Emprende

“¡Marta, pásame el destornillador!” y Marta le alcanza el martillo…

Bastante molesto e irritado José le reclama a Marta: “¿Es que tú no sabes escuchar? Yo te pedí el destornillador”. Y ella contestará: “¡No, José!, tú me pediste el martillo. ¡Clarito escuche cuando dijiste martillo!”.

“¡Qué no! Te pedí el destornillador”, insistirá José.

Entonces, la discusión se pondrá peor. Cuando cada uno, por defender su posición, traiga temas que nada tienen que ver con la situación.

¿Será posible un desenlace distinto? ¿Será posible lograr un resultado diferente? Veamos la misma historia con una actitud y enfoque nuevo. Uno en el que nuestro foco se oriente a conseguir el resultado y no en ver quién está equivocado o quién tiene la razón.

“¡Marta me pasas el destornillador!”. Y Marta trae el martillo.  Aquí es donde todo puede ser distinto.

José puede decidir tener la razón. Él dijo lo que dijo y nunca se equivoca.  Es decir, la del problema es Marta porque no escucha, porque siempre piensa en cualquier cosa y quién sabe qué más podría inventarse. Por este camino, ya sabemos el resultado y el destino.  O puede estar realmente comprometido con el resultado y la relación, de tal manera que esos objetivos sean más importantes que “tener la razón” y abrir posibilidades a obtener el resultado que se desea: Que Marta traiga el destornillador.

Entonces la situación puede ser la siguiente:

“¡Gracias Marta! Es posible que no me haya dejado entender, o me haya equivocado o quizás no lo haya dicho claramente. Pero lo que necesito es el destornillador para colocar el tornillo ¿Me podrías traer uno?”. Simple y sencillo.

Solo se necesita abrirnos a la posibilidad de que lo sucedido pudo haber sido nuestra responsabilidad.

Si depende de mí que Marta entienda, puedo volver a probar, generar claridad y lograr mi resultado. Pero si la otra persona es “el problema”, ya no tenemos posibilidades porque depende de ella o él y no podemos hacer nada al respecto. En ese caso mis resultados están supeditados a otra persona y esto en muchos casos agrava la situación porque nos genera frustración.

Cuantas veces en nuestro día a día nuestro compromiso es mayor con “tener la razón” que con los resultados que queremos (sin estar consientes).

Esto está basado en nuestras creencias o paradigmas. Muchos de los cuales ni siquiera son nuestros, porque en muchos casos, son aprendidos durante nuestro crecimiento o son asignados por la cultura o sociedad, adoptándolos como propios.

Decimos querer lograr “A” pero logramos “B”, y preferimos encontrar todas las evidencias, excusas y problemas externos por lo que no logramos “A”, en vez de enfocarnos en seguir buscando la manera de lograr “A”. Y lo más importante, no queremos hacernos cargo o aceptar que si dices querer “A” pero constantemente obtienes “B”, la realidad es que inconscientemente tu compromiso realmente es “B”. Por eso muchas veces no vemos o encontramos otras posibilidades.

Imagínate ir a algún lugar y por ‘X’ razón no se puede transitar por el camino habitual.  En ese caso, podemos molestarnos, gritar, pensar en toda la genealogía del alcalde de turno. Y sí, es cierto, tenemos todo el derecho a estar molestos, que es injusto, que pagamos nuestros impuestos, etc. Y sí, tenemos razón. Pero queremos estar claros que todo eso no hará que lleguemos a tiempo.  Que distinto sería si la actitud y el pensamiento estuviesen comprometidos con llegar a tiempo más que con tener la razón; de que eso no debería estar sucediendo, que es injusto, etc.  Simplemente buscaríamos otro camino. Porque en el fondo, no importa cuánto gritemos, nos molestemos o irritemos, la situación no va a cambiar.

