivando las variedades Obatá y Geisha. Ambas crecieron bien a los 1,600 m. s n m, pero los frutos recién empezaron a verse en el 2019 y Arturo tuvo que invertir todos sus sueldos de trabajo profesional para lograrlo.

“Si hubiera buscado algo que me diera solo rentabilidad, hubiera sido más fácil acopiar lo que los otros agricultores siembran, ahora que el precio está tan bajo, y venderlo de vuelta, pero fue más por un tema de pasión y amor por la agricultura que seguí con el cultivo”, comenta.

Afortunadamente, el tiempo de espera para la cosecha le permitió pensar en nuevos productos y en el 2018, diseñaron una taza cafetera que patentaron ante Indecopi y obtuvo un premio a mejor invento en la categoría independiente del concurso que realiza anualmente esta institución.

“Conversando con clientes, decidimos complementar la idea con la tetera cuello de cisne, que mide la cantidad exacta de agua para la taza ideal de café y cuando empezamos a vender estos productos como ‘packs’, nos comentaron que querían llevarse su café en el auto para tenerlo en la oficina, así nació el ‘mug’, que también se sumó a lo que lanzamos finalmente como el kit del café perfecto”, afirma.

La pandemia y el home office

Con la cosecha en marcha y el respaldo que obtuvo del Centro de Emprendimiento e Innovación de la Universidad del Pacífico (Emprende UP), se lanzó a vender sus productos a través de tiendas, apuntó a los concesionarios de café de las grandes oficinas y lograron cerrar acuerdos para vender por volumen hasta que llegó la pandemia.

“Antes lo llamábamos ‘coffee to go’ porque estaba pensado en llevarlo al trabajo. Con la pandemia, cambiamos radicalmente el concepto y lo enfocamos en el café perfecto para tu home office. La idea es seguir tomando ese café que gusta tanto, pero ya no en la cafetería, sino en la casa a un menor precio y hecho por uno mismo. El producto quedó, pero la forma en que lo presentábamos cambió”, precisa.

En cuestión de una semana, Arturo y su equipo de trabajo crearon una página web orientada al cliente final, sacaron los permisos para hacer delivery y diseñaron un paquete de membresías a tres y seis meses, que viene con la siembra de un árbol en la finca, a nombre del suscriptor.

“Nuestro concepto es ligar la finca con el mercado local. El plan también es sacar un paquete de membresía más cercano a la parte productiva, que el cliente pueda adoptar árboles y conocerlos visitando los cafetales. Estamos construyendo cabañas, porque el plan es conectar toda la cadena de valor”, detalla.

A pesar de la pandemia, Arturo mantiene el objetivo de diseñar experiencias alrededor del café, apoyándose en el interés que ha despertado su “kit del café perfecto”, un pack que ha tenido tantos pedidos que en algún momento llegó a agotarse el stock.

Ahora estamos con un local dentro de la Feria de Barranco (Jr. Unión 108) y dentro de poco abriremos oficinas en San Miguel. Estamos más consolidados. El próximo año de todas formas lanzaremos la “Coffee Cup”, el producto que hemos patentado. Estamos más consolidados”, asegura.

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Café, Cuarentena, Emprendedor

Antes de la pandemia, más del 80% de los trabajadores consideraba que un mal clima laboral era suficiente motivo de renuncia, según una encuesta de Aptitus (2018). Ahora, con el teletrabajo, Sonia Igei Kohatsu, psicóloga y socia de Focus Gestión Humana, advirtió que existe el riesgo de que la distancia amplifique algunos problemas, lo que deriva en un mal ambiente de trabajo y un impacto negativo en productividad, por lo que es importante mantener la comunicación.

“Actualmente se están perdiendo muchos espacios informales para conversar con los compañeros. Entonces, se espera generar estos espacios y que el jefe se preocupe también por cómo se encuentran los trabajadores, que hablen del espacio laboral, pero también del personal que ahora están tan combinados”, aseguró.

