Hoy, que el gobierno parece empecinado en ahondar la crisis y llevarlo a niveles terminales, es hora de que el Legislativo haga política en serio, que la cosa no está para tafetanes ni para aguas tibias. Se viene, según todos los indicios (salvo que Palacio esté jugando con una irresponsabilidad de polendas con el tema, solo para atarantar al Legislativo), un golpe de Estado perpetrado por Castillo, y el mayor poder democrático de contención radica en el Parlamento. Es tiempo difícil y recio, pero es allí cuando se ve la templanza y entereza moral de quienes están en el momento justo en el lugar debido. Ese es el preciso sitio en donde están ahora sentados los congresistas electos por el pueblo.
A ver si la guardería se despabila
Por:
Juan Carlos Tafur
29.11.2022