Informes

El año pasado, durante los momentos más críticos de la pandemia, en el Colegio Médico de Lima Metropolitana se desató una serie de irregularidades financieras y administrativas. Así lo revela una auditoría de mediados de este año a la que Sudaca accedió y que pone en la picota al exdecano de esta sede, el epidemiólogo Juan Astuvilca Cupe, y a la tesorera Julisa Caballero Amado. Y es que no todos los esfuerzos del gremio se centraron, precisamente, en combatir al coronavirus. 

El 15 de octubre del año pasado, el Colegio Médico del Perú (CMP) encargó a la empresa de auditores Jerí Ramón & Asociados una evaluación sobre el manejo administrativo del Consejo Regional III Lima, más conocido como el Colegio Médico de Lima Metropolitana. Los especialistas pusieron el foco entre enero y setiembre de aquel 2020, advertidos de presuntos malos manejos que apuntaban a la cabeza.

En noviembre de aquel año, Astuvilca y Caballero fueron separados de sus cargos hasta que concluyan las indagaciones. Luego de algunos meses de trabajo, los auditores señalaron que el decano Astuvilca y su tesorera Caballero habían autorizado bonos sin justificación e incluso se beneficiaron de préstamos sin autorización de la Junta Directiva, la máxima instancia que aprueba este tipo de desembolsos.

Uno de los hallazgos más importantes es que existieron operaciones financieras “fantasma”. En total fueron más de 125 transacciones sin respaldo documentario. “No fueron ubicados los documentos que respaldan operaciones hasta por S/315.668,58”, asegura el informe. La mayoría de estos desembolsos fueron pagos de AFP’s y servicios básicos, pero también pagos de dietas a directivos, como la propia Caballero.

A inicios de este año, además, las autoridades que reemplazaron a Astuvilca en el cargo le dijeron a los auditores que la tesorera no había entregado los documentos contables que sustentan los desembolsos. “Existe una variedad de documentos que faltan, porque lastimosamente la Dra. Julisa Caballero no ha realizado la entrega de cargo correspondiente sobre el acervo documentario administrativo y contable, a pesar de las cartas notariales que la Junta Directiva le solicitó, lo cual perjudica notablemente a la institución en su funcionamiento, incumpliendo totalmente las funciones a la que fue asignada como Tesorera”, contó en enero pasado Gerardo Campos Siccha, el tesorero que sucedió en el cargo a Caballero.

Los auditores dieron cuenta de que también faltaban 773 comprobantes de pago, entre notas de crédito, boletas de venta y facturas. Y encontraron que, entre febrero y mayo de ese año, se autorizaron préstamos a directivos por S/78.400 saltándose los procesos.

El 7 de febrero del 2020, por ejemplo, el entonces decano Astuvilca recibió S/54.000, mientras que la tesorera obtuvo S/9.400 en mayo por ese concepto, dice el informe. Estas transferencias no se dieron en «un proceso regular debido a que la Junta Directiva desconocía dicha solicitud”, dijo Campos Siccha.

Los préstamos que Astuvilca y Caballero autorizaron para ellos mismos, según el informe de auditoría.

Campos agregó que Astuvilca devolvió parte del dinero recién en junio de este año, es decir, cuando el proceso administrativo en su contra estaba en curso. También señaló que Caballero, como tesorera, aprobó su propio préstamo directamente a su cuenta bancaria “el cual no contaba con la documentación, aprobación y conocimiento de la Junta Directiva”.

Pero hay más. Tanto Astuvilca como Caballero habrían acordado realizar otros desembolsos durante el pico más alto de la pandemia. Por ejemplo, el decano recibió S/14.080 entre bonos de movilidad sin aparente justificación, según la auditoría.

Los pagos, que se dieron entre marzo y junio del 2020, se aprobaron “por un aparente acuerdo entre Caballero como jefa de tesorería y Astuvilca como decano” y sin haber hecho la solicitud correspondiente, de acuerdo a lo señalado en el informe por el ya mencionado Campos Siccha. Estos “bonos” no tendrían justificación porque “ya habían sido pagados en el mismo periodo”, se lee en el documento. Astuvilca, como con los préstamos anteriores, devolvió los importes más de 90 días después.

Otros desembolsos coordinados entre Astuvilca y Caballero fueron la entrega de “bonos extraordinarios” a ciertos trabajadores de la institución, en mayo del año pasado. La auditoría identificó que, sin ningún sustento, salieron S/31.300 de tres cuentas bancarias de la institución y fueron a parar a manos de algunos suertudos. “No se evidencia acuerdo del Consejo Regional III – Lima ni del Consejo Nacional que apruebe las Entregas a Rendir ni de Bono Extraordinario a favor de los mencionados trabajadores”, dice el informe.

Fue tal el desconcierto respecto a estos “bonos extraordinarios” que los trabajadores beneficiados devolvieron el dinero. Una de ellas, la contadora Rocío Villegas Huapaya, dirigió una carta al decano señalando que devolvía los S/2.000 que le depositaron porque “no se justifica que un grupo de trabajadores reciban un bono extraordinario y no la totalidad del personal”. Un gesto de honestidad en medio de este presunto faenón.

Un premio económico muy similar se dio bajo el concepto “pago de escolaridad”. En febrero del año pasado, solo un mes después de que la gestión Astuvilca tomara las riendas del colegiado de Lima, se repartieron S/16.138 entre 14 trabajadores por este concepto. Pero había un detalle: algunos no tenían hijos en edad escolar. “Se observó que de los trabajadores beneficiarios del pago de escolaridad están considerados algunos que no evidenciaron tener hijos en edad escolar”, dicen los auditores. Campos Siccha señaló que no tenía conocimiento de ningún acta de consejo donde se haya acordado este desembolso, señala el informe.

Debido a este festín de bonos y repartija de dinero, Astuvilca y Caballero se encuentran separados temporalmente de sus funciones desde noviembre del año pasado. Los auditores recomendaron al final de su trabajo que el decano nacional, Palacios Celi, elevara su informe al Comité Ejecutivo Nacional para determinar acciones y se establezcan sanciones en su contra.

El área de prensa del CMP le dijo a Sudaca que el proceso disciplinario es reservado y que “no pueden pronunciarse por ahora”, conforme a su reglamento interno. Todo queda en casa.

Astuvilca, con quien este medio intentó comunicarse en reiteradas oportunidades, se limitó a señalar en su Facebook que las acusaciones en su contra son “falsas especulaciones que atentan contra su reputación”. La publicación es del día en que anunciaron su separación y cuando no se conocían los detalles que consignamos en este informe. También buscamos la versión de Caballero, pero no tuvimos éxito. 

 

Objetivo decanato

Tanto Astuvilca como Caballero llegaron a sus puestos para el periodo 2020-2022 gracias a la agrupación ‘Integridad Médica’. Este movimiento tiene como coordinadores nacionales a las actuales cabezas del gremio: Miguel Palacios Celi, decano nacional, y Ciro Maguiña Vargas, vicedecano. El primero de ellos es el llamado a elevar el informe de auditoría al Comité Ejecutivo Nacional, como ya hemos mencionado.

Maguiña, por su parte, es recordado por haber formado parte del escándalo del “Vacunagate”, en el que 487 personas se vacunaron de manera irregular contra la Covid-19.

El decano y el vicedecano son cercanos a Astuvilca y Caballero, como se puede ver en publicaciones y fotos en redes sociales.

Para el periodo 2022-2024, Integridad Médica intentará mantener el timón del Colegio Médico del Perú y de la sede de Lima. Como cabeza de lista, la agrupación propone al doctor Raúl Urquizo Aréstegui para el decanato nacional. Urquizo, actual director del Servicio Médico Familiar del colegio (SEMEFA), es un viejo conocido de Astuvilca y también es mencionado en el informe de auditoría.

El candidato de Integridad Médica fue decano de Lima entre los años 2018 y 2020. En ese mismo periodo Astuvilca fue su secretario general. Como parte de su informe de gestión, Urquizo señaló que “con mucho esfuerzo” lograron concluir una obra que estaba estancada desde el 2012. Se trataba de 18 bungalows para el Club Tumi I de Chaclacayo, un centro de recreación administrado por el Colegio Médico de Lima que ofrece sus servicios a los colegiados de todo el país.

Sin embargo, el informe de auditoría señala que actualmente solo un bungalow ha sido terminado y la construcción del resto se encuentra suspendida debido a clamorosas deficiencias técnicas. “La paralización se refiere a 17 bungalows que quedaron semiconstruidos en casco, habiéndose construido un bungalow en su totalidad y un primer nivel correspondiente al estacionamiento vehicular que ha sido totalmente rehabilitado y reforzado con columnas y vigas para soportar la estructura”, dice el documento. 

Las fisuras (en blanco) que observaron los auditores en el estacionamiento del centro recreacional Tumi I.

Según verificó Jerí Ramón & Asociados al visitar el club, el estacionamiento –que soporta el peso de los 18 bungalows– tiene fisuras en su interior. La obra, que comenzó en el 2019 con Urquizo y debía concluir en la gestión de Astuvilca, ya le ha costado al Colegio Médico más de S/2 millones. 

Consultado por Sudaca respecto a estos hechos, el doctor Urquizo descartó tener responsabilidad directa. “Se está utilizando ese elemento para atacar mi candidatura. Esa obra fue entregada en noviembre del 2019. Obviamente el mantenimiento es responsabilidad de la actual gestión [Astuvilca y sus sucesores luego de ser separado], pero nosotros dejamos operativo todo”, aseguró.

En las elecciones de este domingo 28 de noviembre, donde compiten con otras tres listas, Integridad Médica buscará extender su reinado en el colegio al menos por dos años más. Están advertidos.

Tags:

Colegio Médico del Perú, Covid-19, Pandemia

“La vocación nace con uno. No se impone por la necesidad”, escribió en su perfil de LinkedIn Bruno Pacheco. El renunciante secretario general de la Presidencia está en el ojo de la tormenta por presionar al jefe de la SUNAT, Luis Vera Castillo, para beneficiar -entre otros- al grupo Deltron, una compañía de productos informáticos. El escándalo ya es usado como un arma para plantear la vacancia contra el presidente Pedro Castillo. Es uno de los argumentos que plantea la moción redactada por la congresista Patricia Chirinos, de Avanza País, que busca destituir al mandatario, en un escenario de máxima tensión. 

