El pesimismo nos embarga. No hay visos de solución a la vista. No se aprecia ni en el Ejecutivo ni en el Legislativo la lucidez suficiente para salir del atolladero sino, más bien, intereses subalternos para mantener el statu quo y seguir medrando de él. El 28 de marzo no se va a lograr la vacancia. Es puro fuego artificial el que la oposición está levantando, porque en los hechos no hace nada para concertar y lograr los 87 votos necesarios para alcanzar dicho objetivo. En el fondo, solo parece querer jugar con el tema durante todo el periodo del mandato de Castillo, pero sin atreverse a dar los pasos necesarios para hacerlo realidad. Y el Ejecutivo, por su parte, a sabiendas de ello, se burla de la representación nacional con mensajes como el de ayer. Así estamos. Eso es lo que hay en la vidriera.