Otra forma en la que muchas veces preferimos tener la razón versus tener éxito es cuando decimos: “Es que yo soy así”. En realidad, no lo eres. Actúas de una u otra manera, pero no lo eres. Es una conducta aprendida. Puedes revisar un artículo que escribí -hace una semana- que se llama “El poder de las palabras”, donde hablo un poco más profundo del tema; y próximamente publicaré un artículo en donde veremos con mayor profundidad la diferencia entre “ser” y “actuar”.

Debemos cambiar el foco de tener la razón y actuar como una “víctima” de la situación o de una persona, para pasar a verme como el autor y creador de mis resultados. Comprometerme con ellos de tal manera que lo que tenga presente es cómo los puedo obtener y no las excusas, pretextos o inventos de por qué “yo no puedo”.

¿Qué resultados podrías obtener en tú vida si momento a momento te comprometes a enfocarte en los caminos hacia tus resultados, y no en las razones por las que no los puedes tener?

Disfruta el camino al éxito.

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Empresa, éxito, Liderazgo

En el proceso de lanzar al mercado un nuevo producto o probar nuevos servicios, lo que se pone en marcha es un proceso de innovación, generalmente, esto demanda un análisis y recursos que, en este momento, no todos los emprendimientos pueden realizar en medio de la emergencia sanitaria.

 

Ante ello, Eddie Valdiviezo, director del HUB UDEP, la incubadora de emprendimientos de la Universidad de Piura, considera que el primer paso de un emprendimiento que quiere innovar debe ser plantearse cuál es el propósito de la empresa. Una vez que se tiene en claro qué problema se quiere resolver y para cuántas empresas, se puede pensar en las oportunidades de negocio, pero siempre desde la empatía.

 

“El negocio de hacer empresa es un ejercicio de empatía porque se pone al servicio de los demás toda la experiencia de trabajo que uno tiene para resolver problemas de las personas. A veces lo olvidamos por centrarnos en los procesos, en las ventas, en la cuota de mercado”, indica.

 

También explica que este proceso de innovación puede traer consigo errores o aprendizajes porque se trata de una hipótesis de lo que quiere el cliente. “A lo mejor el cliente lo que quiere es otra cosa, tiempos de entrega más rápidos. Son aprendizajes que te permitirán tener una nueva fuente de ingresos en tu empresa. Aunque al inicio sea poco lo que aporten los productos y servicios innovadores, el tema es pensar en el negocio del futuro”, precisa.

 

Formas económicas de innovar

La alternativa más sencilla para hacer hipótesis sobre los productos o servicios en los que se puede innovar es conversar en todo momento con los clientes. La innovación debe partir de esa conversación directa, donde se identifican los problemas a solucionar.

 

“Ellos son los que tienen el problema y lo conocen mejor que nadie. Tienen la solución, pero lo darán en varias conversaciones y ese problema va a ir cambiando. El contexto que vivimos les ha afectado mucho. No se debe conversar solo cuando se quiere lanzar algo, sino también cuando se está vendiendo”, advierte.

 

Para el proceso de lanzamiento de un nuevo producto o servicio al mercado consideró que hay dos diferencias; si la empresa no tiene la capacidad para hacer algo como un estudio de mercado, o el contexto económico difícil, donde los emprendedores y pequeñas empresas deben ponerse creativos.

 

“Lo que recomendamos nosotros es probar rápido y barato. Por ejemplo, sacar un prototipo para testearlo con un pequeño grupo de clientes. Muchas de las nuevas metodologías hablan sobre esto en la forma del co-diseño y la co-construcción. Esto genera que haya realmente una validación en el camino”, agrega.

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Emprendimiento, Innovación, Pandemia

La Cámara de Comercio de Lima (CCL) estima que la pandemia de la COVID-19 impulsó que unos 9 millones de peruanos compraran a través de internet solo en el 2020. La CCL calcula que en el último año, el 29.10% de la población realizó compras por Internet de entre S/250 y S/500. Mientras que otro 20.90% tuvo gastos superiores a S/1,000 por cada compra online. Se trata entonces de un creciente mercado que necesita ser cada vez más eficiente para dar la mejor experiencia a los usuarios y generar rentabilidad a las empresas.

