Y dependerá mucho también de la clase política, que deberá entender que lo que corresponde en estas horas es un gobierno de consensos, donde mucho de lo que cada sector quisiera ver plasmado en el Ejecutivo, no se podrá llevar cabo justamente para lograr los consensos mínimos para salir de esta crisis desatada por un sujeto improvisado y corrupto que infelizmente llegó a estar en Palacio de Gobierno más de un año.
Creemos que lo que corresponde es un gabinete de ancha base y un compromiso de adelanto de elecciones. Sería lo ideal, pero si Boluarte logra enderezar el rumbo de la nave estatal, quizás sea factible evaluar su permanencia. Ello se verá con los días. Por ahora hay que celebrar el triunfo de la democracia y la derrota de la mediocre corrupción que se había arraigado, con uñas y dientes, en las entrañas del poder.