Castillo no puede quedarse hasta el 2026. Eso es claro. Dada la inacción del Congreso, son las fuerzas sociales y cívicas las llamadas a activarse y movilizarse para generar paulatinamente un estado social que sirva de empujón final para que el presidente renuncie o el Congreso se anime a sacarlo. No podemos ser testigos pusilánimes de la destrucción del país y en esa perspectiva hay que saludar el despercudimiento empresarial.
Activismo empresarial
Por:
Juan Carlos Tafur
29.04.2022