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“Mi padre era agricultor en Ica y tenía tierras. El gobierno de Velasco le quitó todo. Como comprenderás, para mí la opción comunista no existe”, dice Diana (56), una peruana que reside en Toronto, Canadá, hace más de 20 años. En este país, Fuerza Popular obtuvo más del 76% de los votos.

 

La mujer prefiere mantener en reserva su identidad. Cuenta que tras el inicio de la Reforma Agraria su familia terminó huyendo a Costa Rica, pero cuando los militares dejaron el poder, regresaron al Perú. Un año después, su padre murió repentinamente. Hecho que, para ella, “probablemente comenzó con la reforma”.

Muchos años después, cuando ya había formado su propia familia, Diana se instaló en Canadá. Actualmente trabaja en el sector minero. “Solo he votado por Keiko porque era la opción que tenía. Para mí no tiene ética y es demasiado corrupta. Me molesta votar por ella, pero me molesta más que el Perú sea comunista. Es la única razón por la que fui a votar”, comenta la mujer cuando le preguntamos por qué eligió al fujimorismo.

Una razón similar empujó a July Dávila (50) a votar por la hija de Alberto Fujimori. Ella vive en Denver, Estados Unidos, el país donde Fuerza Popular pasó la valla del 80% de los votos. “Emigramos por medio de una hermana que se casó con un americano. Yo soy peruana casada con un ciudadano americano. Obtuve mi residencia antes de conocer a mi esposo”, cuenta.

La mujer nunca había acudido a votar, a pesar de que sus padres eran un par de devotos apristas. En esta ocasión, frente al peligro “del candidato comunista”, dice, no dudó en manejar dos horas hasta su local de votación, vestida con una camiseta de la selección peruana de fútbol. Fuerza Popular, asegura, no tiene las mejores propuestas, “pero están del lado democrático”.

July Dávila
July Dávila yendo a votar el 6 de junio alegremente con su camiseta peruana.

Dávila es contadora, trabaja para una transnacional de venta de alimentos y tiene a toda su familia allá, a excepción de su hermano menor que sigue viviendo en Perú. Ahora que este está de visita en el país norteamericano –y que Castillo es virtual presidente– le ha pedido que se quede. “Le digo eso nada más por miedo. Yo sé que no nos van a hundir en un día, pero ¿donde has visto un país comunista racional?”, dice la mujer, que asegura haber conversado con cubanos y, en sus visitas a Perú, con venezolanos que le contaban “lo horrible que era vivir en comunismo”.

Pero en el país capitalista por excelencia, aunque en minoría, vive Tatiana Bejar (47), quien defendió los votos de Perú Libre en Nueva York. La socióloga sanmarquina se inscribió como personera del lápiz en un ambiente donde claramente no eran favoritos. El profesor apenas alcanzó el 18.9% de las preferencias en ese país.

“En mi mesa estuvieron muy parcializados con los fujimoristas. En el conteo, yo quise impugnar un voto que era un asterisco, pero no hubo acuerdo entre los miembros de mesa. Llamamos al representante del consulado. Su labor fue convencer a la presidenta de mesa que acepte el voto, a pesar que yo decía que era inválido, porque las instrucciones eran claras: aspa o cruz”, afirma.

Tatiana Bejar
Tatiana Bejar muestra orgullosa la credencial de personera que le permitió defender los votos de Perú Libre en Nueva York.

Bejar dice que tuvo “el privilegio de salir del país” gracias a dos de sus hermanos que ya vivían en Estados Unidos. En el Perú, no se sentía cómoda. “Quería vivir en una ciudad más abierta, cosmopolita. Me casé y me quedé aquí”, cuenta.

Hoy impulsa iniciativas de derechos humanos y organización ciudadana. Trabaja con inmigrantes que tienen subempleos, como las trabajadoras del hogar. “A nosotros nos interesa crear espacios para que ellos puedan eventualmente entrar en política y representar su sector”, apunta. Para ella la candidatura de Pedro Castillo representaba esa posibilidad.

La indignación también motivó su inscripción como personera del lápiz. “Veía en las redes memes racistas, anticomunistas y fascistas, ¿qué le pasa al Perú? Acá eso se veía [con Trump], pero fuera de las ciudades grandes. Verlo en Lima me parecía alucinante”, comenta. Una campaña de terror que, según ella, el fujimorismo impulsó con amenazas de deportación en el vecino estado de Nueva Jersey.

 

El voto europeo

El peruano Julio Alcántara (49) vive en la ciudad de Zurich, Suiza, hace 11 años. No tenía muchas razones para quedarse en el Perú. “Me casé con un suizo. Acá existe el matrimonio igualitario. Tú sabes que la situación de una persona LGTBIQ+ en el Perú no es como la de una persona heterosexual. Más que un futuro, uno debe buscar su tranquilidad”, cuenta este fotógrafo profesional, que vive con su pareja y su perro en el campo, rodeados de la naturaleza del lugar.

A pesar de que la agenda por los derechos LGTB no existía para Perú Libre, Alcántara votó en segunda vuelta por Pedro Castillo. “Siempre he votado más o menos así [por candidatos de izquierda]. En la elección anterior voté por Humala; ahora [en primera vuelta], por Verónika Mendoza”, explica.

Como su candidata quedó fuera de competencia, su decisión fue casi automática cuando se enteró por Twitter que Castillo, un desconocido para él, había pasado a la segunda vuelta junto a Keiko Fujimori. “Era fácil. No podía votar por Fujimori, porque es una persona que tiene muchos cuestionamientos. Uno no puede confiarle su casa a alguien que sabes que ha robado, aún si es algo pequeño”, asegura. Incluso su esposo, Conrad, le decía que no le parecía justo que la hija de un dictador y con acusaciones a cuestas esté postulando a la presidencia.

Alcántara es parte del 31.8% de los peruanos en Suiza que votaron por el lápiz. En este país europeo, Fuerza Popular arrasó con el 68.2% de los votos. El fotógrafo cree que la decisión de sus compatriotas no fue necesariamente por las propuestas fujimoristas. “Tengo amigas que iban a votar por Fujimori porque decían que Castillo no sabía hablar. Y yo les decía que me parecía un poco absurdo”, comenta.

Cifras del voto extranjero
La participación de los peruanos en el extranjero en esta segunda vuelta en cifras.

La aparición de Pedro Castillo fue una sorpresa para todos los peruanos en el extranjero con los que Sudaca pudo conversar. Nina Arias (55), por ejemplo, que reside en Roma, dice que “ni siquiera había notado [a Castillo] cuando vio la cédula en primera vuelta”. Fue después, gracias a su padre y los chats familiares de WhatsApp, que conoció mejor al profesor. Para el 6 de junio ya no tenía dudas de su voto.

“Eso te viene automático. Yo prefiero escoger a una persona que no conozco antes que a una delincuente. Fue Pedro Castillo, pero en realidad pudo ser cualquier otro. Aunque si hubiera sido el pescadito [Frepap], ahí sí hubiese votado en blanco», bromea esta enfermera peruana.

