¿Cómo hacer que los trabajadores se adapten a un nuevo jefe?

Cuando se presentan cambios en las organizaciones la incertidumbre es normal, pero según Tania Guimac, psicóloga organizacional y docente de la Universidad de Piura, esto puede solucionarse con una buena comunicación y generando espacios de interacción.

Ya sea que se trate de un cambio estructural de la organización o de una decisión personal de un líder que renuncia, el ingreso de un nuevo jefe siempre traerá consigo cierto temor en el equipo de trabajo. Para Tania Guimac, psicóloga organizacional y docente de la Universidad de Piura, este recelo es natural porque las relaciones con los jefes son de alta confianza, hay un hábito y conocimiento de la persona. A pesar de eso, sí es posible una transición exitosa.

“Es absolutamente necesario informar que se va a producir un cambio de jefe. Estas situaciones generan mucha incertidumbre y un ligero miedo porque las personas empiezan a cuestionar las razones de estos cambios. Si no se informa, se van a crear rumores, por lo que es mejor ser transparente y hablar con cada miembro del equipo y luego de forma grupal”, explicó.

Lo ideal es que sea el jefe actual el que haga la introducción de la persona que tomará el mando, ya sea que venga de otra organización o se trate de una persona que será ascendida. Guimac advierte que, si esto no se realiza, puede darse incluso una fuga de talentos. Además, la comunicación debe ser sobre la base de hechos objetivos y no percepciones.

“El jefe actual debe ser el nexo, el intermediador entre el equipo y el nuevo jefe, entonces es recomendable e importante informarle (al nuevo jefe), no solo sobre los procesos del cargo que asume, sino también sobre las características del equipo, habilidades, oportunidades de mejora, etc. De esta forma, ambas partes tienen referencias, porque a veces el nuevo jefe llega y no tiene idea de qué es lo que hace el equipo, por lo que se genera un vacío”, precisó.

Relacionamiento con el equipo

La información tanto para el nuevo jefe como para el equipo es vital. Si el nuevo jefe recibe todos los datos de los miembros del equipo, adquiere una familiaridad que promueve la sociabilización. En el caso de los trabajadores, con más información, se reducen los cuestionamientos. La incertidumbre también será distinta si se trata de alguien de otra empresa, un ‘outsider’, o si es alguien de la propia empresa.

“Si la persona viene de otra empresa, hay una mayor incertidumbre, ¿quién es?, ¿cómo será?, ¿se acoplará a la cultura de la empresa?, etc. En cambio, si se trata de alguien de la empresa que está siendo ascendido, este nivel de incertidumbre va a disminuir, lo cual no quiere decir que no exista, pero será en menor nivel porque al menos ya el nuevo jefe tiene rostro, tiene un nombre, ya se sabe quién es”, refirió.

Aunque se tenga una percepción acertada o equivocada de esta persona, ya se sabe quién es y, por lo tanto, el miedo disminuye. En general, consideró que todos estos temores se solucionan preguntando, hablando y fomentando ambientes no necesariamente laborales que puedan fortalecer la relación y eso puede realizarse tanto presencialmente, como de forma virtual.

“Cuando se trabajaba de manera física, se realizaban campeonatos, se celebraban cumpleaños, se hacían reuniones puntuales, sin embargo, ahora se fomentan las reuniones virtuales”, anotó.

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