Colaborador eficaz mata a colaborador

En estos días de vacancia presidencial, de privación de la libertad de un Presidente de la República, de una profunda crisis política, de desorden y caos interno por los desmanes en Lima y en otras ciudades del país, una de las noticias referida a temas judiciales que ha pasado desapercibida es un hecho insólito y sorprendente: la desaprobación de la colaboración eficaz del empresario pesquero Óscar Peña Aparicio que se encontraba en trámite en la Fiscalía Suprema que investiga el caso Cuellos Blancos y que estaba en manos del renunciante Fiscal Jesús Fernández Alarcón y la expulsada Fiscal Fanny Quispe Farfán.

La desaprobación de la colaboración eficaz de Óscar Peña viene a marcar un punto de inflexión y de retroceso en el caso de los “Cuellos Blancos del Puerto”, ya que se ha dejado de lado información valiosísima como el pago en tres armadas de un total de US$ 30,000 al expresidente del Consejo Nacional de la Magistratura Guido Águila Grados, la entrega en septiembre del 2017 del examen escrito a jueces supremos a 10 postulantes del concurso convocado por el CNM, la intervención de una ex congresista para favorecer al empresario pesquero Mildo Martínez, la participación de la actual miembro de la Junta Nacional de Justicia María Zavala Valladares en una reunión a fines del 2017 en el stud “Doña Licha” de propiedad de Óscar Peña y en la que concurrieron parlamentarios fujimoristas y ex miembros del desaparecido Consejo Nacional de la Magistratura a fin de preparar y tramar la remoción del ex consejero Baltasar Morales Parraguez, beneficiando con ello a la accesitaria María Zavala.

Gran parte de la información entregada por el colaborador eficaz 90J-2020 en diciembre del 2020 ha sido cubierta por diversos medios de comunicación como IDL Reporteros, en su artículo “La reunión en el establo” de febrero del 2021, el portal El Foco en su artículo “Favores supremos” de noviembre del 2021 y el diario La República en su artículo “Fiscalía: corroboran información del empresario pesquero Óscar Peña” de diciembre del 2021 y otros medios de comunicación. Dicha información, además, ha sido utilizada legalmente en otros despachos del Ministerio Público para fortalecer acusaciones como es el caso del Fiscal José Domingo Pérez a fin de vincular las poderosas influencias de Fuerza Popular con el extinto CNM y de la misma Fiscalía de la Nación que tiene cuando menos dos investigaciones en giro sobre los hechos relatados por Óscar Peña.

Tal vez el anticipo y el preludio del rechazo de la colaboración eficaz del empresario pesquero está en el hecho de que la Fiscal, hasta hace poco todopoderosa, Fanny Quispe se mostraba reacia y se oponía a admitir el inicio de la colaboración eficaz considerando que para ella los hechos relatados no eran delitos como, por ejemplo, la entrega a los postulantes del examen escrito de jueces supremos convocado por el CNM el 2017 como también está el hecho de que una de las personas delatadas por Óscar Peña Aparicio: María Zavala, flamante miembro de la Junta Nacional de Justicia, era la comadre de la ex Fiscal de la Nación Zoraida Ávalos Rivera quien como se señaló en Sudaca en el artículo “Zoraida Ávalos: el ejemplo perfecto de impunidad” ha sido defendida por el abogado Pedro Grandez, esposo hasta la actualidad, de la Fiscal Fanny Quispe.

Pese a que casi todos los hechos relevados por el empresario Oscar Peña han sido corroborados y así dan cuenta diversos medios de comunicación, resulta inexplicable que la Fiscalía haya denegado de un tajo y para siempre su delación premiada, perdiéndose de manera irremediable su declaración en contra de María Zavala, Mildo Martínez, los postulantes en la entrega del examen escrito para jueces supremos del año 2017. Las cuentas con la justicia de dichas personas se perderán al carecer de valor las declaraciones prestadas por el colaborador eficaz.