Arias vive en la capital italiana desde 1993, un año después del autogolpe del gobierno fujimorista. No escapaba de ninguna crisis ni del régimen recién instaurado. Llegó, dice, para “trabajar sin hacer proyectos para el futuro”, cuando tenía 27. Fue cuando conoció a su actual esposo, un italiano de nombre Marco, que todo cambió. Casarse la motivó a estudiar enfermería y firmar una familia.

Arias y Alcántara le ponen rostro al sorpresivo a ese 43% de los electores que votó por Pedro Castillo en el continente europeo, aunque Keiko Fujimori se impuso con casi 57%.

Madrid, por ejemplo, fue un bastión importante para el fujimorismo, donde obtuvo más del 60% de votos. La abogada Alicia (52), que pide la reserva de su identidad, vive allá hace 22 años. Cuenta que terminó quedándose en esta ciudad luego de haber ido a visitar a unos amigos. Al poco tiempo vino la maestría y el matrimonio con un compatriota ancashino. “Mi caso fue algo excepcional, no tenía necesidad material de venir a España”, comenta.

Alicia votó en blanco en primera vuelta porque “no veía a nadie que en realidad estuviera a la altura de las circunstancias”. Pero el pasado 6 de junio eso cambió. Aunque no admite haber votado por Fujimori, dice que se vio en la “obligación de acudir a votar para conservar la democracia”.

 

Latinos, y el curioso caso chileno

A pesar de que en el 2011 la comunidad peruana en Chile votó mayoritariamente por Keiko Fujimori (74%) frente a Ollanta Humala (25%), en esta ocasión la extrema izquierda logró un sorprendente 43%.

La socióloga peruano-chilena Tamara Jerí (43), quien radica hace 37 años en Santiago, cree que el lápiz sacó más votos de los esperados porque los peruanos en Chile “han visto que los cambios más radicales no siempre están asociados a una pérdida total de la institucionalidad”.

A Jerí le tocó nacer en el Perú porque su familia, chilena, era de izquierda y tuvo que huir de la dictadura de Pinochet. Cuando cursaba la primaria, ya con el dictador derrocado, volvió a Chile. Pero hace tres años que tramitó su DNI durante una visita a nuestro país.

Esta segunda vuelta fue la primera vez que la socióloga acudió a las urnas. “Me pareció que, más allá de la viabilidad de su proyecto, Pedro Castillo sí propone algo que desean los peruanos. Voté por el proyecto de equidad, de mayor distribución de la riqueza y mayor participación, no por él ni el partido”, se justifica Jerí.

La socióloga confía en que Castillo podrá impulsar cambios significativos, aunque no cree que pase más de dos años en el poder. “No creo que vaya a durar en el gobierno. Le va a pasar como a todos los proyectos de izquierda peruana. El fujimorismo va a mover los hilos para boicotear la posibilidad de continuidad. No me extrañaría que sea vacado”, afirma.

Ese es el mismo temor de Reyna Torres (43), una peruana que vive en Buenos Aires, Argentina. «Lo que me a mí me da miedo es que algún día lo saquen a patadas. Soy consciente de que no está preparado», dice.

En el país gaucho se repitieron las cifras del 2011 y Keiko Fujimori se impuso con el 57% de las preferencias. Pero Torres, junto a su hija Rossmery, apostaron por su paisano, el profesor Pedro Castillo. Ella también es de Cajamarca.

Reyna Torres
Reyna Torres junto a su hija Rossmery en Buenos Aires.

La peruana migró hace cuatro años en busca de oportunidades. Hoy se dedica a limpiar oficinas y cuidar adultos mayores por horas, mientras su hija se forma en la Universidad de Buenos Aires (UBA). «Es casi lo mismo que hacía en Perú, pero la diferencia es que mi hija no hará lo mismo. Mi sueño es que sea una buena médica», afirma.

Torres nunca tuvo como opción al fujimorismo, por la actuación obstruccionista de su lideresa en estos últimos años. Tenía claro su voto por Perú Libre desde la primera vuelta, pero confiesa que no tenía mucha esperanza de que Castillo alcance la instancia final. Cuando vio que el profesor competiría con Fujimori por la presidencia no lo podía creer. El pasado 6 de junio ratificó su apoyo.

«Es una persona como yo, que viene de abajo. Mi familia es del campo, rondera. Mi hermano es el presidente provincial de las rondas campesinas de Cutervo ahora», cuenta. Y aunque cutervinos y chotanos no son conocidos por el cariño que se profesan, esas tonterías desaparecen cuando uno está fuera.

**Fotoportada e infografía por Leyla López

 

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Mientras la ONPE terminaba de contar los votos que dan como virtual ganador a Pedro Castillo, las últimas 24 horas en el Congreso de la República recordaban lo peor de los últimos cinco años. Una reforma constitucional para limitar la cuestión de confianza -que fracasó- derivó más tarde en borradores de moción de censura contra el presidente Francisco Sagasti.

Esta última iniciativa, al inicio apoyada por los parlamentarios de Alianza para el Progreso (APP), por ahora, ha sido enterrada.

 

El primer fracaso

Ayer, el Congreso tuvo su primer y casi definitivo revés en su intención de ejecutar reformas constitucionales para limitar la cuestión de confianza por parte del Ejecutivo. Esto luego de que no se alcanzaran los dos tercios del número legal de congresistas hábiles para ello. Y aunque luego vino una reconsideración, siempre impulsada por el alfil de César Acuña, el congresista de APP Luis Valdez, el pleno reconfirmó que los números no iban a alcanzar: 80 votos a favor, 30 en contra y 4 abstenciones.

Si bien se pensó que se podía sacar adelante en la cuarta legislatura, ahora solo tocaría acudir a la vía del referéndum. Pero según fuentes congresales, esto no prosperará. ¿Cuál es la historia de este fracaso por buscar poner candados al próximo Ejecutivo? Sudaca conversó con diversas fuentes parlamentarias para entender quiénes estuvieron detrás y cómo se les quemó el pan en la puerta del horno.

Para las fuentes no hay duda de que la desesperación de los congresistas tiene su punto de origen en la resaca del 2019. “Hay un tema que se dice, pero en el texto se nota más. Hay un trauma con Vizcarra. Lo que hizo en 2019 ha dejado a muchos traumados y el documento responde directamente a las cosas que él hizo”, dice una fuente.

Un segundo tema es la alianza estratégica entre fuerzas políticas. Pese a que el líder de APP, César Acuña, negó una alianza con Fuerza Popular, es innegable que existe una sociedad. En esa línea, la iniciativa buscaba poner más candados a una eventual disolución del Parlamento por parte de un más que probable gobierno de Pedro Castillo. Y por el contrario, tenerla más fácil para vacarlo. De esta manera, cualquier arranque autoritario del presidente estaría limitado, pero también se entrancaría cualquier reforma mínima sobre la que la mayoría parlamentaria pueda estar en contra.

