Cristian Rebosio

Maternidad arrebatada

La historia de la médica del Hospital Loayza que denuncia a un colega por haberle provocado un aborto no deseado.

Sudaca conoció la historia de Karen Serrano, una joven médica del Hospital Loayza que vivió una historia de terror y acusa a un colega por haberle provocado un aborto en contra de su voluntad.

Para Karen Serrano Carmen, una médica de 31 años, la posibilidad de ser madre llegó a su vida de forma inesperada. Tan pronto como supo la noticia, Karen le dedicó a su embarazo toda la atención y cuidados posibles para que la llegada de su primer hijo se de en las mejores condiciones posibles.

Sin embargo, lo que parecía ser una experiencia marcada por la felicidad terminó con un trágico desenlace, una denuncia de por medio y una historia que ha marcado de la peor manera la vida de esta joven médica del Hospital Loayza. Sudaca conversó con Karen Serrano para conocer los detalles de lo que habría sido una maternidad arrebatada.

LA INICIO DE UN VÍNCULO FATAL

En febrero del 2023, Karen Alejandra Serrano Carmen y Bruno Favio Rodríguez Sánchez, dos jóvenes médicos del Hospital Loayza, se conocieron en su centro de trabajo. Aprovechando las coincidencias en los horarios, Serrano y Rodríguez tuvieron la oportunidad de pasar tiempo juntos y, dado que existía una buena relación entre ambos, no tardaron en frecuentarse fuera del ámbito laboral.

Como podría ocurrir con cualquier otra pareja joven,  Karen y Bruno empezaron a mantener relaciones sexuales a las semanas de haberse conocido. Sin embargo, fue en ese momento que ocurrió un hecho que no estaba en los planes de estos médicos. En abril del año pasado, Karen Serrano se realiza una prueba y descubre que estaba embarazada.

Si bien no se trataba de un embarazo planeado, Serrano no tenía problemas en continuar con este. No obstante, Rodríguez Sánchez tuvo otra postura al enterarse de la noticia. “Me dijo que no quería que yo lo tenga”, cuenta Karen Serrano con respecto al día en que le contó que se encontraba esperando un hijo y agrega que ella nunca consideró la posibilidad de abortarlo.

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Esta discrepancia llevaría a que el vínculo entre ambos cambie. “Si lo vas a tener, pero no voy a estar contigo”, fueron  otras de las palabras que, acorde a lo relatado por Karen Serrano, le dijo Bruno Rodríguez en aquella oportunidad que le contó del embarazo. Pero, además, Karen cuenta que Rodríguez empezó a tener un trato cruel hacia ella e incluso le decía que siempre amaría a una pareja que tenía en Chimbote y, posteriormente, se produjo un distanciamiento.

Sin embargo, a finales de abril, fue el propio Rodríguez Sánchez quien propició un reencuentro en el cual le haría una propuesta inesperada. “Me pidió disculpas por la forma en que me trató y me dijo para empezar de nuevo”, relató Karen Serrano a Sudaca. “Yo le dije que no era necesario que estemos juntos y que iba a tenerlo sola, pero que se haga responsable del 50% de los gastos”, agregó.

Aunque el trato de Rodríguez hacia Serrano había mejorado, Karen, analizándolo a la distancia, pone especial atención en un detalle sobre la conducta del padre del hijo que estaba esperando. “Como me había dicho que íbamos a empezar de nuevo, yo empecé a hacerle preguntas. Le pregunté si le había contado a sus padres o a sus hermanos y si había pensado en algún nombre para el bebé”, explica la médica del Hospital Loayza.

Pero la respuesta de Bruno siempre era negativa para todo lo que preguntaba Karen y no mostraba mayor interés en el embarazo ni planes a futuro. Karen, en sus declaraciones, revela que ella intentaba evitar los conflictos con Bruno debido a que iba a ser el padre de su hijo. Aunque, a estas alturas, este intento de retomar el vínculo no mostraba a Rodríguez Sánchez muy interesado en el embarazo.