 

Óscar Peña afirmó lo que Walter Ríos quiso ocultar

Uno de los temas más importantes y fuertes de la colaboración del empresario pesquero como aporte al sistema de justicia ha sido la entrega de $ 30,000 a Guido Águila Grados, expresidente del Consejo Nacional de la Magistratura, hecho que fue corroborado por su chofer Miguel Honores quien era el encargado de transportar el dinero y entregarlo.

Otro de los hechos importantes delatados por Óscar Peña es el haber entregado el examen escrito a cerca de 10 postulantes para la plaza de jueces supremos en el marco de la Convocatoria Nº 006-2017-SN/CNM y en el que lograron alcanzar las plazas ofrecidas los jueces Martín Hurtado Reyes, Carlos Arias Lazarte, Aldo Figueroa Navarro y Mariem Vicky De La Rosa Bedriñana. En su declaración como colaborador eficaz llegó a señalar que “el jueves 21, el viernes 22 y el sábado 23 (de septiembre del 2017), el exconsejero Guido Águila convocó a un aproximado de 8 a 10 postulantes a dicho concurso para que acudieran al stud para entregarles el examen escrito que se tomaría el domingo 24 de ese mes. Óscar Peña les dio todas las facilidades para que dichas personas puedan ingresar al hipódromo, y además su chofer, el señor Miguel Honores, se encargó de recoger al exconsejero Guido Águila como a dos de sus asistentes (…) que fueron las que portaron el examen y recibían a los postulantes en el privado del stud”. Para ello Guido Águila le pidió a Peña “que necesitaba un lugar privado para unas reuniones” y preguntó si podía ser en su stud a lo que Peña accedió, luego el ex Presidente del CNM le informó a Peña que algunos postulantes irían al stud (doña Licha) de su propiedad “con la finalidad de que ahí puedan realizar las pruebas de los exámenes y las preguntas que tomarían a todos los postulantes el domingo 24 de septiembre de 2017”. 

La declaración de Óscar Peña adquiere un valor esencial en la investigación del caso de los Cuellos Blancos porque contextualiza las acciones de clientelaje y venta de la función pública del presidente del CNM a ciertos postulantes a jueces supremos que buscaban llegar a la coronación de su carrera judicial a través de los beneficios y el “juramento de lealtad” que podían brindar a los empresarios amigos que estaban muy bien relacionados con la cúpula del sistema de justicia. La condición de juez supremo no se adquiría en las aulas universitarias de San Marcos donde se llevó a cabo el examen escrito para jueces supremos, sino en el stud “Doña Licha”. Por la caballeriza del empresario desfilaron los jueces Ángel Romero Díaz, Mirtha Céspedes, Martín Hurtado Reyes, Samuel Sánchez Melgarejo, Ricardo Vinatea Medina, Juan Vicente Cotera Chávez, Carlos Arias Lazarte, Aldo Figueroa Navarro y, por supuesto, el inefable ex Presidente de la Corte de Justicia del Callao Walter Ríos Montalvo.

Resulta muy extraño que se haya aprobado el acuerdo de colaboración eficaz de Walter Ríos Montalvo en donde relata de manera parcial y antojadiza la entrega del examen de jueces supremos y se haya rechazado la colaboración eficaz del empresario Óscar Peña Aparicio, pese a que este último no solo brindó una declaración pormenorizada y exacta de los hechos ocurridos en un inmueble de su propiedad, el stud doña Licha, en el que se entregó el examen escrito para jueces supremos, sino que para la misma Fiscalía dicha declaración se encontraba corroborada, tal como está consignado en el Informe que contiene “Actas de transcripción de declaración de colaborador de clave 090j-2020 con su correspondiente corroboración” de fecha 1 de octubre del 2021.