Otro tema que no es menor es el afán de protagonismo de Luis Valdez, un personaje muy cercano a César Acuña. Valdez es visto por sus opositores como un congresista afanoso por dejar huella en la historia parlamentaria. Y el que parece estar en la misma sintonía es su compañero de bancada Omar Chehade, que ya había propuesto una reforma constitucional cuando era parlamentario oficialista de Ollanta Humala. Ambos personajes, como quedó demostrado en la vacancia a Vizcarra, guían los pasos de la bancada de APP.

Luis Valdez, alfil de APP, busca la exposición según fuentes parlamentarias (Foto: Andina).
Luis Valdez, alfil de APP, busca figuretear según fuentes parlamentarias (Foto: Andina).

Pero detrás de este intento también hay un ánimo de confrontación con el actual presidente de la República, que llegó a su nivel más álgido ayer, como veremos líneas más adelante. “En el Congreso se piensa que Sagasti está ahí por circunstancias del destino nada más. Además, se considera que de alguna manera oprime a los parlamentarios y los trata mal. Es más un tema emocional”, cuenta otra fuente parlamentaria.

APP, por supuesto, no actuó solo. Podemos Perú y Acción Popular fueron las bancadas donde se pudo cosechar más apoyo. Algunos de sus aliados, sin embargo, retrocedieron a última hora. Pese a que hubo un acuerdo inicial con UPP y el Frepap, estos últimos se bajaron del carro. En primer caso, las razones se basarían en un acercamiento con Castillo. En el segundo, dicen las fuentes parlamentarias, desistieron del apoyo cuando vieron que un proyecto de ley que favorecía la inscripción de su partido -que no logró pasar la valla en las últimas elecciones- no terminó de cuajar.

Choque con Sagasti

Previo al pleno de ayer 10 de junio, los congresistas, nuevamente liderados por APP, pusieron en la mira a Francisco Sagasti y una posible censura en su contra. ¿Qué había pasado? Una tensa reunión entre el hijo putativo de César Acuña, Luis Valdez, y el presidente interino. 

Valdez, presidente de la Comisión de Constitución, aseguró a los medios que le había dicho al presidente que en la comisión que preside no se iba a impulsar la reforma de bicameralidad, pese a que, afirmó, es necesaria. Sin embargo, en cuanto a la cuestión de confianza, sí señaló el interés por sacar la reforma adelante. 

Le recordó el cierre del Congreso del 2019 y el riesgo que supone que el Ejecutivo pueda plantear cuestiones de confianza a la ligera ante un eventual presidente autoritario. “Por no querer responder el pliego interpelatorio, podría solicitar una cuestión de confianza”, declaró.

Después de la reunión y previo a que fracase el intento de la reforma, Valdez había señalado que la actitud de Sagasti fue muy confrontacional y amenazó con una denuncia constitucional en caso el mandatario utilice sus “poderes fácticos” para las reformas. Sagasti respondió minutos después: «No hay ningún interés de intimidar nada que permita el más mínimo resquicio para una acusación constitucional. Aquí de repente el ladrón cree que todos son de su condición». 

Los congresistas se sintieron agredidos en general, por lo que se empezaron a esbozar algunos caminos. Fuentes del congreso señalan que algunas bancadas, entre ellas de Fuerza Popular (FP) y Unión Por el Perú (UPP), estaban cocinando una moción de censura en contra del presidente Sagasti.

No encontraban excusas posibles hasta que en la noche Willax reveló una conversación entre el presidente Francisco Sagasti y Mario Vargas Llosa, donde el primero le habría pedido interceder con Keiko Fujimori para que acepte su derrota.

Sagasti salió a responder a los pocos minutos desde su cuenta de Twitter. “Deploro que se distorsione y malinterprete una acción orientada a mantener la tranquilidad en un ambiente tan polarizado, complejo y difícil, plagado de mentiras y distorsiones, como el que estamos viviendo”, escribió en uno de los mensajes.

Hoy por la mañana, sin embargo, Valdéz rechazó cualquier intento de censura. “Más allá del reproche político que es natural, en el Congreso no se tiene el más mínimo ánimo [de censurar]. [Sagasti] debe entender que es el primer mandatario y su distancia al proceso electoral es importante”, dijo.

¿Qué pasó para que la rabieta de APP cambiara tan pronto? Quizá la respuesta esté en que César Acuña quiera calmar los ánimos en su intento por acercarse políticamente al profesor.

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app, Bicameralidad, César Acuña, Congreso, Francisco Sagasti, Luis Valdéz, reforma constitucional

¿Pudo Keiko Fujimori ganar en las urnas lo que hoy pretende su staff de abogados ganar en la mesa? Al cierre de esta nota, con el 99.440% de actas contabilizadas, la diferencia entre ambos candidatos era de 173.707 votos en territorio nacional y 71,455 si contamos los votos del extranjero. Ambas cantidades representan menos del 10% de las personas que no votaron en las regiones en las que el fujimorismo tuvo mayoría.

 

En Tumbes y Piura, por ejemplo, donde el fujimorismo alcanzó las preferencias de más del 60% de la población, aproximadamente 378.000 personas no acudieron a las urnas. Una cifra que está lejos de los más de 594.000 que faltaron en las regiones de Lambayeque y La Libertad, donde Fuerza Popular alcanzó más del 50% de las preferencias.

Lima y el Callao merecen una mención aparte. En ambas regiones el fujimorismo arrasó, pero ¿pudo ser aún más importante este bastión para los intereses de Fuerza Popular si las más de 1.800.000 personas que se ausentaron acudían a votar?

Mientras los ausentes en regiones donde ganó Fujimori sumaron 3.332.139; en las del profesor suman 2.434.480. Es decir, 897.659 personas menos. ¿Cuántos votos pudo haber sumado Castillo si los más de 492.000 votantes ausentes de Puno, Huancavelica y Cusco, por ejemplo, donde el candidato sacó más del 80% de las votaciones, hubiesen acudido a las urnas?

Como fuese, el mapa del Perú se tiñó de rojo. Pedro Castillo venció en un mayor número de regiones y obtuvo un porcentaje contundente en varias de ellas, como ya hemos mencionado.

Por el lado de Keiko Fujimori, si bien no alcanzó a pasar el 70% de los votos en ninguna región, logró obtener el 64.60% en Lima, el equivalente a 3.965.876 votantes. Un número significativo que influyó en que la segunda vuelta terminara siendo bastante apretada. Su bastión, cómo no, fue San Isidro, donde obtuvo el más del 88% de las preferencias. Pero en San Juan de Lurigancho, el distrito más poblado de la capital, la cosa fue más reñida. Keiko obtuvo el 58% de los votos, mientras que Castillo, poco más del 41%.

 

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Un día antes de las elecciones presidenciales, la base de Fuerza Popular en Tacabamba -el distrito de la provincia de Chota (Cajamarca) en el que nació Pedro Castillo y donde ha instalado una de sus bases principales- tenía asegurada la presencia de 43 personeros para defender los votos naranjas. Al día siguiente, sin embargo, las cosas cambiarían.

