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Guerra fría en Palacio

Dina Boluarte no goza de la confianza del presidente de la República y es señalada de tener un juego propio: se reunió con dos congresistas de César Acuña que votaron por la vacancia; canceló una entrevista dominical donde, se supone, defendería a Pedro Castillo; y tiene un equipo de asesores externos que le recomienda mantener distancia del mandatario.

Dina Boluarte no sólo está en la mira de la Contraloría y el Congreso. La vicepresidente es vista también con recelo en Palacio por armar un equipo de asesores externos que la ven como futura presidenta, cancelar una entrevista en televisión en la que se comprometió a defender al mandatario de las acusaciones de Karelim López y reunirse con dos congresistas que votaron a favor de la vacancia del presidente Pedro Castillo. Así lo dice a Sudaca una fuente palaciega. 

La también ministra de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) tiene un grupo de colaboradores externos que la acompaña desde el inicio del gobierno y que no cobra sueldo del Estado. Este equipo está integrado –entre otros– por su hermano Nicanor Boluarte y el contralmirante en retiro Luis Peralta Guzmán. “Hay un equipo de gente que colabora. Ese núcleo no es conocido. Es gente que está trabajando con ella y ha demostrado tener una solvencia técnica”, dice el analista político Julio Schiappa Pietra, cercano a la vicepresidenta y una suerte de consejero eventual de ella. Dice, sin embargo, no integrar el grupo de colaboradores al que alude.

Nicanor Boluarte
Nicanor Boluarte Zegarra, hermano de la vicepresidenta y uno de los principales colaboradores en la sombra. La Contraloría cuestionó que Dina Boluarte no haya consignado, en su declaración de intereses, que su hermano trabaje en el municipio de Pueblo Libre.

Este equipo en la sombra es el que le habría recomendado a Boluarte marcar cierta distancia de Perú Libre e, incluso, de Pedro Castillo. Así quedó en evidencia en setiembre del 2021.

En aquella fecha, la ministra no se alineó a una política del gobierno al aprobar un gasto de S/6 millones en publicidad para el bono social Yanapay, del Midis. Por entonces el Ejecutivo promovía cerrar el caño de la publicidad estatal a los medios de comunicación nacionales. La cartera de Boluarte, ante la repercusión mediática, no hizo el desembolso del dinero. 

Pese a este episodio, Boluarte seguía siendo considerada una aliada fiable en el Ejecutivo. En diciembre pasado, cuando la oposición alistó su primera moción de vacancia, Boluarte había dicho de manera tajante: “Si al presidente lo vacan, yo me voy con el presidente”. 

Boluarte no repitió una declaración similar cuando la oposición volvió a la carga para destituir a Castillo en marzo pasado. El equipo externo le aconsejó a Boluarte tener cautela en sus declaraciones cuando se discutió en el Congreso la segunda moción de vacancia. Eso tras desatarse una tormenta política por las declaraciones de la lobista Karelim López, que acusaba al jefe de Estado de liderar una mafia enquistada en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones.

“Hay una sucesión constitucional. Por esa sucesión constitucional es que ella está siendo tan cauta. Ella no va a alentar un movimiento contra Pedro Castillo. Tampoco tiene por qué renunciar a la sucesión constitucional. Sería absurdo. Sería poner al país en el peligro de no tener una salida en caso de una crisis mayor”, dice Schiappa.

De hecho, ante el escándalo desatado por Karelim López , Castillo convocó a los ministros a Palacio para analizar las confesiones de la gestora de intereses. “En la cita se acordó que algunos ministros vayan a los dominicales a defender al presidente [antes de que se vote la vacancia]. Dina Boluarte quedó en ir a Cuarto Poder, pero canceló la entrevista a último momento. Ahí entendimos que no quería relacionarse con el caso y estaba a la expectativa por si vacaban al presidente”, dice una fuente cercana al jefe de Estado. Sudaca pidió descargo a la vicepresidenta, pero al cierre de la edición no hubo respuesta.

Boluarte sólo dio declaraciones cuando la votación por la censura ya había acabado.  “La agenda de la vacancia no puede afectar más la estabilidad política que todos buscamos”, escribió la vicepresidente en su cuenta de Twitter.

Dina Boluarte Davos
24 de mayo. La vicepresidenta Dina Boluarte Zegarra participa en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza. “La derecha en el país no quiere reconocer el triunfo legítimo del presidente Pedro Castillo”, dijo.

 

Lo cierto es que la actitud cauta de Boluarte, en medio de aquel nuevo embate de la oposición, no fue bien vista por el presidente Castillo ni su entorno. Lo interpretaron como un cálculo político. 

Finalmente, el mandatario sobrevivió a un segundo intento de remoción en el Parlamento, presumiendo en ese momento de un sólido bloque de 44 votos como mínimo. La votación fue el 28 de marzo. 

