El miércoles pasado, en declaración pública ante el país junto a los ronderos en la casa de Pizarro, puso en evidencia la otra estrategia que trae consigo: polarizar políticamente en torno a la identidad a las provincias contra Lima. Pedro Castillo sabe que Lima le es adversa, es por eso que ha decidido hablar a los provincianos, a sus paisanos para ser más exactos (convertidos por estos tiempos en minorías activas), dado que tienen capacidad de movilización a través de las rondas campesinas y del sindicado magisterial en el centro, oriente y sur del país. Sino apreciemos la subida que va teniendo en las encuestas durante este último mes.
¿Qué hace la oposición al respecto? Pues continuar con la misma estrategia diaria: el error. No fiscalizan, no les hablan a las regiones, no caminan. Piensan que desde Paseo de los héroes navales se soluciona los graves problemas que ocasiona Pedro Castillo en el poder. Le hablan solo a los convencidos. No aprenden, no evalúan, persisten en ser reactivos a la estrategia presidencial.