Por: Anita Bustamante de Aliaga
Este fin de semana, en especial, último de la temporada de verano, estos inútiles serán recordados por los miles de peruanos que tratarán de bajar a la playa de Miraflores, Barranco y Chorrillos, sufriendo la desidia de estos personajes. Lima, más que reconocida como potencia mundial, por la oferta graciosa y desmedida del alcalde Rafael López Aliaga para ganar la alcaldía. Sin embargo, la realidad es que la ciudad enfrenta un desafío crítico: la incapacidad de sus autoridades. La improvisación en la gestión es evidente, y las obras a medio hacer en Miraflores, Barranco y San Isidro son solo la punta del iceberg de una crisis aún mayor. La administración actual ha mostrado un alarmante desinterés por las necesidades de sus ciudadanos, y su intento de ganar popularidad a través de paseos mediáticos, como el del alcalde con el conocido «negrito Speed», que ante tanta estupidez tangible, resulta poco creíble.
Los vecinos de Lima sufren a diario las consecuencias de una gestión ineficaz. La falta de obras y la desidia administrativa son palpables, especialmente en distritos emblemáticos como Miraflores, donde el alcalde Canales ha dejado una huella negativa. Su legado está marcado por decisiones cuestionables y un manejo más que deficiente y una arrogancia si límites que lo ha hecho memorable, pero por las razones equivocadas.
Asimismo, las autoridades de San Isidro y Barranco parecen estar completamente desorientadas, reflejando esta incapacidad en el caos vehicular que atraviesan a diario los habitantes y visitantes. La ausencia de policías, la falta de señalización adecuada y la falta de estrategias para aliviar la congestión son evidentes. Los trayectos de 40 minutos de Miraflores a San Isidro, y de hasta una hora de Barranco a San Isidro, son solo un síntoma de una administración que ha perdido el rumbo.
Falta poco para que en el 2026 los ciudadanos hagan escuchar su voz. Las urnas serán la herramienta para poner fin a esta desastrosa gestión de improvisados y dar paso a un liderazgo que realmente se preocupe por el bienestar de la ciudad.