El 84% de los directorios de empresas peruanas considera estar viviendo el periodo de mayor incertidumbre de los últimos 30 años, por encima de la etapa de terrorismo e hiperinflación, reveló el estudio de EY Perú “¿Directorios para cambio de contexto?”. Además, el 97% de ejecutivos afirma haber experimentado emociones negativas en el último año.
Debido a ello es que cada vez más empresas están tomando un rol activo en el bienestar de sus trabajadores, por lo que cerca del 67% ha implementado nuevas prácticas o reforzado iniciativas para abordar estas emociones en la compañía.
Algunos sentimientos negativos experimentados según el estudio fueron miedo, temor, pesimismo y desconcierto. Así, 3 de cada 10 empresas se han enfocado en mejorar la comunicación interna e instancias de conexión y el 11% ha proporcionado acompañamiento psicológico, coaching y motivación personal para la fuerza laboral.
“Muchas empresas han tomado acciones concretas para afrontar estos sentimientos negativos. En la nueva realidad, demostrar un genuino interés por las personas y la gestión de emociones es vital para el desarrollo óptimo, no solo de los trabajadores, sino de la compañía”, explicó Pilar Quinteros, Gerente Senior de Consultoría de EY Perú.
¿Qué prácticas están implementando los Directorios en Perú?
La mejora de la comunicación al interior de la empresa ha sido implementada con mayor fuerza, por el 30% de empresas que se encuentran realizando buenas prácticas por el bienestar de sus trabajadores. Le sigue el acompañamiento psicológico, coaching y motivación al personal (11%), el análisis de escenarios en la coyuntura, así como la revisión de planes (7%), y la cercanía generada por la gerencia preguntando activamente por su bienestar (7%).
Otras prácticas son la escucha mediante expertos o intercambio con pares (5%), la inclusión del bienestar en la agenda de las sesiones del directorio (3%) y la adopción de decisiones tácticas del negocio (3%).
El estudio revela también que el 93% de directivos considera que la realidad vivida ha evidenciado la necesidad de las compañías de replantear su rol en la sociedad. Por su parte, las empresas no familiares se muestran menos entusiastas frente al cambio de rol empresarial.
La encuesta revela que, frente a ello, el 79% de empresas ha tomado acciones al respecto, definiendo un propósito claro para la compañía que a su vez guíe la toma de decisiones del Directorio. Además, casi 1 a 2 es la relación entre empresas familiares y no familiares que afirman contar con un propósito definido para su emprendimiento.
“Las compañías se encuentran ante un nuevo escenario, en donde sus líderes tienen que pensar en cómo mejorar sus modelos de negocio, y al mismo tiempo, adaptarse a una era de transformación e incertidumbre, que implica adoptar un nuevo rol, generando valor más allá del tema financiero. En todo ese proceso de cambio las personas ocupan un lugar relevante en la ecuación”, finalizó Quinteros.