Un gobierno hiperactivo también es necesario para aprovechar al máximo el potencial económico del país. El Perú es un país rico en recursos naturales y cuenta con una posición geográfica privilegiada que le permite ser un importante hub comercial en la región. Sin embargo, para aprovechar estas oportunidades, se requiere un gobierno que trabaje incansablemente en mejorar la infraestructura y promover la inversión, generando empleo y mejorando la calidad de vida de los peruanos. Por lo pronto, resolviendo de una vez por todas el complot antiminero que paraliza importantísimas inversiones en el país.
Solo así podremos superar los retos que enfrentamos como país y construir un futuro más próspero y justo para todos. Es de tal envergadura la cantidad y profundidad de los problemas que nos atenazan que la única manera de romper el nudo gordiano pasa por echar a andar un gobierno 24×7, con una agenda de reformas, con ministros comprometidos al ciento por ciento, con arrojo político, sin rendirse ante el primer contraste. Si la medianía impregna al régimen de Boluarte, ni siquiera la protección del Congreso, o el apoyo de las Fuerzas Armadas y los principales medios de comunicación, la va a salvar del pertinaz descalabro.