“Se ha hecho de público conocimiento otras denuncias por haber presionado al Jefe de la SUNAT para favorecer a empresas que tienen deudas con dicha entidad”, dice una parte de la moción de 13 páginas, redactada por Chirinos el 15 de noviembre. El documento aún no ha sido presentado formalmente al cierre de esta edición. Necesita 26 firmas como mínimo para presentarse, 52 para ser admitido a debate en el Pleno y 87 para concretar la caída de Castillo.

Moción página
Una parte de la moción redactada por Patricia Chirinos, el 15 de noviembre, que da cuenta del escándalo protagonizado por el secretario general de Palacio, Bruno Pacheco.

En Palacio estiman que, en este momento, la oposición no tiene los votos para vacar al presidente. Pero aseguran que el escándalo desatado por Bruno Pacheco, quien aún no tiene reemplazo, les da una oportunidad para volver a la carga más adelante. “Si el presidente es salpicado de una u otra manera en la investigación fiscal a Pacheco, la oposición sacará las garras porque el tema de la vacancia ya flota en el ambiente. Los opositores ven más posibilidades en este caso que en los Dinámicos del Centro”, dice una fuente palaciega.

Los casos de Pedro Pablo Kuczynski y Martín Vizcarra vienen a la cabeza ante este despelote. Ambos, como ahora Castillo, se enfrentaron a una feroz oposición congresal. PPK afrontó un proceso de vacancia en diciembre del 2017 por haber ocultado pagos de la constructora brasileña Odebrecht. Kuczynski sorteó la destitución con lo justo tras recibir una ayuda inesperada de Kenji Fujimori. Con la sangre en el ojo, los fujimoristas volvieron a la carga, en marzo del 2018, cuando revelaron los “Mamaniaudios”, donde supuestamente se intentaba comprar votos para salvarle el pellejo al entonces presidente. PPK se vio forzado a renunciar ante su inminente destitución. 

Vizcarra pasó por el mismo trance. En septiembre del 2020 esquivó un pedido de vacancia por la contratación del polémico cantante Richard Cisneros, mejor conocido de “Richard Swing”. El asunto fue visto como un globo de ensayo. El plato de fondo llegó dos meses después, en noviembre de aquel año. Vizcarra ya no pudo driblear la vacancia al ser acusado de recibir sobornos en su etapa como gobernador regional de Moquegua.

Castillo parece haber tomado nota del espinoso asunto. Y busca un acercamiento con el ala dura de la bancada de Perú Libre para tener 37 votos seguros. Una fuente del lápiz asegura que hoy estaba pactada una reunión entre Waldemar Cerrón, el vocero del grupo oficialista parlamentario, y el mandatario. Pero el diálogo no se se antojará sencillo. Si bien es cierto los cerronistas han anunciado que no votarán por la vacancia, no están dispuestos a respaldar al gobierno en todos los demás aspectos.

Fuentes de Perú Libre señalan que Waldemar Cerrón, hermano de Vladimir, pediría la cabeza de Auner Vásquez, el poderoso asesor de Pedro Castillo. Y es que el ala cerronista lo responsabiliza también del caos que habita en Palacio. El pedido,sin embargo, no será una condición para que la bancada apoye al mandatario en el trance de la vacancia.

Waldemar Cerrón
Waldemar Cerrón Rojas, congresista de Perú Libre y hermano de Vladimir Cerrón,  en una reunión con el presidente Pedro Castillo, según fuentes de Perú Libre. Foto: Congreso.

SONDEOS

Con este clima de división y acusaciones, el gobierno afrontaría un primer pedido de vacancia. Mientras tanto, los congresistas de oposición, con Patricia Chirinos a la cabeza, tratan de convencer a los legisladores para que –al menos 52 de ellos– admitan a debate la moción de vacancia y el presidente Castillo responda a los cuestionamientos ante el Pleno.

Chirinos sondeó a algunos parlamentarios de centro, como José Jerí (Somos Perú), para sumarse a su causa. No obtuvo éxito, de acuerdo a fuentes de Somos Perú. Hasta el momento, bancadas como Alianza Para el Progreso y Acción Popular, con 15 y 16 congresistas, respectivamente, rechazan la vacancia. Los dos grupos parlamentarios son claves, numéricamente hablando, en cualquier votación importante. 

“Nosotros no vamos apoyar el pedido de vacancia. Siempre respetamos los votos que puedan tener nuestros invitados, a quienes tenemos una gran consideración, que son el general Chiabra y la doctora Echaíz. Pero, como partido, la bancada no va a respaldar en este momento ningún pedido de vacancia. El gobierno, pues, tiene que considerar todo lo que estamos haciendo para darle gobernabilidad”, dice Luis Ibérico, asesor principal de la bancada de Alianza Para el Progreso.

“Me preocupa la situación porque estamos actuando con una gran irresponsabilidad. Yo lamento que haya ciertos políticos que vean la vacancia como deporte nacional. Hay congresistas y políticos que están moviendo el avispero demasiado, que están moviendo el panal demasiado. Y cuando al panal mucho golpeas, salen las abejas. Y las abejas salen de manera furibunda, salen para golpear. Están golpeando demasiado el panal y podría haber una convulsión social sin precedentes en nuestro país”, dice, por su parte, Mesías Guevara, gobernador regional de Cajamarca y dirigente de Acción Popular. 

GABINETE EN LA MIRA

En paralelo, el exprimer ministro Guido Bellido apunta sus dardos hacia la vicepresidenta Dina Boluarte. “No podemos tener un acercamiento con una persona que habla mal de sus dirigentes y no reconoce a su propio partido. La vicepresidenta plantea conversar con el fujimorismo y no con Perú Libre. Nada bueno va a salir de una conversación con la bancada fujimorista”, dice Bellido a Sudaca. Esto a propósito de una declaración de Boluarte, en Arequipa, donde dijo que se reuniría con Fujimori “de ser necesario” para que la lideresa pueda hablar con la bancada de Fuerza Popular, que empuja la moción de vacancia.

El ala dura también cuestionan a la primera ministra Mirtha Vásquez y a Verónika Mendoza, aliada del profesor Castillo, por cómo está repartida la torta en el gabinete. “No hay proporción en la cuota de poder. Mendoza tiene, para mí, siete ministerios e incluyo al Midis y Trabajo [ambos dirigidos por las militantes perulibristas Dina Boluarte y Betssy Chávez]. Ella [se refiere a Chávez] ha tomado distancia del partido”, dice Bellido. 

La batalla contra Vásquez sigue su curso. La parlamentaria cerronista Margot Palacios pidió –a través de una moción– que la premier dé explicaciones sobre su reunión con el líder de Alianza Para el Progreso, César Acuña, en la casa de este último en La Molina. El encuentro tuvo lugar la noche del 8 de noviembre. “Ahora comprenderá el presidente Pedro Castillo por qué quisimos salvarlo del Gabinete caviar, porque son una plaga si le das chance”, tuiteó el líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón, el 13 de noviembre pasado, en referencia a la cumbre en la casa de Acuña. 

 

Mitha Vasquez - Premier -PCM
23 de noviembre. La primera ministra Mirtha Vásquez sustenta el presupuesto 2022 ante el Congreso, en medio del fuego graneado de la oposición y los empresarios. Foto: Andina.

La figura de la primera ministra, adversaria de Perú Libre, ha quedado trastocada luego de anunciar el cierre de cuatro unidades mineras, en Ayacucho, desatando las protestas de las empresas afectadas, los gremios empresariales y la federación de trabajadores mineros. Vásquez tuvo que retroceder y ablandar su discurso ante los reclamos. El desaguisado trató de ser arreglado por el presidente en una actividad en Arequipa. “Para referirme a un tema que ha generado debate en los últimos días, desde aquí [Arequipa] vuelvo a ratificar ante el país nuestro compromiso de respetar y promover las inversiones privadas, entre ellas la minería”, dijo Castillo.

“Todos los ministros trabajan conjuntamente. Pero nada de eso cuenta, porque lo que se quiere es buscar una causal y pedir la declaración de la vacancia del presidente de la República. Y, con respecto a Perú Libre, es normal que haya posiciones diferentes, pero esperamos que no se produzcan divisiones porque perjudica a la democracia”, dice a Sudaca Aníbal Torres, el ministro de Justicia, intentado poner paños fríos.

Tags:

Patricia Chirinos, Pedro Castillo, vacancia presidencial, Waldemar Cerrón

Por Alba Ñaupas y Paolo Benza

Toda una trama empresarial tejió América Móvil Perú SAC, el nombre legal de la filial de Claro en nuestro país, para pagar menos impuestos por la importación de equipos de la marca Nokia. Así lo señala documentación del Tribunal Fiscal y una reciente resolución judicial a la que Sudaca tuvo acceso. La historia incluye la creación de una empresa ‘cascarón’ en Chile y un convenio bilateral al que se le sacó la vuelta.

La Sunat fue la primera en advertir la jugada y calculó que la empresa de telecomunicaciones de capitales mexicanos debía al fisco S/53.000.000, ya no solo por lo que dejó de pagar, sino por los intereses y la multa respectiva. Entonces la compañía acudió al Poder Judicial para revertir la situación, pero una reciente resolución de primera instancia terminó dándole la razón al ente recaudador.

 

LA PANTALLA CHILENA

Cuando en el 2008 se creó en Chile la empresa Arrendadora Móvil, Claro Perú dejó de importar los productos directamente de Nokia, como lo venía haciendo hasta entonces, y firmó un contrato de arrendamiento con esta compañía chilena.

Según la resolución judicial, Claro Perú le pagaba a la compañía chilena “una comisión” por el alquiler de equipos diversos. Aquella transacción obligaba a Arrendadora Móvil a pagar el impuesto a la renta correspondiente en nuestro país.

Pero al no tener un lugar físico en el Perú, Claro era la responsable de retener un porcentaje de lo que le pagaba a esta compañía y de entregárselo a la superintendencia. ¿Cuánto es lo que se debía pagar en impuestos? Lo normal hubiese sido el 30% de la transacción. Sin embargo, amparándose en un convenio entre Perú y Chile del 2001 -que tiene como objetivo evitar la doble tributación y prevenir la evasión fiscal-, Claro calculó que lo retenido debía ser apenas el 15%, una tasa especial porque consideraban a la compañía chilena encajaba en el perfil de “beneficiario efectivo”. Cuando en 2014 la Sunat inició la fiscalización de los impuestos del periodo 2010-2011, empezaron las cuestionables interpretaciones de este concepto.

