Creado en octubre de 2012, durante el gobierno de Ollanta Humala, el programa Qali Warma (niño fuerte, en quechua) se inscribe dentro de las funciones del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, y consiste en entregar productos lácteos, carnes en conservas, aceites y azúcares, a fin de mantener una dieta equilibrada de los estudiantes de educación pública durante el año lectivo.
Los productos entregados a los niños para su preparación en casa ascienden a una treintena de ítems, los cuales son proveídos al programa por un grupo grande o pequeño de productores, de intermediarios y de importadores. La cantidad variable de proveedores, el cambio constante de productos por la estacionalidad de estos y las innumerables triquiñuelas ideadas por los burócratas para favorecer a sus allegados convirtieron desde un inicio al programa en fuente de conflictos.
Para intentar “disminuir” esos conflictos, los burócratas crearon supervisiones para la compra de productos, supervisiones para que supervisen a los supervisores y muchos sistemas de control tan abundantes como inútiles.
Habla un funcionario (necesariamente) anónimo sobre el Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma
A finales de 2023, Qali Warma sacó una ficha donde pedía que se emita un certificado con el logotipo acreditado solamente para los productos microbiológicos.
Entonces, nosotros hicimos una consulta al INACAL (Instituto Nacional de Calidad) sobre esa acreditación. Es más, todos los laboratorios hicieron sus respectivas consultas al INACAL. E INACAL dijo que con esa ficha no se puede certificar; entonces, todos nos preguntamos: “¿con qué documento nos teníamos que certificar?
Tras muchas preguntas, a finales del año pasado se acreditó a un laboratorio, mediante la norma 591. Esa es una norma en la que sí te puedes acreditar, pero eso se tenía que decir en la ficha. Y en la ficha no decía eso.
En la ficha decía: “tú te tienes que acreditar con el logotipo”.
Pero el Instituto Nacional de Calidad (INACAL) dijo que en la ficha no se puede acreditar porque Qali Warma no está autorizado para hacer normas. Es decir, todo estaba encaminado para ese laboratorio que se acreditó. Y en el camino Qali Warma se sentó encima de lo que INACAL decía: “que eso no se puede”.
Finalmente, desviaron todo para que el laboratorio INSYLAB atienda a todos los proveedores de Qali Warma, cómo hizo ese laboratorio que cuenta con un sólo inspector para atender a todos los proveedores que necesitaban acreditarse.
INACAL ni siquiera revisa la capacidad de atención del nuevo laboratorio, sabiendo que solamente hay uno para todo el país. No tiene capacidad.
“Yo no soy proveedor de Qali Warma, yo estoy en el medio, pero conozco todo el tema, yo, más bien, trabajo en el lado de los laboratorios. En su momento, en los laboratorios nadie dijo nada; nos quejábamos pero nadie decía nada”.
Desde que en 2012, Nadine Heredia y “sus ministras” pusieran en marcha Qali Warma, se ha acusado a viceministros, a directores y a jefes del programa de más de una pillería en la compra y asignación de los productos destinados a la alimentación de las familias carenciadas de los estudiantes de las escuelas públicas.
Pero hasta el día de hoy, nadie había denunciado que una persona vinculada directamente al poder, como es el portavoz de la Presidencia de la República Fredy Hinojosa, estaba comprometido en presuntas irregularidades en el manejo de Qali Warma.
Se dice que el portavoz de la Presidencia no solamente se habría limitado a tomar acciones ante una denuncia de falsificación de documentos, sino que habría modificado el manual de compras a fin de beneficiar a grandes proveedores, ligados de una forma o de otra al poder político.
El recientemente nombrado portavoz de la presidenta Dina Boluarte dejó de protagonizar las noticias por sus respuestas evasivas a los cuestionamientos a la Presidencia y pasó a ser uno de los funcionarios más cuestionados por su labor como director ejecutivo de Qali Warma en el periodo marzo 2019-noviembre 2021.
Según el programa periodístico Cuarto Poder, Hinojosa conocía los pormenores de una denuncia sobre falsificación de documentos, mientras dirigía el programa, pero no tomó medidas para denunciar a las empresas implicadas. El caso se remonta a agosto de 2021, cuando Boluarte encabezaba el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social y una empresa denunció el ilícito.
Es necesario mencionar que, como parte del procedimiento, el programa contrata a numerosos proveedores, quienes compran a terceros los alimentos no perecibles. Los proveedores deben demostrar que cumplen con los requisitos de calidad y de salubridad a través de un certificado emitido por un laboratorio especializado.
El problema surgió cuando un laboratorio denunció no tener relación con una certificadora que falsamente acreditó productos comprados por los proveedores.
Silvia Monzón, coordinadora de la Procuraduría del Midis, afirmó que Hinojosa debía verificar la cantidad de proveedores que distribuían dichos alimentos, pero no lo hizo.