UNA NOCHE DE TERROR

Como parte de lo que supuestamente era un intento de retomar el buen vínculo entre ambos, el 20 de mayo del año pasado, Karen y Bruno se encuentran y acuden esa noche al hotel “Sebastian Inn”. Durante su estancia, los dos médicos mantuvieron relaciones sexuales, aunque Karen notó algunos detalles sospechosos y describe la actitud de Bruno Rodríguez, a lo largo de aquella noche, como “distraído y súper nervioso”  incluso desde antes de entrar al hotel.

Además, Karen se percató que Bruno llevaba en sus manos una botella de agua, algo que no era usual en él y que se puede observar en las siguientes imágenes. Dentro de las instalaciones de este hospedaje ubicado en el distrito de Lince, Bruno Rodríguez tuvo otras actitudes inusuales que ahora despiertan las sospechas de Karen sobre sus verdaderas intenciones. “Entran dos llamadas a su celular y me dice “es mi mamá”. Él nunca me había dado explicaciones sobre sus llamadas”, relata Karen y agrega que, pese a que nunca habían usado preservativos en sus encuentros sexuales y que ella ya estaba embarazada, aquella noche esto sí fue propuesto por Bruno.

En medio de lágrimas, Karen Serrano le relató a Sudaca que aquella vez no mantuvieron relaciones sexuales de la manera que acostumbraban sino que, en un momento de la noche, Rodríguez Sánchez intentó introducir sus dedos en su vagina al mismo tiempo mientras la penetraba. “Me introduce el pene y el dedo al mismo tiempo. Ahí es cuando siento algo raro y le digo “¿qué estás haciendo? me duele””, cuenta Karen.

Esa misma noche, Rodríguez y Serrano abandonaron el hotel y partieron cada uno con rumbo a sus respectivas viviendas. Fue justo cuando Karen llegó a su casa que empezaría la experiencia más traumática de su vida. “Me acuesto en mi cama y, como a los veinte minutos, empiezo con dolor abdominal y escalofríos. Sentí como unos calambres en la espalda, pero no eran escalofríos de fiebre”, explica.

La noche sólo empeoraría para Karen y en las horas siguientes padeció constantes episodios de diarrea. En la mañana del domingo, la salud de Karen no mejoraba y, tras consultarle al doctor que había seguido su embarazo y una amiga residente en ginecología, optó por acudir, en compañía de su madre, al Hospital Carlos Alcántara Butterfield de La Molina.

Cuando llegó a este establecimiento de salud, le indicaron que se dirija al tópico de ginecología. “Cuando estaba caminando sentí una explosión de sangre”, detalla Karen Serrano, quien tuvo que ser llevada en silla de ruedas por el personal de seguridad del hospital para ser revisada en el área de ginecología.

“Me empiezan a hacer una ecografía, me muestra el monitor y me dice “tiene latidos cardiacos en 169. Lo que tienes es una amenaza de aborto”. Yo le preguntaba  “¿Por qué si el martes me habían hecho mi ecografía y estaba todo bien?””, contó Karen sobre los dramáticos momentos que vivió aquel domingo. Segundos después, explota el líquido amniótico y el feto que tenía entre diez y once semanas es expulsado mientras todavía estaba vivo.

¿UN CRIMEN PREMEDITADO?

Pero el triste desenlace, además de dejarle a Karen una experiencia amarga, también dejaba una serie de dudas. Durante el seguimiento que Karen Serrano le hizo a su embarazo, acompañada de un especialista, en ningún momento se había mencionado la posibilidad de un aborto espontáneo o que su embarazo esté en riesgo.

En medio de esa búsqueda de respuestas, Karen encontró que lo vivido aquel domingo encajaba perfectamente con los síntomas que experimentan aquellas personas que consumen Misoprostol, un conocido fármaco utilizado para inducir al aborto. Fue en ese momento cuando ella empezó recordar de forma cuidadosa diversas situaciones que había vivido horas antes del desenlace fatal y llegó a la conclusión que habría sido el propio Bruno Rodríguez Sánchez quien le provocó el aborto.