Si se presenta una situación tensa en el equipo, recomendó tomar acciones y no dejarlo pasar. Desde la gestión humana, señaló que lo primero es pedir opiniones a las partes involucradas y mostrar cómo el problema está afectando el desempeño laboral desde la empatía.

“Podemos estar bajo mucha presión, ansiedad o estrés, pero es diferente responder a reaccionar. Lo ideal es dar una respuesta donde muestres que quieres conocer el punto de vista del otro, que muestre empatía, pero muchas veces en vez de hacer eso, reaccionamos”, comentó.

Recordó que la misma situación de pandemia genera un estado de tensión y el regreso a las oficinas también generará otras expectativas. Por lo que consideró importante hacer encuestas de clima laboral, mantener las reuniones de retroalimentación o simplemente recoger la información de todo lo que el trabajador necesita mientras trabaja desde casa.

Escoger los canales de comunicación

Bajo el contexto de la pandemia, la comunicación en el ambiente laboral ha perdido el lenguaje no verbal, por lo que Igei pide tomarse siempre unos minutos para evaluar el mecanismo de comunicación más idóneo para el mensaje que se quiere transmitir.

“Si el tema es importante, se puede usar una videollamada con cámara, pero si es una coordinación del día puede usarse Whatsapp. En cambio, si se deja una conversación importante por Whatsapp, es probable que puedan generarse malentendidos”, precisó.

Respecto del tono de la conversación, un artículo de EAE Business School también propone identificar los puntos del desacuerdo, escuchando con atención a la otra parte, sin permitir interrupciones y evitar prepararse para una reacción mientras la otra persona está hablando.

“Suele dar buenos resultados reformular lo que la otra persona ha dicho, una vez termina de hablar, para asegurarse de que el mensaje se ha entendido correctamente”, aconsejan.

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Conflicto, Emprendedor, Empresa

Para ajustarse a la transformación digital impulsada por la pandemia, las áreas de recursos humanos han tenido que duplicar sus tareas sin descuidar el bienestar de los trabajadores. En el 2021, un 70% de las empresas encuestadas por Marsh Perú incorporará al trabajo remoto en sus procesos, aunque sea solo por unos días a la semana.

Bajo este escenario, Álvaro Bellido, Executive Manager en CL Selection, consideró que la gestión de los equipos a distancia ya no será tan complicada en el 2021, pero los procesos de selección y adaptación de los nuevos puestos laborales requerirán más atención.

“Al desarrollarse nuevas formas de trabajo y nuevos puestos laborales, los gestores del talento deberán acompañar en el proceso de selección y adaptación al nuevo puesto laboral”, explicó en un artículo para la Asociación Peruana de Recursos Humanos (Aperhu).

En general existen al menos cinco pilares de trabajo en la gestión del talento que han tenido cambios importantes y van a seguir transformándose, conforme se desarrolle la pandemia:

La transformación de la oficina. De acuerdo a la encuesta de Marsh Perú, el 64% de las empresas planea mantener el trabajo remoto al menos unos tres días a la semana, lo que significa un retorno paulatino a las oficinas. Estos ambientes de trabajo deberán respetar las reglas de distanciamiento social, tener una ventilación adecuada y acondicionarse para evitar todo tipo de contagio.

Salud y seguridad ocupacional. El área de recursos humanos debe facilitar las condiciones de ergonomía, pero también deberá estar alerta si algún trabajador requiere activar su seguro médico o tiene que cuidar a algún familiar enfermo. Además, se debe identificar a los trabajadores que se encuentren dentro del grupo de riesgo, con alguna comorbilidad.

En las operaciones presenciales, se deberá reforzar el protocolo sanitario y aplicar el plan para la vigilancia, prevención y control de COVID-19 en el trabajo, el mismo que indica qué trabajadores están en más riesgo de contagiarse y están obligados a pasar pruebas periódicas de COVID-19.

