Pie Derecho

Poderoso lobby a favor del cáncer

“Esperamos que el poderoso lobby asegurador conformado por Pacífico, Rímac, La Positiva, Mapfre y Sanitas, no sea lo suficientemente avezado para seguir adelante con tamaña sinvergüencería”

Lo que pretende un grupo de aseguradoras privadas respecto de la no cobertura de medicamentos oncológicos aprobados científicamente en varios países, es un despropósito que ni el gobierno ni el Poder Judicial -adonde han acudido- pueden avalar ni tolerar.

Ya los seguros médicos privados en el país son inmensamente caros como para que encima pretendan librarse de dar cobertura plena -como sus contratos obligan- a la provisión farmacológica necesaria para curar el cáncer.

El Ministerio de Salud, luego de una denuncia referida a que sus funcionarios estaban de acuerdo con las aseguradoras y preparaban un cambio al reglamento de la ley contra el cáncer, ha salido a desmentir ello. Ojalá haya habido real reconvención.

En la precaria economía de mercado que funciona en el Perú quizás el mercado más salvaje y expoliador es el de las aseguradoras privadas, que hacen lo que les viene en gana, cobran copagos por medicinas infladas en sus precios (al final, más barato le saldría al paciente comprar las medicinas sin seguro en cualquier farmacia de la calle) y encima ahora pretenden excluirse de la cobertura que corresponde, no para tratamientos experimentales, como han insinuado, sino para tratamientos médicos con fármacos oleados y sacramentados por organismos internacionales que probadamente curan la enfermedad.

¿Cuál es el problema? Que son caros. Y bueno, pues, lo sentimos mucho, pero sus contratos señalan textualmente que se brindará cobertura en todos los ítems autorizados por oficinas internacionales, y es ese el caso de los medicamentos que quieren excluir de la lista de farmacología oncológica.

Esperamos que el poderoso lobby asegurador conformado por Pacífico, Rímac, La Positiva, Mapfre y Sanitas, no sea lo suficientemente avezado para seguir adelante con tamaña sinvergüencería. Y esperamos que los jueces ante los que han presentado la demanda no se arrodillen frente al poderoso caballero Don Dinero. Y, por supuesto, esperamos que el gobierno no se deje torcer la mano por este lobby infame.

 

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