 

Expertos de Sage Advice, consultora de gestión empresarial brindan algunos consejos para que puedas sacar el máximo provecho de tu página web para seguir haciendo ventas.

 

Nombra tu web

Al momento de crear una web para ecommerce o tienda online, deberás colocarle un nombre que contenga al menos una palabra clave que permita que el buscador arroje tu web como resultado. Por ejemplo puedes poner al lado del nombre de tu marca palabras como “calzado”, o “lencería”, según el rubro de tu negocio.

 

Evita colocar nombres demasiado largo. Procura que oscile entre los 50 y 75 caracteres.

No olvides colocar una descripción de la web para que buscadores como Google indiquen rápidamente a tus clientes qué encontrarán en tu web.

 

Revisa el tiempo de carga de tu web

Si tarda más de 3 segundos en cargar, posiblemente estés perdiendo ventas. En general, imágenes muy pesadas y widgets complejos pueden retrasar la carga de tu web. Sobre las imágenes, es muy importante que estén correctamente optimizadas, sean estéticas y que sus enlaces tengan un texto explicativo. Apóyate en el SEO usando palabras clave para que motores de búsqueda como Google prioricen tu web.

 

Vincula correctamente los enlaces

No dejes puertas sueltas que terminan mareando al usuario. Si colocas algún enlace, así sea de un producto agotado, que este lleve a un aviso al respecto para que el cliente pueda tener certezas sobre tu stock.

 

Consejos prácticos:

– No crees sitios web espejo, es decir, que sean idénticos y que se enlacen entre ellos.

– Usa palabras claves para mejorar tu posicionamiento. Para tener claro qué tipo de palabras buscan más los usuarios, usa Google Trends.

– No uses fuentes pequeñas para conseguir que entre el máximo número de palabras, pues dificulta la experiencia del usuario.

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Emprendedor, Negocio, Página web, Potenciar

Muchas veces visitamos sitios web y aparece esa ventana que pide “Aceptar todas las cookies”. Presionamos OK y continuamos con nuestra navegación, pero ¿te has preguntado qué significa conceder ese acceso? En realidad las cookies no son peligrosas por sí mismas. Como Google explica, una cookie es un pequeño fragmento de texto que los sitios web que visitas envían a tu navegador. Las cookies permiten que los sitios recuerden información sobre tu visita, lo que puede hacer que sea más fácil volver a visitarlos.

 

Por ejemplo, las cookies son usadas para recordar tu idioma de preferencia, hacer que los anuncios que ves sean más relevantes para ti, contar el número de visitas que se reciben en una página, ayudarte a registrarte en nuestros servicios, proteger tus datos y recordar tu configuración de anuncios.

 

Acceso a mayor información

 

Como las cookies sirven para conocer la información sobre tus hábitos de navegación, algunas empresas como Facebook y otros servicios publicitarios, insertan paquetes de cookies en diversas webs que visitas en Internet, aunque no necesariamente estén relacionadas con sus servicios.

 

Estas cookies permiten a estas empresas saber en qué páginas entras, y por lo tanto, crear un perfil de tus gustos personales. También pueden registrar tus búsquedas en los buscadores como Google o Bing, o los internos de tiendas online, también para conocer tus preferencias y necesidades. Esto explica por qué cuando visitas una web aparece publicidad sobre algo que te interesa o que has buscado últimamente. Esto también se aplica en redes sociales, cuando Facebook o Instagram te ofrecen publicidad, pues ellos también almacenan tus datos.

 

Por el lado de los anunciantes, esto es justamente lo que permite que la publicidad en redes por parte de pequeños negocios o emprendimientos logre llegar a un determinado público e incluso alcanzar otro tipo de audiencias.

