Muchos gremios, como la oposición en su conjunto, no saben cómo pronunciarse respecto de los males andares del gobierno. Así, abundan y sobran comunicados que invocan el mejor manejo económico y político del gobierno, pero no calan en la opinión pública.
Los gremios deben ser más incisivos. Los temas que más preocupan a los ciudadanos de a pie y a los trabajadores tienen que ver con el alza del costo de vida, la corrupción, la inseguridad ciudadana y el colapso de los servicios públicos, entre ellos, el de salud.
EsSalud nunca funcionó bien. Es una institución mal concebida desde sus orígenes y debería desaparecer para darle pie a un sistema de salud pública financiado directamente por la caja fiscal, pero mientras exista, es imperativo que por lo menos brinde un servicio acorde a los aportes de los trabajadores y empresarios.
Hoy en día, no hay citas, no hay médicos, no hay medicamentos, no hay equipos de alta cirugía, no hay tratamientos, no hay cobertura. Los millones de afiliados de EsSalud no reciben atención debida. La gente se muere por falta de servicio. ¿Quién reclama por ello?
Lo deben hacer los empresarios, que son los reales sostenedores de la caja financiera de EsSalud y los llamados a ser los primeros en velar por los intereses de sus propios empleados y obreros, que están marginados de la ciudadanía plena, al no contar con protección sanitaria mínima, frente a cualquier circunstancia médica que se les presente y aqueje.
La salud pública es una piedra angular en los cimientos de la ciudadanía democrática. Sin ella, el Estado no goza de legitimidad social y es combustible para los discursos contra un statu quo que excluye a millones y solo incorpora a plenitud a quienes están en capacidad de pagar una clínica privada o tener un seguro de tales características.
En lugar de tanto pronunciamiento generalista, los gremios empresariales harían bien en subrayar la ineficacia de este gobierno, especificando y puntualizando un problema acuciante para la mayoría de las familias que conforman la masa laboral formal que emplean.
Los gremios privados deben pronunciarse respecto de la crisis política. Desprestigiados, sin embargo, por los casos Lava Jato y Club de la Construcción, deben recomponer el liderazgo y la confianza ciudadana con gestos inteligentes y eficaces. Uno de ellos podría ser el mencionado: hacer campaña de denuncias puntuales sobre el pésimo estado de una institución medular para la PEA formal: EsSalud.