-¿Por qué decimos “al promediar las dos de la tarde” o “asistió un promedio de 30 mil personas”? Es “aproximadamente a las dos de la tarde” o “un aproximado de 30 mil personas”. Promedio es la media entre varias cifras. “En la fecha asistió un promedio de 15 mil personas”. Y lo dicen y escriben profesionales de comunicaciones.
-¿Por qué el periodismo deportivo se dedica a inventar términos? El último de moda es “referenciar”. “Fulano ya referenció a Zutano”. ¿De dónde sacan ese castellano? Cómo se nota que los cursos de redacción casi han desaparecido de las facultades de ciencias de la comunicación.
-¿Por qué nos zurramos en los pases peatonales y, por el contrario, cuando vemos a un pobre ciudadano tratando de cruzar por allí una calle, aceleramos para impedirle el paso? Igual, cómo se nota que educación cívica dejó de ser curso obligatorio en los colegios y cuando se dicta no incluye las normas de tránsito, que deberían ser parte importante del curso.
-¿Por qué las citaciones judiciales o fiscales, o los fallos, son tan imbricados que no los entiende nadie que no sea un abogado ducho en la materia? ¿Dónde llevaron un curso que les indicara que el derecho debía ser críptico y casi hermético?
-¿Por qué una jueza con claro conflicto de interés (léase la nota https://f.mtr.cool/gkuuhwtuuk ) no renuncia o se inhibe en los casos que involucran ese conflicto? Cosas del Orinoco. El manual de deontología ha sido birlado de los anaqueles de nuestros magistrados.
-¿Por qué seguimos usando relojes de pulsera, cuando ya tenemos los teléfonos que nos dan la hora? No entender.
-¿Por qué no usamos audífonos cuando vemos videos o escuchamos audios en los celulares? ¿No se dan cuenta que joden al resto, sobre todo cuando uno va en un vuelo?
-¿Por qué tenemos que apoyarnos en el respaldar de los asientes que están delante nuestro en los cines o teatros? ¿No nos percatamos que zamaqueamos al pobre ciudadano sentado allí?
–La del estribo: ¿Por qué no ir a ver una buena obra de teatro, si es domingo mejor, para librarse de los aburridos o deprimentes programas dominicales? Vayan a ver La persona deprimidaen el teatro La Plaza, dirigida por Carla Valdivia, escrita por el gran Daniel Veronese y protagonizada por Katia Condos. Va del 25 de marzo al 13 de abril. Entradas en Joinnus.