Lo más probable, por ello, es que estemos siendo testigos de un juego de espejos y que el día que se discuta la vacancia real, el 28 de marzo, los “niños” vuelvan al redil y el asunto pase al desván. Pero igual creemos importante que se haya aprobado esta moción, que obliga al presidente a asistir al Congreso a dar explicaciones. Y, sobre todo, porque le deja en claro que, así sea por juegos políticos subalternos, su sostenibilidad en el poder depende de que haga las cosas con relativa transparencia y no con la opacidad con la que ha venido manejando la administración pública estos primeros meses de gobierno.
El Congreso se hizo una
Por:
Juan Carlos Tafur
15.03.2022