PATRIMONIO EN PELIGRO

PATRIMONIO EN PELIGRO

Funcionarios ocupando varios puestos al mismo tiempo y áreas en aparente abandono. Sudaca pudo conocer nuevos detalles del alarmante presente de la Biblioteca Nacional.

[INFORMES] Entre funcionarios que desempeñan hasta tres cargos y unidades en completo abandono, la Biblioteca Nacional del Perú escribe un nuevo capítulo en su historia marcado por la improvisación y la incertidumbre que pone en riesgo el patrimonio de esta institución.

Una vez más el desinterés y hasta desprecio por la cultura pone en grave peligro a una de las instituciones más antiguas del país. Durante la última semana, Sudaca publicó un informe en el cual se exponía la incomprensible decisión de quienes hoy conducen los destinos de la Biblioteca Nacional del Perú y colocan en puestos claves a personas cuya especialidad dista mucho de este ámbito.

Pero, lamentablemente, la situación expuesta por este medio está lejos de ser un caso aislado y, por el contrario, parece reflejar lo que sería el pan de cada día en la prestigiosa biblioteca que alberga el material bibliográfico que es parte de la historia peruana y que cuenta con más de doscientos años de antigüedad.

En esta oportunidad, Sudaca pudo conocer mediante fuentes muy confiables la situación que se viene repitiendo con las designaciones en cargos que son fundamentales para el correcto funcionamientos de la Biblioteca Nacional y que la actual administración parece repartirlos a su conveniencia.

COPIAR Y PEGAR

Entre las decisiones que vienen llamando la atención, incluso de los trabajadores más experimentados de la Biblioteca Nacional, están los extraños casos de funcionarios con más de un cargo. Esta situación, por ejemplo, viene ocurriendo en la oficina de planeamiento y presupuesto.

En esta área, la persona designada para llevar a cabo las funciones de jefe es Luis Gabriel Paredes Morales. Lo que las fuentes confiables consultadas por Sudaca han señalado como una situación fuera de lo común es que, además de tener este cargo, Paredes Morales también ha sido elegido dentro de la misma oficina como coordinador de la Unidad Funcional de Cooperación Técnica y Relaciones Interinstitucionales y la Unidad Funcional de Mejora Regulatoria y Estudios Económicos.


Pero este no es el único en el que parecen haber copiado y pegado nombre de funcionarios para llenar cargos disponibles. En la misma Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Elvis Henry Espinoza Castillo ejerce como coordinador de la Unidad Funcional de Planeamiento Estratégico y Estadística y también en la Unidad Funcional de Presupuesto.

PUESTOS DESCUIDADOS

En otra área de la Biblioteca Nacional, más específicamente en la Dirección de Bibliotecas Desconcentradas, se vive un panorama distinto. Mientras que en la Oficina de Planeamiento y Presupuesto parecen haber llenado los puestos de coordinadores beneficiando a algunos funcionarios con doble cargo, en la Dirección de Bibliotecas Desconcentradas parecen haber olvidado que hay trabajo por hacer.

Primero es necesario señalar que esta unidad tiene a su cargo una tarea muy importante en un país como el Perú todo lo relacionado al sector cultural suele estar en una situación de precariedad y, en algunos casos, abandono absoluto. Por ello, la Dirección de Bibliotecas Desconcentradas tiene el encargo de gestionar las bibliotecas públicas que se encuentran fuera de Lima.

Pero, pese a que esto debería ser una tarea a la cual la actual administración de la Biblioteca Nacional le dedique especial atención, lo que se puede ver es que apenas se han tomado la molestia de designar a una persona responsable para dicha dirección y han dejado desierto el puesto de coordinador de la Unidad Funcional de Servicios Bibliotecarios y Gestión Cultural y lo mismo ocurre con la Unidad Funcional de Servicios Bibliotecarios Desconcentrados.


UN AMIGO ES UNA OPORTUNIDAD LABORAL

Lo relatado hasta ahora, obviamente, ha encendido las alarmas entre los trabajadores que llevan más años en esta institución y que, además, están siendo testigos de una imparable fuga de funcionarios capacitados. Pero a esta situación de incertidumbre y rumbo dudoso que empezó con la llegada de Ana Peña Cardoza al cargo de jefa institucional de la Biblioteca Nacional se le ha sumado un ingrediente extra.

Casualmente, tras el arribo de Peña Cardoza a este puesto, muchas de sus designaciones han caído en manos de personas que, al igual que ella, provienen o tienen algún vínculo con la Universidad de Piura. Por ejemplo, Cristina Milagros Vargas Pacheco, quien se encarga de la Dirección de Protección de las Colecciones, proviene de la misma universidad que la jefa institucional encargada de contratarla.

Esta misma coincidencia se repite con el responsable de la Oficina de Asesoría Jurídica, Cristian Manuel Silva Romero, quien comparte con Ana Peña Cardoza un pasado académico en la Universidad de Piura y ha llegado a dicho cargo durante la gestión de su excompañera universitaria.


La Biblioteca Nacional del Perú, lamentablemente, no ha ocupado un lugar preponderante en los planes de gobierno de la mayoría de mandatarios que han pasado por Palacio de Gobierno en los últimos años, pero pese a ello se había mantenido como una institución con un rumbo estable. Sin embargo, hechos como los que hoy alarman a sus propios trabajadores invitan a creer que esta institución podría estar en un riesgo como pocas veces visto.

Mas artículos del autor:

"Otro descuido municipal"
"PATRIMONIO EN PELIGRO"
"Aprovechando el caos"
x