 

Cookies para la seguridad

 

No todo es negativo. Las cookies que se utilizan con fines de seguridad sirven para autenticar a los usuarios de forma segura, protegerlos cuando interactúan con los servicios y prevenir el fraude. De este modo, solo el propietario de una cuenta puede acceder a ella. Por ejemplo, las cookies «SID» y «HSID» contienen registros cifrados y firmados de forma digital del momento de inicio de sesión más reciente y del ID de cuenta de un usuario, como explica Google. La combinación de estas cookies nos permite bloquear muchos tipos de ataques, como, por ejemplo, intentos de robo del contenido de los formularios.

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Compras, Cookies, Internet, Marketing digital

Gary D. Burnison, CEO de Korn Ferry, una de las empresas de consultoría y reclutamiento más grandes del mundo, indicó a Forbes que los directores de las empresas tienen que resolver las cosas realmente importantes, evitar un mal proceso de contratación y no ser impulsivos.

 

“Tienes que ser congruente con tus decisiones, con tu propósito, porque lo que estás tratando de tener son seguidores y, al final del día, un CEO es un líder. Tú tienes que crear esos seguidores, esa hermandad; tienes que hacer una conexión emocional”, aseguró el especialista al medio mexicano.

 

Dado el nivel de importancia de un CEO para la empresa y para el equipo, expertos de Crehana explican algunos de los errores más comunes de estos líderes que deben ser evitados:

 

No tomar riesgos: Arriesgarse es el primer paso para que la empresa siga creciendo. Muchas veces cuando un CEO tiene una excesiva precaución, la empresa se estanca y es difícil impulsar un cambio.

 

Falta de sincronía con sus equipos: De nada serviría crear planes y objetivos, si un CEO no evaluará cómo los equipos los ejecutan. Es necesario que en la semana se puedan tener reuniones para hacer un feedback para mejorar los procesos. La comunicación es necesaria para tener un norte claro de hacia dónde quiere ir la compañía.

 

No aceptar sus errores: Un CEO que no se da cuenta de cuáles son sus desaciertos, puede hacerle daño a la empresa. A veces sucede que el CEO piensa que siempre tiene la razón y no está abierto a sugerencias de sus trabajadores, afectando procesos y resultados. Mayor apertura y reflexión al cambio son necesarias.

 

No dar instrucciones claras: Los trabajadores a veces no preguntan acerca de lo explicado por temor o inseguridad. Un CEO debe asegurarse que todo quede claro y sea entendido, para evitar retrocesos. Por ello, este profesional debe siempre inculcar una relación de confianza con todos sus trabajadores, no solamente con los gerentes.

 

No trabajar en sus habilidades: Al llegar a una posición laboral de gran importancia, lo que puede ocurrir es que este profesional no se interese más en seguir adquiriendo conocimiento. Es importante que esto nunca ocurra, pues ahora más que nunca es cuando el CEO debe estar ansioso por aprender nuevas habilidades, desarrollar sus soft skills, incursionar en talleres de negociación, y otros para poder seguir liderando con claridad.

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CEO, Constitución de empresa, Errores

Cuando postulamos a un trabajo, mostramos lo mejor de nosotros en nuestro curriculum y durante la entrevista, pero la realidad es que las áreas de Recursos Humanos también toman en cuenta la imagen que proyectamos en redes sociales. Esta es una técnica cada vez más común, puesto que nuestras redes son una puerta abierta para que las personas conozcan nuestro verdadero ser.

 

A veces las redes sociales pueden ser traicioneras, e incluso quitarnos oportunidades de trabajo. Expertos de Glassdoor, plataforma de evaluación de empresas explican cinco cosas a evitar en tus redes sociales si estás postulando a un nuevo empleo:

 

1. Publicaciones polémicas: Todos tenemos derecho a expresarnos libremente en nuestras redes sociales, sin embargo, esto siempre debe hacerse de manera responsable. Existen diferentes tópicos cuya naturaleza es bastante polémica y es fácil que las opiniones sean mal interpretadas. Lo recomendable es evitar emitir un posicionamiento radical, así como descalificaciones e insultos contra personas que opinen lo contrario.