Derechos laborales. La mayor parte de licencias con goce de haber o suspensiones perfectas ya se han dado, pero son procesos que tienen que monitorearse y para el próximo año se deberá poner atención al cumplimiento de los acuerdos que se hayan suscrito para reducir la jornada laboral o los sueldos.

Este año también se realizaron adelantos de vacaciones y desvinculaciones que seguirán siendo parte de las preocupaciones de las áreas de recursos humanos.

Capacitaciones y desempeño laboral. Algunas empresas ya están brindando recomendaciones de salud física y mental para los trabajadores que están en sus casas, pero el próximo año a esto se sumará el presupuesto para capacitaciones. En lo que se refiere al desempeño laboral, los empleadores necesitarán nuevas formas de medirlo, lejos de los horarios de trabajo convencionales.

Selección y reclutamiento. Con la tecnología, el proceso de selección se ha acelerado porque las entrevistas pueden hacerse rápidamente con varias herramientas digitales. Sin embargo, las necesidades de las empresas están cambiando y el perfil requerido en la fase de reclutamiento deberá actualizarse constantemente.

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RR.HH

Con el inicio de la pandemia, el gobierno dispuso que las empresas de todos los tamaños puedan realizar trabajo remoto y, desde entonces, más de 250 mil personas han convertido sus casas en centro de labores. Ello, según datos del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), hasta el mes de noviembre.

Aunque inicialmente se trató de una respuesta ante la emergencia, para Mauricio Almonte, especialista en Derecho Laboral del Estudio Payet, Rey, Cauvi, Pérez Abogados, el modelo de trabajo remoto tuvo el acierto de ser suficientemente flexible para incluir a todo tipo de empresas. Solo basta con que las tareas a realizar puedan hacerse de forma virtual.

“La mayoría de las unidades productivas en el Perú son de comercio, de ventas y esas suelen ser labores que no se realizan de manera virtual. En cambio, un estudio de arquitectos, que puede hacer sus trabajos de manera remota, sí lo utiliza bastante. El área operativa de los negocios de retail también”, explicó.

 

Las modalidades mixtas y las MYPES

Entre julio y agosto de este año, según una encuesta realizada por INEI en Lima Metropolitana, un 35.6% de pequeñas empresas había adoptado el trabajo remoto. En las microempresas, lo usaba el 25.4%. Respecto al trabajo mixto o semipresencial, en las pequeñas empresas, alcanzaba al 49.5% de los trabajadores y en las microempresas, al 24.5%.

Almonte comenta que, si antes una micro y pequeña empresa (mype) tenía que alquilar una oficina para funcionar, ahora solo necesita un coworking o un espacio más pequeño para solo la mitad de sus trabajadores.

“Hemos visto casos de empresas donde se han hecho contratos con los trabajadores para pasar a esta ‘semipresencialidad’. El trabajador ya no tiene un sitio fijo asignado en la empresa, sino que ocupa el sitio en función a una programación. Esto también se ve en empresas de menos de cien trabajadores”, precisó.

Según Jorge Ochoa, presidente del gremio de la pequeña empresa de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), las mypes sí están haciendo ahorros, pero de forma obligada porque la crisis les ha afectado tanto que han tenido que abandonar oficinas y puestos comerciales.

“Todo lo que es servicios que pueden hacerse remotamente no solo se han beneficiado, sino que tienen potencial de mejorar. Pero no todas las empresas tienen las mismas condiciones y probablemente. Por ejemplo, los que trabajaban en turismo están muy mal, no es un tema de empresa chica o grande, sino de sectores completos”, sostuvo.

Agregó que las empresas que utilizan esta modalidad de trabajo también se enfrentan al desafío de tener la misma productividad, porque los trabajadores comparten su tiempo con las tareas domésticas.

