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Los fiscales del equipo especial de los Cuellos Blancos, defensores de Walter Rios, ahora quieren que se remueva del cargo a una fiscal basándose en falsedades

El Ministerio Público lucha contra el delito, pero a veces los delincuentes están dentro de la institución y no fuera de ella. En Sudaca siempre hemos señalado y sostenido el poder inmenso y desbordado que tiene la Fiscalía en el Perú que lamentablemente no tiene un control institucional firme y ejemplarizador. Los fiscales persiguen el delito, pero parece que nadie los investiga a ellos ni se los toca con el pétalo de una rosa, por más grave que sea su conducta y los delitos que cometan.

Hace poco publicamos un artículo en el que revelábamos cómo dos fiscales del Equipo especial de primera instancia del caso “Cuellos Blancos”: Andy Rodríguez Domínguez y Max Castro Huamán llamaron indebidamente al Fiscal de Santa Rosa, Abelardo Caycho Ramis, para presionarlo e interferir en sus funciones en un caso que tenía como investigado a Walter Ríos Montalvo por haber cometido el delito de denuncia falsa y encubrimiento personal en agravio del abogado José Luis Castillo Alva. Dichos fiscales, actuando como verdaderos abogados de Walter Ríos, buscaban a toda costa que haya impunidad en el proceso que se le seguía al expresidente de la Corte de Justicia del Callao y que se archive el caso en su contra por denuncia falsa y para que de esta manera ellos puedan formalizar la investigación preparatoria contra el agraviado de dicho proceso penal.

Ahora, los mismos fiscales Andy Rodríguez Domínguez y Max Castro Huamán, son protagonistas de una historia mucha más sórdida que tiñe de vergüenza al Ministerio Público y que se la contamos. Por cierto, los hechos que se relatan no provienen de la fantasía de un escritor de novelas o es el cuento de un periodista afiebrado, sino que se está ante sucesos reales, debidamente documentados y todo ocurre dentro de la propia Fiscalía a vista y paciencia de los que se llaman los defensores de la legalidad.

 

LA TRAMA PARA QUE SE EXPULSE DEL MINISTERIO PÚBLICO A UNA FISCAL ADJUNTA

La fiscal Edith Luz Holgado Vera fue nombrada por la Fiscalía de la Nación el 26 de julio de 2019 como Fiscal Adjunta Provincial Provisional del Distrito Fiscal del Callao, designándola en el Primer Despacho de la Fiscalía Supraprovincial Corporativa Especializada contra el Crimen Organizado, donde justamente ahora trabajan los fiscales Andy Rodríguez Domínguez y Max Castro Huamán. Se trata de una fiscal con experiencia que conoce el caso Cuellos Blancos del Puerto y es una de las fiscales con mayor antigüedad en el cargo desde que se descubrió la trama de corrupción en julio del 2018.

El 20 de marzo del 2023, el Fiscal Andy Rodríguez Domínguez remite el Oficio N° 384-2023-MP-FN-FSCECCO-I EQUIPO a Jorge Luis Díaz Cabello, Fiscal Coordinador del Equipo Cuellos Blancos, en el que expresamente le solicita que se dé por concluido el nombramiento como fiscal adjunta provincial de la abogada Edith Luz Holgado Vera tomando como pretexto que dicha fiscal “ha mostrado interés permanente en recabar información de la Carpeta Fiscal 9-2019 seguida contra José Luis Castillo Alva por presunto delito de organización criminal y otros, requiriendo inclusive de forma reiterada documentos de la Carpeta Fiscal (legajo de disposiciones) y carpeta auxiliar”. También en dicho oficio se alude que: “en una entrevista sostenida el 22 de febrero del 2023, el citado abogado Castillo hizo referencia a que tenía buen comportamiento procesal y tenía hijos, como si tuviera conocimiento de que se solicitaría alguna medida de coerción contra su persona hecho que denotaría que se estaría filtrando información”. A ello se agrega que el ex fiscal, Juan Carlos Cabrera Zegovia, en diciembre del 2021 y el 05 de enero del 2022 puso en conocimiento del Dr. Pablo Sánchez Velarde que había identificado “acciones indebidas y desleales de la mencionada fiscal que dieron como consecuencia la pérdida de confianza” en dicha fiscal.

Oficio Nº 384-2023-MP-FN-FSCECCO-I EQUIPO

El oficio del fiscal Rodríguez Domínguez se basa en el Informe N° S/N-2023 -CALLAO-MP-FN E1-MACH del 20 de marzo del 2023 que es firmado por el fiscal Max Castro Huamán y en el mismo pide que se le retire la confianza a la citada fiscal, aludiendo que ella sería una supuesta infiltrada y le pasaría información al abogado José Luis Castillo Alva sobre los pormenores de la investigación fiscal.

