Kuma y la receta para que sus makis alcen vuelo durante la pandemia

Tras quedarse sin empleo por la pandemia, el chef Daniel Gonzáles y su cuñado, el piloto de avión Jorge Bonifaz, decidieron vender makis a domicilio. Seis meses después, el negocio despegó, a pesar de las cuarentenas, y ahora quieren llegar a todo Lima. Su fórmula es la resiliencia.

Mientras termina de despachar los últimos pedidos para la hora de almuerzo, Daniel Gonzáles, chef y fundador de Kuma Rolls, empieza lo que se denomina “mise en place”, el rito de ordenar todos los elementos que necesitará para continuar con la cocina hasta la noche.

Deja a un lado el salmón de 4 kilos que tiene que rebanar y nos comenta que, sacar adelante su negocio -que tiene a los populares “makis” como producto estrella- ha significado muy poco descanso e innovación constante. Sin embargo, cada día llegan a nuevo público y eso le entusiasma.

“Nos ubicamos en Lince, pero recibimos pedidos tanto de Miraflores o San Isidro, como de La Victoria o San Juan de Lurigancho. Lo que queremos es llegar a todos los distritos de Lima posibles. En la medida en que eso se pueda, vamos a tratar de entregar lo mejor de nosotros en cada pedido”, refiere.

Para Gonzáles, un chef que se dedicaba a organizar eventos, los makis y la comida de sabor oriental es un mercado bastante competido en Lima, pero con un público cada vez más amplio. Por eso decidió apostar por esta línea de negocio cuando le quedó claro que los eventos no volverían por un buen tiempo.

Trabajo en equipo y en familia

La idea también le resultó atractiva a Jorge Bonifaz, cuñado de Daniel y piloto de avión al que la pandemia había dejado en suspensión perfecta. Juntos decidieron lanzar “Kuma Rolls” en setiembre del año pasado. En japonés, “Kuma” significa “oso” y Gonzáles considera que este animal es un símbolo de ternura, pero también de la solidez que se requiere para salir adelante en una situación compleja como la pandemia.

Mientras que Gonzales se encargaba de las recetas y de la parte operativa, Bonifaz asumió las tareas publicitarias y contractuales. Si bien a veces tienen sus diferencias, asegura que estas no pasan al plano laboral. “Tanto mi cuñado como yo estamos en la misma página en ese sentido, tratando de ver este negocio de la manera más profesional posible. A veces sí entra a tallar la unidad que tenemos por el vínculo familiar, pero lo manejamos de la manera más profesional posible”, explica.

De esta manera fueron creciendo y el equipo pasó de dos a ocho personas. Por el lado publicitario, hicieron una campaña con la aerolínea Star Perú y han lanzado cuatro productos más, fuera de su clásica “kumabox” de makis. De estos nuevos productos, Gonzáles destaca la popularidad de la “kuma burger” y de los “wangostinos”.

“Son unos wantanes rellenos de langostinos que tienen 25 gramos de puro langostino picado sazonado con especias y un sabor muy oriental. Buscamos diversificar siempre jugando con el concepto de comida oriental. Yo me encargo de sacar una idea, un boceto, eso se prueba y una vez que está aprobada una versión oficial, se le muestra al equipo”, asegura.

En cada receta tratan de emplear ingredientes similares, pero con distintas preparaciones para evitar cualquier dificultad logística, que con la pandemia es muy probable que se presente.

Los pros y contra de empezar desde cero

Antes de la cuarentena por la segunda ola de contagios, tenían previsto abrir un segundo local muy parecido al actual, que forma parte de un patio de comidas en el distrito de Lince. Sin embargo, ahora la decisión dependerá mucho del levantamiento de las restricciones y la situación económica que observen en los próximos días.

A pesar de todo, Gonzáles reconoce que haber empezado el negocio en estas circunstancias les da cierta ventaja respecto de los restaurantes tradicionales que han tenido que recortar planillas y cerrar locales. “De un modo u otro, empezar de esta manera nos da la ventaja de no conocer otra realidad, así que hemos ido creciendo como las circunstancias nos lo han permitido”, anotó.

Para los emprendedores que también estén viendo oportunidades para abrir un negocio gastronómico, recomendó realizar algún estudio de mercado para evaluar el comportamiento de la demanda, y después, empezar por algo pequeño y utilizar mucho las redes sociales, pues en este momento no es posible tener mucha exposición física.

 

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Para recojo:
Av. Petit Thouars 2072, Lince
Pedidos: 974837947 y en Rappi

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