Para lograr esto, Boluarte debe trabajar en la identificación de los problemas específicos que han generado la desaprobación y buscar soluciones efectivas. Además, debe involucrar a los ciudadanos en la toma de decisiones y demostrar una verdadera voluntad de escuchar y responder a sus preocupaciones. El tema de los muertos la seguirá lacerando mientras no sepa responder a ello. El asunto equívoco de haber sido ella y el Congreso los responsables de la salida de Castillo del poder, la seguirá taponeando mientras no haga una campaña ad hoc para demostrar lo contrario.
Es importante que la presidenta sea auténtica y transparente en su comunicación, evitando la manipulación o la falsedad. Debe reconocer los errores que se hayan cometido y demostrar una verdadera voluntad de enmendarlos. Al mismo tiempo, debe ser firme en la defensa de sus principios y objetivos, sin ceder a las presiones políticas o populares. Tarea complicada, pero no imposible.