“La productividad de los trabajadores o las personas que hacen trabajo remoto no es la misma, también están cuidando a los hijos o se ponen a cocinar. Están haciendo varias cosas a la vez. Ahora no hay horarios porque los trabajadores, pasadas las seis de la tarde, siguen contestando correos. Entre empleadores y empresarios hay que buscar la receta secreta para lograr que las empresas sean más productivas”, estimó.

En noviembre, el Gobierno extendió el trabajo remoto hasta julio de 2021, pero Ochoa considera que las empresas van a seguir usándolo más allá de esa fecha, siempre que mantenga con condiciones flexibles. “No se debe reglamentar más sin antes ver la realidad de cada actividad y buscando siempre que la formalidad mejore”, indicó.

 

Una transformación

En agosto, un estudio de EY realizado en más de 300 empresas de Latinoamérica, incluido el Perú, arrojó que un 55% de las encuestadas tuvieron que realizar cambios en toda su estructura organizacional para ajustarse a la nueva realidad del trabajo remoto.

En este proceso de transformación, de acuerdo a Pilar Quinteros, gerente senior de consultoría de EY Perú, las pequeñas empresas tienen la ventaja de poder gestionar “fino” y trabajar más directamente con sus colaboradores en el principal desafío del trabajo remoto: la conexión y el sentido de pertenencia.

“En un estudio más reciente, hemos visto que las empresas están poniendo en primer lugar a la persona, en el centro de la estrategia. Primero, estar sano y es justo el momento para tener un liderazgo más humano, que transmita que esta crisis es de carácter temporal”, aseguró.

Aunque la parte más crítica de la pandemia parece haber pasado, recordó que todavía es importante preocuparse por la salud mental de los trabajadores, que afecta directamente su productividad y aplica a todo tipo de empresas.

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Teletrabajo, Trabajo remoto

Cada vez que una empresa requiere personal para tareas distintas a su core business o su actividad principal, evalúa la posibilidad de tercerizar ese servicio y según Javier Ramos, gerente de Productos Auxiliares y Mantenimiento del Grupo EULEN Perú, si este modelo se emplea bien, puede generar ahorros de hasta 14% al año en costos operativos de grandes y medianas empresas, que son las que más lo utilizan.

“Las grandes empresas tienen muchos de sus procesos tercerizados, incluso la contabilidad. Prefieren a veces tener más gente de su planilla en áreas de creación o producción, que tenerlos en las áreas de soporte que, al final, son un complemento a su negocio. Por ejemplo, si desarrollan celulares o tablets, su negocio no es tener un almacén o un canal de distribución. Entonces, tercerizan su logística con un proveedor grande”, explicó.

Consideró que lo principal es encontrar un proveedor serio que asuma las obligaciones del servicio y mida los resultados para valorizarlo al término del contrato. En cambio, en la intermediación -un modelo diferente que también está vigente en el marco legal actual- la empresa demanda una o dos posiciones requeridas para trabajar dentro de la empresa.

“Hay posiciones que no pueden intermediarse por más de seis meses y en la tercerización, si el negocio es fabricar muebles de madera, eso no puede ser tercerizado, la distribución y la logística sí, pero la fabricación no”, precisó.

Cambios a raíz de la pandemia

A pesar de que esta campaña navideña será menos dinámica por la pandemia, Ramos aseguró que los empleos operativos por campaña se han incrementado hasta en 20% respecto del año pasado, justamente porque si algunos trabajadores entran en cuarentena, la empresa requiere más personal rotativo que haya pasado por todos los controles.

“Las empresas apuestan por este tipo de contratos porque les garantizan que las personas cumplen con el requerimiento operativo o perfil para la posición, pero también porque se exigen pruebas de COVID-19 y se garantiza que la persona esté libre de contagio”, anotó.

Los perfiles más solicitados por campaña son los operarios de almacén, estibadores, mensajeros motorizados y operarios de plantas industriales.

