“Si un proyecto no tiene rentabilidad social, simplemente no va”, exclamó Pedro Castillo en su primer mensaje a la nación, el pasado 28 de julio. En la provincia de Chumbivilcas, Cusco, esperaban una propuesta más concreta, que tampoco llegó con la visita del primer ministro, Guido Bellido, el último lunes a la zona. Igual, las comunidades le dan crédito al hombre que alguna vez protestó junto a ellos.
Desde el 23 de julio las comunidades campesinas mantenían bloqueada la carretera en el corredor minero del sur. Protestan contra una resolución ministerial que declaró una vía comunal de la zona como una de carácter nacional en el 2018, permitiendo que camiones de la minera china MMG Las Bambas levanten enormes cantidades de polvo al atravesar la pista desde su zona de operaciones en Apurímac.
Raúl Cabrera, periodista de Panamericana Cusco, que conoce muy bien la zona, describe así un día en Chumbivilcas: “Se genera una inmensa polvareda. Creo que pasan 400 camiones grandes al día y son más de 300 kilómetros desde Las Bambas hasta Espinar. El polvo se asienta en el pasto y eso comen los animales. Hay vecinos que viven al lado de la carretera que no está asfaltada”.
Castillo fue notificado de esta situación el mismo día que juró, mediante una carta abierta de los presidentes de las comunidades campesinas de Chumbivilcas. En esta, incluían un pliego de exigencias: la derogatoria de la resolución sobre la vía, el pago de indemnizaciones, que se considere a las empresas comunales como proveedoras de bienes y servicios de la minera, la no criminalización de la protesta, ser considerados parte del área de influencia del proyecto y hasta manifestaban la posibilidad de que las comunidades puedan vender sus terrenos a la compañía “a valores comerciales”. Además, reclamaban la presencia del gobierno en la zona.
Por eso, anteayer una comisión encabezada por el cuestionado premier Guido Bellido y otros congresistas electos por Cusco viajó para reunirse con los protestantes. También asistieron los ministros de Desarrollo Agrario y Riego, Victor Mayta, y de Energía y Minas, Iván Merino.
“Don Guido Bellido es del lugar. Tenemos fe y confianza [en que se darán soluciones definitivas]. Hay que dar tiempo. Lo que hacían los anteriores gobiernos era ir como bomberos y apagar el fuego un ratito”, resalta para Sudaca el comunero Luciano Ataucuri, exsecretario de la Federación Interprovincial de Defensa Territorial y Ambiental de la provincia de Chumbivilcas, Paruro, Espinar y Grau.
De momento, la visita de Bellido a Chumbivilcas ya logró apaciguar la protesta. Pero la posible salida al problema todavía está en pañales. Wilber Fuentes, secretario general del Frente de Defensa de los Intereses de Chumbivilcas (FUDICH), asegura a Sudaca que “el premier se ha comprometido a que en ese tiempo [60 días] va a resolver todas las agendas de lucha de las comunidades del corredor minero”, pero explica que el lunes no les ofrecieron nada concreto.
Luego de escuchar el discurso de Bellido, sin embargo, las comunidades acordaron levantar el paro y darle dos meses al gobierno para solucionar el conflicto. La comitiva liderada por el premier decidió iniciar una ronda de diálogo, tanto con los comuneros y representantes de la empresa.
Mientras se prepara para recibir o no la confianza del Legislativo, la segunda prioridad de Bellido entonces es qué hacer con Las Bambas.
De los pasillos judiciales a la PCM
Bellido es consciente de su rol protagónico en este conflicto y del respaldo que tiene en Chumbivilcas. El primer ministro de Castillo nació en Livitaca, uno de los ocho distritos que conforman la provincia que hoy reniega de la vía que usa Las Bambas. Y sin ellos no hubiese llegado al Parlamento.
El ahora premier fue el congresista electo por Cusco más votado de Perú Libre, con 20.164 votos, seguido de Katy Ugarte, quien lo acompaña ahora en su cruzada. Al anunciar su visita, dejó claro que los responsables de su seguridad serían “los miembros de la Ronda Campesina de las comunidades presentes” y llegó montando caballo a la cita en Muyoq Orcco. Gestos que auguraban un recibimiento prometedor.
El conflicto no es una novedad para él. Así lo recuerda Richard Arce, excongresista del Frente Amplio, quien conoció a Bellido en el 2019, cuando ambos se cruzaron en las asambleas comunales: “Yo vi a una persona con una posición intransigente, que no generaba espacios de diálogo, sino que más bien exacerbaba la posición de los compañeros». Arce asesoraba a las comunidades de Chumbivilcas en asuntos legales relacionados a sus pedidos a Las Bambas y el Estado. Según él, Bellido buscaba emprender procesos judiciales para obtener indemnizaciones.
“Tratamos de explicarles que el proceso judicial tiene su conducta regular y que no es una solución de corto plazo. Eso puede durar 4 o 5 años según responda el Poder Judicial”, explica Arce. A pesar de ello, asesoradas por Bellido, las comunidades no desistieron.
Luego de presentar su demanda ante la Corte Superior de Justicia de Lima en el 2019, el año pasado recién fue admitida. Según el dirigente Wilber Fuentes, ya hubo dos audiencias y a fines de este mes tendrán una primera sentencia.
Pero teniendo un amigo en la PCM, los comuneros ahora apuntan a resolver el asunto alejados de los cansinos fueros judiciales.
Mucho que perder
Para Javier Torres, antropólogo y director de Noticias SER, que este paro haya finalizado no resuelve nada. “No siempre lo van a recibir como ha sido ahora en Chumbivilcas. Si ven que no hay respuestas, dirán que es más de lo mismo. Tienen que tener cuidado con lo que prometen, porque este gobierno ha generado muchas expectativas”, señala.
