Verónika Mendoza

Tensiones y un futuro incierto entre las izquierdas de Juntos por el Perú

No todos están contentos con el liderazgo de Verónika Mendoza al interior de esta alianza de izquierdas. Un nuevo comunicado firmado por una facción ‘rebelde’ oficializará en las próximas horas su apoyo al candidato Pedro Castillo. Nadie está seguro de que la unidad que se prometieron sobreviva luego del 11 de abril

La llaman “afiliada de última hora”, la acusan de haber “copado las listas congresales” con sus amigos y dicen, además, que Nuevo Perú -el movimiento que la lideresa no ha podido inscribir hasta ahora- ha impuesto el plan de gobierno sin la aprobación del Comité Ejecutivo del partido que la aloja. En la recta final de la carrera electoral, una facción de Juntos por el Perú (JP) ha hecho públicos sus desencuentros con Verónika Mendoza y en un nuevo comunicado, que será publicado en las próximas horas, hacen oficial su apoyo a la candidatura de Pedro Castillo.

Los calificativos provienen de antiguos militantes del Partido Humanista, la organización política que el año 2017 -y luego de haber entablado una alianza con Patria Roja, el Partido Comunista y el Movimiento por el Socialismo- cambió de nombre a Juntos por el Perú. Ese año, se había realizado un congreso entre estos movimientos donde se apostaba por “la unidad de las izquierdas”. Luego se sumaría el Nuevo Perú. Algunos militantes han empezado a romper con ese pacto.

El punto de quiebre fue el “alejamiento” del partido de Yehude Simon, uno de los fundadores del Partido Humanista el 2001. Simon fue relegado a fines de 2019 por las acusaciones en su contra por el caso Odebrecht. Según Roberto Sánchez, presidente del partido, Simon está suspendido. “Yehude Simon solicitó la suspensión de sus derechos de militante y cargos porque eso correspondía. En nuestra acta fundacional dice que ninguno de nosotros debe estar en curso en un proceso de corrupción. Desde octubre de 2019, él no forma parte de ninguna decisión de JP hacia adelante”, explica Sánchez a Sudaca.

Según fuentes del partido que ahora se oponen a la candidatura de Verónika Mendoza, Sánchez tomó la posta de JP con la venia de Simon, pero luego le habría dado la espalda. Para estas mismas personas el actual presidente del partido viene midiendo sus decisiones para preservar el poder. “Sánchez no sabe cuál es realmente su poder y si las bases lo apoyarían. En Lima, él manda, pero tiene miedo de que vengan otros delegados y pierda el poder. Por ejemplo, en algún momento se quiso cambiar el logo de JP, pero Sánchez no quiso porque pensó que iba a ser problemático”, dice una fuente del partido.

Entrevistado para este informe, Leonel Falcón, secretario nacional de Relaciones Internacionales de JP, no tiene reparos en decir que Sánchez es una persona que “se alinea” con el poder del momento e, incluso, lo llama “traidor”. Sánchez replica y califica las palabras del dirigente como “lloriqueos de quienes han sido derrotados en las elecciones internas del partido de noviembre del año pasado, donde se presentaron las precandidaturas, y que apelan a ataques de carácter político, mas no se dedican a ganar con propuestas”.

Por su lado, desde su prisión domiciliaria, Simon ha mostrado un claro apoyo a la candidatura de otras fuerzas de la izquierda, como la que lidera Pedro Castillo con Perú Libre. “Simon dice que va a apoyar a Castillo, pero ya no está en JP. ¿Qué daño hacen? Son manotazos insignificantes respecto a lo que hacemos”, asegura Sánchez. Para el dirigente de JP, estos líos dentro del partido no son trascendentes y afirma que no se quebrará la unión entre ellos.

Según fuentes del partido que apoyan a Mendoza, los miembros ‘rebeldes’ son los que siguen simpatizando con Simon. Pero Falcón evita que se le ponga esa etiqueta. “Simon se ha equivocado 50 mil veces y yo se lo he dicho. No representamos a Simon, sino a las bases regionales a nivel nacional que no estamos de acuerdo en cómo se están llevando las cosas actualmente”, dice este dirigente.

El pasado 29 de marzo, Leonel Falcón y Rosario Peralta, secretaria nacional de Vocalía Orgánica, firmaron un primer comunicado público manifestando su oposición. En este se dice, por ejemplo, que el Comité Ejecutivo Nacional al que ambos pertenecen está en crisis y que ha habido renuncias de dirigentes. Todo eso ha conllevado a que no se reúnan desde el 20 de noviembre del año pasado. Por lo tanto, apuntan, ninguno de los lineamientos políticos establecidos por Mendoza y su equipo cuenta con su aprobación.