 

«Alianza Para el Progreso [el partido de César Acuña] nos ofreció 14 personeros [como parte de la alianza política], pero no cumplieron. Y 11 más desistieron a último momento, porque dicen que los amenazaron o que sintieron temor a represalias. Solo nos quedamos con 18», dice Ricardo Chanamé, el coordinador de los personeros en este distrito.

Ricardo es chiclayano y ha transitado por varios cargos políticos al interior del fujimorismo: desde secretario de juventudes hasta lo que es hoy, el secretario provincial de Chiclayo. Hace tres meses él y su esposa, quien es tacabambina, se mudaron a este distrito para superar las secuelas del Covid-19. El clima, pensaron, los ayudaría. Acá pasaron ambos procesos electorales.

 

Ricardo Chanamé es secretario regional de Chiclayo y fue el coordinador de los personeros naranjas en Tacabamba. En esta foto aparece acompañado de su lideresa, Keiko Fujimori (foto: Juan C. Chamorro).

 

«Soy fujimorista desde el año 1997. Ayudé a recolectar firmas para fundar Fuerza 2011, que hoy es Fuerza Popular. Me he iniciado desde las bases», cuenta Chanamé, orgulloso.

El Covid-19 también atacó a su tío, Romelio Soto Gálvez, un antiguo fujimorista y secretario general de Fuerza Popular en Tacabamba desde 1990, cuando el partido se llamaba Cambio 90. Ha sido, además, gobernador de este distrito.

Soto recibe a Sudaca en una oficina de su empresa de transporte ‘Ángel Divino’, que no posee en la fachada ningún símbolo partidario «por precausión». Dice haber conocido a Alberto Fujimori en 1991, cuando este visitó por primera vez Tacabamba. Ese año, Fujimori prometió realizar una obra de conexión de agua y desagüe en todo el distrito, y la remodelación de la escuela N° 10446 ‘Salomón Díaz’ (donde votó, el domingo 6 de junio, el candidato presidencial Pedro Castillo). Según don Romelio, el ahora condenado expresidente «cumplió con su palabra».

El viejo dirigente sigue apoyando a su partido a pesar de que los resultados que ha obtenido en los últimos años no son alentadores. En la primera vuelta del 2016, Keiko Fujimori recibió el 15% de las preferencias, muy lejos del 70% que obtuvo el partido Democracia Directa. En segunda vuelta, la volvieron a rechazar: obtuvo el 44%; mientras que PPK, 55,9%.

 

Romelio Soto es secretario general de Fuerza Popular en Tacabamba. Por precaución, el local no tiene el símbolo del partido fujimorista. Aquí recibió a Sudaca (fotos: Juan C. Chamorro).

 

Pero en estas elecciones, a la hija de Alberto Fujimori le fue incluso peor. El pasado 11 de abril obtuvo el cuarto lugar con solo 2,32 % de votos (137 votos). Pedro Castillo arrasó con 79,51%: 7.338 personas votaron por él de las 12.560 habilitadas para sufragar.

Aunque vive en el vecino distrito de Anguía, Castillo nació acá, en Tacabamba, donde tiene consolidada una base principalmente de profesores. Como contó Sudaca hace unos días, el local de campaña desde donde viene dando balconazos se lo prestó una amiga de los miembros del magisterio.

Una nueva derrota

Los personeros naranjas no habían aparecido durante la primera vuelta. En parte porque algunos de los militantes enfermaron de Covid-19. Pero para esta segunda, Ricardo Chanamé se encargó de reclutar a fujimoristas de la zona para luchar por los votos.

Aunque desde Alianza para el Progreso terminaron fallándole, la convicción de Chanamé motivó a Jhon Rojas, por ejemplo, un joven tacabambino fujimorista que estudia para ser profesor de Educación Física. Rojas asegura haber recibido llamadas que él relaciona a un intento de hostigamiento. «Alguien que dijo llamarse Quinto me llamó un día antes de la elección. Me preguntó: ‘¿cuánto te pagan?’ y colgó», cuenta el fujimorista de 19 años, quien desde hace dos asiste a las actividades partidarias.

«Ser fujimorista es estar acostumbrado a que te conchesumadreen solo por decir que eres fujimorista; pero ya estamos bañados en aceite y todo nos resbala. El adversario es un rival político, no un enemigo», asegura a Sudaca Moisés Péres, quien ocupa el cargo de representante político regional de Fuerza Popular en Cajamarca.

 

Moisés Péres señala que está bañado en aceite y que los insultos por «ser fujimorista» le resbalan (foto: Juan C. Chamorro).

 

Moisés estuvo a cargo de la coordinación y del cordón de seguridad durante la llegada de Keiko Fujimori al distrito de Chota (en la provincia del mismo nombre) para participar en el debate del pasado 1 de mayo. También fue designado para apoyar a Ricardo Chanamé en la conformación del equipo de personeros para las elecciones del 6 de junio.

Conversamos con él un día antes de la segunda vuelta y se mostró preocupado por futuras agresiones. Peres dijo que el objetivo es tener personeros en todos los distritos electorales del país, pero que el riesgo es muy alto, porque Tacabamba es tierra del profesor Pedro Castillo.

Cuando lo volvemos a encontrar al finalizar la jornada del 6 de junio, sin embargo, el hombre nos confirma que sus temores no se cumplieron. En las tres escuelas donde estuvieron los personeros naranjas solo hubo intimidaciones verbales como «traicionero» y «corrupto», pero no se presentaron las agresiones físicas que esperaban recibir de los seguidores del lápiz.

«Era un riesgo tener personeros en Tacabamba. Era como que unos pocos de ‘Trinchera Norte’ de Universitario vayan a pararse en la tribuna aliancista de ‘Comando Sur’. Gracias a Dios, creo que la actitud de la población de Tacabamba fue alturada. Fue una fiesta democrática. La gente estuvo a la altura de la importancia», comenta.

Otro grupo de personeros estuvo en los locales del distrito vecino de Anguía. Ricardo Chanamé cuenta que lograron inscribir a seis personeros en la escuela Arturo Osores Cabrera, pese a que, según su versión, recibieron la advertencia de ronderos de que no iba a permitir personeros naranjas. “La misión de cada personero es tener una copia del acta de la mesa de sufragio, ese es nuestro trabajo. Esta elección se gana hasta con un voto; nuestra misión es defender ese voto», apunta el militante naranja.

 

Don Romelio Soto, Ricardo Chanamé, Moisés Péres
Don Romelio Soto, Ricardo Chanamé, Moisés Péres aparecen acompañados de otros dos militantes fujimoristas en el interior de la base del local de Tacabamba (foto: Juan C. Chamorro).

