[INFORME] Un funcionario de la Municipalidad de Lima es el nuevo integrante de los infames mochasueldos. Una serie de testimonios exponen a un coordinador que, mediante intimidaciones, estuvo exigiéndole a varias trabajadoras una parte de sus ingresos mensuales.
Desde que Rafael López Aliaga asumió el cargo de alcalde en enero del 2023, su gestión ha mostrado una innegable tendencia por catalogar a toda persona que critica o investiga a su gestión como un enemigo al cual intenta descalificar valiéndose de todo tipo de adjetivos con los que intenta descalificar y distraer la atención de los cuestionamientos que recibe por su conducción de la Municipalidad de Lima.
Sin embargo, el verdadero enemigo de la municipalidad que impide una gestión intachable y próspera no habría estado en medios de comunicación ni en quienes tienen una ideología política distinta a la del burgomaestre sino en los propios funcionarios de la Municipalidad Metropolitana de Lima.
Sudaca pudo acceder a documentos que exponen el caso de un funcionario que reúne las características necesarias para sumarse a la infame lista de los mochasueldos. Una historia que hasta ahora había pasado desapercibida pero expone una serie de cobros irregulares y hasta maniobras de amedrentamiento para evitar que salga a la luz.
“Me decía que muchas personas estaban esperando mi puesto que podía sacarme”
El protagonista de esta historia es Giancarlos Edwin De La Torre Alfaro, quien se venía desempeñando como coordinador de la Subgerencia de Desarrollo Social. Según pudo corroborar Sudaca, De La Torre Alfaro registra órdenes de servicio con la Municipalidad de Lima desde la fecha en que tomó el mando Rafael López Aliaga en enero del 2023.
Sin embargo, la parte cuestionable de su historia se empezó a detectar en octubre del año pasado. En esta parte de la historia entra en escena Andrea Lucía López Aguirre, quien se encontraba bajo las órdenes de De La Torre Alfaro. Por aquella época, Andrea López se vio involucrada en una situación que llamó su atención.
López Aguirre se enteraría por el propio coordinador de la Subgerencia de Desarrollo Social que estaba próximo a emitirse una orden de servicio por el monto de cuatro mil soles por un periodo de tres meses. Acorde a su testimonio, este monto mayor al que debía recibir no le sorprendió debido a que, para esa fecha, tenía un pago atrasado por lo que asumió que ese monto pendiente había sido incluido en dicha orden de servicio.
Pero la situación daría un giro drástico cuando, tras recibir su primer pago, Giancarlos Edwin De La Torre Alfaro le exigen a Andrea López que le de mil soles. “Le terminé dando el dinero porque me decía que muchas personas estaban esperando mi puesto que podía sacarme”, señaló López.
Por si quedaban dudas sobre lo irregular de la situación, López Aguirre también relató que estos pagos solicitados por el coordinador de la Subgerencia de Desarrollo Social de la Municipalidad de Lima no podían ser depositados en su cuenta de banco ni a su número asociado a Yape sino a cuentas de terceros.
Esta situación continuó ocurriendo durante los siguientes meses hasta que en febrero del presente año las cosas empeorarían. Ante la negativa por parte de la trabajadora de seguir dándole parte de su salario, De La Torre Alfaro la citó en una cochera donde no sólo le dijo con respecto a los pagos que “tenía que cumplirlo como sea” sino que, pese al llanto de Andrea, le impidió bajarse de su vehículo.
La siguiente imagen corresponde a la conversación que sostuvieron en aquella oportunidad Giancarlos De La Torre y Andrea, quien terminaría por depositarle los trescientos soles como parte de las exigencias que este funcionario le hacía todos los meses.
GIANCARLOS Y SU MODUS OPERANDI
El relato de Andrea López también reveló que ella no fue la única trabajadora que sufrió estos recortes de sueldo. En su testimonio revela que otras de sus compañeras de trabajo han sufrido estas exigencias por parte de De La Torre Alfaro, quien incluso utilizaba la historia de Andrea como estrategia para intimidarlas en caso se rehusaran.
En el documento que pudo revisar Sudaca se pueden apreciar evidencias de los pagos que las compañeras de trabajo de Andrea López le debían hacer al coordinador de la Subgerencia de Desarrollo Social. Como se puede apreciar en la imagen, dos de estos depósitos eran a la cuenta de una tercera persona elegida por De La Torre para recibir su dinero.
Esta historia de cobros e intimidación también ha tenido a otros testigos que corroboraron la historia de Andrea y sus compañeras. Uno de estos testimonios que Sudaca pudo revisar incluso indicaba que De La Torre Alfaro le llegaba a pedir a una de sus trabajadoras que le depositen la totalidad de su sueldo.
Otra trabajadora llamada Olga Castillo también relató haber vivido una situación similar con De La Torre Alfaro. En sus declaraciones, Castillo cuenta que la excusa de este coordinador para pedirle parte de su sueldo era que “ese sueldo era de más” y “uno de ellos tenía que dárselo a él”.
En la conversación vía Whatsapp entre Castillo y De La Torre se puede leer que, aunque la trabajadora señalaba que devolvería el dinero que no le correspondía si recibía un pago extra, el coordinador se negaba a ello y exigía que se le deposite a él con un contundente “es lo que tiene que pasar”.
En el caso de Castillo, una de las excusas con las que Giancarlos Edwin De La Torre Alfaro pretendía justificar su accionar era señalando que ese dinero que les solicitaba era para la compra de artefactos para los eventos que su área tenía a cargo.
Solange Baldeon fue otra de las trabajadoras afectadas por los pedidos de este coordinador y, tal como se observa en la imagen, en su declaración señala el miedo a perder su trabajo y sustento familiar como la razón por la que terminaban accediendo a las presiones ejercidas mensualmente por De La Torre Alfaro.
Otra de las trabajadoras que recibían estos pedidos por parte de Giancarlos Edwin De La Torre Alfaro era Jessica Hurtado. En su testimonio, Hurtado cuenta que De La Torre Alfaro le exigía esta cantidad debido a su interés en pagar su campaña política y reveló que, cuando ella le insistió que no podía darle montos tan elevados, el coordinador le indicó que “iba ver la forma de solicitarle a otras personas para no perjudicarme”.
Ante esta situación y el gran número de involucrados que dieron su testimonio, el coordinador de los Centros de Atención Integral al Niño, Niña y Adultos Mayores de la Subgerencia de Bienestar y Promoción Social e Inclusión fue destituido de su cargo en estos días. Sin embargo, no es la primera vez que Giancarlos Edwin De La Torre Alfaro tiene problemas. En mayo del 2017, cuando trabajaba para el IPD, De La Torre fue suspendido por treinta días, y, un mes antes, cometió otra infracción por lo que había recibido otra sanción.
Si bien en épocas cercanas a una elección es común encontrar aspirantes a la banda presidencial culpando a terceros de los cuestionamientos en su contra, la gestión de la Municipalidad de Lima parece no estar aplicando los filtros más efectivos para evitar que el trabajo que vienen realizando pueda ser calificado como intachable y casos como el de Giancarlos Edwin De La Torre Alfaro terminan saliendo a la luz.