 

2. Seguir páginas o personas comprometedoras: Tus interacciones con las personas, empresas y páginas que sigues también dicen mucho a los reclutadores. Las reacciones, comentarios y contenido de terceros que compartes son visibles para cualquier persona, y puede comprometer tu reputación como profesional. Evitarse realizar comentarios ofensivos y escribir opiniones agresivas contra una persona u organización, así como cuidar a qué personas y empresas sigues en tus diferentes redes.

 

3. Etiquetas en fotos y publicaciones poco profesionales: Si bien no puedes controlar directamente el comportamiento de otras personas en sus perfiles y lo que publican, es recomendable activar la función de aprobación de etiquetas, de esta manera que puedas controlar en qué publicaciones te involucran y cómo eres mostrado ante otras personas.

 

4. Hablar mal de tu trabajo anterior: Expresar desprecio de forma constante a tu trabajo, tu jefe, compañeros o labores mostrará a otras personas que eres conflictivo y que no sabes cómo adaptarte a tu entorno. Además de mostrarte como alguien negativo, esto podría indicar a los reclutadores que probablemente no supiste cómo superar los obstáculos de tu anterior empleo y prefieres echar la culpa a otras personas.

 

5. Exponer tu vida privada: Contar tus conflictos personales, así como cada plan que realizas o logro que alcanzas te puede hacer ver como alguien inseguro, que requiere del visto bueno y aprobación de los demás para tomar decisiones en su vida. Además, también expone tu seguridad al brindar demasiados datos sobre las acciones que llevas a cabo y los lugares que frecuentas.

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Conflictos, Oportunidades laborarales, Problemas, Redes sociales

Si ya cuentas con un negocio y deseas tener un local para la atención al cliente, labores administrativas u otros, necesitarás una licencia de funcionamiento. Esta es la autorización que otorgan las municipalidades a los titulares para el desarrollo de sus actividades económicas en un establecimiento determinado. Al contar con una licencia evitarás una clausura y eventual multa o sanción. Además, su vigencia es indeterminada.

 

Existen diversos tipos de licencias de funcionamiento según el nivel de riesgo del negocio: bajo, medio, alto y muy alto. Para determinar este nivel de riesgo, la Municipalidad de Lima evaluará dónde se encontrará ubicada tu actividad económica, considerando zonificación y compatibilidad de usos, y concluirá si corresponde realizar una inspección previa o posterior.

 

Las licencias de riesgo bajo y medio se caracterizan por ser otorgadas antes de haber pasado por una Inspección Técnica de Seguridad en Edificaciones (ITSE), la cual es realizada por la Gerencia de Gestión del Riesgo de Desastres. Sin embargo, para las de riesgo alto y muy alto, se realiza una inspección previa. Una vez aprobada, se otorgará la licencia de funcionamiento.

 

¿Cómo obtener una licencia de funcionamiento?

 

La Ley Marco de Licencia de Funcionamiento indica los siguientes requisitos:

 

– Copia simple del título de profesional en el caso de servicios relacionados con la salud.

 

-Informar en la declaración jurada el número de estacionamientos de acuerdo a la normativa vigente.

 

– Copia simple de la autorización sectorial respectiva en el caso de aquellas actividades que conforme a Ley la requieran de manera previa al otorgamiento de la licencia de funcionamiento.

 

– Copia simple de la autorización expedida por el Ministerio de Cultura, conforme a la Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación. Excepto en los casos en que el Ministerio de Cultura haya participado en las etapas de remodelación y monitoreo de ejecución de obras previas inmediatas a la solicitud de la licencia del local por el cual se solicita la licencia.