 

Pero los resultados son un nuevo batacazo para Keiko Fujimori en este distrito. Con las actas procesadas al 100%, Fuerza Popular obtuvo 371 votos; es decir, solo 234 votos más que en la primera vuelta (4.78%). Castillo volvió a ganar en su tierra con 7376 votos (95%).

 

(*) Fotocomposición: Leyla López

Con fotos de la plaza de armas de Tacabamba y el equipo de coordinadores de personeros de Fuerzas Popular (fotos: Juan C. Chamorro).

 

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Antifujimorismo, Elecciones 2021, Fuerza Popular

Por Giovani Alarcón y Alba Ñaupas

A las 10 de la noche de ayer domingo, todas las caras dentro del local de Fuerza Popular eran de autogol. Sudaca, que había seguido a la candidata Fujimori todo el día, intentó arrancarle alguna declaración a los voceros de su partido. Luis Carranza, ‘Nano’ Guerra García y Patricia Juárez se excusaron, casi con pena. Lo propio hizo Pedro Cateriano, que no ha sido vocero oficial de la campaña, pero estuvo muy cerca. El conteo rápido de Ipsos y América TV ponía a Castillo 0,4 puntos por encima. 

 

Afuera del local, las juventudes fujimoristas -que habían celebrado eufóricas el flash a boca de urna- ya no estaban. El toque de queda las había obligado a replegarse. Los pocos simpatizantes que quedaban apenas atinaban a levantar la mirada. Todo era silencio, caras de preocupación y luz de las pantallas de sus celulares. Un escenario absolutamente distinto a las sonrisas y los gritos de las horas previas. 

El día en que se definió si Keiko Fujimori jalará su ‘trica’ electoral, la candidata naranja empezó su itinerario en las alturas de Lima. Su ‘desayuno electoral’ fue en el asentamiento humano La Morenita de Fátima, en San Juan de Lurigancho. Un cerro con vista panorámica e inundado de niebla, que muchos de sus recientes y fervorosos partidarios probablemente no conocen. Hubo panes con jamón, avena con manzana y tamales. Allí Fujimori destacó la participación de la selección peruana de fútbol -de cuyos jugadores, algunos, había recibido el endoso en días previos- y el perdón. Bajando el cerro, incluso se animó a posar para el lente de Sudaca en la foto que inicia esta crónica.

Keiko Fujimori en desayuno tradicional
Keiko Fujimori en desayuno tradicional en SJL (Foto: Giovani Alarcón).

Tras la comilona protocolar, dejó a su hermano Kenji en la casa de su madre en San Borja y fue a la suya en Surco. Desde allí fue a votar en el IE 7086 Los Precursores, donde la aglomeración de simpatizantes, detractores y periodistas terminó con un policía en el suelo. Volvió a casa y pidió un barquito de sushi para aplacar la tensión. Algunos vecinos paraban paseando a sus mascotas esperando algún balconazo desde el tercer piso que no se dio. Poco antes de las 7 enrumbó a su local de campaña en la calle Campanillas, en La Molina, para recibir los primeros resultados.

En La Molina, decenas de simpatizantes, en su gran mayoría jóvenes fujimoristas, escucharon el flash a boca de urna. Tensos, aunque esperanzados, recibieron la noticia de que su candidata llevaba -teóricamente- la delantera. Se tomaron varias ‘selfies’ para recordar el alegre momento. Aunque se trataría de una agitación efímera, algunos conversaron con Sudaca.

Juventudes fujimoristas
Juventudes fujimoristas (Foto: Giovani Alarcón.

Luis Eduardo Pacaya, coordinador de juventudes de Loreto, reconoció que la diferencia del boca de urna no era mucha y apeló a la cautela. Al ser consultado por la razón del antivoto hacia Fujimori, señaló que es culpa de la educación escolar, que no enseña sobre el terrorismo, y de los anteriores gobiernos. 

Respecto a los pasivos políticos de Keiko Fujimori, investigada por lavado de activos, su semblante cambió y solo atinó a decir que todos somos humanos y cometemos errores. “Lo otro es que ha sido investigada, pero no sentenciada, hay presunción de inocencia”, zanjó.

Videos y videntes

Pasadas las 8 de la noche, una hora después del boca de urna, el equipo de Fuerza Popular difundió un video que mostraba cómo había recibido la noticia el círculo íntimo de Keiko Fujimori. Un recurso audiovisual apenas justificado por la pandemia. No fue hasta cerca de las 9:30 pm, más de dos horas después del resultado y la llegada de varias pizzas al local, que permitieron el ingreso de la prensa al local de Campanillas. 

Pizzas llegan al local de Campanillas, antes del conteo rápido.
Pizzas llegan al local de Campanillas, antes del conteo rápido.

El vídeo difundido por el fujimorismo muestra en primera línea a Keiko, su esposo, sus hijas, Kenji y Patricia Juárez, quienes celebran con algarabía los resultados preliminares. Abrazos profundos y sonrisas inmensas detrás de las mascarillas, que con el pasar de los minutos se irían disipando. 

Con la prensa ya dentro del local de campaña, a poco del conteo rápido, Fujimori se dirigió a los medios durante apenas 3 minutos. Como si ya supiera lo que se le venía, tras esa breve declaración decidió retirarse raudamente del lugar. “Los resultados se han recibido con alegría, pero al ver que el margen es tan pequeño, es fundamental mantener la prudencia. La campaña ya culminó y será fundamental tender puentes y encontrar espacios de diálogo entre los grupos políticos. El país, a través del mapa de los resultados de boca de urna, muestra dos grandes bloques con ciudadanos que quieren todos un cambio”, dijo.

A las 10 de la noche, 3 horas después del flash electoral, la balanza se inclinó al otro bando y Perú Libre pasó a liderar con 50.2%, frente al 49.8% de Fuerza Popular (unos 70 mil votos, aproximadamente). 

Ante la negativa a declarar de Cateriano, Carranza, Guerra García y Juárez, el único que atinó a compartir algunas palabras fue Reynaldo Dos Santos, el autodenominado ‘vidente’ de la farándula que previamente había dado su apoyo a Fujimori.

Reynaldo Dos Santos, vidente farandulero.
Reynaldo Dos Santos, vidente farandulero.

Minutos antes del conteo rápido de Ipsos, Dos Santos aseguraba tajantemente que Fujimori ya “es la presidenta del Perú” porque él ya lo había visto desde hace tiempo. “Hay una luz de esperanza, el comunismo no se va a instalar en el Perú”, había asegurado para luego relativizar sus palabras. 

“Desde el 2002 vengo diciendo que ella iba a ser presidente, lo que pasa es que una profecía no tiene tiempo, pero se puede ver el hecho en sí, y el hecho está ahí y no va a cambiar”, afirmó, cuando los números del conteo rápido no cuadraron con su predicción. El viejo truco del vidente. 

Si después de casi 15 años aún no acierta, quizás Dos Santos debería ir buscando otro trabajo. Y Fujimori, quién sabe, lo mismo. 

