En los años ochenta, aparecieron -durante el régimen democrático de Fernando Belaunde Terry- dos grupos terroristas que generaron zozobra al país, estos fueron Sendero Luminoso, liderado por Abimael Guzmán, y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), liderado por Victor Polay. 

Ambas agrupaciones, que hicieron mucho daño al país, en los noventas fueron desbaratados. Sobre Sendero Luminoso, que es la organización criminal al que le quiero dedicar estas líneas ahora para los que nos leen puedan apreciar quienes fueron, una vez capturado Abimael Guzmán Reynoso, se dividió en dos agrupaciones: Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (Movadef) y Proseguir. 

Desde su aparición, uno de los objetivos del Movadef es continuar su lucha terrorista bajo la aparición política en el escenario peruano. Han decidido, luego de la captura de Abimael Guzmán, continuar políticamente buscando la amnistía de lo que ellos denominan “presos políticos” a los terroristas hoy presos, entre los que figura Guzmán Reynoso (o camarada Gonzalo). Nada fácil por supuesto al inicio, pero con el pasar del tiempo (al infiltrarse en diversas organizaciones como el Sindicato de Profesores u otras organizaciones políticas regionales) han logrado reconstruir operadores políticos que les ha permitido tener presencia a través de protestas sociales. 

En el caso de los Proseguir, una vez capturado el líder terrorista y rompiendo con su la estructura tradicional de Sendero Luminoso, decidieron irse hacia el Valle del Río Apurímac, Ene y el Mantaro (VRAEM) y establecer alianza con los narcotraficantes para así tener financiamiento y continuar con lo que ellos denominan la “guerra popular”. Esa zona, que actualmente está como zona de emergencia, es un sector que ha financiado diversas organizaciones regionales con el fin de tener presencia en el escenario político y así generar las condiciones para su aparición posterior. 

Estas minorías activas presentadas, en un escenario de colapso de los partidos políticos y de preferencias electorales que no pasan del 20%, han tenido su encuentro, movilización y éxito electoral a través de la organización política llamada Perú Libre. A través del líder de este partido, Vladimir Cerrón (según estudios como el de Antezana) existen nexos con el narcoterrorismo del VRAEM. Y a través del actual presidente Pedro Castillo, existen nexos con el Movadef. Sino miremos el apoyo del Conare Sute (vinculado al Movadef) a la movilización que lideró Castillo en la huelga magisterial el 2017.  

Como podrá leer -estimado lector- en este éxito electoral que han tenido han confluido y ahora se encuentran gobernando. Eso nos debe advertir de las estrategias y tácticas que tienen estos grupos terroristas a lo largo del tiempo en el país y en lugares donde ha habido presencia terrorista. 

La situación es complicada, pero no difícil de superar. Para ello es necesario establecer alianzas en todos los frentes para desbaratar la narrativa que han construido y el objetivo político que tienen entre manos. La democracia que tanto nos ha costado construir debe ser defendida. Podrá estar en crisis, pero es la que genera capacidad de resolver civilizadamente los grandes problemas que tiene el país. A los 200 años de nuestra independencia, reflexiones sobre el tema y tomemos medidas los que creemos en las libertades.

Tags:

Movadef, sendero luminoso, VRAEM

Difícil definir la semana que pasó. Tal vez la mejor manera de hacerlo sería entender que los peores enemigos son los que están en casa. No se entiende como frente a una posición errática, poco orgánica, muy peleada, el oficialismo -que es más que el gobierno- decida ponerse tantas trabas y trazar una implosión desde su núcleo central. Va esta columna tratando de entender, desde lo que se conoce, qué se está cocinando hacia las próximas semanas.

El factor B

Después de haber obtenido la confianza en el Congreso, se podría prever que desde la PCM se trataría de articular algunos niveles de acercamiento político con los sectores que permitieron que se mantenga en el cargo. Ello no ocurrió, Por el contrario Bellido ha manejado un discurso que obvia esa necesidad de cercanía. Parece que realmente en sus cálculos hubiera preferido perder la confianza. El tema de género, levantado por él durante toda la semana (elegir para despacharse a sus anchas el programa de Belmont es una cerecita en un pastel bien amargo) le abrió una brecha mucho más amplia.

