Y la mejor alternativa posible es la del adelanto de elecciones, con recorte del mandato general (tanto Ejecutivo como Legislativo). Solo se requieren 66 votos y un referéndum ratificatorio, que demorará unos meses, pero que nos ahorrará tres o cuatro años de la pesadilla política que estamos soportando y que va a dejar el país en escombros, presto para que cualquier incendiario aparezca y coseche de esa situación.
Por eso, la invocación a la unidad de la oposición. Hay razones, sin duda, para extremar diferencias y alimentar fricciones entre sus miembros, pero en momentos como éste, la unidad de objetivos debe estar por encima de cualquier otra circunstancia. No se puede permitir que el país se desangre política, social y económicamente, cuatro años más. Sería una tragedia que nos costará décadas superar.