Un hecho tan grave y delicado lamentablemente no tiene una base objetiva y evidencia que lo respalde. No se ha levantado alguna acta fiscal al respecto, no se denunció el hecho de manera inmediata a Control Interno del Ministerio Público, tampoco se recibió el descargo de la fiscal o del personal auxiliar. Si los fiscales Rodríguez Domínguez y Castro Huamán actuarán con diligencia e hicieran bien su trabajo podrían haber ordenado seguimientos a los involucrados, podían allanarlos a fin de determinar si se reunían o conversaban de alguna manera, como podían haber levantado el secreto de las comunicaciones; y no tratar de sacar a una fiscal adjunta por meras especulaciones y subjetividades.

Como ya se dijo, en el citado oficio del 5 de enero del 2022, el fiscal de ese entonces a cargo del Primer despacho del Equipo Especial Cuellos Blancos, Juan Carlos Cabrera Zegovia, había pedido a Pablo Sánchez Velarde (Coordinador del Equipo Cuellos Blancos) que removiera a la Fiscal Edith Luz Holgado Vera y que nombrara en su reemplazo, al abogado Castro Huamán. Dicha propuesta no prosperó, sin embargo, dicho abogado logró ingresar como fiscal y ahora pretende continuar la tarea que su mentor, Cabrera Segovia, no pudo conseguir, buscando nuevamente la remoción de la Fiscal Holgado.

En resumen, a la Fiscal Holgado Vera dos veces han intentado sacarla del Ministerio Público, una vez para que pueda ser sustituida por el entonces abogado Max Castro y ahora, es el mismo Max Castro, quien nombrado como fiscal, pretende su remoción con un informe plagado de hechos falsos.

Hasta ahora la fiscal Edith Luz Holgado Vera sigue trabajando en el Ministerio Público y en el Equipo Especial del caso “Cuellos Blancos”. La Fiscalía de la Nación actual, y en su momento, el fiscal Pablo Sánchez Velarde, no la ha removido del cargo, sin embargo, a la Fiscal Holgado Vera se le abrió una investigación por el delito de patrocinio indebido.

LA CONFESIÓN SINCERA DEL FISCAL CASTRO HUAMÁN        

Luego de que a la fiscal Holgado Vera se le abriera investigación por el delito de patrocinio ilícito se citó a declarar a diversos testigos. Uno de los testigos que concurrió a declarar fue precisamente el fiscal Castro Huamán, quien lejos de defender su Informe N° S/N-2023 -CALLAO-MP-FN E1-MAC, sindicó como el culpable de que elaborara el documento en contra de la fiscal Holgado Vera, a su Jefe Andy Rodríguez Domínguez. Lo que Castro Huamán dejó en claro es que no fue ni su iniciativa, ni voluntad suya el proyectar el Informe, sino que lo hizo por disposición superior, pese a que supuestamente fue a él a quien le constaban los hechos que registra el referido Informe. Según el testigo, el detonante del Informe fue que aproximadamente el 24 de febrero del 2022 el abogado José Luis Castillo Alva, en una entrevista concedida por los fiscales Rodríguez Domínguez y Castro Huamán, les refirió que “cuenta con arraigo laboral, arraigo familiar” y que lo dicho por el abogado “nos dio la suspicacia de que el investigado contaba con la información de nuestra estrategia de investigación, ante esta situación es que el fiscal provincial me solicita el informe en el que tenía que indicar quiénes tenían acceso a la Carpeta Fiscal”.

En la declaración del fiscal Max Castro resulta algo increíble; se le pregunta si tiene en su poder o puede señalar, la ubicación del algún elemento de prueba o de algún hecho que sustente la tesis de que la Fiscal Edith Holgado haya procedido de la manera que refirió en su informe o si ha sido motivada por algún interés de tipo económico o por la búsqueda de un beneficio indebido. Ante lo cual responde “que en el referido Informe mi persona no atribuye una responsabilidad en específico a la fiscal Edith Holgado Vera, toda vez que el Informe fue emitido por solicitud del fiscal provincial, por temas de desconfianza a personas que habrían tenido acceso a esta carpeta fiscal”. Lo que no explica el fiscal Castro Huamán es que si no se basó en alguna prueba, en un hecho objetivo y si es que no atribuye responsabilidad alguna a su colega nadie entiende por qué tuvo que elaborar un informe tan grave y delicado que es utilizado como pretexto para sacar del Ministerio Público a una fiscal, colega suya, que trabaja en su propio despacho y que anteriormente se la quiso separar del caso para que él entrara a trabajar. ¿Acaso la mera “desconfianza”, el odio o la rivalidad personal puede llevar a consignar en un documento público hechos falsos y prestarse a que se le arruine la carrera a una persona cuyo único pecado, es pedirle que le proporcione, según lo que se relata, unas disposiciones fiscales?

