Juan Carlos Tafur

Lecturas políticas del 2 de octubre

“Sería formidable que lo que ha sucedido en estas elecciones del 2 de octubre sea resultado de un aprendizaje político del ciudadano elector, que haya visto, con disgusto, la performance de la izquierda en el gobierno, la ineptitud, la corrupción, la banalidad política, la incapacidad gerencial”

Ojalá el centro y la derecha sepan leer políticamente los resultados de las elecciones municipales y regionales. En términos generales, el país se ha moderado respecto del voto del 2021 en la segunda vuelta, pero mantiene el mismo esquema de la primera vuelta -ojo-, con algo menos de radicalismo, por lo menos hasta ahora, que faltan aún varias segundas vueltas regionales.

Si el centro y la derecha logran consolidar pocas candidaturas de ese perfil (no el aluvión de personajes de dicho talante que aspiran ahora a la Presidencia) y, además, realizan un intenso trabajo político en las regiones adversas (sobre todo, del sur andino), que le quiten algún porcentaje de votos al desatado candidato etnocacerista, Antauro Humala, debiera ocurrir que a la segunda vuelta del 2026 pasen dos candidatos de derecha o de centro, evitándonos el nuevo albur de tener a un antiestablishment en la lid definitoria, lo cual en el Perú siempre es un hecho de alto riesgo (el rencor sigue siendo muy grande y va a aumentar por el colapso del Estado que está produciendo el inepto gobierno de Castillo).

Sería formidable que lo que ha sucedido en estas elecciones del 2 de octubre sea resultado de un aprendizaje político del ciudadano elector, que haya visto, con disgusto, la performance de la izquierda en el gobierno, la ineptitud, la corrupción, la banalidad política, la incapacidad gerencial, la inmadurez (en menos de un año se partieron en cinco), el desastre, en suma, de una opción que en el Perú ha involucionado en las últimas décadas, en lugar de madurar y procesar un respeto a la economía de mercado y a la democracia, y construir sobre ese basamento una propuesta institucional de cambios sociales.

La derecha, sobre todo, dada la aguada constitución del centro en el Perú, tiene la oportunidad de retomar el protagonismo político, aunque va a depender, en mucho, de que la gestión de López Aliaga como burgomaestre de Lima sea buena y no un desastre. Si el líder de Renovación Popular logra cumplir con un porcentaje importante de sus promesas, y él mismo no se presenta el 2026, allanará el camino para que se afiancen candidaturas derechistas más potables y con menos anticuerpos (hay que subrayar que RLA ha ganado con el porcentaje de votos más bajo de la historia electoral edil de la capital).

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Elecciones, elecciones municipales

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