Sobre ese terreno, de crecimiento del atractivo de propuestas autoritarias, se asentarán las elecciones generales próximas en el país, y si las fuerzas democráticas no son capaces de aglutinarse y presentar planteamientos sólidos y políticamente potentes, serán derrotadas por aventurerismos disruptivos, sean de derecha o de izquierda.
Hay una gran cantidad de personajes del centro y la derecha democráticos que se asoman en el horizonte. Esa es una buena noticia. Pero es preciso que consoliden alternativas unificadas, que no atomicen el sector y contribuyan a retomar la ruta del desarrollo que se venía siguiendo desde hace lustros, pero agregándole las reformas políticas y económicas señaladas, que permitan consolidar socialmente el modelo y asegurar que en el futuro no vuelva a sufrir el descalabro acaecido en las últimas elecciones.