Nathan Nadramija

El debate del modelo económico

"El debate sobre el modelo también se está dando a nivel global, aunque de manera más sofisticada y atendiendo problemas críticos como el cambio climático, la regulación necesaria para las nuevas tecnologías y la reducción de la desigualdad estructural creciente."

El debate del modelo económico está en el tapete, pero no hay elaboraciones ni propuestas claras. Se pide el cambio por el cambio, la Asamblea Constituyente porque sí, sin reparar en el qué con atención y menos aún en el cómo. Es entendible que se pidan mejoras, se necesitan muchas. Creo que el consenso al que debemos apuntar es que necesitamos más y mejor Estado que trabaje de la mano con un sector privado más fuerte y audaz en un proceso de fortalecimiento institucional progresivo con mayor inversión en protección social y desarrollo de oportunidades

El debate sobre el modelo también se está dando a nivel global, aunque de manera más sofisticada y atendiendo problemas críticos como el cambio climático, la regulación necesaria para las nuevas tecnologías y la reducción de la desigualdad estructural creciente. Se empiezan a crear consensos para los nuevos pactos verdes para mitigar y adaptarse al cambio climático. También se destaca que es necesario regular y orientar el desarrollo tecnológico de modo que sea favorable a las personas. A nivel corporativo se está pasando de hablar de “shareholders” a “stakeholders” y a vigilar supranacionalmente o coordinadamente la evasión tributaria. Estas reformas deberán tener dientes e influenciarán todo el sistema. 

Cada revolución industrial ha generado incremento de la productividad con el consecuente incremento de bienestar, aunque también desigualdad. En el siglo XIX, Marx y Engels formulan una crítica y afirman que los Estados Nación que sirven a los propósitos de las empresas y no de la población en general o trabajadores. Si bien la crítica tiene asidero, el modelo comunista y estatista que surgió en el siglo XX no fue la única opción de ajuste. También ajustes al sistema capitalista con mayores niveles de redistribución y servicios públicos responden a esa demanda. 

El colapso de la Unión Soviética dio fin a la economía centralmente planificada estatista-comunista. China hizo reformas de mercado y tuvo una transición hacia un capitalismo de estado desde fines de los 70s. Antes de China, diversos países del Asia tuvieron una transición al desarrollo como Japón y los Tigres Asiáticos con un modelo capitalista con políticas públicas muy activas. Europa tiene un modelo capitalista, regulado y promovido por el Estado, y un sistema de protección social muy fuerte. Estados Unidos, tiene un sistema capitalista con apoyos y regulación el Estado y un sistema de protección social menor al de Europa. 

En América Latina, luego de la crisis de la deuda de los 80s vino el Consenso de Washington que aplicó programas de liberalización drásticos. Si bien un programa de liberalización puede ayudar a reactivar una economía, para que sea suficiente, requeriría que todos los agentes (empresas, trabajadores y el mismo gobierno) fueran capaces y con recursos. Al no serlos, la liberalización funciona para la burbuja con mayores capacidades que sobreviven el shock inicial. Para el resto de la población quedaba el chorreo

Al escoger un modelo, debemos ser prácticos y tener claros los objetivos. Como dijo Deng Xiaping, no importa si el gato es blanco o negro, lo importante es que cace ratones. Nosotros queremos generar crecimiento económico, oportunidades y bienestar para todos.

El nivel de desarrollo y tus condiciones son claves al evaluar el modelo o las características del modelo que sea más conveniente. La desigualdad en Perú es históricamente alta. Desde la colonia y antes, siempre ha sido una élite o burbuja pequeña que disfrutaba del crecimiento y recursos y una mayoría oprimida o ignorada en el sistema. El crecimiento de los últimos 30 años, ha permitido que la burbuja crezca. Pero la gran mayoría, a pesar de la importante mejora que ha tenido, todavía vive con ingresos bajos, con bajo acceso a servicios y también bajo acceso a oportunidades. Además, la pandemia ha deteriorado la situación pues muchas familias que mejoraron sus condiciones de vida han sufrido importantes retrocesos. 

¿Hacia el futuro, qué se necesita en el modelo? Creo que lo fundamental es entender que empresa y estado son ambos necesarios. La polarización anti-estado o anti-empresa solo dificultan y dañan nuestras oportunidades de crecimiento y desarrollo. Se necesita un estado más capaz y efectivo y también empresas más fuertes y audaces para generar crecimiento y desarrollo.

Para impulsar la modernización del Estado necesitamos como prerrequisito fortalecer sistema de partidos políticos para asegurar un mínimo de rendición de cuentas y seriedad para implementar las políticas que prometen. Además, se deben impulsar reformas claves. En la gestión del sector son claves el fortalecimiento del servicio civil, la mejora de la gestión por prioridades estratégicas y resultados, el uso de PMOs para impulsar proyectos claves mientras se construyen capacidades y la promoción del gobierno electrónico y la transparencia

Parte crítica del modelo es dar un marco adecuado para la relación Estado – Empresas. El Estado es Rector y debe dar lineamientos. También debe promover actividad empresarial, crear condiciones y dar soporte. Es clave que la regulación mejore y se centre en el ciudadano y el interés público sin que esto signifique un choque con el sector privado. Más bien se trata de un alineamiento de intereses. Que las empresas ganen utilidades es muy positivo, siempre que no lo hagan en detrimento de la sociedad o el ambiente.

El tamaño del Estado debe crecer y paralelamente deben crecer sus capacidades. Las políticas públicas y servicios públicos de calidad generan externalidades positivas. Se debe ampliar como parte del modelo la protección social para todos. El incremento de presión tributaria debe venir por impuestos a personas, rentas de primera y segunda categoría, formalización y reducción de exoneraciones tributarias, evasión y elusión. Se deben implementar incentivos tributarios para las inversiones que generen externalidades positivas al tejido productivo del país. 

Sobre las empresas públicas, dada las bajas capacidades del Estado peruano y sus instituciones deben tener un rol secundario. Empresas públicas deben promover contratos con privados a precios competitivos para incrementar eficiencia manteniendo control de los objetivos. Debe fortalecerse la gobernanza y la gestión de incentivos con los fondos públicos y otros mecanismos disponibles. Parte clave de la reforma es modernizar la gestión de FONAFE. Se puede implementar un Fondo Soberano de Riqueza con mandatos específicos.

Sobre los recursos naturales, no creo que estos deban ser gestionados directamente por el Estado con empresas estatales por la falta de capacidad de gestión y la fragilidad institucional. Es necesario tener buenos marcos regulatorios e institucionales, y cobrar impuestos y regalías de manera equilibrada que permitan que se realicen las inversiones y que brinden ingresos al Estado. Más ingresos generaría el incremento de la producción de recursos naturales que su nacionalización pues se pondría en riesgo todas las operaciones además de la credibilidad como país para recibir inversión extranjera que necesitamos en diversos sectores. 

¿Qué ajustes de los mencionados requieren una reforma constitucional? La reforma política que brinde condiciones para la modernización y fortalecimiento de la gestión pública es probablemente la más importante. En el capítulo económico de la Constitución probablemente no se requiera ninguna reforma directa en sentido estricto. En mi opinión, la discusión más profunda en el capítulo económico sería sobre el rol subsidiario del Estado que ha servido de límite a su accionar empresarial. Mientras no contemos con un sistema de partidos políticos robusto que garantice una buena gestión pública, parece un candado razonable. Hay mucho por hacer antes de que una reforma constitucional sea la restricción clave para cambiar el modelo que nos conduzca al desarrollo. 

Tags:

cambio climático, desigualdad estructural, nuevas tecnologías

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