Para ser considerado un “beneficiario efectivo” y acceder a una tasa especial para tributar, la Sunat sostiene que la empresa no solo debe residir en Chile, sino que debe operar y tener actividad comercial en dicho país. “La cláusula de beneficiario efectivo lo que hace es decir: ‘Mira, yo como Perú me comprometo a ayudar a evitar la doble imposición, pero lo voy a hacer siempre y cuando sepa que la empresa opera y trabaja en Chile, y que tiene sus actividades comerciales”, explica un abogado tributarista que ha seguido el caso de cerca.

Arrendadora Móvil, sin embargo, no cumplía con estos requisitos. El 2014, la Sunat encontró que la empresa chilena no ejercía la actividad de arrendamiento, “por lo tanto no podía ser considerado como beneficiario efectivo”, se lee en la resolución judicial.

“Claro Perú sostiene que la otra empresa sí es un beneficiario efectivo por estar en Chile, pero la Sunat le ha respondido: ‘Arrendadora Móvil no tiene nada en Chile, es una empresa ‘cascarón’ que no tiene operaciones en el país. Entonces no es un beneficiario efectivo’”, explica el tributarista consultado por Sudaca. Con esta jugada, Claro dejó de pagar más de S/15.000.000, según información de la Sunat.

Lo que Arrendadora Móvil hacía en el país chileno era tan poco, o casi nada, que la Sunat estableció, de acuerdo al documento judicial, que “solo cumplía un papel de intermediaria”, y ni siquiera realizaba los trámites de importación de los productos que llegaban al Perú. Los equipos, de acuerdo a la superintendencia, nunca pisaron suelo chileno, sino que eran traídos de frente a territorio nacional.

Otro de los hallazgos de la Sunat fue que la empresa chilena no contaba con “ningún inmueble, local o lugar físico para el desarrollo de sus actividades”. Además, en el 2010, la empresa arrendadora contaba con un único trabajador en planilla: Sergio Fernando Aravena Chávez. De acuerdo a la misma información, Aravena era multifacético, pues fungía como representante legal y gestor de negocios, y también realizaba labores administrativas, contables, de facturación y hasta de cobranza. Todas esas tareas las llevaba a cabo, supuestamente, él solo.

Según el Tribunal Fiscal, Arrendadora Móvil -hoy Claro Chile- era una sociedad instrumental: una empresa ‘cascarón’. Esta decisión fue ratificada por el Poder Judicial.

Pero había más. Arrendadora Móvil tenía el mismo domicilio que Claro Chile, “empresa del mismo grupo económico, con quien incluso compartía la misma plataforma bancaria”. En el 2014, de hecho, la empresa de alquileres fue absorbida por aquella filial de Claro. Así lo determina un expediente del Tribunal Fiscal, una de las instancias que vio el caso antes de que llegue a los pasillos del Poder Judicial.

Con las evidencias, la Sunat llegó a la conclusión de que esta empresa era en realidad una “sociedad instrumental situada en el país de Chile”. Es decir, una empresa ‘cascarón’ cuyo objetivo es beneficiarse del acuerdo para reducir la carga tributaria, dicen los especialistas consultados para este informe. 

De acuerdo al Tribunal Fiscal, “el propósito principal de la constitución de Arrendadora Móvil en Chile […] fue buscar un tratamiento tributario más favorable, a través de la aplicación de la tasa reducida de 15%, […] en perjuicio del fisco del Perú”.

 

LO QUE PIDIÓ CLARO

Como Claro Perú no cumplió con su obligación de retener el 30%, sino únicamente el 15% a Arrendadora Móvil, la Sunat le achacó la responsabilidad. Según los cálculos de la superintendencia, la cifra de los impuestos que se dejaron de pagar era de S/15.841.663. Y ese monto crecería debido a los intereses y la multa. Así se dio a conocer en resoluciones del ente fiscalizador, emitidas en el 2017.

Pero la filial peruana de la multinacional de telecomunicaciones no estaba, ni de lejos, de acuerdo con pagar esa cantidad y hasta ahora se cierra en el argumento de que Arrendadora Móvil sí es un “beneficiario efectivo”. Por ello apeló aquellas resoluciones. Sus quejas, sin embargo, fueron declaradas infundadas por la Sunat en junio de 2018.

Como seguía inconforme, Claro Perú acudió al Tribunal Fiscal, un órgano resolutivo del Ministerio de Economía y Finanzas. Otra vez, en julio del año pasado, se le volvió a dar la razón a la Sunat. 

El Tribunal Fiscal llegó a la conclusión de que “la empresa chilena era una intermediaria en la relación comercial entre el fabricante extranjero y el cliente peruano”. Y un agente intermediario no puede tener la calificación de “beneficiario efectivo”. Por lo tanto, no le correspondía tributar con la tasa preferencial de 15%, sino la tasa general del 30%.

Así, en agosto de 2020, Claro tuvo que pagar un total de S/53.668.593. El monto incluía la cantidad omitida, los intereses que se generaron con los años y la multa correspondiente. De no haber pagado, la compañía se exponía a una eventual cobranza coactiva

Claro no solo pidió que se anulen las resoluciones de la Sunat y el Tribunal Fiscal, sino que se le devuelvan «los importes pagados indebidamente».

Pero esto no fue impedimento para que sigan reclamando. Usando los caminos que les permite la ley, la empresa de telecomunicaciones tocó las puertas del Poder Judicial. Claro Perú solicitó que se anule la resolución del Tribunal Fiscal y que la Sunat le devuelva lo ya pagado más los intereses. Argumentaba que “los procedimientos de fiscalización e intercambio de información no fueron llevados dentro del marco legal establecido” e incluso señalaba que había “un evidente desconocimiento y confusión, por parte de la Sunat y el Tribunal Fiscal”.

El Poder Judicial, el 22 de octubre de este año, resolvió que “la Administración Tributaria y el Tribunal Fiscal efectuaron la calificación correcta” y declaró infundada la demanda de Claro Perú. La empresa ha apelado la decisión. De llegar a la Corte Suprema con los mismos resultados, el caso puede convertirse en un precedente para otros procesos similares.

Sudaca se comunicó con la empresa mediante la agencia de comunicaciones Azerta, quien nos respondió: “nuestra representada ha pagado todos sus impuestos, incluso aquellos que se encuentran actualmente en litigio”. Y añade que “desde su llegada al Perú en el año 2005 a la fecha, Claro ha pagado puntualmente y de acuerdo a ley todos sus impuestos, contribuyendo con el desarrollo y crecimiento económico del país”.

Tags:

Claro, impuestos, Sunat, Tribunal Fiscal

Uno de los empresarios que ha venido rondando Palacio de Gobierno es Marco Antonio Zamir Villaverde García, más conocido como Zamir Villaverde y quien se presenta como asesor o especialista en temas de seguridad. El hombre de negocios es un asiduo invitado de los noticieros y de varios programas populares de la televisión, como ‘Hoy es sábado con Andrés’  y ‘Enemigos Públicos’. Sudaca ha podido conocer que le ha ofrecido al Despacho Presidencial un servicio de resguardo gratuito. Villaverde también ha venido participando en actividades oficiales de la Policía Nacional del Perú.

El sábado 14 de agosto, el empresario se reunió con el subsecretario general de Palacio de Gobierno, Ysmael Rafael Mayuri Quispe. La cita, que según los registros tenía como motivo una “reunión de trabajo”, duró cerca de ocho horas. Villaverde ingresó, sin compañía, a las 2:37 de la tarde y se marchó, también solo, a las 10:04 de la noche. 

Sudaca pidió a la Oficina de Acceso a la Información Pública que nos explique la razón de aquel encuentro. En la respuesta indican que la reunión fue a solicitud del propio Zamir Villaverde. “En la indicada oportunidad [la reunión del 14 de agosto], a solicitud del señor Marco Antonio Zamir Villaverde García, se procedió a recibir la visita de la referida persona, quien venía a proponer un servicio especializado de seguridad gratuita para el Despacho Presidencial”, señala el documento enviado a este medio. No mencionan, sin embargo, a qué institución representaba el empresario cuando ingresó a Palacio. El registro de visitas tampoco lo hace.

 

La Oficina de Acceso a la Información Pública de Palacio de Gobierno nos envió este documento en el que confirma que el empresario Zamir Villaverde ofreció un servicio especializado de seguridad gratuita al Despacho Presidencial. Se le informó que iban a evaluar su pedido. 

 

La misiva tampoco dice en qué consistía aquel servicio “especializado”, pero sí da cuenta de un generoso detalle: que no iban a generar ningún tipo de gasto al Estado. Era gratuito. “Luego de la exposición y explicación de lo que comprendía el servicio –añade el documento-, el visitante procedió a retirarse, indicándosele que, si fuera necesaria su propuesta, se lo estaría convocando”.

Pero Villaverde regresó. El 6 de octubre también fue recibido por el subsecretario Ysamel Mayuri. Sudaca volvió a solicitar las razones de su visita, pero al cierre de esta edición no obtuvimos respuesta.

¿Por qué Villaverde tenía abiertas las puertas de Presidencia de la República? El último viernes, el diario El Comercio reveló su nexo con el exsecretario general de Palacio, Bruno Pacheco Castillo, quien renunció el 19 de noviembre por el escándalo de los ascensos en las Fuerzas Armadas y las presiones que ejerció sobre el jefe de la Sunat. Pacheco, mano derecha de Pedro Castillo, trabajó para Villaverde en la compañía de seguridad Vigarza SAC.

Zamir Villaverde, de 45 años de edad, fue apoderado de esta empresa familiar. Tuvo ese cargo hasta el 2019 y coincidió con Bruno Pacheco, quien trabajó ahí entre 2014 y 2020 como jefe de selección y capacitación de personal. De acuerdo al Decano, Villaverde sigue vinculado a la administración del negocio.

 

 

El exsecretario de Palacio de Gobierno, Bruno Pacheco, asegura en su declaración jurada que fue jefe de Selección y Capacitación de Personal de la empresa Vigarza, entre 2014 y 2020.

 

Vigarza presta diversos servicios. Según su sitio web, incluso tienen un escuadrón de emergencia rápida para sus clientes “similar al sistema policial del 105 y de las Águilas Negras Seguridad de Bancos en versión privada”. “Es una unidad táctica operativa conformado por personal de resguardos que están constantemente capacitados, entrenados y equipados con chaleco antibalas, armas de corto y largo alcance y vehículos modernos todos 4×4 caracterizados de color negro con lunas antibalas”, se lee en su portal.

