Ese es el principal problema político del país, no la variable fujimorismo-antifujimorismo. Y la vigencia de baja intensidad de esta dicotomía se mantendrá en el tiempo, mientras el fujimorismo o Fuerza Popular exista y pretenda tomar el poder vía elecciones, pero no será determinante. Del mismo modo, se mantendrá con vida el anticaviarismo cada vez que Verónika Mendoza o algún símil quiera hacer lo propio, el anticomunismo cada vez que un radical asome el rostro, o el antiDBA si alguien como López Aliaga pretende llegar a las ligas presidenciales.
¿Fujimorismo-antifujimorismo divide el país?
Por:
Juan Carlos Tafur
22.03.2022