 

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Elecciones 2021, Fuerza Popular, Keiko Fujimori, Pedro Castillo

Camisetas de la selección peruana, polos con el Escudo Nacional, mascarillas con inscripciones de rechazo al comunismo y banderines blanquirrojos en camionetas adornan la mañana de la segunda vuelta electoral en el distrito de San Isidro, el corazón de las clases más pudientes del país. Un panorama completamente distinto al del pasado 11 de abril, que estuvo marcado, por ejemplo, por las tardanzas y las ausencias de miembros de mesa.

 

“Las mesas terminaron de instalarse a las 9:45 am, a diferencia de la primera vuelta en la que terminaron de abrir a las 11:45 am”, cuenta un funcionario de la ONPE desde el emblemático colegio estatal ‘Alfonso Ugarte’. La misma tendencia se da en colegios como la I.E. 1051 – El Olivar y los privados Sagrados Corazones Belén y Reina de la Paz, que lograron instalar todas las mesas antes de las 8:30 am.

Para esta ocasión, acudieron 4.000 votantes más que en la primera vuelta, en la que le dieron el respaldo al ultraconservador Rafael López Aliaga . El ausentismo se ha reducido en 13%.

Para esta mañana de domingo, San Isidro -cuna de lideresas como Lourdes Flores Nano y Madeleine Osterling- tiene como favorita a Keiko Fujimori. Sudaca se dio una vuelta por esta zona y conversó con algunos de sus pobladores a las afueras del I.E. Alfonso Ugarte:

¿El polo del Escudo del Perú lo lleva por alguna razón en particular?

Porque amo mi país, no hay más razón que eso. ¡Viva el Perú, carajo!

Entendería que su voto ha sido por…

Por Keiko, por Keiko presidenta. ¡La primera mujer presidenta!

Usted considera entonces que Keiko sería una buena opción para liderar al país.

Es la única, no es “buena”. ¡Es la única y la mejor!

¿Considerando que viene siendo investigada?

Con todas sus investigaciones. ¡Me importa un carajo! Castillo no.

La vecina, que no quiso identificarse, no se ha dado cuenta, pero acaba de parafrasear a un ilustre chotano, el “doctor” César Acuña, que dijo hace poco en apoyo a Fujimori: “Por mi país hoy depongo todo. Me olvido de los actos de corrupción”.

A la escuela también acude a votar un señor, que luce un tapabocas que dice “No al comunismo”. El hombre apunta, con resignación pero mayor sensatez, que respetará los resultados finales: «Que gane quien quiera, por mi normal, si gana Castillo, ¿qué vamos a hacer? Si el pueblo quiere que gane, que gane pues».

Cerca de las 11 de la mañana, en otro punto del distrito, el expresidente Francisco Morales Bermúdez daba unas declaraciones. Acorde con los tiempos, RPP presentó al sentenciado por su participación en el Plan Cóndor como un demócrata ejemplar de la tercera edad. “A mí me tocó, con el apoyo de las fuerzas armadas y las fuerzas policiales, me tocó tener la capacidad suficiente para volver a la democracia. Esa democracia la siento yo. Una democracia equilibrada es lo que el Perú necesita, no buscar extremos”, dijo ante una amable reportera.

El discurso de defensa por la democracia fue el más repetido entre quienes apoyaron a Fuerza Popular, a pesar de que la candidata Keiko Fujimori carga con un pedido de prisión de 30 años y 10 meses por parte de la Fiscalía. Los delitos por los cuales se le acusa: crimen organizado, lavado de activos, obstrucción a la administración de justicia, fraude en procedimiento administrativo y falsedad genérica.

Resultados-San-Isidro
Al 100% de las actas procesadas en San Isidro, Keiko Fujimori obtuvo el 88.16% de los votos, mientras que Pedro Castillo obtuvo el 11.84%.

“Amo a mi patria y vamos a votar por salvar la democracia. Si gana Castillo, esperemos que sea coherente, porque hasta ahora ha demostrado incoherencia. De ganar Keiko, definitivamente tendríamos mayor tranquilidad”, dice una pareja en la cola para ingresar al ‘Alfonso Ugarte’. Cuadras adelante, monjas y ciudadanos de la tercera edad fueron recibidos entre arengas democráticas y, como mandaría la lideresa naranja, “aplausos protocolares”.

Minutos después, Sudaca se dirige al Parque Combate de Abtao, a cinco cuadras del colegio. La noticia que recogemos es que un miembro de mesa ha abandonado su aula bajo la excusa de salir a almorzar. Los vecinos están fastidiados. Tienen que esperar cerca de 45 minutos para que una persona de la tercera edad se ofrezca como voluntaria. A las afueras del colegio Reina de la Paz, algunos lamentan “el resentimiento de la gente que vota por Castillo” y repiten la consigna: “No es por Keiko, sino por la democracia”. Todos llevan camisetas blanquirrojas.

A las siete de la noche es el momento del flash electoral a boca de urna. Apenas se oye el resultado, resuenan palmas y algunos fuegos artificiales en las calles del distrito. Keiko Fujimori aparece en el primer lugar con una diferencia de 0.6% sobre el candidato opositor. El margen de error es de 3%, pero eso no parece minar la algarabía. El escenario cambia tres horas más tarde. 

El conteo rápido le da una victoria a Pedro Castillo con 50,2% frente a 49,8% de Keiko Fujimori. En San Isidro, sin embargo, el apoyo fue férreo: al cierre de esta edición, Keiko había logrado el 88.16% de los votos en este distrito. La lideresa se mantiene a la espera de los resultados oficiales en compañía de familiares y su equipo técnico que insisten en vestir la camiseta de la selección peruana de fútbol, que el pasado jueves cayó goleada 3-0.

 

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Democracia, Keiko Fujimori, San Isidro

 

Infografía sobre las elecciones peruanas 2011-2021

 

Son muy pocas las regiones que han mantenido su apoyo a un candidato entre la primera y segunda vuelta de los años 2011 y 2016. De hecho, la costa norte parece ser la única: en ambos procesos se impuso el fujimorismo.

Por otro lado, la mayor parte del sur suele votar en bloque por el mismo candidato, ya sea que este cambie o no para la segunda vuelta. En el 2011, mantuvieron su voto por Ollanta Humala en ambas instancias. Mientras que en el 2016, luego de haber apostado por Verónika Mendoza, quien no alcanzó a pasar a la segunda vuelta, apoyaron masivamente a PPK.

Finalmente, en la década pasada, cuatro regiones pueden considerarse las más volátiles, al haber cambiado al candidato más votado en su territorio en ambos procesos. Estas son Loreto, Lima, Cajamarca y Pasco.

En la capital, por ejemplo, el fujimorismo se impuso el 2016 en primera vuelta. Y en la segunda, la victoria fue para PPK. Pero es el caso de Pasco en el que pondremos el foco.

Pasco es la única región que ha acertado, en los dos años de elecciones, al vencedor de la segunda vuelta a nivel nacional con un porcentaje sumamente similar al que se obtuvo en el recuento nacional. Varía solo en milésimas. ¿Podría considerarse a Pasco un reflejo representativo de la elección general y valdría analizarlo más a fondo?