La hija mayor del presidente Pedro Castillo, Yenifer Paredes, dice a Sudaca no tener conocimiento de ningún servicio de seguridad privado ni para el presidente ni para su familia. “Una cosa es el Despacho Presidencial y otra cosa es la residencia [donde vive ella y la familia presidencial]. Y nosotros, como familia, vivimos en la residencia y no en el Despacho, son cosas muy diferentes. No tengo conocimiento”, asegura. 

Paredes señala, además, que desde que se mudaron a Palacio, su familia solo posee resguardo de los policías de Seguridad del Estado y no de alguna empresa de seguridad privada.

A la fecha, no figura contrato alguno entre el Estado y Vigarza bajo este nuevo gobierno. El 2019, sin embargo, firmó dos por la suma total de S/133.000 con el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred) del Ministerio de Defensa. El año pasado también obtuvo dos contratos -uno de ellos con la misma entidad y el otro con la municipalidad de La Molina- que suman más de S/100 mil.

La primera vez que Villaverde ingresó a la Casa de Pizarro fue el 4 de agosto. En esa ocasión, lo hizo a las 8:00 de la noche acompañado de la exalcaldesa de Villa María del Triunfo, Silvia Barrera Vásquez, y del exalcalde de Huaraz, Vladimir Antonio Meza Villarreal. Los tres se marcharon a las 11:00 de la noche. Barrera llegó al sillón municipal por Perú Posible y actualmente es militante de Podemos Perú. Meza, por su parte, le dijo a El Comercio que no conoce a Barrera ni a Villaverde, y que fue a Palacio para invitar al presidente Castillo a Áncash.

 

SERVICIO ESPECIALIZADO

Villaverde también es dueño de un conglomerado de empresas de diversos rubros. Es gerente general, por ejemplo, de Mazavig SAC, que brinda servicios de transporte de personal y de turismo. También posee participación mayoritaria en la inmobiliaria Villaverde Company SAC, la empresa comercializadora de minerales Multimethal Company SAC, la Corporación Marviga y la Fundación Villaverde, que se dedica a llevar ayuda a poblaciones vulnerables. Y es accionista minoritario del Estudio Villaverde.

El empresario no aparece en los registros de egresados de la Sunedu. No se conoce si ha realizado estudios en el exterior. Lo cierto es que se presenta como asesor y experto en seguridad. Villaverde ha brindado entrevistas en televisión como especialista en esta materia e incluso sobre el uso de armas de fuego y disuasivas. También ha aprovechado su cercanía con los medios para promocionar su proyecto residencial Los Delfines, ubicado cerca de las playas de Asia.

Zamir Villaverde es invitado a populares programas televisivos, como ‘Sábado con Andrés’ del mediático Andrés Hurtado. En esa oportunidad, presentó su exclusivo proyecto inmobiliario ‘Los Delfines’, cerca de las playas de Asia.

Villaverde además es un asiduo visitante de actividades policiales, donde se codea con altos mandos, según se puede corroborar en las fotos que publica en su Facebook.

La última ceremonia a la que asistió fue al ‘XXV Curso de Capacitación Básica de Protección y Seguridad de Entidades Bancarias’. Ocurrió el pasado 23 de octubre y participaron, según escribió en sus redes sociales, el general PNP Jorge Angulo Tejada, jefe de la Región Lima; el coronel Freddy Velásquez, jefe de la División de Emergencias de la Región Lima; y el comandante  PNP Alberto Oliva Angulo, jefe del Escuadrón Águilas Negras, precisamente la unidad que resguarda los bancos. 

El 22 de septiembre, publicó también unas fotos con el comandante Oliva felicitándolo por “la excelente gestión y labor que realiza como jefe del Escuadrón de Seguridad de Bancos Águilas Negras”.

El 23 de octubre, Zamir Villaverde publicó este post sobre su participación en el ‘XXV Curso de Capacitación Básica de Protección y Seguridad de Entidades Bancarias’ donde estuvo acompañado de los altos mandos policiales. El Mininter ni la Policía nos ha respondido si alguna empresa vinculada a Villaverde posee convenios o acuerdos con ambas instituciones.

Sudaca envió un cuestionario al Ministerio del Interior y a la Policía Nacional del Perú para conocer si la entidad ha firmado algún contrato, convenio o acuerdo institucional de capacitación con alguna empresa representada por Zamir Villaverde, pero hasta el cierre de esta edición no obtuvimos respuesta. El empresario tampoco nos contestó el pliego de preguntas que le enviamos sobre los temas abordados en este informe, incluidas sus denuncias.

Y es que el nombre de Zamir Villaverde tampoco es ajeno en las comisarías y los pasillos del Ministerio Público. El hombre de negocios ha sido denunciado por los presuntos delitos de usurpación, tentativa de homicidio y resistencia a la autoridad. Esto último a raíz de medidas de restricción que tenía el 2019 para acercarse a su familia, de acuerdo a documentos policiales que Sudaca pudo obtener.

Una denuncia policial reciente, registrada el 17 de enero de este año en la comisaría de Cerro Azul, Cañete, narra el supuesto accionar de los vigilantes de la empresa Vigarza. Un joven de 19 años de edad, identificado como Matías Barrientos, contó que “fue amenazado con arma de fuego” por dos vigilantes “de una tranquera ilegal”  colocada en medio de un terreno ubicado a la altura del kilómetro 126 de la Panamericana Sur.

El padre del joven, identificado como Miguel Ángel Barrientos, fue a reclamarle a los vigilantes y también fue amenazado con armas, según la misma denuncia. Los aludidos señalaron que se encontraban vigilando un terreno de propiedad de Zamir Villaverde.

El empresario es señalado por los denunciantes como presunto “autor intelectual” del ataque. Villaverde, sin embargo, también ha realizado denuncias por falsedad ideológica, prevaricato y falsificación documentaria. Todo estos líos no le han quitado tiempo para acercarse al poder de turno.

(*) Fotocomposición de la portada del reportaje: Darlen Leonardo

Tags:

Bruno Pacheco, Chota, Palacio de Gobierno, Pedro Castillo, Zamir Villaverde

Un testimonio desgrana cómo fue el apoyo de un poderoso estudio jurídico a Fuerza Popular. Julio Pérez Vargas, socio principal de ‘Payet, Rey, Cauvi, Pérez Abogados’ -más conocido como Payet- narró al Ministerio Público cómo colaboró en la revisión de actas electorales que sirvió para apuntalar la tesis de fraude lanzada por Keiko Fujimori tras la segunda vuelta. “Lo hice en el ejercicio de mi derecho político que reconoce la Constitución del Perú y porque consideré que existían algunos vicios en la última elección”, declaró el abogado en el despacho del fiscal José Domingo Pérez, el 16 de noviembre pasado. El Equipo Especial investiga el financiamiento del partido naranja en esta última elección.

El letrado dio cuenta cómo este importante bufete se volcó entero a la causa de Fuerza Popular pese a que el propio “código de conducta” del estudio Payet prohíbe a sus asociados apoyar a los partidos políticos, incluso a “título personal”. Así lo reveló Sudaca en este informe. 

Julio Pérez Vargas contó a las autoridades que su participación arrancó el 7 de junio, en horas de la mañana, un día después del balotaje. En ese momento, el conteo rápido de la encuestadora Ipsos Perú dio como ganador a Pedro Castillo sobre Fujimori por un estrecho margen. La Oficina Nacional de Procesos Electorales (Onpe) empezaba a dar resultados parciales. Pérez dijo que recibió una llamada de Juan Cauvi Abadia, socio principal de la firma, para coordinar la ofensiva legal. Él respondió que “me interesaba apoyar a título individual”. 

“Mi socio Juan José Cauvi me llamó por teléfono a mi número celular el 7 de junio del 2021 y me comentó que habría una reunión a las 3:00 pm en el local de Fuerza Popular, cuyo propósito era apoyar en la revisión de las actas”, dijo el abogado a la fiscal adjunta Reyna More Chumacero, que trabaja bajo las órdenes de José Domingo Pérez.

Declaración Keiko Fujimori
16 de noviembre. Declaración de Julio Pérez Vargas, socio de Payet, Rey, Cauvi, Pérez, que habla de la coordinación de los abogados de grandes estudios y Fuerza Popular.

El socio del estudio Payet comentó que, tras hablar por teléfono con Cauvi, se comunicó con Giulliana Loza, la abogada de Keiko Fujimori. “Antes de ir al local de Fuerza Popular llamé a la doctora Giulliana Loza a su celular, a quien conozco, y le pregunté dónde sería la reunión. Me respondió que ya no sería en el local de Fuerza Popular, sino en la avenida Javier Prado, cuadra 16, cerca de la avenida Guardia Civil [el número exacto no lo recordó]. Pero recuerdo que era una casa de dos pisos”, dijo Julio Pérez Vargas.

El abogado del estudio Payet dijo que llegó puntual, a las tres de la tarde, y que encontró mucha gente.  “En ese momento se conversó cómo apoyar y se me dijo que la idea era hacer una revisión de las actas. Recuerdo que propusimos establecer distintas áreas geográficas para dividirnos ordenadamente el trabajo. Yo elegí Huancavelica y Tacna”, añadió. El letrado dijo no recordar quién llevó la voz cantante en la reunión. Sólo dijo que fue un hombre. 

El abogado contó además que en el encuentro estaba Daniel Córdova, uno de los voceros del fraude sin pruebas, y Giulliana Loza. Y señaló a Juan Cauvi como el hombre del bufete que coordinaba todos los detalles en busca de invalidar los votos de Castillo.

“Luego me retiré [de la reunión] y volví a llamar telefónicamente a Juan José Cauvi para comentarle que la idea era revisar las actas de las zonas mencionadas. Él se encargó de ordenar el número de actas que cada una de las personas quería revisar”, dijo.

Juan José Cauvi
Juan Cauvi Abadia, un coordinador de la revisión de actas del proceso electoral en el estudio Payet, según el abogado Julio Pérez.

Y luego añadió: “Me dijo que algunas personas se habían ofrecido para hacer la revisión de las actas y que, para hacerlo de manera ordenada, él distribuiría el número de mesas para no cruzarnos. La idea era entregarle las actas revisadas donde, presumiblemente, tenían firmas falsificadas para que luego hiciera una constatación en Reniec”.

La fiscal Reyna More le repreguntó a Julio Pérez Vargas qué otros abogados del estudio revisaron las actas electorales. Él mencionó a Alan García Nores, hijo del expresidente Alan García, Xaviera Brandon y Gabriel Rey. No mencionó a José Payet, socio fundador del poderoso bufete que lleva su apellido y que fue personero de Fuerza Popular en la última elección.