Por la coyuntura, también resaltó que se están demandando más servicios de reclutamiento, selección de personal y call center, que pueden realizarse a distancia. “La gente está comprando también por internet y se ha necesitado mano de obra a través de call centers que atiendan los pedidos”, indicó.

Agregó que la eficacia de este modelo de negocio radica en que el proveedor garantice que el personal cumple con el perfil, pero también en que la empresa solicitante le dé al proveedor la libertad para definir el proceso que mejor le permita alcanzar los resultados deseados.

El estudio “Tercerización de Servicios en el Perú”, elaborado por Global Research Marketing (GRM), asegura que hoy en día, el Outsourcing es una prestación con altas cifras de penetración en el mercado, pues casi un 90% de encuestados afirma que terceriza procesos de sus empresas.

En el Perú, dentro de los servicios que más tercerizan las empresas resaltan los procesos de reclutamiento y Executive Search (33.5%), la administración de comedores (29.5%) y la administración de planillas (28.9%).

En diciembre los empleos operativos aumentarán entre 15% y 20% respecto a otros meses en el sector de outsourcing, principalmente motivado por la campaña de fin de año, afirmó el gerente de Servicios Auxiliares & Mantenimiento del Grupo Eulen Perú, Javier Ramos.

Ramos aseveró que, si bien hay ofertas en varios perfiles, los más solicitados son operarios de almacén, estibadores, mensajeros motorizados y operarios de plantas industriales. Con relación a los sectores que requieren mayores servicios de outsourcing en el país para la contratación de personal en campaña de fin de año, el representante del Grupo Eulen Perú comentó que el sector logístico es uno de ellos, así como el de retail, en el que solicitan mucho personal para la atención de los clientes.

“Otro que está en creciente aumento son las posiciones de teleoperadoras o call center dado la aceleración de la venta por comercio electrónico”, refirió Ramos.

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Empresas, Servicios, Tercerización

Debido a que muchas personas se quedaron sin trabajo o han reducido sus ingresos por causa de la pandemia, el Gobierno autorizó un nuevo retiro de fondos para los afiliados a las AFP que no hayan aportado durante 12 meses hasta por S/ 17,200 (4 UIT de 2020) y de solo S/ 4,300 (1 UIT de 2020) para los que no aportaron en octubre de este año. Los retiros podrán solicitarse desde hoy hasta el 9 de marzo de 2021, y los primeros desembolsos se realizarán en enero.

Para Juliana Heredes, coach financiera, este dinero debería usarse como una medida de emergencia ante gastos esenciales y, en segundo lugar, para el pago de las deudas. Solamente si queda algún excedente, sugiere invertirlo, pero no necesariamente en un negocio propio porque la crisis aún no ha terminado y podría ser muy riesgoso.

“Hay que ver bien si son oportunidades de negocio a largo plazo o si son oportunidades justo por la pandemia, porque toda inversión a corto plazo trae más riesgo. Los que están esperando el retiro para hacer algo que ya tienen planificado y el dinero era lo único que les faltaba, me parece apropiado, pero tomar el dinero para hacer algo de corto plazo, sin garantías y riesgos elevados, no lo aconsejaría”, comentó.

En su lugar, consideró mejor ahorrar y restringir los gastos que se consideren innecesarios. Aunque los depósitos bancarios no están ofreciendo tasas muy altas, recordó que las cajas municipales sí ofrecen un poco más y en el último de los casos, si no hay necesidad de hacer el retiro, mantenerlo en la AFP sería la opción más segura.

“Si la persona no necesita el dinero porque no tiene un proyecto de inversión y ese dinero es un excedente, recomiendo que lo deje donde está, porque ahí tendrá más rentabilidad y cumplirá su propósito. Es muy natural que el dinero desaparezca cuando no tiene un propósito específico”, aseguró.