Con todo lo malo que ese flanco abrió, tal vez lo peor del PCM sea no entender cuál es el factor de unidad que genera en su gabinete. Decidieron sacrificar a Béjar, lo cual ha hecho que Béjar pase a ser casi un opositor y nadie quiere ello, y pusieron a Maúrtua, dos personas tan opuestas en su visión de la relación con el exterior que solo confirma que hay sectores que a Castillo le importa poco. Pero también, aparentemente, lo decidieron con Maraví, solo que éste decidió que no se va. Pasando por encima de su jefe directo además. Si Bellido salía a decir que él ministro salía, el ministro salía a decir que no gracias, que se quedaba y que Castillo sabrá hasta cuándo. Ese manejo con impericia con un gabinete que se sostiene por inercia es exactamente la antítesis de la acción de un PCM. 

Pero mejor mostrar nuestro espíritu misógino conversando con Belmont que tener un gabinete sólido y consolidado. Como Cecilia Méndez comentaba en La República el domingo llama la atención también que todo se centre en Maraví cuando tenemos ministros mucho más cuestionados o que deberían serlo como el MTC por ejemplo.

No se trata de cuántos votos sacaron en primera vuelta, que es un argumento muy comentado por analistas para empujar a Castillo y a su gabinete a ceder frente a todos, sino de que son gobierno. El serlo implica gobernar. El gobierno se hace dentro de un sistema de control político permanente. Patear el tablero descoloca a quienes desde adentro sí están apostando por un manejo lógico. Perú Libre, bajo Castillo, no tiene el espacio político para que esa suerte de soberbia genere algún nivel de consenso. Sí, es cierto que Lima no es el Perú. Para tampoco se puede decir que los ratios de aprobación del gobierno afuera de la capital sean maravillosos, apenas son aprobatorios. Entonces es indispensable un espíritu distinto.

Entonces mientras Bellido se mantenga en el gabinete, la posibilidad de tener un manejo más productivo de la PCM será cercana a cero. ¿Por qué no pensar en cambiarlo?  Ese es un misterio sin resolver aún.

El silencio de Castillo

El presidente no habla. Cuando lo hace son discursos cortos, sobre lo que le quiere, llenos de frases comunes y sin sentido de la coyuntura. Parece que su gabinete de asesores no le revisa las cosas que va a decir o no tiene ninguna idea de cómo funciona el Estado y sus instituciones. La mención a una institución de control que quiere crear, sin considerar que describía a la Contraloría, lo exponen innecesariamente y genera un vacío sobre otros temas de los que no quiere hablar.

La intermediación en este país no se basa en voceros sino más bien en discursos de fuente directa. Si Castillo no quiere hablar, pierde un flanco que será rápidamente lleno con voladas, imprecisiones e interpretaciones de los distintos analistas y opositores. Lo que este columnista no entiende es cuánto tiempo tomará para modificar esto, si es que lo hará y cómo la falta de comunicación directa minará más la percepción en la gente.

El Congreso y la oposición

Si desde el Ejecutivo se transmite un mensaje de no entender bien lo que hacen, la imagen concreta de la oposición es que saben bien lo que están haciendo. Y todos los caminos llegan a la ciudad vacancia. Aunque suene de locos siquiera pensarlo, la vacancia ya es una realidad que construir no solo desde los discursos más a la derecha del espectro, sino desde el centro moderado. Las últimas columnas de Augusto Álvarez y de Juan Carlos Tafur, por ejemplo, ya sin pudor deslizan esa posibilidad. Hay poco de base en querer vacar al presidente y es más anecdótico hoy, pero ya se está sostenidamente manteniendo un discurso complejo sobre el tema.

El problema no es la validez del argumento (particularmente pienso que no lo es), sino que en lugar de dar pelea política de frente, se busca borrar una forma no tan extraña de llevar el gobierno. Temas que antes pasaban por denuncias periodísticas en anteriores gobiernos -no por eso aceptables- hoy se flamean como banderas para sacar al gobierno. Si desde el Ejecutivo se amenaza con cuestiones de confianza, desde la oposición se retruca con la vacancia. Al medio muchos nos preguntamos por qué.