 

La Municipalidad deberá otorgar la licencia, en caso todo esté correcto, en un plazo máximo de quince días hábiles desde ingresada la solicitud. Para empezar con el trámite de forma digital, iingresa aquí: https://aplicativos.munlima.gob.pe/extranet/licencias/.

 

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Emprendimiento, Licencia de funcionamiento, MYPE, Negocio

En los últimos años se ha hablado y hecho innumerables estudios sobre los millennials, pero hay una nueva generación que va tomando cada vez más protagonismo, sobre todo porque ya se está insertando al mercado laboral: los centennials. Esta generación está conformada por las personas nacidas a partir del año 1997 bajo una fuerte incidencia de la tecnología.

 

Según el estudio “Centennials Latinoamericanos”, elaborado por el Instituto San Ignacio de Loyola – ISIL, se estima que para el 2022, los centennials conformarán aproximadamente el 25% de la fuerza laboral a nivel mundial.

 

Aspiraciones laborales

 

El estudio de ISIL revela algunos datos interesantes sobre esta generación que nos da luces sobre sus aspiraciones y objetivos en el campo laboral. El 57% de ellos prefiere empresas que valoren el bienestar de sus empleados. Además se inclinan por las organizaciones que apuestan por la innovación y priorizan la línea de carrera.

 

Respecto a sus líderes, los centennials esperan que un líder se comunique asertivamente y demuestre integridad. Además, a nivel Latinoamericano, la inteligencia es preferida en Argentina, Ecuador y México, así como la visión de largo plazo en Perú y Colombia.

 

Otro dato interesante es que el 71% de los centennials consideran que la ética define al profesional del futuro, además de la capacidad de aprender y las buenas relaciones con otras personas.

 

Sobre sus metas de largo plazo, los centennials tienen una clara inclinación hacia el emprendimiento (68%). Los hombres tienden a tener más iniciativa para el emprendimiento (73%) en comparación con las mujeres (66%).

 

Este estudio de ISIL identificó además dos perfiles de centennials. Están los idealistas, quienes valoran la comunicación, el bienestar y las habilidades blandas; y los prágmáticos, quienes valoran el reconocimiento al trabajo duro, y están enfocados en aprender aspectos técnicos del trabajo.

 

Según el estudio ‘OK Zoomer: Gen Z Primer’ de Bank of America, esta generación nunca ha conocido una vida sin Google, el 40% prefiere pasar el rato con los amigos de manera virtual que presencial, pasarán seis años de su vida en las redes sociales, no usarán tarjetas de crédito y son activistas del clic.

 

El documento también afirma que beben menos alcohol, consumen menos carne y no consideran poseer un coche como una prioridad. Son activistas por la naturaleza, son emprendedores digitales, y El 95% de los ‘centennials’ busca y lee comentarios para mejorar y validar su elección de productos. Busan la innovación constante y serán la nueva fuerza productiva del país.

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Centenials, Costumbres, Digital, Teletrabajo

En materia económica, los candidatos que finalmente disputarán la segunda vuelta en las elecciones presidenciales, Keiko Fujimori y Pedro Castillo, se encuentran en posiciones totalmente opuestas. Mientras que la lideresa de Fuerza Popular defiende la Constitución aprobada durante el Gobierno de su padre, su rival del partido Perú Libre plantea cambiarla en una Asamblea Constituyente, que se convocaría por referéndum.

 

En conversación con sudaca.pe, Roberto Chang, profesor de Economía de la Universidad de Rutgers (New Jersey) y uno de los macroeconomistas más respetados en los círculos académicos norteamericanos, hizo un balance de las propuestas de ambos candidatos y consideró que las de Perú Libre resultan las más preocupantes para el manejo económico del país.

 

El candidato Pedro Castillo plantea un cambio de la Constitución, ¿cómo podría afectar esto a la economía?