“Con relación a las declaraciones políticas-orgánicas y propuestas programáticas en su condición de candidata formulada por la Sra. Mendoza, son de su entera responsabilidad personal, no expresan nuestra propuesta programática fundacional (…) No refleja nuestros principios e ideario fundacional, respecto a la autodeterminación de los pueblos y la no injerencia externa. Por oportunismo electorero, se ha negado nuestro humanismo sin fronteras y la solidaridad con los pueblos hermanos de Cuba, Venezuela, Nicaragua y por los que luchan por vida digna, justicia y democracia”, se lee en el escrito.

Falcón y Peralta también lanzan su artillería contra la figura de Verónika Mendoza y afirman que no tiene ningún cargo de responsabilidad política al interior de JP. De hecho, Mendoza se afilió al partido el 28 de setiembre del 2020, poco antes de iniciar la campaña. “Solo para ser candidata”, anotaron en el escrito.

Quienes defienden la candidatura de Mendoza afirman, sin embargo, que esta facción no representa una base importante al interior de la coalición. Algunos militantes ven este asunto como una pelea justamente dentro del grupo que proviene del Partido Humanista.

Falcón sostiene que él representa a las bases a través del comité regional de Ica, mientras que Rosario Peralta, por Cusco. “Somos los únicos representantes orgánicos de regiones”, asegura el dirigente. En las próximas horas, esta facción sacará un nuevo pronunciamiento donde, según Falcón, se adherirán más de 100 militantes, de los cuales el 90% provienen del Partido Humanista. En el escrito oficializarán su voto a favor del candidato Pedro Castillo.

Más allá de hasta dónde lleguen los escollos internos, lo que preocupa es la mirada a futuro. Algunas fuentes del partido afirman que están más unidos que nunca, pero no saben si eso continuará luego del 11 de abril. Hay un factor que será determinante para medir si la alianza tendrá la solidez de un acero templado o la de un papel mojado: la formación de Nuevo Perú como partido y, con ello, la búsqueda del financiamiento público en el futuro.

Nuevo Perú presentó el pasado 15 de enero la solicitud para ser inscritos como partido político. Los requisitos exigen tener al menos 66 comités en 20 regiones, así como cerca de 24 mil fichas de afiliación de militantes, a diferencia de la anterior normativa que exigía tener más de 700 mil firmas para la inscripción de un partido. A pesar de haberse bajado la valla, aún no han podido lograr su inscripción.

Según Ruth Luque, militante de Nuevo Perú y personera nacional de JP, presentaron casi 25 mil fichas y 66 comités en 22 regiones, pero por ahora andan subsanando observaciones. “No creo que este año se cuente con la resolución (de inscripción), porque se está dando el proceso de verificación y fiscalización, que no son inmediatos. Subsanar es algo normal porque así es este proceso”, cuenta.

Leonel Falcón está convencido de que el escenario más probable es que Nuevo Perú, cuando consiga su inscripción, busque hacer campaña por su lado para las elecciones regionales y municipales. Luque asegura que estos escenarios ya han sido contemplados, pero evita referirse más allá de un acuerdo. “Sería terrible que no se implemente la base programática. Por el momento no lo veo así (que JP se divida tras las elecciones). Más adelante podrían generarse algunas diferencias. Somos conscientes de lo que pasó con el Frente Amplio y, si se genera una tensión, espero que se dialogue y se pueda arreglar con consenso”, dice Luque. Se refiere a la división de la bancada del Frente Amplio en el Congreso electo el 2016, cuando, en menos de un año, los 20 congresistas que llegaron se dividieron en dos bloques con el alejamiento de la bancada, precisamente, de Nuevo Perú.

Actualmente, se han sumado a la coalición alrededor de 25 organizaciones políticas, principalmente movimientos regionales. La lógica dicta que es el peor momento para peleas. JP está cerca  de conseguir una representación congresal e incluso pelean por llegar a segunda vuelta. Según un reciente simulacro de votación con cédula de CPI, el partido obtendría 12 curules. Según el mismo estudio, Verónika Mendoza ocupa el cuarto lugar con 7.3% de votos, detrás de Yonhy Lescano (11.1%), Hernando De Soto (7.9%) y Keiko Fujimori (7.9%).

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Nuevo Perú, Partido Humalista, Verónika Mendoza, Yehude Simon

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