Tras la reunión de aquel 7 de junio, Keiko Fujimori dio una conferencia de prensa y denunció sin pruebas “un fraude en mesa”,  orquestado para favorecer a Castillo. No comentó en ese momento que un ejército de abogados de grandes estudios colaboraba con ella. Incluso, Fuerza Popular negó ese día, mediante un comunicado, que “haya abierto una convocatoria de abogados”. Tuvo que reconocerlo cuando presentó la lista de aportantes a la Onpe. 

Keiko Fujimori
7 de junio. Keiko Fujimori brinda conferencia, flanqueada por Luis Galarreta y Patricia Juárez, un día después de la segunda vuelta para hablar de “fraude en mesa”. Ese día recibió el apoyo de los abogados de los grandes estudios. Foto: Andina.

Fue una jornada frenética para Pérez, quien madrugó para revisar las actas. “[La revisión de las actas] debe haber sido entre la tarde noche del 7 de junio y la mañana del 8 de junio”, dijo el abogado en su declaración. “[Trabajé] unas 12 a 13 horas”, añadió. También mencionó que revisó “entre 80 a 100 actas” y que “se las entregó impresas a Juan José Cauvi en su domicilio, el 8 de junio”.

Pérez terminó su declaración diciendo que “no existe ningún impedimento legal” para la revisión de actas y que su participación fue voluntaria.

El trabajo de los abogados se tradujo en aportes a la campaña naranja. Según el reporte presentado por Fuerza Popular a la ONPE, Pérez aportó con “revisión de actas y cotejo de firmas, días 7 y 8 de junio del 2021” por un monto de S/1.000. Alan García Nores también figura con la misma cantidad. Juan Cauvi Abadia fue registrado con un aporte de S/5.426 por el mismo concepto, así como la “constatación de datos Reniec”.

En total, 42 abogados de 13 grandes estudios, entre ellos los del bufete ‘Payet, Rey, Cauvi, Pérez’, brindaron servicios al partido naranja para alimentar las denuncias de fraude, según el portal Ojo Público. 

“No voy a declarar absolutamente nada”, dijo a Sudaca Juan Cauvi. La oficina de prensa del poderoso estudio señaló también que no emitirá declaraciones a nivel corporativo. El desfile de los abogados continuará en los próximos días en el despacho de José Domingo Pérez. 

Tags:

Estudio Payet, Julio Pérez, Keiko Fujimori

Un personaje clave asoma en la investigación que se le sigue a Mark Vito por presunto lavado de activos. Se trata del empresario Nikola Seremet Slavkovic, quien está en la mira del fiscal José Domingo Pérez por supuestamente simular contratos de corretaje con la empresa inmobiliaria MVV Bienes Raíces, perteneciente al esposo de Keiko Fujimori. Seremet supuestamente contrató los servicios de esta compañía en once ocasiones, entre el 2014 y el 2019, por un monto total de US$245.686 y S/17.318.

“Se advierte que Nikoa Seremet Slavkovic lo favoreció [a Mark Vito] al haber suscrito contratos de corretaje con el fin de hacer figurar a la empresa MVV Bienes Raíces como la corredora de inmuebles relacionados a su persona y con ello generarle una ganancia”, dice el fiscal José Domingo Pérez en la que abre la pesquisa contra Seremet y Vito, en julio pasado.  El esposo de Keiko Fujimori ya fue investigado como parte de la maquinaria de Fuerza Popular en el caso Cócteles (por el que pidieron 22 años de cárcel para él). Ahora se le abre indagación por las sospechosas triangulaciones financieras en su compañía inmobiliaria. 

Keiko Fujimori Higuchi, lideresa de Fuerza Popular y esposa de Mark Vito. Foto: Andina.

El fiscal Pérez trabaja con la hipótesis de que MVV Bienes Raíces es una inmobiliaria fachada, que se valió de allegados a Mark Vito y Keiko Fujimori para darle apariencia de legalidad. En esa línea, el empresario maderero e inmobiliario Nikola Seremet se ha convertido en uno de los  principales clientes de una compañía poco conocida en el mercado inmobiliario. “No conozco a esa inmobiliaria y sobre ese personaje (Mark Vito) nunca lo he visto en el mundo del corretaje”, dice la corredora Cecilia Cayo, expresidenta de la Asociación Peruana de Agentes Inmobiliarios y con veinte años de experiencia. 

Nikola Seremet y Mark Vito se conocieron en el 2006, de acuerdo al expediente de la investigación. “Yo lo conocí (a Vito) cuando trabajaba en la empresa IBM de Estados Unidos”, declaró Seremet a la Fiscalía, en el 2018, como parte de la investigación del caso Cócteles. En ese momento fue citado como testigo. En el 2011, ambos constituyeron la empresa MNG Transportes. La pareja de la lideresa de Fuerza Popular abandonó esa compañía, en el 2013, vendiendo el 40% de sus acciones por US$80.000.

En el 2014 Mark Vito abrió MVV Bienes Raíces, teniendo como socio a Marc Koening, el esposo de Sachie Fujimori, la hermana de Keiko. Desde entonces afianzó lazos empresariales con Nikola Seremet, quien empezó a requerir los servicios de la compañía inmobiliaria.

El fiscal Pérez ha puesto en el punto de mira, por ejemplo, a un contrato de corretaje realizado el 15 de diciembre del 2014 entre Nikola Seremet y MVV Bienes Raíces por S/17.318. El motivo: la venta de una casa de Seremet en la Encantada de Villa, en Chorrillos. Los compradores fueron la pareja formada por Álvaro Baertl Espinoza y María Cárpena Macher. 

Lo llamativo del asunto es que esa propiedad en Chorrillos fue adquirida por Seremet en junio de ese año por US$190.000, según el expediente fiscal. Y luego fue revendida, seis meses después, a US$550.000, más del doble. 

Además, uno de los compradores del inmueble en la Encantada de Villa, Álvaro Baertl Espinoza, declaró ante el despacho del fiscal Pérez -en diciembre del 2020- y abrió la caja de Pandora. Baertl dijo que “las negociaciones para acceder, conocer y acordar el precio de la operación inmobiliaria la realizó de manera directa con el vendedor Nikola Seremet Slavkovic”.

“Esto es, sin la intervención y/o participación de la empresa de corretaje inmobiliario MVV Bienes Raíces ni de su gerente general Mark Vito Villanella o algún representante de esta, lo que devendría en una operación simulada”, concluyó el fiscal José Domingo Pérez. 

Baertl, un empresario agroexportador, reculó después. Cambió su versión cuando declaró nuevamente ante el despacho de Pérez, el 23 de agosto último, y agudizó las sospechas. Dijo que la madre de sus hijos, María Cárpena Macher, fue “quien hizo las coordinaciones” para comprar el inmueble a Seremet y ya no él. 

Según fuentes del Ministerio Público, el cambio de versión de Álvaro Baertl busca favorecer a Mark Vito porque, en un primer momento, se dijo que el esposo de Keiko Fujimori no participó en la operación inmobiliaria.

“El señor José Domingo Pérez se agarra de la deficiencia de una declaración que, posteriormente, se corrige. Fue una declaración mal dada de este señor Baertl que, en un principio, dice que él ha negociado directamente con el señor Nikola [Seremet]. Pero la verdad es que se coordinó con otros corredores, como el señor Mark Vito. Todo está documentado. Y, a pesar de eso, lo han involucrado indebidamente al señor Seremet”, dice a Sudaca, Álex Ganoza, abogado del exsocio de Mark Vito.

Mark Vito entregó una serie de correos y documentos con los que intenta acreditar que él participó como corredor en la venta de la casa de su exsocio, Nikola Seremet, en Chorrillos. Informó, además, que participaron en la operación dos agentes inmobiliarios más: María Berastain Arenas y la empresa MYL Productos, de Carla González del Riego, esposa del excongresista fujimorista Miguel Torres, un hombre de máxima confianza de Keiko Fujimori y que difícilmente lo contradirá.

Según este acuerdo, la comisión total por el servicio de corretaje sería de US$19.470, correspondiéndole a Vito el 30% (S/17.318) y a sus socios el resto. 

Agosto, 2014. Documento redactado por Mark Vito que da cuenta de cómo tres agentes inmobiliarios se repartieron la comisión por la venta de la casa de Nikola Seremet, en la Encantada de Villa, en Chorrillos. Uno de los socios es MYL Productos, de Carla González del Riego Collomp, esposa del excongresista fujimorista Miguel Torres.

Pero, en el despacho del fiscal Pérez, de acuerdo a fuentes del Ministerio Público, las dudas no están despejadas y siguen apuntando a la tesis de los contratos simulados con Nikola Seremet. Van a revisar la autenticidad de este convenio y los correos presentados por Vito.

UN DÍA DE SUERTE

La investigación a Seremet y a Vito apunta a otros contratos de corretaje, presuntamente fantasmas, según la tesis fiscal. En un mismo día, el 15 de diciembre del 2015, Vitó realizó tres operaciones con las propiedades de Seremet. Vendió, por ejemplo,  dos terrenos industriales a Juan Higuchi Fukazawa, primo de Keiko Fujimori, ubicados en la urbanización El Pino, en San Luis. Una propiedad costó US$1’924.590, mientras que la otra tuvo el valor de US$1’225.402. El negocio fue posible gracias a la mediación de Mark Vito.

Los hermanos Juan y Eduardo Higuchi Fukazawa son caseritos de MVV Bienes Raíces. Han comprado inmuebles ofrecidos por la empresa de Mark Vito por un total de US$12’315.185, según un informe del portal “El Foco” basado en documentación fiscal. Todo queda en familia.

“A inicios del año 2015, Mark me ofreció dos lotes (…) a US$1.600 el metro cuadrado, pero al final se llegó a un acuerdo de alrededor de US$1.200 aproximadamente. Ello mediante el servicio de la inmobiliaria MVV Bienes Raíces”, dijo Juan Higuchi al despacho de José Domingo Pérez el 6 de noviembre del año pasado. Higuchi añadió: “Asimismo, preciso que no se ha pagado ninguna comisión a la inmobiliaria (MVV Bienes Raíces)”. 

Vito, en cambio, recibió comisiones por la venta de estos dos terrenos. El cliente: Nikola Seremet. Los pagos fueron por US$57.737 y US$36.762.