En su declaración testimonial, en el colmo del desparpajo y lo increíble que puede resultar la naturaleza humana, termina diciendo: “primero precisar que mi persona no atribuye ninguna responsabilidad penal a la referida Fiscal, es decir, no soy quien denunció, es más, en mi informe los hechos narrados no constituirían una responsabilidad penal (sospechas de desconfianza). El referido informe se dio a solicitud del Fiscal provincial para que éste tomara conocimiento de las personas que habrían tenido acceso a la carpeta fiscal (fue una comunicación entre mi persona y mi inmediato superior). Si bien es cierto a partir de estos incidentes se habrían generado sospechas lo cual no significa que mi persona estaría afirmando objetivamente datos que se subsumirían en el tipo penal materia de esta investigación, finalmente, conforme a lo solicitado por el Fiscal Provincial el Informe tiene por objetivo, conjuntamente con otros anexos, demostrar la desconfianza generada del fiscal provincial hacia la fiscal Edith Holgado Vera”.

Lo que queda claro luego de leer la declaración del fiscal Max Castro es que éste elaboró y envío un Informe a su Jefe sin que hubiera una sola evidencia y un hecho material de que su colega (la fiscal) Holgado Vera tuviera un comportamiento siquiera irregular, que se hubiera excedido en el marco de sus funciones y menos que mantuviera contacto o relación con una persona investigada. En nombre de la “sospecha de desconfianza”, que es una intuición o corazonada, se pide que se termine una carrera profesional en la institución que defiende la ley y los derechos de la persona.

Si fuera cierto lo que afirma Max Castro de que hizo el informe para que su jefe tomara conocimiento de las personas que habrían tenido acceso a la carpeta fiscal para ello le hubiera bastado comentar verbalmente el hecho, pero bajo ninguna forma prestarse a elaborar un informe plagado de falsedades que lo que busca es que una fiscal con experiencia salga del Equipo especial por el solo deseo de “quítame esta flor”. También hubiera sido suficiente adoptar reglas internas en el manejo y acceso de las carpetas fiscales que deben ser respetados por todos los miembros del despacho.

La Fiscal Holgado Vera tuvo y tiene que afrontar el injusto pedido de retiro del cargo planteado por estos sicarios de la Justicia, sus propios colegas luego de atravesar un embarazo y un parto complicado.

Las fiscalías de violencia contra la mujer deberían intervenir y verificar si existe aquí un abuso de poder de la situación de vulnerabilidad y de la condición de mujer, ya que no hay cosa más estresante y duro para una dama que ver como se le quiere arruinar su carrera profesional luego de regresar al trabajo, habiéndose estrenado como madre.

¿INTERESES OCULTOS DE LOS FISCALES?

Resulta insólito que en tan poco tiempo los fiscales Rodríguez Domínguez y Castro Huamán cometan dos presuntos delitos tan graves en el ejercicio de la función. El 16 de marzo del 2023 al llamar por Google Meet al Fiscal Abelardo Caycho presionándolo, indebida e irregularmente, para que archive el caso en el que estaba procesado Walter Ríos Montalvo por denuncia falsa y encubrimiento personal en agravio de José Luis Castillo Alva y luego, cuatro días después, traten de sacar del Ministerio Público a una colega suya basada en falsedades y en meras especulaciones creándole una relación inexistente con una persona.

Si los fiscales Rodríguez y Castro tratan así a sus propios colegas, qué se puede esperar de los justiciables que caigan en sus manos.

Sobre las acciones de estos fiscales surgen algunas preguntas que requieren una investigación seria y profunda que no conduzca a la impunidad como la que ellos querían lograr para Walter Ríos. ¿Una sospecha de desconfianza, o la pura desconfianza, puede llevar a dos fiscales a destruir la reputación, el honor, el futuro y la vida de una colega de su institución al pedir que sea removida del puesto de Fiscal y con ello que sea expectorada del Ministerio Público? ¿Puede la maldad humana llegar al punto de querer terminar una carrera profesional en una institución, que en teoría defiende la legalidad, con base a falsedades que se registran en un documento oficial?; ¿El verdadero objetivo de los fiscales Rodríguez Domínguez y Castro Huamán es la fiscal Holgado Vera o es que quieren, además, utilizar dicho informe falso para algo indebido y que es de su interés personal?

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