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“Él lo planificó. Se hizo el que se preocupaba”, cuenta Karen sollozando al enfrentarse a lo que habría sido un aborto planificado por el padre de su hijo y sin su consentimiento.  Uniendo la información sobre el Misoprostol y lo ocurrido aquella noche en el hotel de Lince, Karen señala que Rodríguez Sánchez le habría introducido el fármaco vía vaginal, una modalidad de uso constatada por la Sociedad Peruana de Obstetricia y Ginecología, cuando le introdujo un dedo al mismo tiempo que su miembro.

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Serrano señala que el inusual nerviosismo que observó por parte de Rodríguez Sánchez durante el encuentro que tuvieron el 20 de mayo podría haberse debido a que estaba en marcha un plan para provocarle un aborto. Con respecto al día en que perdió a su hijo, Karen también recuerda que “él (Bruno Rodríguez) llega al tópico y no le preguntó al ginecólogo qué había pasado ni por qué” y que, la noche previa, Rodríguez le ofrece una botella con agua que contenía pequeñas partes blancas que, acorde la versión de Serrano, serían Misoprostol.

Tras reconstruir las horas previas y posteriores a la pérdida de su embarazo, relacionarlas con el notorio desinterés del médico de veintiocho años por el desarrollo de dicho embarazo y tomar en cuenta el periodo de efecto del Misoprostol que coincide con el tiempo entre su encuentro con Bruno y el desenlace fatal, Karen Serrano decidió denunciar a Bruno Rodríguez López y el 26 de junio del 2023 se dispuso que se diera inicio a la diligencias preliminares por la presunta comisión del delito contra la vida, el cuerpo y la salud. 

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En este documento, al que tuvo acceso Sudaca, se puede leer que el aborto sin consentimiento puede llevar a que el culpable recibe una pena privativa de la libertad no menor de tres años ni mayor de cinco.

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Sudaca también pudo acceder a las declaraciones que Bruno Rodríguez brindó cuando fue citado. Como se puede apreciar en la siguiente imagen, Rodríguez alega que Karen Serrano lo denuncia por encontrarse en un estado de luto y no encontrar respuesta a lo que ocurrió con su embarazo.

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En estas declaraciones, Rodríguez reconoce haber señalado que no quería tener un hijo con Karen Serrano y que usó los dedos durante el acto sexual, tal como lo señala el relato de la denunciante. Sin embargo, Bruno Rodríguez agrega que esto último lo hizo a pedido de ella y, aunque reconoce que le ofreció la botella de agua, niega que esta haya contenido una coloración blanquecina que, según lo contado por Karen, sería Misoprostol que le añadió a la botella mientras ella se bañaba.

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Sudaca se comunicó con el abogado del médico Bruno Rodríguez, Mario Rodríguez, quien señaló que  Karen Serrano “lo que hace es injuriar a mi representado”. El letrado alegó que, debido a que el caso está judicializado, no podría brindar entrevistas.

Por otro lado, Mateo Oliart, quien actuó como asistente del abogado principal Carlos Mejía y fue delegado para responder a Sudaca, hace énfasis en que el aborto que sufrió Karen Serrano, acorde al certificado médico legal, no fue un aborto espontáneo y solamente pudo ser inducido por un fármaco.

“Si Karen aborta a las once de la mañana, ¿con quién estuvo a las once de la noche del día anterior? Como él (Bruno Rodríguez) mismo corrobora, estuvo con ella hasta las once y media del 20 de mayo”, explica Oliart y agrega que el Misoprostol debió ser suministrado aproximadamente doce horas antes, periodo de tiempo que coincide con su encuentro en el hotel con Rodríguez Sánchez.

Cabe señalar que esta búsqueda de justicia también se ha encontrado ante varias demoras debido a constantes ampliaciones de las diligencias preliminares. Si bien inicialmente el plazo máximo que se otorgó en junio del año pasado era de sesenta días, a inicios de septiembre y finales de octubre se dieron dos nuevas ampliaciones por sesenta días cada una y se dio una tercera y por el mismo tiempo en enero del presente año.

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Aborto, denuncia

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