Pero además de la manera más torpe, desde la oposición se anula la posibilidad de debate. Las marchas convocadas, dos por semana, el levantamiento de temas que jamás han sido relevantes para ellos -lo del género es trágicamente cómico-, el mostrarse hipersensibles con todo lo que se haga desde el gobierno, lo que termina haciendo es evitar generar la confrontación desde la opinión pública. Sólo importa atacar todo. Poca adhesión real se va a conseguir si se cuestiona todo. Y lo relevante se va a diluir en un mar de nadas.

El confundir la crítica y el control político con la burla y la deslegitimación desde la oposición no contribuyen a ver las deficiencias en un gobierno que también se empeña en mostrarnos sus límites. Menudo escenario nos espera el futuro cercano. De pronóstico difícil. Pero también existe la certeza de que nada bueno va a salir de esto.

En resumen, nos parece difícil que con estos escenarios, la convivencia política y la estabilidad del país serán objetivamente temas con los que viviremos en los próximos meses. Estemos preparados.

Tags:

Congreso de la República, Lima, pcm, Pedro Castillo

Para nadie es una sorpresa que Chile no atraviesa, en la actualidad, por su mejor momento futbolístico. Así lo demuestra no solo su última presentación en la Copa América, sino también su problemático inicio en estas Eliminatorias. Pero, aún así, logró sumar en el ‘Rodrigo Paz Delgado’, una plaza en la que Ecuador había ganado todos sus partidos, con la excepción de la derrota ante Perú en la jornada ocho. 

Así, con un planteamiento que, en principio, se erigió sobre una intención conservadora, pero que, a medida del desarrollo —y la oposición del rival, su reorganización tras una expulsión—, mostró versatilidad y algunos momentos más propositivos, el resultado obtenido fue un empate a cero. Por  el aspecto simbólico, este empate puede significar —tomando en cuenta la dinámica y el carácter cambiante de este torneo— una reacción por parte del seleccionado que dirige Martín Lasarte que, vale decir, se estructura a partir de la presencia de sus ya reconocidos y experimentados jugadores, vigentes desde los procesos más exitosos en años previos. 

El primero de ellos, Claudio Bravo, cada vez que fue requerido, respondió con solvencia. Con cuatro decisivas intervenciones, el experimentado golero del Real Betis demostró no solo encontrarse en alto nivel, sino también el liderazgo que cumple en la escuadra chilena. De precisos servicios para conectar rápidos contraataques, mantiene una cualidad que es de las más valoradas en los guardametas para el fútbol contemporáneo. 

Gary Medel, por su parte, junto a Enzo Roco en la zaga central, cumplió, como la mayoría de las ocasiones, una sólida labor en la última línea chilena. Actuando como central por izquierda, el defensor del Bolonia estuvo acertado para los cruces y cubrir su espacio ante las incursiones por el sector derecho del veloz ataque del ‘Tri’. A pesar de la altura que ganaban de sus laterales —José Hurtado y Pervis Estupiñan— y las modificaciones ofensivas que realizó Gustavo Alfaro, el ataque ecuatoriano careció de profundidad, lo cual indica hasta qué punto hubo un buen desempeño de la última línea chilena, que tuvo aplicados a sus laterales Paulo Díaz y Sebastián Vegas. 

En la primera línea de mediocampistas, Charles Aránguiz, correctamente complementado por Claudio Baeza, no solo recuperó una considerable cantidad de balones —más de treinta—, sino que, además, preciso en los servicios, se incorporó al juego ofensivo. Y, jugando más adelantado, prácticamente libre, estuvo Arturo Vidal, quizá el jugador que, por su personalidad, transmita más —futbolísticamente— en su equipo. A pesar del notorio cansancio que mostró desde gran parte de la segunda mitad, el ‘King’ no dejó, nunca, de disputar cada balón, presionar, luchar en cada zona del campo e intentar todo lo posible en ataque, aunque sin la creación de alguna totalmente nítida.

De importantes participaciones en el Atlético Mineiro que acaba de llegar a las semifinales de la Copa Libertadores, pero ubicado como extremo por izquierda, Eduardo Vargas, ahora de nuevo en su rol como centrodelantero, comenzó con mucha movilidad y se le vio más productivo cuando se recogía para aguantar balones y sumarse al juego interior, pero terminó bien cercado por los centrales ecuatorianos. Lo mismo que Jean Meneses: inició más activo recostado por el sector izquierdo, pero fue diluyéndose en el segundo. No de casualidad, la ausencia de gol —hace cuatro partidos que no marca uno— se presenta como uno de los problemas más marcados de Chile, que, además, no cuenta con Alexis Sánchez y, en cuanto a sus ingresantes para suplir dicho déficit, esta vez no estuvieron finos. 