Fuente: Twitter José Luis Bacigalupo (@Pepe_Bacigalupo)

José Luis Bacigalupo profundiza un poco más en esta población a la que llama “votante mediano”.

 

No se sabe qué pueda ocurrir en estas elecciones, sin embargo, los resultados que se obtengan podrían confirmar a Pasco como una región de referencia frente al voto a nivel nacional. No tendrá la población de Lima para ser una región totalmente decisiva, pero sí podría orientar hacia dónde se dirigiría el voto total en una segunda vuelta. Esperemos.

 

 

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Reporte Mensual de Fondos Mutuos Mayo 2021, de la Asociación de Administradoras de Fondos Mutuos del Perú. Infografía: Leyla López

El reporte de la asociación indica que el desempeño de mayo estuvo marcado por la coyuntura local y las expectativas de los inversionistas respecto al posible ganador de la elección presidencial. 

“Gran parte de ese dinero, según las divisiones de los bancos, que son los administradores más grandes, se cambió de soles a dólares y muchos de estos se enviaron afuera. En mayo [el retiro de fondos mutuos] se ha acentuado y lo vemos en el tipo de cambio. Hubo días en que el Banco Central de Reserva [BCR] tuvo que vender muchos dólares o intervenir con ‘forwards’ [operaciones de política monetaria para aliviar la subida del tipo de cambio]. Eso es bastante demanda, y no solo de compañías, sino también de inversionistas chiquitos”, explica Rojas. 

Movimientos como estos parecen haber asustado a los directivos de bancos como el BBVA Perú, que ayer cubrió con paneles protectores las fachadas de 35 oficinas a nivel nacional. El mensaje de temor se concentró principalmente en el centro y sur del país: las ciudades con agencias que colocaron la protección son Lima, Arequipa, Madre de Dios, Puno, Juliaca, Tacna, Ayacucho, Pasco y Moquegua, según detalló a Sudaca la oficina de prensa del banco. 

“Se trata de una medida preventiva de protección a nuestros empleados y clientes en algunas zonas sensibles donde en otras ocasiones las oficinas bancarias se han visto afectadas por hechos relacionados a protestas o manifestaciones. Son 35 oficinas de 320 a nivel nacional. Las oficinas atenderán con normalidad el lunes, pero se debe dar seguridad a los empleados o clientes por si se presenta algún disturbio. Más de 280 oficinas bancarias no tienen esa protección. Con disturbios, nos referimos a marchas”, explicaron. 

Refugiados en el dólar

También ha habido un claro movimiento hacia la divisa de refugio por excelencia. De acuerdo a las cifras del Banco Central de Reserva (BCR), entre marzo y abril de este año, los depósitos en soles del sistema financiero peruano han caído entre 1.5% (depósitos a plazos) y 6.4% (dinero de libre disponibilidad), y las cuentas en dólares se incrementaron entre 5.5% y 5.8%, respectivamente frente a marzo. Pero aún más: S/4.709 millones -su equivalente en moneda nacional o extranjera- han sido retirados del sistema. 

Hugo Perea, economista jefe para el Perú del BBVA Research, explica que lo usual en un proceso electoral es que personas y empresas opten por dolarizar sus portafolios de manera preventiva, pero que la incertidumbre ahora ha sido más alta de lo común. “Mi impresión es que en este proceso electoral la dolarización ha sido más acentuada. Creo que es básicamente una demanda vinculada a un factor precautorio”, comenta. 

Perea segura que las cifras de mayo -que aún no han sido publicadas- reflejarán la misma tendencia, sobre todo por el lado de las personas naturales, ya que las empresas se han movido primero porque suelen ser más rápidas. Por el lado de las personas, recordó que esta vez algunos han podido acceder al 100% de sus cuentas CTS, que tradicionalmente han estado en soles. y podrían haber hecho la conversión a dólares.  

Si la tendencia se acentúa después de las elecciones, el economista consideró que el sistema financiero tiene suficiente liquidez para afrontarlo. “Ante la eventualidad de que las cosas sean más complicadas, el BCR también tiene herramientas para proporcionar apoyo transitorio de liquidez en dólares. Tiene disponibilidad de reservas internacionales, más de US$7 mil millones, por ese lado creo que hay un cierto “colchón” que va a permitir enfrentar episodios de volatilidad intensos”, afirmó.

Para Rojas, existe un segmento de la población que siempre confía más en el dólar y ante la incertidumbre hay un efecto de contagio. “La gente se desespera pensando que ya perdió su oportunidad y creo que hay esa sensación de contagio donde lo poco que tengo lo mando a dólares. Hay un tema de emoción en este momento en el que todos estamos muy sensibles y que te incentiva a tomar decisiones emocionales”, afirma. 

De momento, el nerviosismo ha servido para multiplicar las operaciones en las casas de cambio digitales. Según Matías Maciel, Co-Founder & CFO de Rextie, entre abril y mayo su ritmo de captación de nuevos clientes se duplicó. 

“En estos contextos de volatilidad el precio es como un llamado a operar porque el que cree que está caro, vende, el que cree que va a seguir subiendo, compra. Las personas, normalmente, operaban un monto promedio de US$1.000 a US$1.200 dólares por operación y ahora [desde abril] el promedio subió a US$1.500. Los volúmenes claramente aumentaron”, detalla. 

Servicios migratorios con alta demanda

Y así como el dinero se puso en marcha en los últimos días, algunas personas han retomado planes de viaje, incrementando la demanda de pasaportes. La Superintendente Nacional de Migraciones, Roxana Del Águila Tuesta, explicó que antes de la pandemia se entregaban 800 pasaportes por día. Cuando se empezaron a reanudar los viajes, se repartían 300. Actualmente, en cambio, se entregan 2.000 diarios a nivel nacional.

“Dada la inmensa cantidad de solicitudes se han cubierto las citas hasta septiembre. Vamos a trabajar en Breña de lunes a sábado y así vamos a poder entregar 4.000 pasaportes por día a nivel nacional. En Tumbes antes entregábamos 10 pasaportes por día, ahora son 150 por día”, indicó a Sudaca durante la inauguración de una nueva oficina en el Jockey Plaza.

Del Águila se excusó de pronunciarse sobre temas políticos, pero precisó que este incremento de la demanda se registra desde marzo, antes incluso de la primera vuelta, por lo que lo vincula más al aumento de las frecuencias aéreas o a la posibilidad de vacunarse en Estados Unidos. No hay, sin embargo, una medición formal de los motivos detrás del fenómeno de la renovación de pasaportes. 

“El 2020 nadie viajaba y por eso, de pronto, no se dieron cuenta que sus pasaportes vencieron. Podemos apreciar que son grupos familiares. Con esta apertura y estas decisiones esperamos que las citas lleguen solo hasta julio y podamos atender a los que ya sacaron cita”, agregó. Según los vuelos directos que han contabilizado, unos 117,000 peruanos han viajado a Estados Unidos desde febrero hasta los primeros días de junio. Allí muchos buscan una dosis del antídoto contra la Covid-19. 