Factura MVV Bienes Raices
15 de diciembre, 2015. Factura de MVV Bienes Raíces, de Mark Vito, que consigna el pago de comisión de Comercial Maderera Andina, de Nikola Seremet, por US$57.737 por la venta de un terreno de US$1’924,598.00 a Juan Higuchi, primo de Keiko Fujimori. Dos operaciones más se harían ese día.

El mismo 15 de diciembre del 2015, el día que Nikola Seremet vendió dos terrenos industriales en San Luis, se cerró otro acuerdo. CMA, una inmobiliaria de Seremet, firmó un contrato de alquiler de un inmueble por diez años con la empresa Autoclass, representada en aquel momento por Sergio Vallencoso. Este último fue un aportante de la campaña fujimorista del 2011 con S/140.630, según el expediente fiscal. Vito recibió por esa operación una comisión de US$30.368. 

“El señor Mark Vito crea una empresa, MVV Bienes Raíces, que me brinda servicios como agente inmobiliario desde el año 2014”, dijo Seremet, en su declaración en el 2018. El empresario, actualmente en Italia, se ha convertido así en una pieza clave en la investigación.

“El tema está en la imaginación del fiscal Domingo Pérez al decir que todo está simulado. Pero ahí están los documentos registrales, bancarios e hipotecarios”, dice Álex Ganoza, abogado de Seremet. Giulliana Loza, abogada de Mark Vito, no respondió a las llamadas para este informe. La investigación de la trama inmobiliaria recién empieza. 

Tags:

Keiko Fujimori, Mark Vito, Nikola Seremet

Aunque el Ministerio de Educación (Minedu) confirmó el último jueves que el retorno a clases presenciales se daría a partir de marzo del 2022, miles de escuelas ya lo han hecho de manera semipresencial. La mayoría está ubicada en zonas rurales. En agosto pasado, el Minedu dijo que estas cumplían con todos los cuidados para proteger a los niños del coronavirus, pero una serie de informes de la Contraloría de la República -a los que Sudaca tuvo acceso- revela una situación distinta.

El órgano de control hizo inspecciones a 33 escuelas en las regiones de Ucayali, Loreto, Ayacucho, Cajamarca, Cusco y San Martín y realizó un informe por cada una de ellas. Los resultados dan cuenta de la negligencia de las autoridades locales de Educación y de los profesores. Un claro ejemplo es lo que pasa en la Institución Educativa N° 82249, ubicada en la provincia cajamarquina de San Marcos. 

En este colegio -de acuerdo al informe y a las fotos que los inspectores pudieron tomar- los alumnos no usaban mascarillas durante sus clases [ver fotoportada] y no respetaban el distanciamiento social obligatorio. De hecho, algunos alumnos compartían mesa, lo que no garantiza la distancia mínima de dos metros.

“De la verificación a las aulas de la IE, la comisión evidenció que los alumnos no usaban mascarilla; así como había alumnos que compartían un mismo escritorio, no manteniendo la distancia mínima establecida [de 2 metros]”, se lee en el documento de la Contraloría, que visitó la institución el 27 de octubre. 

Además, en este colegio los niños no pueden desinfectarse correctamente las manos. Las “estaciones de lavado” (lavaderos) que tienen en el local no cuentan con jabón, papel toalla y se encuentran en espacios cerrados. Este último punto transgrede las disposiciones del Minedu publicadas en marzo de este año, donde se señala que estos puntos de aseo deben estar en un espacio abierto.

Al incumplimiento se suma la precariedad. Las mentadas “estaciones de lavado”, en el caso de este colegio, no son otra cosa que bidones rellenos con alcohol, dice la Contraloría. Así estamos.

La «estación de desinfección» del colegio cajamarquino es, como se puede ver, un bidón de agua relleno con alcohol dentro del salón de clases.

Estas situaciones alarmantes no son sorpresa si tenemos en cuenta que, como constataron los inspectores, esta institución educativa no cuenta con paneles informativos que sirvan de recordatorio a los niños acerca de las medidas sanitarias para evitar la Covid-19. Una falencia que está presente en el 93% de las escuelas visitadas por la entidad de control, de acuerdo al informe.

 

Condiciones precarias

Otra desagradable sorpresa se llevaron las autoridades cuando visitaron el colegio cusqueño ‘José Carlos Mariátegui-Mahuaypampa’, el pasado 30 de setiembre. Las ventanas de las aulas no se podían abrir porque estaban selladas. El hecho violaba las medidas de ventilación. El informe que realizaron los inspectores sobre este colegio señala que, para arreglar el problema, personal de la escuela tuvo que retirar los vidrios. Así, a la mala.

“La comisión de control evidenció que estos [salones] cuentan con ventanas que no se encuentran operativas, al estar selladas, sin que estas puedan ser abiertas para una correcta ventilación, motivo por el cual se retiraron dos piezas de vidrio para el ingreso de aire. Sumado a esto, no se mantenía el distanciamiento social de dos metros”, se lee en el documento.

Mantener la distancia mínima de separación dentro del salón de clases es un problema que la Contraloría identificó en 12 de los 33 colegios inspeccionados. En el informe correspondiente a la Institución Educativa N° 821259 de Cajamarca, por ejemplo, se observan imágenes de mesas compartidas hasta por tres alumnos.

Así deberían estar organizados los salones según los lineamientos del Minedu. En los colegios visitados por Contraloría se compartían mesas.

Las condiciones en las que acuden los niños no solo pueden ser graves por la propagación del virus, sino por otras enfermedades provocadas por la precaria logística sanitaria de los locales. La entidad de control advirtió, por ejemplo, que ninguno de los 33 colegios que visitó contaba con un punto de acopio de basura que esté fuera del alcance de los estudiantes, lo que podría generar un foco infeccioso. Tampoco tenían contenedores adecuados para los deshechos.

Una de ellas, la Institución Educativa N° 65174 en Ucayali, no solo no tenía un área de depósito de residuos adecuada -con tachos y señalización-, sino que estaba al lado de un árbol a la espalda del colegio y al aire libre. Entre botar residuos al piso y eso, no hay mucha diferencia.

Otro colegio que tiene problemas con sus desperdicios es el ‘Gilberto Pérez Grandez’ de Tarapoto, ubicado en la región San Martín. Esta casa de estudios no cuenta con un ambiente para sus residuos y utiliza botes de pintura como contenedores. En su informe, la Contraloría señala que el director del colegio les dijo que no cumplían esta exigencia porque “la eliminación de los residuos sólidos se realiza de forma diaria”.

Una excusa similar dieron en la Institución Educativa N° 601028 de Loreto. El colegio no contaba con un punto de acopio de basura restringido a los estudiantes y el que tenían no estaba bien señalizado. La respuesta de las autoridades del colegio fue que “los residuos se entierran”.

A otras escuelas, como la Institución Educativa N°38541 en Huamanga, Ayacucho, se les ocurrió colocar las bolsas de basura al lado de los lavaderos, donde todos los niños se desinfectan continuamente.

El «basurero» improvisado del colegio ayacuchano. Está ubicado al lado del centro de desinfección para el alumnado.

La Contraloría reportó todas estas faltas al Minedu para que las Unidades de Gestión Educativa Local (Ugel) corrijan la situación inmediatamente. La entidad de control también viene preparando informes similares sobre 17 colegios más.

Sudaca se comunicó con el área de prensa del Minedu para conocer qué medidas correctivas vienen implementando en estas escuelas. Sin embargo, al cierre de edición, no recibimos respuesta. Tienen tarea pendiente de cara a marzo del 2022, para que el necesario retorno a las aulas se haga de manera segura.

*Fotoportada por Darlen Leonardo

El complejo de restaurantes ‘Bordemar’ se ha enfrascado en una guerra judicial contra la municipalidad de Barranco. Desde que José Rodríguez asumió la alcaldía distrital, ha buscado la manera de desalojar a los inquilinos de este terreno, ubicado frente a la playa Las Cascadas, que fue concesionado en los 90 a una compañía de Gustavo Delgado Cafferata. Se trata del hijo del desaparecido broadcaster Genaro Delgado Parker.

Bordemar no cuenta con la zonificación correspondiente, no tiene el permiso de la Autoridad del Proyecto Costa Verde y, según la comuna, el concesionario debe más de US$7,5 millones de soles por la explotación del terreno. “Para nosotros el contrato ya está anulado y estamos en la fase de requerimiento de devolución del inmueble”, dice el alcalde Rodríguez a Sudaca.

A las deudas se suma una denuncia del año pasado por falsificar documentos ante la Marina de Guerra del Perú, en su afán por ampliar el negocio. La compañía niega las acusaciones, dice que las deudas son producto de los cierres que ha padecido y se aferra al contrato de concesión que le fue otorgado en los 90, protegido desde hace siete años por medidas cautelares.

La Autoridad del Proyecto Costa Verde (APVC), que maneja un plan de desarrollo para esa franja costera y está adscrita a la Municipalidad Metropolitana de Lima, también se opone a las autorizaciones obtenidas por Bordemar. “Es importante mencionar que este caso se encuentra judicializado, por lo que la comuna limeña espera un fallo justo que permita revertir lo autorizado, por cuanto en su momento no obtuvo opinión favorable por parte de la APCV”, dice en un escueto comunicado Fátima Gomero Denegri, gerenta de esta entidad. 

La funcionaria no quiso emitir más comentarios a pesar de tener un rol clave en todo este asunto.

carta deuda wec
Izquierda: Carta de la municipalidad enviada a la concesionaria exigiéndole el pago de la deuda de más de S/7 millones. Fue en julio pasado. Derecha: Los cálculos del municipio.

CONCESIÓN SIN ZONIFICACIÓN

Gustavo Delgado Cafferata era presidente del directorio de la desaparecida empresa GD Group cuando, el 6 de julio de 1994, la Municipalidad de Barranco le dio en concesión un terreno de 10.000 metros cuadrados frente a la playa Las Cascadas. El contrato tenía una vigencia de 20 años y el objetivo de desarrollar allí un centro turístico, con restaurantes e incluso un casino.

Pero la zonificación no le permitía llevar a cabo esas obras. En abril de ese año, además, se había publicado la Ley 26306, que señala expresamente que las autorizaciones que se den “deben respetar las zonificaciones y ser compatibles con el Plan Maestro de Desarrollo [de la Costa Verde]». En la norma se lee, además, que ”dichas autorizaciones deberán ser ratificadas por la Autoridad del proyecto Costa Verde (…) la encargada de ratificar toda propuesta municipal o privada”.