Lo más extraño de toda esta trama de corrupción, intriga y delaciones es que Walter Ríos formalmente para la Fiscalía de Fanny Quispe Farfán, encargada de llevar a cabo las colaboraciones eficaces del despacho supremo del caso Cuellos Blancos como ella misma ha reconocido, nunca sindicó al empresario Óscar Peña de haberle entregado el examen de jueces supremos, tan es así que en el proceso penal que se sigue al empresario y que en su momento determinó el dictado de la prisión preventiva (Expediente N° 00023-2018-2-5001-JS-PE-01) no se menciona en absoluto la entrega de dicho examen escrito. Peña no se encuentra procesado ni registra alguna investigación en su contra por estos hechos relatados a su manera por Walter Ríos. Sin embargo, Óscar Peña en su relato y delación sí expresa y señala de manera enfática que fue Walter Ríos uno de los postulantes beneficiados con la entrega del examen escrito en septiembre del 2017 que se produjo en el stud doña Licha. La prueba central y que corrobora la delación del empresario pesquero fue el hecho de que según las actas de extracción de los teléfonos celulares de Walter Ríos (991696548) y Óscar  Peña (989012039) ambos coinciden el sábado 23 de septiembre del 2017 (un día antes del examen escrito para jueces supremos) entre las 08:48:45 hasta las 11:30:46 en el parámetro geográfico del hipódromo de Monterrico, donde queda el stud doña Licha, ubicado en la Avenida el Derby s/n puerta n° 3, distrito de Santiago de Surco, Lima. Dicha información consta por escrito en el informe del 01 de octubre del 2021 elevado por la Fiscal Fanny Quispe y que corrobora lo afirmado por Óscar Peña.

¿Quién miente Óscar Peña o Walter Ríos?

Una de las preguntas que salta a la vista y cae de madura es si realmente es posible para el sistema de justicia que haya dos versiones sobre un mismo hecho (entrega del examen escrito para jueces supremos del 2017) por dos colaboradores eficaces. La respuesta, por supuesto, es negativa. Sin embargo, la interrogante es quién miente y falsea los hechos en esta historia al Ministerio Público.

Sudaca, luego de meses de investigación periodística y de acceso a documentos oficiales, como la consulta a algunos miembros de la Fiscalía que conocen de manera pormenorizada el caso, está en condiciones de señalar que quien miente y le ocultó información al Ministerio Público es el expresidente de la Corte Superior de Justicia del Callao Walter Ríos Montalvo. Dicha conclusión se apoya objetivamente en tres pruebas.

En primer lugar, el Informe N° 01-2021-FSCECOR-EQUIPO ESPECIAL-MPFN del 11 de enero del 2021 que dirigió la Dra. Rocío Sánchez Saavedra al Fiscal Supremo Pablo Sánchez Velarde en el que se informa de que en el marco de la Colaboración eficaz con clave 1308-2018 el delator declaró tener conocimiento de la ayuda que recibió Walter Ríos Montalvo en su postulación al cargo de Juez Supremo por parte del empresario Óscar Peña Aparicio quien le hizo entrega del examen escrito para ser Juez Supremo que se desarrolló el día 24 de septiembre del 2017, información a la que había accedido el citado empresario debido a su relación cercana con el presidente del CNM Guido Águila Grados. Además, señaló tener conocimiento que José Luis Cavassa Roncalla se había comunicado con Walter Ríos Montalvo un día antes del examen para manifestarle que contaba con el apoyo incondicional de tres ex Consejeros del ex CNM para su postulación como Juez Supremo. La principal información contenida en el documento remitido a Pablo Sánchez fue el Informe N° 299-DIRNIC-PNP / DIVIAC-DEPAPTEC en el que se verifica: 1) los registros de geolocalización de los días 16 y 23 de septiembre del 2017, entre Walter Benigno Ríos Montalvo y Óscar Peña Aparicio que se habrían reunido por las inmediaciones del Jockey Plaza y la puerta N° 05 del hipódromo de Monterrico; 2) los días 21 y 23 de septiembre del 2017 se registran las llamadas entre Walter Benigno Ríos Montalvo (951203850) y José Luis Cavassa Roncalla (936814007) por 00:00:35 minutos y por 00:01:53 minutos por lo que “se corrobora como existente el hecho proporcionado por el colaborador eficaz”. Se debe tomar en cuenta que Walter Ríos Montalvo nunca señaló que recibió alguna llamada y menos ayuda en el examen escrito para jueces supremos de José Luis Cavassa Roncalla; de tal manera que las llamadas del día 21 y 23 de septiembre del 2017 le fueron ocultadas deliberadamente a la Fiscalía y es otro colaborador quien lo revela.

