Un despido es una las situaciones más complicadas que se atraviesa en la relación laboral, más aún si se trata de un despido por alguna falta grave. En ese sentido, es necesario seguir un procedimiento legal estricto que garantice que el fin de la relación contractual sea la más apropiada.
Claudia Flecha, socia de Derecho Laboral de CMS Grau, señala que el despido por falta grave de un trabajador procede por causas expresamente señaladas en la ley, siempre que el empleador haya imputado correctamente las mismas y haya respetado los derechos al debido procedimiento y a la defensa del trabajador.
Asimismo, señala que para un despido por falta grave se debe tener en cuenta algunas consideraciones.
En primer lugar, el empleador deberá verificar que la conducta incurrida por el trabajador se encuentre dentro alguno de los supuestos contemplados en la ley como falta grave.
“Por ejemplo, incumplimiento de obligaciones, inobservancia de las disposiciones internas del empleador, quebrantamiento de la buena fe laboral, abandono de trabajo, uso indebido de bienes del empleador, entre otros”, indica.
Como segundo punto, es importante respetar el principio de razonabilidad y proporcionalidad, por lo que, la falta debe ser de tal gravedad que amerite el despido y no la imposición de una sanción menor.
Igualmente, debe iniciarse el procedimiento ni bien el empleador tome conocimiento del tema o concluya el proceso de investigación.
Asimismo, explica la especialista, se debe cumplir con el procedimiento de preaviso de ley.
“De esta forma, se pone a disposición del trabajador los medios de prueba que acreditan la falta grave atribuida, tales como declaraciones escritas, mensajes, informes de investigación, entre otros, explica Flecha.
Finalmente, se debe concluir con el procedimiento de despido, dando respuesta a la carta de descargos en un plazo razonable.
Acciones del trabajador ante el incumplimiento
Ante el incumplimiento de las pautas, el trabajador tiene el derecho de demandar al empleador solicitando la reposición en el empleo o la respectiva indemnización por despido arbitrario.
Igualmente, el trabajador podría interponer una demanda por daños y perjuicios, donde el empleador se vea obligado a reconocer sueldos dejados de percibir por el trabajador desde su cese hasta su efectiva reposición, además de una posible indemnización por daño moral derivada del cese.