Una de las congresistas que votó a favor de la vacancia fue María Acuña Peralta, de Alianza Para el Progreso y hermana del fundador de ese partido César Acuña. Otro que apoyó para que Castillo deje el cargo fue el legislador, también apepista, Alejandro Soto Reyes.  El 1 de abril, cuatro días después de votar a favor de destituir al gobernante, los dos parlamentarios visitaron a  Boluarte en la sede del Ministerio de Inclusión y Desarrollo Social, de acuerdo al registro de visitas. 

“La señora Boluarte habló con la congresista de los programas sociales y de las ollas comunes en Lambayeque [región de María Acuña]. No se tocaron temas políticos”, dice Juan Cáceres Olazo, asesor de la legisladora.

Maria Acuna
María Acuña Peralta, congresista de Alianza Para el Progreso y hermana de César Acuña. El 28 de marzo votó por la vacancia de Pedro Castillo. Cuatro días después visitó a Dina Boluarte en la sede del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social. Fuente: Congreso.

La vicepresidenta y titular del Midis suele reunirse con legisladores de diversas tiendas, como parte de una estrategia política de tener buenas relaciones con los integrantes de todas las bancadas.  El 12 de abril, por ejemplo, tuvo un encuentro con la parlamentaria Yorel Alcarraz, de Somos Perú, bancada próxima al Ejecutivo. “Me he reunido con ella [Boluarte] para presentarle mi proyecto sobre el tratamiento contra el cáncer. Tiene bastante disposición para atender a los congresistas. Ella haría un buen papel en caso llegase la presidencia. Me dio muy buenas vibras”, dice Alcarraz a Sudaca. 

Castillo y Boluarte se miran con cierta desconfianza. El presidente y su entorno creen que la vicepresidenta tiene un juego propio. Y ella considera que el mandatario está mal rodeado. “Algunos ministros no han dado la talla en sus carteras”, ha dicho hace poco Boluarte. 

“No hay ruptura. Naturalmente hay algunas diferencias. Ella [Boluarte] es una persona que jamás va a traicionar al presidente. Es la segunda en el gobierno y tiene que mantener un equilibrio porque el gobierno está sustentado por una coalición de izquierda que es muy frágil. Ella no va a dar ningún paso para precipitar una crisis política en el país”, dice el analista Julio Schiappa, cercano a la vicepresidenta.

 

PARTEAGUAS

Tanto Boluarte como Castillo no las tienen todas consigo. La Contraloría puso la cabeza de la abogada en una bandeja y pidió a la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, evaluar si la titular del Midis cometió una infracción constitucional. Ello, por haber actuado, en paralelo, como presidenta del consejo directivo del club departamental Apurímac y ministra de Estado. Boluarte argumenta que pidió licencia en el club el 29 de julio del 2021, pero el ente de control halló que firmó 13 documentos después de esa fecha, en calidad de titular de la asociación privada.

La denuncia de la Contraloría puede allanar el camino para sacarla del juego, destituirla del cargo de ministra e inhabilitarla de la función pública. Esto último equivaldría a sacarla de la vicepresidencia, según el constitucionalista Natale Amprimo. 

La acusación que se prepara contra Boluarte llega en un momento de división en el oficialismo. Los representantes de Perú Libre están con la sangre en el ojo porque el presidente Castillo no respetó el acuerdo para que el cerronismo maneje los ministerios de Salud y Energía y Minas. 

Castillo sacó -sin consultar al líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón- al ministro de Energía, Carlos Palacios. Y lo reemplazó por la abogada Alessandra Herrera, a quien en el partido del lápiz identifican como alguien cercana a las grandes empresas. 

En la agrupación liderada por Cerrón, que tiene hoy 22 parlamentarios tras sucesivas escisiones, hablan de ajustar cuentas. Un primer zarpazo se lo darían a la ministra de Trabajo, Betssy Chávez, enemiga de Cerrón. Los congresistas de este bloque apoyarían la censura en su contra, dice una fuente del lápiz.

Boluarte, una adversaria declarada del cerronismo y exmilitante de Perú Libre, sería la siguiente en caso prospera la denuncia constitucional en el Parlamento. “La política es ondulante. Cambia según la coyuntura”, declaró Cerrón a Canal N, en abril pasado. 

Boluarte está actualmente en la ciudad de Davos, Suiza, para participar en el Foro Económico Mundial. Hoy participó en un panel que abordó el tema de la polarización e incertidumbre política en América Latina. “La derecha en el país, si es que así podemos denominarla, no quiere reconocer el triunfo legítimo del presidente Pedro Castillo en las elecciones segunda vuelta del 6 de junio. Y desde el primer instante en que el presidente y yo juramos servir al pueblo peruano no nos han dejado gobernar en paz”, dijo Boluarte en un evento del foro. 

Tags:

Dina Boluarte, Gobierno, Pedro Castillo

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