En segundo lugar, el Informe N° 02-2021-MP-FN-1FSP-LLM del 30 de diciembre del 2021 elaborado por el Fiscal Provincial Luis López Munayco y dirigido al Dr. Pablo Sánchez Velarde en el que se consigna que el colaborador con clave 23419 (aparentemente un ex Consejero del extinto CNM) había declarado ante el despacho de Sánchez Velarde que “un día antes del examen escrito para el concurso de jueces supremos del año 2017, el consejero Guido Águila Grados entregó un sobre cerrado a la señorita Katherine Chinchay Sangama para que esta se lo entregue a la persona de Óscar Peña Aparicio en su stud “La Licha” del hipódromo de Monterrico para que a su vez sea entregado al juez Walter Ríos Montalvo, el cual se encontraba postulando para una plaza de juez supremo en el citado concurso, dicho sobre contenía información sobre cuatro o cinco temas posibles con su respectivo desarrollo, además de sentencias del Tribunal Constitucional en materia civil, temática que había sido recomendada con anterioridad a los profesores que elaborarían los exámenes”.

En tercer lugar, se encuentra la declaración del ex abogado de Walter Ríos Montalvo, Juan Miguel Servigón Nakano, quien en su testimonio prestado al Ministerio Público el 2 de septiembre del 2021 sostiene que quien le entregó el examen escrito para jueces supremos a Walter Ríos el año 2017 fue el empresario Óscar Peña Aparicio. El abogado declara “recuerdo este acontecimiento pues fue materia de una manifestación recogida en acta de declaración y que brindó el Dr. Walter Ríos ante el despacho del Fiscal Supremo Fernández, en dicha oportunidad el Dr. Ríos brindó detalles de que justamente fue el señor Oscar Peña quien lo citó el hipódromo de Monterrico y mantuvieron una reunión en el stud de caballos de carrera que posee el señor Oscar Peña en dicho hipódromo, en esa reunión llegó una señorita llevándole un sobre con las preguntas del referido examen haciéndole entrega de las mismas al señor Oscar Peña quien a su vez las entregó a Walter Ríos, este examen escrito con las preguntas que serían materia de evaluación le fueron entregadas a Walter Ríos un día antes del examen que rendirla; de todo esto tengo conocimiento porque ello fue materia de declaración ante la Fiscalía Suprema del Dr. Fernández que rindió Walter Ríos donde participé como abogado defensor, y en dicha declaración estuvo presente mi persona, el Dr. Walter Ríos, la doctora Fany Quispe y su asistente de la Dra. Fany Quispe”. El abogado Servigón fue citado a declarar a la Fiscalía debido a que Walter Ríos sostiene que fue el abogado José Luis Castillo Alva (y no Óscar Peña Aparicio) quien le entregó las preguntas del examen escrito para jueces supremos del año 2017.

La historia contada por más increíble e insólita que parezca es un relato absolutamente verídico que se ciñe a los hechos y a las pruebas que obran en poder del Ministerio Público en sus diversas instancias y que demuestran claramente no tanto la verdad de lo que el colaborador eficaz dice (Walter Ríos), sino lo que el colaborador busca esconder y ocultar a la justicia, pese a que otros colaboradores eficaces, otros testigos, los registros de llamadas y la geolocalización terminan por desmentir y acredita que ha engañado al sistema de justicia de la manera más escandalosa.

La síntesis de la historia es simple: Walter Ríos le dice a la justicia que alguien cometió un crimen, luego aparece el autor del crimen quien confiesa ser autor del delito y da detalles al respecto, refutando lo que Ríos ha señalado; sin embargo, a Walter Ríos le conceden beneficios y se los niegan a quien confiesa y dice la verdad. ¿Por qué el expresidente de la Corte del Callao no le contó a la Fiscalía que quién le entregó el examen escrito para jueces supremos fue el empresario Óscar Peña Aparicio y que efectivamente recibió ayuda en dicho examen del operador fujimontesinista José Luis Cavassa Roncalla? ¿Por qué calló algo tan importante y/o por qué los fiscales de ese tiempo callaron lo que efectivamente dijo? ¿A quién Ríos quiso ayudar o a quién quiso perjudicar?