 

Creo que considerar un cambio no es malo en general, pero el problema es qué tipo de cambio proponemos. Leyendo los planes de Gobierno, las propuestas que hace el candidato Castillo, tanto en lo económico, como en lo político y social, son propuestas sumamente preocupantes. El plan de Gobierno Perú Libre dice que veamos a los países vecinos (Ecuador y Bolivia) y ese es un ejemplo muy preocupante.

 

Cuando se habla de nacionalizar los recursos extractivos, ¿cómo les ha ido a estos países?

 

En Ecuador no se nacionalizó en el sentido de tomar el control de la propiedad, pero básicamente se expropió parte de las utilidades. Bolivia sí nacionalizó compañías de hidrocarburos. En ambos casos se puede decir que se forzó un cambio en el reparto de ganancias, pero los caminos han sido diferentes.

 

¿En qué sentido se diferencian?

 

A Bolivia le ha ido mucho mejor que a Ecuador. Ecuador usó los recursos que ganó con estas renegociaciones forzadas, el repudio de la deuda externa y el precio alto del petróleo para una expansión del gasto fiscal corriente, sin mirar al futuro. Al gobierno de Correa le fue bastante bien el 2014 y cuando el precio del petróleo se fue al hoyo, el Gobierno colapsó. En los últimos años les ha ido muy mal.

 

El otro ejemplo es Bolivia…

 

Bolivia mantuvo una posición mucho más prudente. Sí hubo una nacionalización y eso les ha costado en términos de tener poca inversión extranjera. En el manejo macroeconómico han ahorrado más recursos, de tal manera que cuando cayó el precio del gas, el Gobierno tuvo recursos para aliviar ese bajón, pero ahora se están preguntando de dónde vendrá el crecimiento de los próximos años.

 

Si un eventual Gobierno de Perú Libre hiciera cambios a las ganancias de las empresas mineras, ¿todavía serían viables sus operaciones?

 

Todo depende de qué reglas sean. Si se trata de expropiar, en el corto plazo, el país va a seguir produciendo el cobre, la plata porque son inversiones iniciadas, pero se va a notar en el mediano plazo porque las inversiones paran. El tema también sería, ¿qué se hará con el dinero recaudado? En estos momentos, el problema no es un poco acceso a recursos financieros. Ese sería un diagnóstico totalmente incorrecto. Mucho de lo que dicen de los países que nacionalizaron sus recursos naturales son versiones bastante tendenciosas. Es una narrativa falsa desde mi punto de vista.

 

¿A qué se refiere con el costo de las expropiaciones a largo plazo?

 

En el mediano plazo, el problema es que se tiene que convencer de que se hizo solo una vez, pero no se volverá a hacer, ¿quién te cree? Es el problema actual de Bolivia y Ecuador. El gran problema de las nacionalizaciones es que es cortoplacista, es una estrategia miope que durará 5 o 10 años, con suerte.

 

Por el lado de Keiko, no hay mayores cambios, ¿o sí?

 

La propuesta de ella es más en el sentido de complementar el modelo económico con temas de distribución y programas sociales. Más énfasis en distribuir más ampliamente. El problema de Keiko es más político. Creo que no hay duda de que el modelo ha contribuido mucho a la prosperidad en los últimos 20 años. Claro que hay problemas que persisten, no ha sido perfecto.

 

¿Qué cambios se pueden hacer al modelo para que responda a la población más perjudicada con la pandemia?

 

La respuesta correcta es tratar de recobrar el empleo. El empleo ha sufrido mucho. El modelo tiene sus debilidades y eso ha permitido la persistencia de un alto grado de informalidad, incluso antes de la pandemia era entre 60% y 70% de la fuerza laboral, y eso ha sido inaceptable. Creo que el Gobierno que entrase debería tener un acuerdo nacional con todos los sectores. Es posible, sí. Si es políticamente esperable, no soy tan optimista.

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Economía, Economista, Roberto Chang
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