Evidentemente, el fútbol de selecciones y sus partidos tan juntos, ya no es un espacio en el cual se disponga de muchas sesiones de entrenamiento para ensayar y proponer variantes al modo del de clubes, aunque esto sea cada vez menos absoluto. No obstante, y, por ello mismo, más allá de cualquier otra consideración, resultados como este pueden representar un impulso importante, en términos emocionales y de convencimiento, para afrontar los siguientes cotejos. Apoyado en gran medida sobre el aporte que brinda cada uno de sus referentes, si Chile consigue establecer relaciones más dinámicas y ejecuta comportamientos más sorpresivos en su juego ofensivo en su próximo cotejo ante Colombia, podrá refrendar lo valedero de su empate en Quito. 

Tags:

Chile, Fútbol, Gary Medel

En Youtube:

En Soundcloud:

En Spotify:

Síguenos en Sudaca.pe

#Sudaca​​​​ #Emprende​​​​​​​​ #Podcast​​​​

Tags:

Banco de la Nación, Kurt Burneo

Todos los días de lunes a viernes «Si el Río suena» con Patricia del Río, entrevistas exclusivas. Este lunes, Patricia del Río volvió con un invitado que marcó la llegada del Bicentenario. A las 9 a.m., empezó su nuevo programa de entrevistas en Sudaca, el expresidente Francisco Sagasti contó su experiencia en el gobierno y cómo podemos mejorar el país. Este es nuestro episodio número 1

Por Streamyard:

Por Facebook:

Por Spotify: 

Por SoundCloud:

Recuerda seguirnos en vivo por Youtube, Facebook live y Twitter

Lima – Perú

Tags:

Bicentenario, Francisco Sagasti, Patricia del Rio

Queda más que claro que el shock capitalista que el Perú requería para salir de la crisis recesiva de la pandemia y que hubiera permitido remontar las adversidades en las cifras de empleo y pobreza rápidamente, solo va a ser una quimera en manos del menjunje de gobierno que tenemos.

Inclusive, los esfuerzos de responsabilidad fiscal de Pedro Francke al mando del MEF chocarán con la absoluta falta de confianza de los inversionistas empresariales de todo tamaño, quienes, mientras dure el desmadre y además penda como espada de Damocles la posibilidad de una refundacional Asamblea Constituyente, no van a meter la mano al bolsillo para arriesgar sus capitales.

El propio Francke, quien ha pedido facultades legislativas en materia tributaria, chocará con una realidad fiscal en el sector minero distinta a la que él seguramente esperaba. Si pensaba que allí estaba la vaca lechera para todos sus males, se equivocó de cabo a rabo. Ya el sector minero, según un estudio del IPE, tiene una carga tributaria del orden del 47%, muy por encima de Canadá, Australia y Chile, directos competidores en el sector, siendo solo superados por México.

Quiere decir que casi la mitad de la utilidad minera se va al Estado. Es como si el gobierno fuera accionista, sin riesgo alguno, de la mitad de las acciones de las empresas mineras. Mucho más no les puede sacar, sin correr el riesgo de espantar a los potenciales inversionistas que hoy están a la espera de empezar a operar, en proyectos valorizados en varios miles de millones de dólares.

Antes que pensar en sobrecargar el sector minero, a lo que el gobierno debiera abocarse es a destrabar los proyectos entrampados o acelerar los que ya están en fase pronta de operaciones. Con ese aumento considerable de inversiones, obtendría mucho más que con una facilista sobrecarga impositiva.

Pero esto que vemos en el sector minero lo apreciamos en todos los ámbitos del Estado. Se ha extendido un ánimo antiprivado fatal para la economía. Una empresa privada ha ofrecido hace semanas toda su plataforma logística para desplegar un proceso de vacunación masivo a través de las farmacias y, pues, el presidente de EsSalud y el titular de Salud, ni bola. Seguramente, llenos de prejuicios contra el sector privado, se conducen a la parálisis.