Pagar las cuentas

En el caso de los afiliados que necesiten amortizar alguna deuda, Ana Vera Talledo, gerente general de Grupo Kobsa, sostuvo que lo mejor es deshacerse primero de las deudas con tasas de interés más altas. Esto sirve para reducir el saldo deudor, pero también para mejorar el historial crediticio, evitar las penalidades e incrementar la capacidad de ahorro.

“Cada vez que se recibe un dinero extra, es importante separar un monto significativo para el ahorro. Se recomienda destinar mínimo el 20% de este dinero y evaluar qué opción conviene más para que el ahorro sea rentable, ya sea a través de cuentas a plazo fijo, fondos mutuos, entre otras”, comentó.

Como los primeros desembolsos se realizarán en enero, después de Navidad y Año Nuevo, Heredes resaltó que endeudarse por una compra solo es positivo si trae consigo un beneficio financiero. En cambio, en las compras de puro beneficio emocional, lo mejor es desistir o amortizar estas deudas rápidamente.

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AFP, Banca

A pesar de lo complicado que ha sido este año, Sergio Cuervo, profesor del MBA de ESAN, aconsejó a todas las empresas hacer un planeamiento estratégico considerando los posibles escenarios que puedan presentarse con el coronavirus.

Si hay alguna lección que todo negocio ha sacado de este año, según Sergio Cuervo, Profesor del MBA de ESAN, es que siempre se tiene que planificar teniendo en cuenta el contexto, y la pandemia, definitivamente va a seguir siendo el principal elemento del análisis estratégico durante el 2021.

“No estamos ajenos a una segunda ola, todavía es una probabilidad que el Gobierno Central decida que todos regresemos a nuestras casas y habrá empresas que no van a poder funcionar. Tenemos que manejar todos esos escenarios. Cuando se hace planeamiento, se proponen escenarios y dentro de ellos, objetivos estratégicos e indicadores de control”, precisó.

Según el sector en el que la empresa se desenvuelva, la evaluación deberá ser distinta. Lo principal es ver el entorno macro, pero también el escenario competitivo del sector.

“En función del análisis que cada sector haga, tienen que plantearse escenarios esperados, optimistas y pesimistas, para que la organización tenga una capacidad de respuesta inmediata para satisfacer las necesidades de sus clientes y de la organización”, comentó.

La digitalización llegó para quedarse

Al margen de la evolución de la pandemia, Cuervo reconoció que el consumidor ha cambiado mucho sus hábitos de compra y en los próximos años, el comercio electrónico será el canal de ventas más relevante, conforme las nuevas generaciones se integren a la dinámica productiva.

“Todavía hay sectores donde la penetración de internet aún es baja. Eso de alguna manera limita que los usuarios usen internet para sus negocios. A pesar de ello, ha crecido muchísimo el uso de los POS y pasarelas de pagos. En un mediano a largo plazo las empresas estarán más digitalizadas. Ahora hablamos de la Generación X y los Millennials, pero después vienen los Centennials, que son más digitales. Hacia allá vamos, pero es un proceso”, aseguró.

Resaltó que, algunas empresas que sí contaban con los recursos suficientes aprovecharon la ocasión para acelerar su digitalización, pero no es suficiente tener un canal digital, también se requiere una serie de cambios en la organización.

“Son procesos que no se hacen de la noche a la mañana. En algunas empresas la pandemia ha sido la excusa perfecta para adelantar el proyecto. Hay negocios donde ahora el canal electrónico representa el 15% o más de las ventas globales y eso significa una unidad de negocio con más soporte y más personas”, sostuvo. La digitalización de las empresas, una adecuada planificación teniendo en cuenta el contexto económico y social en que nos desenvolvemos, son las claves para sortear este 2021, año del Bicentenario del Perú.

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2021, Metas, Negocio

El trabajo remoto que no da descanso, el peligro de contagiarse si se acude a la oficina o tener que lidiar con problemas familiares mientras se trabaja en casa aumentan los niveles de estrés de los empleados. Lo que no puede hacer una empresa es ignorarlo.

