Juan Carlos Guerrero

Partidos políticos: más de lo mismo

“La confianza otorgada al gabinete Torres confirma la sintonía y el acuerdo de algunos partidos políticos con el gobierno. De facto, aparecen como sus más firmes aliados. Los ciudadanos no tenemos certeza de cómo se tejieron tales alianzas ni a cambio de qué”.

La confianza otorgada al gabinete Torres confirma la sintonía y el acuerdo de algunos partidos políticos con el gobierno. De facto, aparecen como sus más firmes aliados. Los ciudadanos no tenemos certeza de cómo se tejieron tales alianzas ni a cambio de qué. Sin embargo, más allá de su retórica que cuestiona al presidente Castillo y su gestión se constituyen en su principal sostén.

Si se revisan los planes de gobierno de Perú Libre, Juntos por el Perú, Acción Popular, Podemos y Somos Perú, presentados al Jurando Nacional de Elecciones, hay más semejanzas que diferencias. Por sus ofertas electorales, al menos, son prácticamente indistinguibles. Quizás esta indiferenciación sea una de las razones que hace que voten de manera conjunta perfilándose de este modo una “coalición de gobierno”. Coalición que permitiría que sus votaciones sean previsibles y que la fiscalización al Poder Ejecutivo se atenúe.

Sin embargo, no se debe perder de vista que el “apoyo crítico” de los congresistas al presidente Castillo dependerá de sus niveles de popularidad y del tipo de iniciativas legislativas que impulse desde el Ejecutivo. En ellos primará el cálculo de cuánto ganan o cuánto pierden apoyándolo en el corto plazo. Una muestra de tal contabilidad es el número de congresistas que votaron a favor de la admisión de la moción de vacancia. Inicialmente, se estimó que lo harían 52 pero el resultado final fue de 76, 14 más de lo esperado.

A la indiferenciación programática, que facilita el respaldo legislativo de algunos partidos políticos al gobierno, se suma la pérdida de relevancia de la dimensión ideológica. ¿Qué tiene de izquierda Perú Libre o Juntos por el Perú? o ¿qué tiene de derecha Acción Popular o Podemos? Esto ha incentivado la actuación pragmática de sus congresistas facilitando espacios de negociación y acuerdo entre los mismos. Esto se aprecia en sus opciones y votaciones tanto en las comisiones como en el pleno. Así, por ejemplo, en contra de la reforma universitaria, que ha contribuido a la mejora de la calidad de la educación universitaria, votaron congresistas de Perú Libre, autoproclamado partido de izquierda, junto a los del fujimorista Fuerza Popular.

Se entiende que, según la Ciencia Política, una democracia se desarrolla y fortalece cuando los partidos políticos cuentan con programas e ideologías claramente diferenciados y actúan en consonancia con ellos, ya sea en el Poder Ejecutivo o en el Legislativo o en ambos. En ese sentido, es pertinente preguntarse si los partidos políticos realmente existentes en el Congreso contribuyen a ello. De cara a la opinión pública, no es posible encontrar entre ellos diferencias ideológicas y programáticas. ¿Acaso por qué no cuentan con ideología y programa? Pareciera que todos son más de lo mismo.

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Gobierno, Pedro Castillo

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