El espacio pasó una década sin explotarse, hasta que el 2005 la municipalidad firmó un contrato de alquiler con otra empresa de Delgado Cafferata: World Entertainment & Communications (WEC). Fue por un área que está justo al costado del primer terreno. Y ese mismo año, GD Group le cedió a WEC la concesión de 1994. Todo quedaba en casa: ambas compañías tenían detrás al mismo empresario.

Así que, en la práctica, el hijo de Genaro empezó a administrar un área total de casi 15.000 metros cuadrados. Luego de ese 2005, construyó un complejo deportivo al que denominó Sport Point, un negocio que sí estaba permitido por la zonificación.

Hasta que llegó el 2010. Ese año, el concejo municipal acordó cambiar la zonificación del área de “zona servicios” a “zona turística”, lo que permitía la operación de restaurantes en la zona. La empresa de Delgado Cafferata tuvo entonces vía libre para volver a su idea inicial cuando firmó el contrato de concesión en 1994. El negocio iba bien hasta que el hijo de Genaro se cruzó con José Rodríguez, hoy alcalde de Barranco.

 

UN ALCALDE CONOCIDO

El 2011, la Autoridad del Proyecto Costa Verde era encabezada por Rodríguez, quien consideraba un escándalo el cambio de zonificación de las playas de Barranco. La comuna se había saltado olímpicamente a la autoridad que él representaba, encargada de dar luz verde a estas modificaciones.

Rápidamente, Rodríguez envió una carta a la municipalidad distrital manifestando su preocupación por los nuevos locales construidos en Bordemar. En mayo, solicitó que se anule el cambio de zonificación. El consejo municipal tuvo que acatar.

Pero el 2014 WEC denunció a la municipalidad por incumplimiento de contrato. El monto que pedían era de US$20 millones, según dicen en un comunicado enviado a este medio. Ese mismo año, los restaurantes pudieron reabrir gracias a una medida cautelar que pedía cumplir el convenio firmado en 1994 hasta que se resuelva el proceso judicial. Gracias a ello, el negocio siguió viento en popa y llamó la atención de varios emprendedores gastronómicos. Uno es el excongresista y exministro de Vivienda, Carlos Bruce.

medida catelar 2021
Medida cautelar de mayo de este año a favor de Bordemar. La municipalidad alega que eso no impide que fiscalicen el lugar por no tener zonificación.

El 2016, Afe Gourmet SAC, la empresa de Bruce, inauguró La Trastienda. Y dos años después, el 2018, llegó al vecindario Arnold’s, de Damian Ode. Ambas obtuvieron sus licencias de funcionamiento en la anterior gestión municipal barranquina.

Los empresarios estuvieron tranquilos hasta que José Rodríguez llegó a la municipalidad en el 2019. Desde que empezó su gestión en Barranco, él ha puesto en la mira el complejo Bordemar por lo ya explicado: no opera en una zonificación adecuada ni con autorización de Autoridad del Proyecto Costa Verde. 

¿Por qué no fiscaliza de la misma manera a restaurantes vecinos como Cala o Rústica? En la comuna responden que ambas construcciones están sobre una zonificación que permite el comercio y adjuntan el mapa.

El gran escollo que tenía la gestión de Rodríguez, sin embargo, era la medida cautelar que le habían dejado como herencia. Pero el alcalde señala: “Ese recurso de amparo dice claramente que la municipalidad no pierde su capacidad de fiscalización. Es decir, que el contrato se tiene que cumplir. Pero si estos señores tienen la cocina sucia, tenemos que fiscalizar”. Y así lo hizo.

 

OBJETIVO: DESALOJO

En el 2020 la pandemia obligó a los locales de Bordemar a cerrar temporalmente. Y cuando vino la reactivación económica, hacia setiembre, la municipalidad puso en marcha un plan de fiscalización.

“Nosotros hemos clausurado locales sin licencia ni defensa civil [al interior de Bordemar]. Y quedaron Arnold’s y La Trastienda, que son los únicos con licencia obtenida el 2016 y 2018. Pero no tienen el permiso de la Autoridad del Proyecto Costa Verde. Por tanto, esas licencias tampoco han sido bien dadas”, explica el alcalde José Rodríguez, que dice que la clausura es parte de las medidas de fiscalización que la cautelar le reconoce al municipio.

En setiembre del 2020, la comuna cerró todo el complejo “por permitir el ingreso de personas para actividades no permitidas por la zonificación vigente”. En mayo de este año, una nueva medida cautelar dictaminó que la municipalidad debía dejar explotar la concesión, respetando el contrato de 1994. Pero la municipalidad insiste en que el Poder Judicial no les recortó su capacidad fiscalizadora.

Así, de acuerdo a un acta de la subgerencia de fiscalización, en octubre pasado la comuna volvió a usar los mismos argumentos para clausurar La Trastienda y Arnold’s: no contaban con la autorización del Proyecto Costa Verde.

Carlos Bruce, dueño de La Trastienda, se defiende. Dice que la mentada autorización no está contemplada en la Ley de Licencias de Funcionamiento del 2007, que exige a los municipios adecuar sus procedimientos a esa norma para emitir los permisos.

‘Techito’ también acusa a la municipalidad de sacar una ordenanza previa a la clausura de su local en la que incluían como razón de cierre precisamente eso: no tener la autorización de la Autoridad del Proyecto Costa Verde. En la municipalidad responden que lo único que hicieron fue ingresar aquello como causal de multa y que se siguen amparando en la ley de 1994.

“La ley existe y eso ya implica una obligación de parte de quienes van a sacar un permiso. Lo que nosotros no teníamos establecido en nuestro cuadro de infracciones es una sanción para quien incumpla esa medida. Simplemente le hemos puesto una multa a eso que ya tenían que cumplir”, dice Rodríguez.

alcalde1
Alcalde de Barranco José Rodríguez. Se ha vuelto la peor pesadilla de Bordemar.

De acuerdo a los planos de la Municipalidad Metropolitana de Lima, además, La Trastienda está en el área alquilada. Como señalamos al inicio de este reportaje, desde el 2005 WEC -la dueña de Bordemar- tiene un terreno alquilado al lado de la concesión de 1994. Ahí se ubica el local de Bruce. 

Aquel contrato es uno de alquiler, no de concesión, y señala que la empresa no podía subarrendar el terreno a menos que se cuente “con el asentimiento expreso de la municipalidad”. En WEC le sacaron la vuelta al asunto y aseguran -en un comunicado enviado a Sudaca- que no tienen un contrato de arrendamiento con la compañía de Bruce, sino uno de “asociación”. Dicen que AFE Gourmet es socio de la concesionaria. “No son mis socios, para nada”, había dicho Bruce a Sudaca días antes de tener la versión de la empresa de Delgado Cafferata.

En la municipalidad agregan que aquel contrato de alquiler ya caducó. Carlos Bruce, sin embargo, prefiere volver a poner como escudo la cautelar: “La cautelar es vigente para World Entertainment y para todos los locales con los que ellos tengan contrato. Al darme licencia, se me incorpora a la concesión”.

 

LA FALSIFICACIÓN

Hay más vacíos. El terreno donde se ubica el restaurante de Bruce está registrado a nombre de la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales (SNBE). De acuerdo a los planos municipales, el 70% de toda esa área está inscrita a favor de dicha entidad pública. Esto, según el municipio de Barranco, porque se considera una franja de protección acuática. 

“Nuestra propiedad ahora se reduce al 30% de lo que teníamos antes [el resto es del SNBE]. Significa que esos locales están ahora en un lugar que debía ser libre, donde no debería haber nada porque ahora eso es una playa”, dice Rodríguez.

Pero Bruce no le reconoce ni siquiera ese 30% a la comuna.  Por eso, dice que Bordemar ha empezado a tratar los asuntos empresariales con La Marina. Parece que no empezó con el pie derecho.

resolucion marina
Parte de la resolución de la Dirección General de Capitanías y Guardacostas que sanciona a la dueña de Bordemar: «Ha quedado evidenciado que la empresa, representada por su apoderado Gustavo Delgado Cafferata, ha presentado documentación fraudulenta e información falsa».

El 26 de agosto del 2020, la Dirección General de Capitanías y Guardacostas (Dicapi) emitió una resolución sancionando a WEC porque había “presentado documentación fraudulenta e información falsa” ante la Marina. El documento señala que la empresa de Delgado Cafferata solicitó un permiso para ampliar el proyecto Bordemar hacia el área acuática y colocar ahí un embarcadero. La resolución dice que WEC entregó dos oficios supuestamente elaborados por la Autoridad del Proyecto Costa Verde (APCV) que le daban al proyecto “la compatibilidad de uso” y una “certificación definitiva” para permitir su instalación.

Parecía que el imperio Bordemar crecería hasta que, en julio de ese año, la APCV le dijo a la Marina que no reconocía como suyos los documentos que presentó la empresa. La Dicapi dispuso sancionar a la empresa con 10 UIT (S/43.000) y remitir la resolución a la Procuraduría de la institución “a fin de que interponga la acción penal correspondiente”.

En WEC rechazan las acusaciones. “Quien realiza la falsificación es un trabajador del gobierno regional de Lima, por ende mi representada tomó acciones legales y denunció ante la fiscalía de corrupción de funcionarios”, dice la abogada de la empresa, Magaly Salvador. Eso no es lo que dice la Marina de Guerra en su resolución.

Bordemar, que enfrenta ahora a su posible desaparición, ha exigido al juez que le brindó la medida cautelar que ordene a las fuerzas del orden reabrir el complejo. Pero José Rodríguez tiene un plan B para clausurarlo. 

El alcalde ha apuntado a las deudas de la concesionaria para resolver el contrato de manera definitiva. Según cálculos de la comuna, desde el 2007 la empresa ha dejado de pagar en rentas más de U$943.000. Con intereses, el monto ha llegado hasta los US$7,5 millones, asegura un informe.

En agosto de este año, el concejo municipal decidió que esto era una causal para resolver el contrato inmediatamente. WEC alega que el inicio de pagos debió empezar el 2009, dos años después de obtener sus licencias, y que “la municipalidad sigue cobrando sobre el año que nos han cerrado”.

Pero no es la única arruga de la empresa dueña del complejo. Según los registros de la Sunat, la compañía debe S/211.503 al Tesoro Público y a EsSalud. La empresa de Delgado Cafferata dice que no pudieron pagar los años en los que fueron clausurados.

protesta bordemar
El último sábado, un grupo de vecinos protestó en las instalaciones del complejo de restaurantes. «Sí a la playa, no a Bordemar», fue el mensaje.

