Pie Derecho

Pérez y Zúñiga deben ser separados

“La Fiscalía ha funcionado como una máquina trituradora de honras y ha causado serios perjuicios a centenares de imputados”

El tribunal a cargo del juicio del caso Cocteles, decidió anular todo lo avanzado y dispuso retrotraer lo actuado a la etapa anterior; el control de acusación.

El Juzgado determinó que hubo irregularidades y consideró que el Ministerio Público y el juez de investigación preparatoria han viciado el juicio y “vulneraron el principio de congruencia procesal, el derecho a la defensa, el derecho a la imputación concreta y el debido proceso”.

Ya con anterioridad el juez Víctor Zúñiga advirtió al fiscal Pérez de serias inconsistencias que debía corregir y éste no lo hizo, a pesar de lo cual el juez, con poca solvencia profesional, las pasó por alto y ayer el colegiado les jaló las orejas a ambos.

El caso, en principio, no tiene ni pies ni cabeza. El núcleo de la acusación, más allá del ropaje de organización criminal con el que se ha revestido para darle mayor gravedad, es el de lavado de activos. Y salta a la vista que es imposible acusar de origen ilícito a los aportes de campaña de empresas diversas, entre ellas, Odebrecht, a la candidatura de Keiko Fujimori.

El caso se cae a pedazos, pero entre tanto, es menester que el fiscal Pérez y el juez Zúñiga sean removidos de sus puestos porque han demostrado venalidad y subordinación a sus particulares ojerizas ideológicas, antes que al debido proceso y las cautelas judiciales mínimas.

La Fiscalía ha funcionado como una máquina trituradora de honras y ha causado serios perjuicios a centenares de imputados. Véase el caso del Eficcop y, por ejemplo, la imputación en mi contra: se me incluye en una investigación por organización criminal por haber publicado tres informes, dos de ellos en contra de Marita Barreto, y ella se venga incluyéndome en un proceso que ha tenido consecuencias personales graves al perder trabajos, ver suspendidos proyectos y gastar enorme cantidad de tiempo y dinero en mi defensa, a sabiendas de que el caso se va a caer pronto porque no tiene ni pies ni cabeza (es más, el fiscal a  cargo ahora del proceso debería revisar el expediente y proceder a rectificar la imputación).

Delia Espinoza se está quedando corta con la reorganización del Ministerio Público y en algunos casos está dando pasos equivocados. Tiene que cortar de raíz el proceso de degradación institucional en el que ha caído la institución que hoy preside y que ha vuelto a saltar a la vista de la ciudadanía con lo ocurrido en el caso Cocteles.

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