Serán cinco años perdidos. El gobierno de Castillo será peor que la pandemia. Ni con Francke en el MEF o Velarde en el BCR se logrará mucho si se alberga senderistas en Palacio junto a radicales cerronistas, además en guerra cruenta entre ellos, y todo ello bajo la sombra del desgobierno de un Presidente incapaz.

Tags:

Asamblea Constituyente, Pedro Castillo, Pedro Francke, Perú

Pensaba escribir otra columna esta mañana. Una que continuase en la línea de plantear la reconciliación entre los peruanos habida cuenta de que el último proceso electoral, y la circunstancia inédita de un gobierno de izquierda liderado por un maestro-campesino, han visibilizado seculares antagonismos socioculturales y hasta étnicos, que desnudan lo poco que hemos avanzado, en doscientos años, en eso de construir una república de ciudadanos iguales.

Pero me topo con una de mis críticas más sustanciales a la izquierda potenciada exponencialmente. He señalado, en algunas columnas pasadas, que a los grupos terroristas y las FFAA no se les puede brindar un trato similar respecto de la guerra interna pues los primeros fueron sus iniciadores y, además de ello, sólo terroristas. Los segundos, en cambio, fueron defensores de la sociedad y el Estado, víctimas del terror y también violadores de derechos humanos en contra de la población, con lo cual el estatuto que define su participación en el conflicto es múltiple. 

Ahora nos encontramos con un dilema mayor. Gobierna la izquierda y, en principio está bien, digamos que me entusiasma. Esta es una gran oportunidad precisamente de reconciliar, de cimentar este país desde bases distintas, más justas, más equitativas, más inclusivas, más horizontales y pluriculturales. Pensé en una izquierda que tienda puentes, que no excluya a nadie, y cuando digo a nadie es nadie. 

Pero en lo que precisamente no pensaba es en Sendero Luminoso, ni en agudizar las contradicciones o continuar desde la política la guerra popular. Es verdad que del lado occidental de la sociedad – porque en nuestros imaginarios hay un “Perú Occidental”, o predominantemente occidental y otro “Andino”, aunque también hay mucho de por medio y de amazónico también – sólo se pensó el país desde Lima y se le piensa, inclusive hasta ahora, desde el Paláis Concert, o lugares muy cercanos a él. Y pensar lo andino nunca fue ir mucho más allá de imaginar sus bucólicos paisajes, con o sin seres humanos, como nos lo describe Víctor Vich en su esclarecedor El discurso sobre la sierra en el Perú (2010). 

Y así, en líneas generales, nos hemos gobernado doscientos años, salvo Velasco, con todos sus errores y exabruptos. Pero un gobierno andino, tan esperado, en un Palacio que, en efecto, no debería llamarse Pizarro por muchas razones que me valdrían otra nota, no puede ni debe verse como la oportunidad de un ajuste de cuentas histórico y mucho menos con Sendero entre bambalinas. Me han preocupado ya demasiado las pruebas de su presencia, las últimas presentadas por César Hildebrandt en su semanario.  

Como él, he rechazado la posibilidad de que el fujimorismo vuelva al poder en el Perú y lo volvería a hacer por razones que tampoco expondré en estas líneas, porque es momento de construir nuevos espacios para el diálogo en el país. Los populismos de hoy, que son herederos de los totalitarismos de ayer, utilizan las etiquetas ideológicas como calificativos peyorativos que les endilgan a los adversarios. Por eso hay que crear al menos un lugar, o un conjunto de lugares seguros, donde impere el debate, y se discuta la república, bien entendida. 

Al punto: un contrato social, el primero, entre las fuerzas políticas y sociales del país, desde la izquierda hasta la derecha, debe partir de la premisa de que ni Sendero ni Movadef pueden formar parte del gobierno. Ningún proyecto de izquierda puede construirse sobre esas bases porque se coloca, de inmediato, al margen de nuestro sentido común, de nuestra legitimidad, y por consiguiente no se sostiene, téngase presente. 

 

Tags:

Izquierda, Movadef, sendero luminoso

El caso del premier Guido Bellido y su comentario impertinente a la congresista Patricia Chirinos ha vuelto a poner sobre el tapete el viejo problema del machismo estructural que corre en nuestras instituciones, incluso las más altas, como el propio Congreso de la República y el Poder Ejecutivo.

