El factótum radical Vladimir Cerrón y el congresista Bermejo se dan el lujo de criticar públicamente una decisión presidencial, la de nombrar como nuevo Canciller al embajador Oscar Maúrtua. Claramente, es Cerrón el gran titiritero que parece creer que el Presidente es su subalterno.
Lo que cabe preguntarse es qué pasa con los otros socios del régimen, que son Juntos por el Perú y Nuevo Perú. ¿Han decidido, desde el Congreso, desde el Ejecutivo o desde afuera, con sus respectivos liderazgos, guardar absoluto silencio respecto de los despropósitos enfebrecidos del cacique de Junín?
Ya de por sí era cuestionable el incondicional apoyo que Verónika Mendoza, Marisa Glave, Indira Huillca, Marco Arana y demás líderes de la izquierda moderada del país le extendieron a una propuesta política como la de Perú Libre que en plena campaña de segunda vuelta, a través de Cerrón, hacía absoluto derroche de inmadurez e infantilismo ideológico, además de mostrar un radicalismo pueril y desplegar un profundo irrespeto por los derechos civiles que la izquierda de JPP y NP supuestamente enarbolan.
¿La “gratitud” por los ministerios entregados los conduce a la obsecuencia absoluta respecto de los desmanes políticos cometidos con la designación del gabinete Bellido, con sinfín de impresentables como ministros, incluido el propio Premier?
La contención al riesgo radical, populista y autoritario del gobierno, que lidera la dupla Castillo-Cerrón, no puede provenir solamente del centro y de la derecha, que felizmente han entendido que su rol de vigilancia debe ser activista y pertinaz.
También desde dentro del propio gobierno, donde se notan las tensiones y fisuras existentes, la izquierda moderada tiene un papel que cumplir. Nadie podría exigirle a Francke, Sánchez o Durand que, al estilo Bermejo, resuelvan sus eventuales diferencias a través de las redes sociales. En su caso, la batalla debe ser silente y persuasiva más que impositiva.
Pero desde las orillas externas, sorprende el silencio de los líderes sociales, políticos, ideológicos o intelectuales de la izquierda moderna, que no anteponen lo que a estas alturas ya merece una crítica legítima y contundente.
Si esa izquierda moderada quiere tener algún futuro político y electoral debe saber mantener una perspectiva propia respecto del gobierno de Castillo. Y si en determinado momento, las circunstancias lo ameritan, ser capaz de romper y marcar un rumbo distinto. La mímesis que hasta el momento se aprecia entre el proyecto castillocerronista y la izquierda más centrada es deleznable.
Va a ser importante que el centro político del país se reactive y no sea solo la derecha la que lidere la contención de cualquier arresto radical y autoritario de un régimen sobre el que aún no hay plena certeza respecto de cuál camino ideológico va a seguir.
Eso requiere que no solo hablen o actúen políticamente figuras como César Acuña, Raúl Diez Canseco, Jonhy Lescano, Daniel Urresti o Julio Guzmán, sino también otros personajes vinculados a este segmento ideológico de la población que ya de antemano apreció con horror que la segunda vuelta se definiera entre Keiko Fujimori y Pedro Castillo.
Particularmente, sería importante que personajes como Francisco Sagasti o Salvador del Solar, ambos con gran predicamento en amplios sectores de la población, hagan sentir su voz y parecer respecto de la situación crítica por la que pasa el país.
Como es público y notorio ambos no gozan de muchas simpatías en ciertos predios derechistas. A Del Solar no le perdonan haber sido el artífice de la disolución del congreso fujiaprista y a Sagasti lo tildan, en franco delirio, de comunista o de haber pertenecido al “Moradef” (¿?).
