No obstante, la propuesta de recolección de firmas debería hacerse de todas maneras y no buscar tan solo 75 mil firmas sino millones, que expresen no solo rechazo al statu quo, al tinglado armado por la dupla Ejecutivo-Congreso, sino que, de paso, sirva para activar a ese gran sector de centro liberal que hoy no encuentra representación, ni en el gobierno ni en el Parlamento.
El propio Sagasti no debería limitarse a lanzar la idea y guardarse en sus cuarteles de invierno. Puede convocar a un equipo grande de personalidades que impulsen esta iniciativa y que a partir de ello germine, ojalá, una alternativa política más potable que la que hoy representan la izquierda radical, la mediocre izquierda moderada, la derecha mercantilista del fujimorismo y la derecha conservadora.