Tan condenable es la postura machista de Bellido (de comprobarse que la denuncia de la congresista Chirinos es completamente veraz) como el uso político que se viene haciendo de ella para echarse abajo el actual gabinete. Por mucho que Patricia Chirinos tenga un pasado político y personal cuestionable, eso no justifica en absoluto la prepotencia de un comentario como “solo falta que te violen” que le habría proferido el entonces solo congresista (todavía no premier) Bellido a la parlamentaria. Simplemente, no hay por dónde salvar ese comentario, de pésimo gusto, además.

Varias semanas después, y en el contexto del voto de confianza otorgado al gabinete Bellido, Chirinos lanzó la denuncia, lo cual huele a utilización política de una supuesta dignidad ofendida, muy funcional a la campaña de demolición que los partidos de derecha que votaron en contra de Bellido han emprendido para vacar al presidente Castillo desde el día uno. 

Es una pena que causas nobles y justas como la defensa de los derechos de las mujeres se vean oscurecidas por la disputa política actual. Eso solo desmerece las luchas que por décadas han librado hombres y mujeres por lograr la igualdad de género, aunque bien sabemos que esa igualdad de derechos y espacios solo se logrará con la igualdad económica, no solo de hombres y mujeres, sino de todos los grupos sociales.

El feminismo hegemónico o blanco, como también se le llama (soliviantado hoy por Chirinos y el partido de derecha al que pertenece), pierde esa perspectiva para privilegiar las luchas por puestos y cargos de poder dentro del mismo sistema que oprime a las mujeres, sobre todo a las mujeres indígenas y afrodescendientes.

Ya veremos hasta dónde llega esta nueva arremetida contra el gobierno de Castillo. 

PD sobre dos reacciones a mi columna de la semana pasada:

Parece que sin necesidad de mencionar nombres, dos poetas (uno varón, la otra mujer) del medio local se sintieron ofendidos cuando critiqué la centralista y comercialona lista de 60 invitados que el Ministerio de Cultura del gobierno de Sagasti dejó dispuesta para representar al Perú en la próxima Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Uno declaró sentirse “irritado”. La otra, “mezquineada”, según confesaron en largas notas de sus respectivos muros de Facebook. Curiosamente, ambas reacciones apuntan a defender a la última poeta, a quien yo había llamado “novel” y que tenía “un bachillerato en ciernes”, muy a propósito para subrayar su juventud, en contraste con el largo recorrido profesional y de publicaciones de tantos y tantas otras autoras nunca invitadas a una feria de este tipo. Sin embargo, con claras anteojeras, y jalando agua para sus molinos, ambos poetas interpretan que exijo cartones académicos como requisito para ser buen escritor. Solo en una mente estrecha y manipuladora podría caber esa lectura. Asimismo, resaltar el carácter independiente de las editoriales de la poeta y el esfuerzo y dedicación de esta a la escritura creativa parecería ser para ellos un mérito exclusivo, nuevamente en contraste con decenas y decenas de escritores que llevan muchos más años realizando el mismo esfuerzo y publicando con denodado sacrificio. Escribir literatura y crítica, y publicarla, no es nada fácil. Todos lo sabemos bien, pero no es algo único de ningún poeta en particular.

Tal como en el caso de la congresista Chirinos, los poetas quejosos instrumentalizan los lobbys feministas (que sí existen, y no son ninguna fantasía, sino una realidad que algunos machitos de izquierda, muy caballerosos, pretenden ocultar) para defender a rajatabla la lista de Sagasti, coincidiendo con la postura del derechista periódico Perú21, contra cuyas críticas al nuevo ministro Ciro Gálvez mi columna levantó la voz. Curiosa coincidencia de una izquierda oficialista y oenegera –metida hasta el tuétano en el Ministerio de Cultura anterior– con la reacción mediática y golpista. No por nada el poeta quejoso había llamado en abril al entonces candidato Pedro Castillo un “resentido” e “irracional”. Saquen sus conclusiones.

 

Tags:

Gabinete Bellido, Guido bellido, Patricia Chirinos
Página 30 de 34 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34
x