dina la heroina

Dina, la heroína

En este nuevo Macondo, vemos con incredulidad las distintas variantes al nuevo texto sustitutorio propuesto, las que las 13 bancadas están tratando de acomodar a su propia conveniencia sin considerar que llevamos todos, a los 60 compatriotas fallecidos en la espalda…

El 7 de diciembre pasado, y ante el infantil autogolpe del aprendiz de dictador Pedro Castillo, asumió el más alto cargo de la nación la vicepresidenta Dina Boluarte. De la lectura de su juramentación y posterior discurso inaugural, quedó claro que no esperaba un ataque tan directo y despiadado de sus recientes aliados de gobierno.

Otro ejemplo de esta primera visión presidencial de Dina Boluarte, fue la juramentación de su primer gabinete, liderado por un poco conocido Pedro Angulo, tratando de emular la transición de Sagasti con Violeta Bermúdez en el premierato, ambos perfiles claramente intelectuales y académicos, hasta quizá, con poca empatía. 

Pero esta nueva realidad, era completamente diferente y se requería de otro tipo de liderazgo. La izquierda radical había salido del gobierno literalmente por la puerta trasera y trataba de regresar como sea, con demandas como la renuncia de Boluarte, el inmediato referendo para una asamblea constituyente, la absurda reposición de Castillo y poniendo en la mira nada menos que a aquella persona que formó la plancha presidencial con el ahora preso expresidente.

La sorpresa fue tal para Dina Boluarte, que la ahora presidenta tuvo rápidamente que adaptarse por sobrevivencia y anunciar el adelanto de elecciones consiguiendo que el congreso, de manera acelerada pero comprometida, apruebe el adelanto de elecciones para abril de 2024.

Las protestas que por un lado trasladan el legitimo hartazgo de poblaciones olvidadas, principalmente por sus propios gobiernos regionales, continuaron con fuerza y tienen del otro lado un grupo de profesionales de la violencia que se han dedicado a enardecer a los pobladores, generando enfrentamientos de tal magnitud, que ya vamos lamentando más de 60 compatriotas fallecidos y centenas de heridos.

Pero la verdadera sorpresa, en realidad otra más, la vivimos el pasado viernes 27 de enero, cuando una propuesta surrealista del fujimorismo de reconsiderar el adelanto de elecciones ya aprobado con 91 votos en diciembre, desencadenó en un acto fallido que dejó en fojas cero todo lo avanzado. Temerario e irresponsable.

Un mes es demasiado en el escenario actual peruano, quien estaba de acuerdo con el adelanto en diciembre ahora quiere Asamblea Constituyente y los otros ya no quieren nada, ¡ni adelanto carajo!

En este nuevo Macondo, vemos con incredulidad las distintas variantes al nuevo texto sustitutorio propuesto, que las 13 bancadas están tratando de acomodar a su propia conveniencia sin considerar que llevamos todos, a los 60 compatriotas fallecidos en la espalda y que los peruanos queremos seguir creciendo en paz y bienestar.

En este escenario de impase total y de bloqueo parlamentario suicida, Dina Boluarte tiene la llave que la llevaría a la posteridad, como aquella presidenta desprendida de poder, que ofreció su presidencia para que efectivamente se adelanten las elecciones en este 2023. De villana para algunos, sería entonces recordada, como la heroína de todos en esta triste historia.

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Congreso de la República, Dina Boluarte

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