“Cuando la gente dice que quiere el cambio, más allá de la Constituyente, buscan que se resuelvan los problemas ahora, no dentro de dos años. Eso lo debe tener claro este gobierno y creo que hay ministros que no reúnen las condiciones para resolver esos problemas”, agrega Torres.
Uno de esos ministros, por ejemplo, es Iván Merino. El nuevo ministro de Energía y Minas fue presentado por la PCM como “un pequeño empresario” que se ha dedicado a “la resolución de conflictos” con su empresa SUR Análisis. Sin embargo, su compañía recién inició funciones en el 2019 y actualmente tiene apenas dos trabajadores, según SUNAT.
Otra cartera involucrada sería Ambiente. El nuevo ministro de ese sector es Rubén Ramírez, un abogado sin experiencia en el rubro recordado por haber defendido a los invasores de la zona conocida como “Lomo de Corvina” en el distrito de Villa el Salvador, en abril de este año. También postuló sin éxito al Congreso con Perú Libre por Lima en estas últimas elecciones.
Sudaca pudo conocer, además, que en las reuniones del equipo técnico de transferencia en Energía y Minas –que en parte deberá atender este asunto– no se analizó el conflicto con Las Bambas ni otros. Así lo confirmó Alfonso Gayoso, miembro del equipo de transferencia de este sector, diciendo que “estos temas de conflictos no se tocaron, por ser muy recientes”, aunque también garantizó que “se tendrán más reuniones”.
Aún así, resolver este conflicto social no deja de ser una oportunidad de oro para Bellido y su gabinete. Luego de remarcadas críticas a su experiencia e idoneidad para la tarea, salir airosos en Chumbivilcas podría significar el crédito político que el gobierno del lápiz necesita.
Como destaca Maritza Paredes, socióloga de la Pontificia Universidad Católica experta en conflictos sociales, “el nombramiento de Bellido es interesante para los comuneros”. “Ellos no sabían que sería ministro cuando iniciaron su protesta. Él está en la obligación de resolver el problema por ser de la zona”, apunta. El riesgo, según Paredes, es que no se den soluciones profundas.
Para el excongresista del Frente Amplio, Richard Arce, “el corredor minero va a ser como el Conga de Humala para Castillo”, en alusión a la paralización del proyecto minero cajamarquino que tuvo que enfrentar el humalismo a inicios de su gobierno y que nunca pudo resolver.
Una mala movida del Ejecutivo en Chumbivilcas, dice Arce, podría provocar otros estallidos en todo el corredor minero del sur que va desde Apurímac, pasa por Cusco y termina en el puerto de Matarani, en Arequipa. “Bellido ya no es representante de las comunidades, sino del Estado, de todos los peruanos. Es un peligro porque él tiene una personalidad intransigente y populista. Sus decisiones podrían afectar el desarrollo de proyectos mineros que, mal que bien, están encaminados y que nos permiten salir adelante en este contexto de crisis económica”, advierte el exlegislador.
Un ciclo inacabable
Desenredar la disputa en Las Bambas no será sencillo. El proyecto minero de la empresa china MMG es escenario de conflictos hace años. Desde el 2015 son varios los levantamientos de distintas comunidades a lo largo del llamado corredor minero del sur. Chumbivilcas es uno más.
“La raíz del problema sigue siendo la misma: el cambio en el diseño del proyecto y la suspensión de la construcción del mineroducto [que permitía el traslado del mineral bajo tierra]. Esto llevó a la reclasificación de estos caminos que eran comunales en una vía nacional para el flujo de minerales”, explica el director de Noticias SER, Javier Torres.
Precisamente MMG canceló el proyecto de mineroducto cuando adquirió Las Bambas de manos de la empresa Glencore Xstrata en el 2014. Esta vía de transporte de minerales iba desde Apurímac, zona de operaciones de la minera, hasta Antapaccay en el Cusco, donde procesarían los materiales. En su lugar, como ya se dijo, optaron por trasladar su carga en camiones que levantan polvo por montones a su paso.
Para la experta en conflictos sociales, Maritza Paredes, el mineroducto era la solución a este conflicto socioambiental. “Era la salida que hubiese evitado toda esta conflictividad, pero el Estado tomó una mala decisión. Las empresas lo permitieron no viendo esto a largo plazo”, afirma.
En el 2015 una protesta contra la cancelación de esa iniciativa terminó con tres muertos. Al año siguiente, en Challhuahuacho bloquearon la carretera porque los camiones de traslado levantaban demasiado polvo. En el 2017 ocurrió lo mismo, pero en la comunidad de Maras. En agosto del 2018 fue el turno de Nueva Fuerabamba. Con el reclamo de Chumbivilcas este año el ciclo se repite. En el último quinquenio, nadie resolvió nada.
Si bien la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) tiene a su cargo la Secretaría de Gestión Social y Diálogo, órgano encargado de lidiar con este tipo de controversias sociales, el protagonismo recaerá en el nuevo premier. Con el levantamiento del paro ha ganado tiempo. Para Pedro Castillo, su gobierno ha demostrado “el compromiso de crear salidas pacíficas a los conflictos sociales”, pero en realidad solo está postergando el capítulo final de la película. Vencido el plazo de dos meses, tocará ver ese desenlace que puede tener consecuencias determinantes para el régimen del lápiz.
Sudaca intentó comunicarse con Iván Takahashi, gerente de asuntos públicos y desarrollo local de la minera Las Bambas, pero no atendió nuestros mensajes.
*Fotoportada por Leyla López (Fuente: ACI Prensa, Andina)