Pero ojalá la derecha o el fujimorismo entiendan que frente al riesgo potencial de que la dupla Castillo-Cerrón, nos lleve a la deriva venezolana o nicaraguense -posibilidad abierta en tanto insistan con el tema de la Asamblea Constituyente-, lo que se necesita es la unidad de opciones políticas diversas, eventualmente enfrentadas entre sí, pero que coincidan en que la democracia y el modelo de mercado son lo mejor que tiene nuestro país y que ambos activos políticos y económicos no pueden ser arrasados por un gobierno sin mandato legítimo para hacerlo.
Hay que aprender las lecciones regionales. Proyectos populistas radicales como los que se aplicaron en Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Ecuador o, inclusive, Argentina, solo fueron posibles porque la oposición se dividió, se peleó entre sí, y permitió que los gobernantes de marras se apropiasen de la narrativa y legitimidad populares y luego pudiesen hacer tabla rasa de cualquier resistencia cívica a sus despropósitos.
Hoy, el régimen está débil, en gran medida por sus propios errores, pero no hay que confiar en que se mantenga así en el tiempo. Si encuentra la fórmula de desplegar políticas populacheras, o azuzar la confrontación con el Congreso o la prensa (ambos poderes lamentablemente desprestigiados), podría reencontrar algún rumbo de popularidad que lo anime a seguir la ruta radical que hoy su debilidad parece tornar inviable. No se puede bajar la guardia frente a tan seria amenaza y se van a necesitar todas las voces para evitarla.
Las prioridades han cambiado para la coalición de izquierdas que apoya a Pedro Castillo. Si en un inicio lucharon para vencer la narrativa del fraude electoral, tras la proclamación de Pedro Castillo apuntan a sesionar con él y sus ministros para que atienda sus demandas de manera directa. “Ahora se nos viene una tarea mayor: luchar por la gobernabilidad, luchar para que el gobierno cumpla el compromiso asumido con este pueblo, que tiene grandes expectativas”, dijo la profesora Mery Coila el pasado 13 de agosto, durante una asamblea del Frente Nacional por la Democracia y la Gobernabilidad (FNPG).
El FNPG, que nació a mediados de junio pasado, reúne desde entonces a representantes de organizaciones políticas como Juntos por el Perú, Perú Libre, Nuevo Perú y el Partido Comunista Peruano. Ahora, también al flamante Partido Político Magisterial y Popular, que los profesores del sindicato que fundó Pedro Castillo (Fenate-Perú) pretenden inscribir y del que Coila es presidenta.
La presidenta del FNDG y del Partido Político Magisterial y Popular (PPMP), Mery Coila, cuenta a los participantes de la asamblea sobre su conversación con Evo Morales y su experiencia de gobierno con las organizaciones sociales (ver minuto 4:50).
Además, se han sumado a las reuniones representantes de sindicatos y organizaciones sociales, como los trabajadores del Banco Central de Reserva (BCR) y el Banco de la Nación, la Federación de Trabajadores de la Reniec, el Frente Unitario Popular (FUP), el Colectivo Juventud Patriota, los etnocaceristas, los administrativos del sector Educación, los directores de colegios públicos y la coordinadora nacional de asociaciones de padres de familia, así como los ronderos de la Conarc y la Cunarc, etc.
Sudaca estuvo presente en la asamblea del 13 de agosto. Allí, Coila explicó que el breve tiempo que se tuvo para la transferencia de gobierno ha sido aprovechado por la derecha para “maquinar» la desestabilización, atacando a los ministros y haciéndolos pasar, en los próximos días, por interpelaciones ante el Pleno del Congreso.
Por ese motivo, dijo, el frente ha decidido acercarse aún más al Ejecutivo, y empezará a reunirse semanalmente con Pedro Castillo y sus ministros. Coila aseguró que ya cuentan con la venia del presidente de la República para ello y que esta iniciativa tiene coincidencias con el “proceso de cambio” del gobierno de Evo Morales (2006-2019) en Bolivia. La han bautizado como el “Gabinete Popular”.
