Juan Carlos Tafur

Renuncia tú, Keiko

“A lo que debe renunciar Keiko, más bien, en favor de la unidad opositora que invoca, es a su candidatura presidencial en el 2026, o de antes, si Castillo ve recortado su mandato”

Keiko Fujimori, lideresa de Fuera Popular ha anunciado que, en aras de la unidad de la oposición y en el afán de evitar que Lima caiga en manos del populismo o de la izquierda, su partido declina de presentar candidato a la plaza capitalina.

 

La verdad es que mucho no está sacrificando Keiko Fujimori. Según todas las encuestas, su precandidato César Combina, aparecía, en el mejor de los casos, con 2% de intención de voto. No iba a ganar jamás en Lima, plaza en la que, dicho sea de paso, al fujimorismo nunca le ha ido bien (ni siquiera en sus tiempos “gloriosos”, como en los 90: tanto Hurtado Miller como Jaime Yoshiyama mordieron el polvo de la derrota).

 

Mal va a endosar, pues, ningún voto. Lo que quiere Keiko es evitar una derrota bochornosa. Y el supuesto peligro de que un candidato populista de izquierda gane es, también, una quimera. La izquierda no va a volver a ganar en Lima por un buen tiempo (la gestión de Susana Villarán debe haber curado de espanto a varios). Lima es la plaza más derechista del país, junto con la costa norte. Los que encabezan las encuestas son Daniel Urresti, Rafael López Aliaga y George Forsyth. Y los precandidatos de la izquierda tienen también un magro 2% de intención de voto en las encuestas.

A lo que debe renunciar Keiko, más bien, en favor de la unidad opositora que invoca, es a su candidatura presidencial en el 2026, o de antes, si Castillo ve recortado su mandato. Debería hacerle caso a Rafael López Aliaga y renunciar ambos y permitir que surja un candidato fresco, nuevo, no tan polarizante, capaz, ese sí, de evitar el triunfo de un disruptivo radical, como el que probablemente surgirá merced al desastre social, económico y político que va a dejar Castillo luego de su paso por el poder.

 

Esa es la unidad que se requiere, no un gesto inútil, innecesario, falso, como el que acaba de hacer. La derecha o el centro deben afiatar una candidatura sólida, lejos de los radicalismos ultras y del lastre fujimorista, que encima le resta votos a los candidatos del mismo segmento ideológico y permitiría que pasen a la segunda vuelta los Castillos, Bellidos o Antauros que aparezcan en el firmamento electoral.

 

 

 

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Alcaldía de Lima, Fujimorismo, Keiko Fujimori

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