Durante la pandemia, con el temor al contagio y los problemas del entorno familiar, los trabajadores se enfrentan a una nueva realidad laboral que les puede generar estrés. Para gestionar mejor estas emociones, Marleny Fabián, psicóloga organizacional y docente de Psicología de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), explica que es importante que las empresas –sin importar su tamaño– tengan un plan de salud mental y puedan identificar las situaciones más complicadas.

“Cuando la estructura organizacional de la empresa se ve modificada, eso se convierte en un estresor. Antes, las estructuras eran más jerárquicas, pero con la tecnología, la estructura es más plana. En esos casos, la adaptación de la persona tiene mucho que ver”, comentó.

En los trabajadores remotos, el aprendizaje de nuevas tecnologías que se incorporan al ambiente laboral constituye una causa más de estrés. En el caso de las personas que acuden al centro laboral, según la especialista, el distanciamiento corporal también afecta mucho porque se pierde el contacto social y emocional.

“Cuando se trabaja desde casa, la relación de trabajo se ve afectada al combinarse con otros ámbitos de la familia. Además, hay un aumento del trabajo a nivel cognitivo. Por eso, en las instituciones la implementación de un plan de salud mental tiene un rol importante”, refirió.

Recordó que al menos 7 de cada 10 peruanos han visto afectada su salud mental durante la pandemia, según estudios preliminares que el Ministerio de Salud dio a conocer en el mes de julio. “Un problema de salud mental es muy distinto a un trastorno, que es cuando la persona funcionalmente ya no está desempeñándose de forma cotidiana”, precisó.

Estrategias para integrar al trabajo

A pesar del distanciamiento físico, Fabián aconsejó continuar con las actividades de integración que se tenían antes, como la celebración de los cumpleaños o tener “pausas activas” que combinen el espacio de relajación con la actividad física. También recomendó emplear la tecnología para estos propósitos, reforzando mensajes de relajación y tranquilidad.

“En vez de solamente mandar tareas por Whatsapp, se puede enviar mensajes al término de la jornada deseando que la pasen bien en el hogar o algún consejo para su bienestar personal, es un mensaje de desconexión y una forma de utilizar la tecnología para recordar a la persona que debe dormir y alimentarse bien”, sugirió.

De esa manera, se logra que la comunicación de la empresa sea un mensaje esperado por el trabajador, y a la vez, una demostración de un liderazgo solidario, que se necesita tanto en las pequeñas como en las grandes empresas.

“A veces no es necesario tener grandes programas, pero sí tener claridad sobre lo que se puede hacer para lograr que la gente esté bien. En una empresa pequeña y mediana no hay nada mejor que estar cerca del fundador de la institución. Son oportunidades de crecimiento institucional”, agregó.

¿Cómo tratar un problema de salud mental?

Para la especialista, el error más frecuente cuando se presentan signos de agotamiento o estrés es rechazar estos sentimientos o negarlos, a pesar de lo común que se están volviendo los problemas de salud mental en la sociedad. “No se trata de eso, sino de comprenderlos y gestionarlos para mantener nuestro equilibrio hacia dentro”, señaló.

En estos casos, pidió que las empresas se encarguen de brindar ayuda. Por ejemplo, activar el seguro médico del trabajador o tener a la mano un directorio de centros de atención cercanos al lugar del trabajo o el domicilio para derivarlos, si así lo requieren.

“Si el dueño o el jefe me dice que esto no está mal, que puedo ir a buscar ayuda, entonces no voy a aparentar que no hay problema. Es una forma también de quitar el estigma de que no se necesita ayuda. A veces la persona no tiene directamente el trastorno de salud mental, pero sí está en el entorno familiar”, aseguró.

A la larga, consideró que todos estos esfuerzos por mejorar las condiciones de trabajo redundan en la sostenibilidad del negocio, pues las personas son el capital más importante dentro de cualquier organización.