*Fotoportada: Leyla López

 

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Ahorros, BBVA, Dólar, Dólares, Elecciones 2021, Migración

Oscar Galarza es psicólogo, tiene 60 años y recientemente ha tenido que bloquear de su Facebook a su mejor amigo de la juventud. La razón, explica, son los ataques que recibía de este por hacer pública su decisión de votar por Perú Libre. “Yo me pregunto: si psicólogos pierden la amistad por cosas que no valen la pena, por una señora Fujimori que nos dice que va a cambiar, por un señor Pedro Castillo que dice que no va a ser totalitario, ¿qué podemos esperar?”, comenta Galarza, presidente de la Asociación de Psicólogos de Lima.

 

No es el único. La periodista Victoria Pineda contó el pasado 3 de junio en su cuenta de Twitter: “En serio, es increíble las cosas que tengo que ver y responder por WhatsApp. Estas elecciones estoy perdiendo a varios «amigos», pero no me arrepiento”. Y acompañó su mensaje con el pantallazo de la discusión.

En una reciente entrevista para Sudaca, la también periodista Rosa María Palacios contó un pasaje similar acerca de las interacciones que tiene con sus conocidos por redes sociales. “Un sector de mi familia cree que soy comunista. Aunque tú no lo creas. No sé por qué, probablemente por no decir ‘Keiko, te amo’, o algo por el estilo. Y otro sector cree que soy demasiado de derecha, ¿cómo es posible?”, apuntó.

“Bruno” (22), por ejemplo, es un estudiante del último año de psicología de la Universidad de Lima. Utilizamos un seudónimo porque el entrevistado no quiere revelar su identidad por temor a quedar expuesto a reacciones hostiles. Pero cuenta su experiencia con su entorno universitario. “Más [me han afectado] las reacciones que tienen otras personas que el mismo resultado de las elecciones. Creo que se ha cerrado bastante el diálogo al menos en varios grupos sociales limeños. El que no tiene tu opinión es el enemigo […] Muchos están totalmente decididos a irse del país”, dice. 

Y si en grupos privados la polarización es notoria, redes públicas como Twitter son un verdadero caldero. “Mucha gente esta semana ha renunciado a Twitter. ‘Esta semana he decidido no abrir Twitter’ es como la frase de la semana. Como Twitter puede ser anónimo y la gente habla sin reparos. Veo cosas tan fuertes de los dos lados, ‘mi amiga tal y mi amigo tal se han dicho esto’, me cuentan. Qué difícil será volver a hablarte con el enemigo”, dice Graciela Cardó, vicepresidenta de la Sociedad de Peruana de Psicoanálisis.

¿Qué hay detrás de estas interacciones? “Es el famoso pensamiento binario”, sostiene la especialista. “En los momentos de crisis, de cambio, tendemos a pensar de nuevo así: los buenos, los malos; los míos, los otros; el nativo, el extranjero; hombre, mujer; yo, tú. Y el pensamiento binario implica dominación, implica que uno es mejor que otro, siempre es así”, añade. 

Óscar Galarza coincide y se anima a poner un ejemplo personal. “El ‘yo-tú’, que es una relación humanizante, se empieza a transformar en un ‘yo-ello’. Por ejemplo, a los que vamos a Pedro Castillo nos están llamando ignorantes, brutos, comunistas, que queremos un país como Venezuela o Cuba. Y los de esta parte llaman a los que van a votar por Keiko Fujimori: delincuentes, autocráticos, corruptos. Al final, ¿qué tengo que ver yo, que voto por Pedro Castillo, con un comunista? ¿Qué tienes que ver tú, que votas por Keiko Fujimori, con una corrupta? La consecuencia es un mecanismo muy violento. Es: yo soy bueno, tú eres malo”, explica.

Óscar Galarza, presidente de la Asociación de Psicólogos de Lima, en conversación con Sudaca vía Zoom.

«Todo es defensa acérrima de su posición, ni siquiera del candidato o candidata, todo es lo que tú quieres, son tus ideales, tus esperanzas, son procesos psíquicos complejos», complementa Graciela Cardó.

La distancia que los separa

Hoy, a menos de nueve horas del flash, la preocupación por la situación del país va alcanzando su pico y pueden surgir algunos síntomas. “Hay bastante insomnio, ansiedad, somatizaciones como dolores de cabeza, de cuerpo. Mucha gente ha estado definitivamente más ansiosa, preocupada, fastidiada, irritada, y es que si estás peleando todo el tiempo…”, dice Cardó.

La familia Taboada vive algo similar a lo que describe la psicóloga. Lucía Taboada (23), una estudiante de derecho en la Universidad del Pacífico, dice que ella y su hermana -que estudia la misma carrera en la Universidad Católica- viciarán su voto. Los actos de corrupción y violación de derechos humanos cometidos por el fujimorismo han sido decisivos para ambas.

Pero sus padres, de 60 y 52, votarán por Fuerza Popular. El recuerdo del terrorismo que vivieron durante las década del 80 fue una de las razones. Y llegó a su momento más álgido luego del atentado en el VRAEM. “Así era todos los días”, recuerda Lucía que dijo su papá evocando aquella época. “El medio televisivo que mi papá más consume es Willax y es notoria la campaña de miedo [de ese canal]”, apunta.

Su madre, por otro lado, insistía en lo peligrosa que era la opción de Perú Libre para la economía. “He invertido tanto en ustedes para que al final se queden sin trabajo”, le escuchó decir a su mamá, quien, preocupada, recordaba que durante el primer gobierno de Alan García ganaba el equivalente a S/20 al mes. “Sí, estaba triste al punto que se puso a llorar”, comparte Lucía.

En medio de la polarización, algo que apunta Graciela Cardó parece pasar desapercibido: “Los dos intentan proponer mejoras. Obviamente. Nadie va a proponer destruir el país. Pero la gente lo vive así. [A los ojos de ambos bandos], los dos candidatos están proponiendo destruir el país”.

Graciela Cardó, psicoterapeuta y vicepresidenta de la Sociedad Peruana de Psicoanálisis (SPP). Foto: Crecedu.

Desde su consultorio en San Miguel, Oscar Galarza ha advertido un paralelo quizás más profundo. “En todos los años, nunca se ha visto una polarización tan fuerte y, por lo tanto, lo que veo en muchos hogares es que los hermanos se están distanciando, padres e hijos pelean por situaciones electorales, amigos que están perdiendo la amistad, y ciertamente [esto] va a traer como consecuencia demasiados problemas en las interrelaciones familiares. Ello aunado al Covid-19, que ya por sí solo es un problema”, apunta. La votación empieza y acaba hoy. ¿Habrá futuro para las relaciones rotas que deja?

 

Fotocomposición de portada por Leyla López.

 

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