El pasado miércoles 11, representantes del Partido Político Magisterial y Popular (PPMP) y la Fenate-Perú se reunieron en privado con el expresidente Evo Morales en el auditorio de la Universidad Las Américas. Esto ocurrió después de que el exmandatario les diera una charla llamada: «Del sindicalismo a la política» (fotocomposición: Leyla López – foto: Juan C. Chamorro).
Coila señaló que debían aprovechar la presencia de Castillo, “un hombre humilde en Palacio de Gobierno”, para canalizar sus demandas. “Este frente va a pasar a convertirse en un ‘Gabinete Popular’ y, para ello, tenemos que prepararnos, hermanos, y organizarnos mejor. De tal forma que, cuando llevemos nuestros problemas, también podamos llevar nuestros planteamientos y encontrar la solución a los problemas del pueblo tantos años postergados”, afirmó la profesora, desde el auditorio de la Federación Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos del Perú. La escuchaban cerca de 40 personas de diversas organizaciones.
Mery Coila explicó que en una siguiente asamblea se definirá cómo se realizarán las reuniones con el presidente, aunque este habría aceptado hacerlo los martes por la noche. Otros detalles se tendrán que ir afinando. Por ejemplo, se decidirá si a la cita con el jefe de Estado irán representantes por sectores -educación, comercio, agricultura, minería, trabajo, hidrocarburos, etc.- o grupos mixtos. Aseguró que el compromiso del presidente es que estén los ministros del sector correspondiente para dar solución a las demandas.
El representante de Nuevo Perú, el sociólogo Carlos Rodríguez Rabanal, también tomó la palabra durante el evento y recordó el referéndum para la Asamblea Constituyente. Pidió, por eso, incorporar a este frente sectores que provengan de las clases medias. “Sería un error tremendo del Frente Nacional que se encierre en sí mismo, hay que abrirse a nuevos sectores, como dijo la compañera [Mery Coila], institucionalizarse”, manifestó.
El sociólogo y representante del movimiento Nuevo Perú ante el FNDG, Carlos Rodríguez, hace el uso de la palabra en la asamblea del pasado viernes 13. Esa noche esperaban a Evo Morales, pero no asistió. (Foto: Juan C. Chamorro).
Rodríguez terminó su intervención haciendo un llamado a estar alertas. “Si saca los pies del plato e incurre en corrupción, le señalemos [al presidente] claramente”, apuntó.
LAS CALLES ENFRENTADAS
En aquella jornada, Mery Coila también señaló que están decididos a conseguir, desde las calles, lo que han llamado con redundancia “el voto de confianza popular”.
En conversación con Sudaca, la profesora asegura que preparan una vigilia para el próximo miércoles 25, en el frontis del Congreso de la República. La consigna: presionar para que se le otorgue el voto de confianza al Gabinete de Guido Bellido, que se presentará un día después.
No son los únicos que anuncian una movilización. Más de 20 colectivos de derecha y ultraderecha ya han lanzado convocatorias por redes sociales para realizar un plantón de protesta en el mismo lugar. Mónica Sánchez, una de las activistas, explica a Sudaca que su objetivo es “respetar y apoyar” la decisión del Congreso, sea cual fuere. Pero entre estos movimientos surgen propuestas más radicales.
El profesor Roger Ayachi, del colectivo de ultraderecha ‘Los Combatientes’, apunta que han acordado junto a otros grupos para intentar bloqueos en los ingresos a la capital por la Panamericana Norte, Sur y por la Carretera Central. Buscan así presionar al Congreso para que no otorgue el voto de confianza al gabinete.
El colectivo de ultraderecha ‘Los Combatientes’ participa en diversas movilizaciones contra el gobierno de Pedro Castillo. El sábado 9 de julio, junto a otros grupos, casi llega a Palacio de Gobierno.
Ayachi anuncia que su organización ha decidido crear el Partido Radical Americano (PRA) y que está conversando con otros colectivos como ‘La Resistencia’ y ‘La Insurgencia’ para que sean parte. ¿Su ideología? “Anticomunista”.