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Estrés laboral

Después de la crisis política, el dólar cerró noviembre en S/ 3.608. Ha subido casi 9% en lo que va del año. Según dos expertos, las elecciones de abril serán claves para determinar si la divisa tiende al alza también en el 2021.

En lo que va del año, el dólar ha subido 8.96% respecto al sol peruano. Antes de la pandemia, en enero, se cotizaba a S/ 3.388 y, en noviembre, durante la crisis política por la vacancia presidencial, llegó al pico de S/ 3.667. Una cifra que no se había registrado en 18 años. Al cierre de noviembre, ha retrocedido hasta S/ 3.608. ¿Volverá a subir o seguirá en tendencia a la baja?

Según Francisco Grippa, economista principal de BBVA Research, en la primera mitd de noviembre hubo un “hipo” que ya se está corrigiendo. En diciembre, con el pago de las gratificaciones y la recuperación de la economía de China, que impulsa el precio de los minerales, el dólar debería seguir retrocediendo, asegura.

“El precio del cobre sigue subiendo, ayer cerró en US$ 3.45 [la libra], después de haber empezado noviembre en US$ 3.05 [la libra], es un incremento importante y, como resultado, quizás haya un tipo de cambio más bajo en diciembre. Nosotros vemos el dólar cerrando por debajo de S/ 3.60, como promedio diario a diciembre de este año”, explicó.

Incluso comentó que otras monedas de la región lograron apreciarse durante los días de la vacancia por el incremento en el precio de los minerales, por la victoria de Joe Biden en Estados Unidos y por los anuncios sobre la efectividad de las vacunas que se dieron justo durante los días de crisis política. “El sol peruano se perdió ese rally”, anotó.

Si bien la crisis política parece haberse superado, para Ricardo Carrión, gerente de Mercado de Capitales de Kallpa SAB, esta generó considerable inestabilidad y ha dejado cierta aversión al riesgo.

“La emisión de bonos soberanos que se hizo la semana pasada  [Perú emitió bonos por US$ 4,000 millones a 101 años, periodo de tiempo que refleja confianza por parte de los mercados]  ha ayudado un poco a mejorar la proyección del país, pero no es suficiente todavía. Hubo analistas que pensaron que la caída del dólar iba a ser más rápida y eso todavía no ha sucedido. Si todo se calma y se da un incremento del consumo, eso debería ayudar”, precisó.

Proyecciones para el 2021

Carrión estimó que el tipo de cambio el próximo año estará muy influenciado por la distribución de la vacuna y la reactivación de la economía estadounidense. En el plano local, por las elecciones generales de abril.

“Del próximo año, el primer trimestre será definitivamente el más volátil de todos. Si las elecciones llegan a buen puerto y el mercado está contento, deberíamos tener un comportamiento más calmado, con un tipo de cambio a la baja”, comentó.

Al respecto, Grippa aseguró que esta incertidumbre es usual en elecciones y puede influir en el dólar hasta mayo, dependiendo qué tanto respete la nueva administración los lineamientos macroeconómicos del país.

Fuera de esa variable política, consideró que el resto del 2021 habrá al menos tres factores para que el tipo de cambio siga descendiendo: la disponibilidad de una vacuna eficaz, un exceso de liquidez global que atraerá capitales al Perú y un superávit comercial mayor al de este año.

“Vamos a tener precios de metales en niveles relativamente altos y se va a normalizar la producción minera que este año tuvo problemas. Por ambos lados, deberíamos tener un superávit comercial incluso más alto que el de este año, que lo proyectamos en US$ 6,000 millones y para el próximo año lo tenemos en US$ 9,000 millones”, detalló.

Por todas estas condiciones, Grippa estimó que el tipo de cambio cerrará a diciembre de 2021 en alrededor de S/ 3.40, menos que este año, pero todavía ligeramente por encima de los niveles previos a la pandemia (S/ 3.388 al cierre de enero).

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Dólar, Precio
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