Entre julio y setiembre del 2020 y en plena pandemia se constituyeron más de 78 mil empresas en el país. Antes de emprender, hay que elaborar un plan que incluya los principales gastos y comprender la dinámica del negocio.
Si bien muchos negocios han tenido que cerrar sus puertas afectados por la crisis económica, la necesidad de tener un empleo también ha impulsado la creación de nuevos emprendimientos. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), entre julio y septiembre de 2020, en plena pandemia, 78.258 empresas se constituyeron en todo el país.
Además, según un estudio de Datum Internacional, los emprendimientos más frecuentes son los relacionados con alimentos, servicios de delivery y textiles. En declaraciones a diario Gestión, Urpi Torrado, CEO de Datum Internacional, consideró que estos son los rubros más comunes, en parte, porque no requieren de una gran inversión de capital.
Aunque la inversión requerida no sea muy alta, para cuidar bien cada moneda, el portal Entrepreneur aconseja conocer las cifras del sector en el que piensa desenvolverse y apegarse a un plan, más aún si hay un crédito de por medio.
Un plan le ayudará a estar atento a los cambios en los precios, materias primas e intereses, pero también le permitirá tener un registro diario de ingresos y salidas. “Ese flujo de entradas y salidas es la base para crear la estrategia de administración. Esto, permite planear los pagos y, a su vez, definir el balance”, precisa uno de sus artículos.
Gastos y manejo prudencial
Para tener en claro a cuánto asciende el capital que el negocio va a requerir, el portal recomienda considerar los siguientes gastos: licencias y permisos, insumos y equipos, gastos operativos, oficina o local, costos legales y empleados.
“Si está pensando arrancar solo, puede reducir su costo por empleados. A menos que absolutamente necesite de una oficina, puede laborar desde casa o en un ‘coworking’. Incluso puede encontrar suministros que sean más baratos. Sin embargo, hay gastos que no podrá evitar. El uso de licencias y gastos legales puede frenar todo proceso de emprendimiento si no los utiliza de manera correcta”, indican.
Aparte de cuidar las finanzas del negocio, también hay que planificar bien las ventas. De acuerdo al empresario César Tánchez, autor de varios libros de mercadeo, aunque un negocio se vea muy promisorio, hay que iniciar con poco porque una gran venta puede ser un golpe de suerte que no será sostenible en el tiempo.
“Por ejemplo, si vendes artículos promocionales y te hacen un pedido muy grande, te emocionas e inviertes más de lo prudente. Al poco tiempo ves que pasa el tiempo y no te piden más y te quedas con el inventario. Investigas y te das cuenta que fue un evento atípico donde requirió de tu producto por incumplimiento de su proveedor regular”, explica.
Por ello, sugirió dar pasos pequeños pero seguros, sin comprometer más recursos de los que el emprendimiento permita.