 

La venganza de Walter Ríos 

Una de las cosas que caracteriza a Walter Ríos Montalvo en su proceso de colaboración eficaz y en las diversas declaraciones que brinda es que cada vez que los medios de comunicación publican alguna noticia en su contra o mencionan que alguien lo desmiente sale lanza en ristre a declarar en las investigaciones abiertas y como toro bravío embiste a todo aquel que se le cruza en su camino y osa enfrentarlo. La verdad le es incómoda si es que no se ajusta a sus intereses. Sus declaraciones son auténticos ajustes de cuentas.

Un ejemplo de ello pasó con sus abogados defensores Juan Miguel Servigón Nakano y Alex Ganoza Céspedes quienes luego de concurrir a declarar como testigos en diversos despachos fiscales entre marzo y octubre del 2019 son sindicados de manera temeraria por su antiguo cliente de haber intentado forzar sus declaraciones para supuestamente favorecer al abogado José Luis Castillo Alva. Esta declaración de Walter Ríos se produjo el 22 de noviembre del 2019 y aparece en escena luego que el semanario Hildebrandt en sus trece publicara el 15 de noviembre del 2019 un artículo titulado “Ríos de lodo” en donde se da cuenta a la opinión pública del Informe de Incidencia N° 1 del 20 de septiembre del 2019 que elevó la Dra. Rocío Sánchez Saavedra a la Fiscalía de la Nación en el que relataba el cambio de versión de Walter Ríos en contra del abogado Castillo Alva y como sustento de dicho informe se anexó vídeos del área de prevención del Penal Piedras Gordas donde se observa a Ríos recibir la visita clandestina (no declarada) del abogado de José Luis Cavasa Roncalla, el libro de cuaderno de visitas y las declaraciones de los abogados Juan Miguel Servigón Nakano y Alex Ganoza Céspedes.

Walter Ríos, pese a que el 22 de noviembre del 2019 fue citado a declarar por otros hechos, enfiló sus baterías de la manera más grosera y descarada en contra de sus ex abogados que lo habían desmentido en relación a algunas declaraciones que venía realizando y todo ello ocurrió una semana después de que un medio de comunicación publicara una información debidamente documentada que señalaba el cambio en sus declaraciones. Ríos no perdona que alguien lo desmienta o llegue siquiera a objetar alguno de sus dichos. Para ello utilizaba su colaboración eficaz y la impunidad de sus declaraciones que le proporcionaba la Fiscal Fanny Quispe. Podía hablar y disparar a su antojo, sin el temor a que algo le pueda pasar.

Según fuentes, los abogados Juan Miguel Servigón Nakano y Alex Ganoza Céspedes habrían manifestado, sobre las afirmaciones vertidas por su ex patrocinado, su absoluta disconformidad señalando que es absolutamente falso lo indicado por Ríos, que la Fiscalía nunca les notificó algo y que una vez que fueron advertidos informalmente de lo que comentaba se entrevistaron con los fiscales Fernández Alarcón y Quispe Farfán quienes lamentaron las palabras de Walter Ríos y, por el contrario, reconocieron sus aportes a la investigación, ya que fueron ellos los que convencieron a su antiguo cliente de acogerse al beneficio de la confesión sincera y la colaboración eficaz. También habrían señalado que guardan en su poder las diversas conversaciones que tuvieron por whatsapp con los familiares del encarcelado expresidente de la Corte de Justicia del Callao y que hablan de la integridad y la transparencia de su actuación profesional.

Como se observa Walter Ríos es un huracán que no quiere dejar algo en pie a su paso. No solo traicionó a su país, a su familia, a la justicia peruana que lo cobijó como juez, sino a cuanta persona se le acerca.   Es grave que Ríos haya cometido delitos cuando era Presidente de la Corte de Justicia del Callao, pero es más grave que luego que fue detenido y se acogió a beneficios para reducir su pena siga delinquiendo y sorprenda a las instituciones del sistema de justicia.

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