Sudaca se comunicó con la oficina de prensa de la presidencia de la República para la elaboración de esta nota, pero hasta el cierre de la misma no obtuvo respuesta.
(*) Focomposición de portada: Leyla López
Crédito: Fotografía de la asamblea del Frente Nacional por la Democracia y la Gobernabilidad de Juan C. Chamorro y fotografía de Pedro Castillo de Andina.
Todos los días, de lunes a viernes, Alexandra Ames, David Rivera y Paolo Benza discuten los temas más importantes del día por Debate. En nuestro episodio número 200: Los posts del primer ministro sobre cómo llegar y mantener el poder. ¿Podrá sostener su personaje con esos antecedentes? Y el retorno a clases: ¡las autoridades no han hecho su tarea!
Ya deberían haberse dado cuenta Castillo y Cerrón que es imposible e inviable la refundación socialista del Perú. Ni constitucional ni políticamente hablando es factible semejante despropósito.
Constitucionalmente, porque felizmente la Carta Magna del 93 impide consolidar un ente mostrenco como la Asamblea Constituyente y sin ella será imposible lograr, con el Congreso actual, reformar parcial o totalmente la Constitución al antojo de la ideología que los ilumina.
Y políticamente, porque no solo no cuentan con el respaldo congresal necesario sino porque el país en su mayoría no acompaña esa febrilidad ideológica.
Detrás del voto de Castillo hubo sí un porcentaje menor de radicales marxistas, no más del 10 o 15% que tienen claro el camino ideológico y político a seguir para hacer del Perú una nueva Venezuela o Nicaragua. Pero el resto fue una mezcla de voto antikeikista y antiestablishment, que no necesariamente comulga con semejantes preceptos.
No se explica de otra manera que las encuestas señalen que la mayoría del país está en contra de una Asamblea Constituyente, desapruebe un gabinete presidido por un radical como Bellido, o rechace abrumadoramente la presencia del ideólogo máximo del radicalismo perulibrista, Vladimir Cerrón.
De allí el rápido y aceleradísimo desgaste del régimen. Simple y llanamente, lo que sucede es que el pueblo, por razones en algunos casos inimaginables, terminó votando por Castillo, pero no por su ideario ni por su perfil político, sino en protesta contra el statu quo, en joda, contra Keiko, contra Lima, de modo alpinchista, vaya uno a saber, pero en ningún caso por un proyecto bolivariano.
El primer disruptivo en la contienda fue Forsyth, luego Lescano, en el medio López Aliaga y coincidió la fecha de las elecciones con la irrupción de Castillo, pero si la jornada electoral demoraba tres semanas, ¡de repente la segunda vuelta era entre Keiko Fujimori y Alberto Beingolea!
Castillo no tiene un mandato popular para la refundación socialista de la Patria. Por eso, si lo pretende, chocará con otros poderes, como el Congreso, con poderes fácticos que sintonizan mejor con la ciudadanía, o con el propio pueblo que resiente un camino ideologizado como el que la dupla Castillo-Cerrón puede creer que está autorizada por las urnas a recorrer.
Todos los días, de lunes a viernes, Alexandra Ames, David Rivera y Paolo Benza discuten los temas más importantes del día por Debate. En nuestro episodio número 199: Los últimos comentarios del capítulo Béjar. La seguridad del presidente trata mal a una periodista. Las Bambas sin condiciones de gobernanza. ¿Y cómo enfrentará Bellido al Hemiciclo?
El conflicto social en Chumbivilcas (Cusco) sigue siendo un dolor de cabeza para el gobierno. Hoy por la mañana las comunidades dieron marcha atrás en un nuevo bloqueo del Corredor Minero del Sur, el cual habían retomado el último lunes ante la desidia del Gabinete. Y es que, desde que el premier Bellido visitó el lugar -el pasado 2 de agosto- hasta el inicio de esta semana, los manifestantes no supieron absolutamente nada sobre la atención de sus reclamos.