EL PROBLEMA COSTA VERDE

El problema de la Costa Verde, sin embargo, excede a Bordemar. Es el producto de una serie de autoridades locales que dieron permisos sin apegarse al Plan Maestro de la franja costera. “La Costa Verde ha sido un espacio vulnerado en las últimas décadas en sus características geográficas y paisajísticas, y también en sus características de uso. Ya en el Plan Maestro, la Costa Verde estaba destinada a usos deportivos y de recreación, y esto se ha ido desvirtuando a raíz de las malas prácticas de ciertos alcaldes”, señala Oscar Apaza, arquitecto de UDEAL, organización que agrupa a profesionales y estudiantes de temas urbanos.

Para el especialista las autoridades han hecho con la Costa Verde lo mismo que con otros espacios públicos de nuestra ciudad “Concesionarlos, privatizarlos y desnaturalizarlos en su uso, generando en muchos casos espacios que funcionan alrededor del consumo. Consumo que, dicho sea de paso, sólo es accesible para algunas personas. Porque no estamos hablando de restaurantes al paso, sino de locales para clase media y alta”, apunta.

Aldo Facho Dede, cofundador de la Red Latinoamericana de Urbanistas, profundiza en el caos. “El problema de fondo no es si tiene que haber comercio o no en la Costa Verde. La manera más natural de que este espacio sea nutrido y concurrido es que tenga actividad urbana y comercial. Eso debería responder a un análisis mayor de qué es lo que queremos que sea la Costa Verde y qué hacemos para que eso sea así”, opina.

El fondo, dice, está en la gobernanza: “Es una sumatoria de actos individuales de corto plazo o con una intención política más que colectiva. Y tiene un problema de gobernanza, porque la Autoridad del Proyecto Costa Verde no es ni autoridad ni autónoma. Quienes tienen la responsabilidad sobre los terrenos y los recursos son los distritos. Y el distrito no piensa en la metrópoli, sino que tiene una mirada distrital”. Urge el liderazgo en la Municipalidad Metropolitana de Lima, que lamentablemente no existe.

Tags:

barranco, bordemar, carlos bruce, la trastienda

“No me he podido preparar en comprensión lectora”, reconoce el profesor de Matemáticas, Física e Inglés, Juan Luis Zegarra, que enseña en el colegio ‘Julio César Tello’ de Mirones Bajo, en el Cercado de Lima. El docente, que trabaja hace más de 24 años y aún no está en la planilla del Minedu, dice que está casi seguro que saldrá desaprobado en el examen de nombramiento que rindió ayer sábado. «Me faltó contestar 15 preguntas de letras», asegura.

Ayer, más de 250.000 docentes contratados de todo el país rindieron una evaluación para obtener una de las 37.000 plazas y conseguir el anhelado ‘nombramiento’. Es decir, ingresar a la planilla del Minedu con todos los beneficios de ley. 

La prueba está dividida en tres partes: comprensión lectora, razonamiento lógico-matemático y conocimiento pedagógico de la especialidad. Para aprobar el examen se debe responder correctamente al 60% o más de las preguntas de cada área.

 

Los docentes Sonia Roque, Juan Luis Zegarra, Jorge Recines y Martha Dueñas confirmaron a Sudaca que no todos sus colegas pudieron prepararse, para dar la evaluación, en academias o grupos de estudio, porque no tenian los recursos económicos. Pidieron además suspender el examen (foto: Juan C.Chamorro).

La única vez que Zegarra estuvo cerca de ser ‘nombrado’ fue hace más de 16 años, durante el gobierno de Alejandro Toledo. En ese tiempo, recuerda, no se rendía examen como ahora. “Estuve apto para que me nombren en provincia. Allí era entrevista personal y [evaluación de] experiencia. No había examen. Saqué el puntaje mínimo para que me nombren. Pero, me descuidé y no viajé”, comenta, y lamenta la oportunidad perdida.

Asegura que en el 2019, bajo el actual modelo, no le quedó tiempo para contestar todas las preguntas de comprensión lectora y cultura general. Salió desaprobado. Zegarra, de 54 años, lamenta no haber tenido dinero para pagar una clase en alguna academia o en un grupo de estudio donde preparan a los docentes para este examen. Hay academias cuya clase de preparación puede llegar a costar S/50 soles, como es el caso del ‘Grupo Auge’, conocido entre los docentes. El profesor Zegarra no tiene hijos, pero su madre y su pareja dependen de su magro sueldo de S/ 2.000.

“No tengo los recursos. Tengo a mi hijo en la escuela militar y no me alcanza para pagar ni los S/20 que cuesta tomar una clase de preparación”, dice la profesora Marta Dueñas Ayala, del centro educativo inicial ‘Paraíso’, de Lurín.

Otros de sus colegas sí lograron pagarse una academia, un negocio que cada dos años -el tiempo en que se realizan las evaluaciones a docentes- parece hacer su agosto. Y es que algunos profesores no se sienten capacitados para afrontar las secciones del examen que no son de su especialidad.

La profesora de Comunicación Sonia Roque, por ejemplo, dice no tener vergüenza al contar que viene siendo desaprobada desde hace años. No puede con las preguntas de razonamiento lógico-matemático. “Es mi debilidad, por más que me preparo e invierto en una academia o con algunos amigos, no es mi especialidad. Yo soy de Comunicación. [Razonamiento lógico-matemático] lo dejo para última hora y ya no me da tiempo para resolverlo”, señala la docente, que enseña en el colegio para jóvenes y adultos (CEBA) ‘Ollantay’, en San Juan de Miraflores, 

Jorge Recines Padilla, que enseña Lengua y Literatura, también se dio tiempo para participar en un grupo de estudios gratuito en Whatsapp. Apenas pudo repasar porque trabaja, además, como vigilante privado en un condominio.

Recines, que labora en el colegio para jóvenes y adultos (CEBA) ‘Pronoepsa’, en Breña, tiene que dobletear para pagar un préstamo bancario por el que le descuentan S/1.100 de sus S/2.200 de sueldo. El profesor tiene a su cargo una hija de 22 años y a su madre, María Angélica Padilla Delgadillo, una profesora cesante con 38 años de servicio que ha llegado a ser premiada con las Palmas Magisteriales.

En su examen de ayer, cuenta, solo respondió la mitad de las preguntas en el área de lógico-matemática. “En razonamiento verbal puedo sacar 20; en lógico-matemática, 10; en conocimiento pedagógico, 15. Pero, como he desaprobado matemática, estoy jalado. El examen técnicamente está hecho para jalar”, dice.

Hay otras quejas. La profesora de primaria Amelia Sánchez, por ejemplo, dice tener nueve años como docente contratada y haber rendido ya cinco evaluaciones. Pero hasta ahora no ha podido ser ‘nombrada’. Recuerda que en las últimas evaluaciones le fue bien en la primera fase, la del examen. No obstante, en la siguiente etapa, que consiste en que un jurado evalúe el desempeño de la docente en un simulacro de clase, no consigue avanzar.

“Cuando uno pasa a la segunda fase, allí se presentan 20 profesores para competir [por una plaza]. Obviamente, se ve ‘amiguismo’ [se refiere a favoritismo], pero no tengo las pruebas [para denunciarlo]”, señala. En esta ocasión, Sánchez, que trabaja en el colegio ‘Javier Heraud’, ubicado en San Juan de Miraflores, también optó por recibir clases en una academia. Dice haber desembolsado en total S/200.

La academia más solicitada, para preparar de forma virtual a los profesores para el examen, fue el ‘Grupo Auge’. Daban cursos hasta en la madrugada.

A los gastos en academia, otros le suman factores emocionales. La profesora de Arte, Sonia Apcho, madre de tres hijos, dice que cada dos años sufre de cuadros de estrés y ansiedad porque tiene temor a no pasar la prueba. “Llega diciembre y todos los contratados vamos a sufrir de eso. Es una preocupación. Nos podemos quedar en la calle y, otra vez, a comenzar de cero, a buscar trabajo”, dice la docente del colegio ‘Alfonso Ugarte’, de San Juan de Miraflores. Y es que una nota muy baja puede hacer, incluso, que otro colega la reemplace en el colegio donde trabaja.

Debido a la pandemia, sus gastos han aumentado porque tiene que pagar ahora el Internet en casa y ha tenido que adquirir un celular de alta gama para grabar y almacenar sus videos y enviarlos a sus alumnos. Con miras al examen, ha invertido S/120 en seis clases virtuales. No pudieron ser más porque “económicamente, todos los docentes nos hemos visto afectados en la pandemia, porque no hemos podido desarrollar otro tipo de trabajos”. La docente añade: “También porque hemos sufrido la pérdida de familiares y eso ha hecho que tengamos que gastar más”.

 

Los profesores Sonia Apcho, Franklyn Mendoza y Amelia Sánchez aseguraron a Sudaca, por separado, que el modelo del examen debe ser cambiado (fotos: Juan C. Chamorro).

 

LA FILTRACIÓN

Por esa razón, algunos profesores ven con esperanza que el Ministerio de Educación (Minedu) pueda anular la prueba del pasado 13 de noviembre debido a la filtración del examen. Sudaca pudo tener acceso, la noche de ayer, a un examen de 50 preguntas de razonamiento lógico-matemático y comprensión lectora con las respuestas marcadas. Según los profesores Jorge Recines y Sonia Apcho, las preguntas eran similares a las que les hicieron en su evaluación.

La profesora Sánchez, por su parte, dice que la filtración era un secreto a voces desde el jueves pasado. “Incluso dicen que ya están vendiéndolo en provincias. Yo soy de Cajamarca y me dicen mis paisanos que varios lo tienen”, añade. Los congresistas de Perú Libre, Hamlet Echeverría y Wilson Rusbel Quispe,  fueron las primeras autoridades en solicitar al Minedu una investigación por la filtración del examen de los docentes.

El ministerio de Educación anunció el inicio de las indagaciones, pero no se pronunció sobre una posible suspensión de la prueba. ¿Cómo acabará esta historia?

 

Razonamiento lógico-matemático by Juan C Chamorro

Este es el examen de 50 preguntas de razonamiento lógico matemático y comprensión lectora que le fue entregado a Sudaca. Esta prueba es similar a la que se tomó ayer sábado, aseguraron a Sudaca los profesores Sonia Apcho y Jorge Recines.

(*) Fotoportada de informe periodístico: Darlen Leonardo

Tags:

Castillo, evaluación, examen, filtración, Minedu, ministeriodeeducación, Profesores
x