Los lunes suelen ser complicados para la mayoría de personas. El fin de semana acabó y es momento de retomar las actividades laborales. Según un estudio realizado por el University of Vermont Complex Systems Center, que analiza las emociones en publicaciones en Twitter, el lunes es el peor día, y el humor suele mejorar durante la semana con miras al sábado.
Para la neuropsicóloga Sanam Hafeez, dormir más los fines de semana resulta positivo pero podría cambiar los patrones de sueño y alterar los ritmos naturales del organismo. “Aunque descanses bien el domingo por la noche, es posible que todavía tengas sueño el lunes. Y cuando estamos cansados, somos más irritables, más impacientes y estamos de peor humor de lo normal”, explica la experta.
Otro motivo por el que los lunes resulta dificultoso es porque muchas personas no se mentalizan para el inicio de la semana. “Los lunes son duros, pero muchas personas no se dan cuenta de que ellas mismas están provocándolo”, asegura Hafeez. “Cuando alguien no se prepara bien, las cosas no salen. Si no aprovechas parte de los domingos para organizarte la semana, los lunes pueden llegar a ser insoportables”.
¿Cómo empezar bien la semana?
La psicóloga Beatriz Anguís Sánchez brinda algunas claves que pueden ayudarnos a mejorar nuestra perspectiva sobre el inicio de la semana y empezar con energía.
Evita el celular al despertar: Consultar el teléfono o la computadora para revisar las redes sociales o el correo electrónico justo después de despertar interfiere en nuestro estado emocional, además de robarnos tiempo. Es recomendable empezar a conectarnos una hora después de haber despertado.
Mejorar la respiración: Inspirar y expirar profundamente tres veces en la ventana, terraza o balcón. De esta forma, además de sentir que estamos vivos y conectados con el exterior, disfrutaremos de algunos beneficios como mejor oxigenación de la sangre, mejora de la digestión, generar relajación mental y corporal, así como aumentar la elasticidad de los pulmones y tórax.
No posponer la alarma: Despertarse al escuchar el despertador permite disponer de tiempo para empezar el día con tranquilidad y poder respirar profundamente mientras te llenas de energía, y preparas un desayuno completo. Además, permite ordenar los pensamientos y tener una actitud más segura y confiada que nos acompañará el resto del día.
Por lo tanto, los lunes, más que ser días pesados, también pueden determinar el orden y los ánimos con que asumamos el inicio de nuestra semana.