El breve retorno de las protestas sirvió para que el gobierno ponga fecha a las mesas de diálogo. Precisamente las comunidades se quejaban de que Bellido había incumplido su promesa de convocar estos encuentros la semana pasada, como marcaba el cronograma. Los dirigentes incluso habían invitado por cuenta propia a la empresa que opera Las Bambas, MMG, pero sin la presión del gran mediador –el Ejecutivo–, era esperable que la minera china les hiciera poco caso.
Hoy el anuncio de los diálogos de parte de la PCM calma las aguas solo en apariencia. Si no se encuentran soluciones rápidas, las comunidades tienen planeado volver a tomar la carretera.
Promesas incumplidas
El pasado 2 de agosto, según las fuentes con las que habló este medio, el premier se comprometió a instalar una mesa de trabajo durante la semana del 9 al 15. Dicha convocatoria serviría para conocer los primeros avances en la resolución del problema. Como constancia, ese mismo día se redactó un acta donde se señalaba que en una semana tendrían una reunión para iniciar el “proceso de solución del conflicto”. Pero esta no contó con la firma de ningún representante del Estado. Los dirigentes locales aseguran a Sudaca que Bellido se negó a estampar su rúbrica en el documento.
“El señor no firmó el acta con la que se comprometió el día que nos visitó. Eso es una tremenda irresponsabilidad sobre la que tendría que manifestarse. El que ha redactado el texto me dice que le ha insistido en varias ocasiones. Sin embargo, no lo hizo”, revela Wilber Fuentes, secretario general del Frente Único de Defensa de los Intereses de Chumbivilcas (FUDICH).
Sin la firma de Bellido en el documento, el plazo para instaurar la mesa de diálogo venció. Por eso volvieron a bloquear la carretera: se dieron cuenta que solo con presión social los ministros parecen reaccionar. En la provincia cusqueña, advierten, no tolerarán que un gobierno más los pasee.
“Pasaron casi 20 días y no hubo ninguna respuesta del ministro de Transportes y Comunicaciones y mucho menos de Guido Bellido. Esa ha sido la causa [para retomar la huelga]”, asegura Luis Huamaní, presidente del Comité de Lucha de la provincia de Chumbivilcas.
Los dirigentes locales no se habían quedado de brazos cruzados. De manera reiterada, aseguran haber llamado por teléfono a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM). Al no ser atendidos, presentaron una carta a mitad de la semana pasada.
En el documento, al que tuvo acceso Sudaca, se recuerdan los compromisos que asumió el premier durante su visita a Chumbivilcas y se exige al gobierno que cumpla su primera promesa básica: iniciar el diálogo con la minera.
Parte de la carta que enviaron los comuneros a la PCM el 11 de agosto. Pedían cumplir con la conformación de las mesas de diálogo en el plazo acordado.
“El 11 del presente mes se presentó la carta por mesa de partes virtual de la PCM y también de la Presidencia de la República. Ahí los exhortábamos a que emitan una resolución para conformar la mesa de diálogo. De no ser ese el caso, por lo menos un pronunciamiento sobre cuándo realmente empezarían nuestros procesos de acuerdo”, resume Wilber Fuentes, el dirigente que presentó el documento.
Durante varios días, la respuesta fue la misma que a sus llamadas: el silencio. Recién ayer, con la presión de los comuneros que habían vuelto a bloquear la vía, la PCM lanzó el solicitado pronunciamiento.
“Se está formando una comisión de diálogo en Ccapacmarca [para el 21 de agosto]. Luego una reunión más amplia para entrar al tema de fondo con autoridades y asesores [el 28 de agosto]. Esa es la última información que tenemos”, explica Luciano Ataucuri, exsecretario de la Federación Interprovincial de Defensa Territorial y Ambiental de la provincia de Chumbivilcas, Paruro, Espinar y Grau.
