Por Alba Ñaupas y Flor Ruiz
Cuando Herman Schwarz recibió un billete de S/20, la imagen que aparecía allí –un retrato del escritor José María Arguedas– le pareció familiar. Y, efectivamente, era una imagen conocida: salvo ligeras modificaciones, el rostro del billete era una réplica casi exacta de una famosa fotografía de uno de los más connotados fotógrafos peruanos. “Es evidente que el dibujo que aparece se hizo a partir de la foto de Baldomero Pestana”, sostiene Schwarz, fotoperiodista e investigador.
En su web, el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) menciona que la nueva familia de billetes fue diseñada por “la prestigiosa empresa inglesa De La Rue International Limited”. Sobre la autoría de Pestana -destacado retratista que fotografió a grandes intelectuales peruanos-, no hay ni una sola línea. “Nos parece un ultraje muy grande lo que hicieron”, se queja Carmen Rico Coira, sobrina de Pestana y representante legal de su legado. Ella advierte que denunciará a la entidad por apropiarse de la fotografía de su tío, violando sus derechos como autor.
LÍOS LEGALES
Si se coloca la fotografía original al lado del billete, las semejanzas resultan obvias. Tan solo se volteó lateralmente la foto y la mirada no está dirigida al espectador, sino que ahora parece ver al vacío. Pero las arrugas, la ropa, la expresión, la posición y hasta el juego de luces y sombras siguen presentes en el nuevo billete. “¿Cuál era la finalidad de voltear la foto? Así la giren, sigue siendo la foto de Pestana”, dice Schwarz. El especialista en derechos de autor, Alain C. Delion, coincide con esto: “Por más ligeras que sean las modificaciones, el autor original sigue gozando de sus derechos como creador”.
En diálogo con Sudaca, representantes del BCRP reconocieron que los diseñadores se “inspiraron” en la fotografía de Pestana. A pesar de ello, se rehúsan a aceptar que debieron pedir consentimiento a Carmen Rico Coira y Antonio Polin Pérez, herederos del legado del fotógrafo. La razón: aseguran que, en su conjunto, el billete es una “creación completamente diferente”, con una técnica artística distinta y con otros elementos. “Incluso el Banco ha consultado la posibilidad de registrar como una nueva obra los propios billetes”, sostiene Alonso Jimenez, especialista legal del BCRP.
Para Jorge Córdova, abogado experto en temas de derecho de autor y docente universitario, más que una mera inspiración, este caso encaja perfectamente en la categoría de “obra derivada”; es decir, aquella obra que modifica o transforma otra ya existente. Según esta interpretación, el argumento del BCRP se cae, pues la regla general en este tipo de casos es que, antes de tocar una obra ajena, se debe contar con autorización previa. “Por lo que veo, para el diseño se tomaron en cuenta hasta las luces y sombras originales, por lo tanto no es solo una inspiración. Se debió pedir el permiso y, como no lo hicieron, es una infracción a los derechos de autor”, explica el especialista.
Por esta razón, Carmen Rico asegura que denunciará al BCRP. “Esa foto tiene un dueño. Ellos [el BCRP] se están apropiando de la propiedad de otros y eso tiene un nombre. Es un robo, una apropiación indebida. No nos vamos a quedar de brazos cruzados”, dice Carmen Rico.
Para demostrar legalmente que se trata de la misma obra, un perito debe analizar ambas creaciones y llegar a una conclusión. Y aunque el BCRP hace hincapié en que su obra es original por los nuevos elementos añadidos, Jorge Córdova sostiene que para determinar la originalidad de una obra, lo que se analiza son las semejanzas, no las diferencias. Por su parte, el abogado Alaín C. Delion dice estar seguro “en un 98% de que los resultados arrojarán que es la misma foto”.
Pero el Banco Central de Reserva tiene otro argumento para respaldar su accionar. Según su explicación, hay una excepción en el Código Civil que establece que, para la utilización de la imagen de una persona con notoriedad pública, no es necesario contar con su permiso. Sin embargo, esto se sale del ámbito de los derechos de autor y entra al terreno del uso de imagen y voz de las personas. “Esto se refiere a que no es necesario pedirle permiso a la familia de Arguedas para poner su imagen en el billete. Pero eso no excluye el hecho de que se debió pedir permiso a la familia del fotógrafo para usar su creación”, aclara Córdova, quien se desempeñó como ejecutivo de la Dirección de Derecho de Autor del Indecopi.
SIEMPRE LO MISMO
Esta no es la primera vez que se toma una fotografía de Pestana y se usa sin su consentimiento. Durante el primer gobierno de Alan García, el BCRP usó un retrato que el artista tomó a Haya de la Torre para usarlo en el billete de 50 mil intis. Tampoco pidieron permiso. “En ese entonces ‘Baldo’ todavía estaba vivo y se indignó. No pudimos hacer nada porque nos enteramos muy tarde, después de varios años. Pero esta vez sí estamos a tiempo”, dice Carmen Rico.
“Es muy común que no se respeten nuestros derechos de autor. Esto es solo una muestra. Las fotos no cayeron de los árboles, tienen un dueño, pero muchas veces se pasa por alto”, dice Herman Schwarz. Y agrega resignado: “¿Cuántas veces no he paseado por Chorrillos y me he sorprendido al ver mis fotos sin créditos y sin que me hayan pedido permiso para usarlas?”.
Esta es una sensación compartida. Raúl García, de la Asociación de Fotoperiodistas del Perú, explica que ahora con internet es más fácil que otros tomen su trabajo. “Tenemos muy poco control sobre nuestro propio trabajo”, lamenta. Y es que, como las personas ven las imágenes en la red, piensan que pueden usarlas libremente.
“Pero no es así. Si la imagen está en Internet se tiene que averiguar de quién es. Seguramente los del BCRP, como vieron la fotografía de mi tío en alta definición, la tomaron y pensaron que podían usarla como quisieran. Pero el desconocimiento de la ley no te exime de su cumplimiento. Además, ¿cómo una entidad del Estado con un departamento legal no va a conocer sus propias leyes?”, cuestiona la sobrina de Pestana.
Nos contactamos con el área de prensa del Indecopi, organismo estatal encargado de proteger los derechos de autor, para solicitar una opinión sobre el caso, pero hasta el cierre de este reportaje no obtuvimos respuesta. Mientras tanto, el rostro de Arguedas, que Pestana inmortalizó hace más de 50 años, sigue circulando de mano en mano sin que se le dé reconocimiento al fotógrafo.
**Fotoportada por Darlen Leonardo