Eskimo Emprendimiento

Belén y Carlos: los novios que crearon la polera gigante más abrigadora del Perú

Son novios y socios. Hace tres años crearon Eskimo, una polera gigante hecha de terciopelo por fuera y sherpa por dentro. Su objetivo: dar comodidad y abrigo en este crudo invierno.

Esta semana, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) registró una temperatura nocturna mínima de 9.7 °C en Lima Este. La entidad precisó que estos números se reportaron en su estación ubicada en La Molina, y que dichos valores no se registraban en la capital desde mayo de 1963, hace 59 años. Además, la entidad informó que continuará el descenso de la temperatura nocturna en la costa norte y centro.

En este contexto, resulta necesario conseguir más fuentes de abrigo para hacerle frente al invierno que aún está por llegar pero ya logró hacerse sentir. Durante tiempos así, opciones como Eskimo, resultan necesarias. Se trata de la primera polera gigante del Perú, creada por Carlos Aguinaga y Belén Pappalardo, novios y socios emprendedores.

Eskimo nació a inicios del invierno de 2019. “Yo soy muy friolenta y siempre estaba con mi manta gigante. Caminaba a lo largo de mi casa, siempre cubierta con mi manta y era una situación no muy agradable porque se arrastraba en el piso”, recuerda Belén.

“Comenzamos a ver algunos diseños de prendas en zonas donde hace mucho frío como Canadá o Europa. Nos encontramos con un estilo muy similar a estas poleras gigantes y rápidamente tratamos de adaptarlo al mercado peruano e inmediatamente armamos un molde especial. Comenzamos a buscar materiales y tratamos de darle un nombre, un estilo, un espíritu bastante marcado para que la gente reconozca inmediatamente que la prenda no es solamente una polera grande o una chompa o un polerón, sino es un Eskimo”, cuenta Carlos.

ESK2

 

De cero a cien

Pappalardo es psicóloga de profesión y Aguinaga se dedicaba a la banca e inversiones previo a la aparición de la marca. Al inicio, Eskimo era una suerte de hobby para ambos, en el que confeccionaban las prendas para familia y amigos encantados con la idea del producto. Sin embargo, el verdadero despegue sucedió durante los inicios de la pandemia en 2020.

“El inicio de la pandemia fue durante la entrada al invierno. Fue un boom, comenzamos a atraer muchísimo interés de la gente y en un momento en el que todo estaba paralizado. Lo que hicimos en ese momento fue iniciar un proyecto de preventa que estaba muy de moda. Recibimos pedidos de la gente mientras nos preparábamos para producir las prendas y llegamos a requerir entre 3.000 y 3.500 unidades. Lidiamos con una sobreproducción para la cual no estábamos preparados”, recuerda Aguinaga.

“Estábamos más desesperados que los clientes por ya entregar sus pedidos y de poder cumplir con todo. Pero al mismo tiempo era increíble tener una acogida tan inmensa, que tanta gente quiera nuestro producto. Fue un desafío inmenso”, añade Pappalardo.

Emprender y aprender

Para ambos, emprender significó aprender y reaprender una serie de procesos. “Yo soy una persona muy ordenada, como controlada con las cosas. Yo era la que hacía el calendario que se cumplía. Así que el mayor aprendizaje que me he llevado es el de poder atreverme a hacer las cosas. La idea de que el emprendimiento tiene que tener todo cuadrado, perfecto y lindo, que todo va a ir paso a paso es bastante falsa. En realidad uno tiene que atreverse y lanzarse a hacer las cosas. Lo que no sale, lo vas viendo en el camino y se va acomodando. Si estás esperando que todo cuadre como en el calendario, no vas a poder avanzar. Uno tiene que seguir y atreverse a hacer”, recomienda Pappalardo.

Para Aguinaga, el mundo del emprendimiento está marcado por la prueba–error. “Experimentar es muy importante porque ahora nos encontramos en un mundo en el que hay una nueva forma de hacer negocios, la forma de llegar a la gente va cambiando minuto a minuto. Yo creo que Eskimo es una plataforma que nos ha servido mucho con prueba y error: estamos muy pendientes de la gente, muy al tanto de lo nuevo que se va haciendo y así finalmente vamos recolectando información”, explica.

Si bien los novios y emprendedores iniciaron con el Eskimo, la polera gigante, su mayor deseo es brindarle a los peruanos, diversas opciones de prendas cómodas y abrigadoras para el hogar. Actualmente cuentan con Eskimitos para los más pequeños del hogar, pijamas abrigadoras e incluso polos oversize para lucir con toda comodidad.

“Tenemos una estrategia de e-commerce que nos permite llegar a un montón de sitios, pero sí nos encantaría que la experiencia que tenemos de Eskimo como marca se pueda replicar en espacios físicos, en donde puedas tener una experiencia de compra total. Este año hemos iniciado una estrategia de tiendas físicas en algunas ferias en Barranco, pero queremos penetrar muchísimo más Lima, llegar a provincias y definitivamente estar en los lugares en donde se necesite. Con Belén a veces bromeamos que nos encantaría que nuestras tiendas físicas tengan nieve artificial para que puedas hacer tu compra con un Eskimo puesto. Queremos darle opciones a las personas para vivir la comodidad extrema”, finaliza Aguinaga.

Dato:

Para conocer más sobre los productos de Eskimo pueden visitar su cuenta de Instagram o su página web.

Tags:

Belén Pappalardo, Carlos Aguinaga, Eskimo, La polera gigante

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