Lo cierto es que el silencio del gobierno reavivó la desconfianza de las comunidades de Chumbivilcas. “Nosotros ya tenemos muchas experiencias de mecidas de parte del Estado, desde el gobierno de PPK. A raíz de esa desconfianza nosotros tomamos la decisión de retomar el bloqueo de la carretera. Observamos que no se ha cumplido lo que Bellido prometió”, se queja el dirigente Luis Huamaní.
Las “mecidas” hoy duelen más en Chumbivilcas, porque vienen de alguien que ha nacido en el lugar. A comienzos de mes, el premier llegó triunfante, montado en un caballo, a su provincia natal. Su sola presencia apagó el conflicto ese 2 de agosto. Desde el 23 de julio, los comuneros mantenían bloqueado el Corredor Minero del Sur.
Ellos se manifiestan en contra de una resolución ministerial que declaró una vía comunal de la zona como una de carácter nacional en el 2018, permitiendo que camiones de la minera china MMG Las Bambas levanten enormes cantidades de polvo al atravesar la pista rumbo a su zona de operaciones en Apurímac. Aunque el conflicto allá tenga más razones de fondo.
En Chumbivilcas exigen una propuesta concreta, que esperan encontrar este fin de semana. “Mínimamente tendríamos que tener los cronogramas de cómo vamos a abordar este proceso. Hay varias agendas que involucran a varios sectores como el MTC, Ambiente, Energía y Minas. Todos ellos deben estar involucrados. Es una situación que se arrastra hace varios años y se está complicando más”, asegura Fuentes, del FUDICH.
Más leña al fuego
El 16 de agosto -día en que se retomaron las protestas- Guido Bellido estuvo en Cusco realizando otras actividades. Ante los medios locales, el premier no reconoció que se haya roto alguna promesa.Más bien, señaló que los manifestantes estaban siendo mal asesorados. “Tengo entendido que, lamentablemente, hay ciertos abogados que vienen azuzando a la población. Hay oscuros intereses tras ello y eso a mí no me parece la forma correcta”, dijo antes de viajar a la provincia de Acomayo, sin precisar quiénes serían estos personajes.
Por la noche, en su cuenta de Twitter, el premier se explayó aún más. “Hermanos del corredor minero, la mafia viene comprando y pagando dinero a supuestos asesores para hacer enfrentar al pueblo con el Pdt. [sic] Pedro Castillo, nuestros compromisos se cumplirán en el tiempo acordado, en este momento estamos emplazando a las empresas para su descargo”, escribió el funcionario.
Lo manifestado por el premier no ayudó a aplacar las molestias en Chumbivilcas. Todo lo contrario. “Lo ha dicho de manera irresponsable para evadir las responsabilidades que tenía que asumir estos días con nuestras comunidades. Lo repudiamos. Las comunidades son las que toman las decisiones”, manifiesta el dirigente Wilber Fuentes.
Luis Huamaní, del Comité de Lucha de Chumbivilcas, cree que las palabras de Bellido demuestran que no conoce realmente el problema y no descarta volver a tomar medidas de fuerza si vuelve a incumplir sus promesas. “Si el paro tiene que durar tres o cuatro meses, lo haremos. Las 17 comunidades campesinas van a salir a bloquear la carretera escalonadamente. Hay una agenda bien distribuida sobre a qué comunidad le toca en determinado día. Estamos bien organizados”, advierte.
A Bellido y al gobierno le quedan poco menos de 45 días para cumplir con las comunidades de Chumbivilcas, una provincia donde el 96.5% del electorado votó por Pedro Castillo en la segunda vuelta. De momento, la PCM anunció que instalarán mesas de diálogo durante los siguientes fines de semana. Mientras eso no suceda, para los manifestantes son palabras vacías, llamadas desatendidas y cartas ignoradas.
Sudaca intentó comunicarse con funcionarios de la PCM a través de su Oficina de Prensa e Imagen Institucional, pero hasta el cierre de este informe no obtuvimos respuesta.
**Fotoportada por Leyla López (Fuente: Canal N, PCM).