Para lograr nuestros objetivos necesitamos más que trazarnos metas claras o contar con la motivación diaria para seguir adelante. Existe un factor que es determinante en todo proceso humano: la disciplina.
Un informe de Mindvalley, plataforma de aprendizaje y coaching, explica que la disciplina es la capacidad que tenemos para controlar nuestras acciones, deseos y sentimientos. Se trata del importante componente que nos permite mejorar por medio de la regulación de nuestros actos.
Gracias a la disciplina es que las personas logran alcanzar sus metas u objetivos, debilitan esa voz de autosaboteo, se impulsan hacia la acción y aumentan su poder de autocontrol.
¿Cómo lograr la disciplina?
El informe de Mindvalley indica que la disciplina, es el canal que libera a las personas de las excusas para alcanzar sus objetivos. Esta cualidad permite el empoderamiento para dividir las metas en pequeñas acciones, que alineadas llevan a alcanzar un bien mayor. Entonces, ¿cómo ser más disciplinado?
Enfócate en la meta: Tener objetivos, es la clave para no perderte en el camino. Primero visualiza todo lo que quieres lograr, y a partir de allí, define objetivos alineados con tu sueño. Toma en cuenta que los objetivos deben ser específicos y deben tener un plazo de tiempo para cumplirlo. Las preguntas que te dejaré más adelante te ayudarán a definirlos.
Identifica y derriba barreras: Por más sencillo que sea el objetivo, siempre habrá barreras que se interpondrán. Estos obstáculos suelen ser creados por tu mente, pero sin una habilidad de resolución de conflictos, pueden entorpecer tu camino.
Crea un plan de acción claro: Se trata de una herramienta clave para seguir de cerca tu progreso y no perderte en el camino. Procura que tu plan sea lo más específico posible, y esté dividido en pequeñas metas y tareas diarias. Además, ponlo en un lugar visible donde puedas verlo a diario. Organízalo con horarios, fechas, y tareas.
Evalúa tu progreso: Este paso te servirá para realizar los cambios que necesites aplicar para mejorar los resultados. Una vez a la semana o al mes, realiza una especie de evaluación donde revises cuánto has avanzado y qué tareas has cumplido.
Diviértete e inspírate: Disfrutar el proceso hará el camino a tus metas más agradable y placentero. Trata de integrar al plan cualquier factor que pueda añadir diversión. Por otra parte, es importante que estés inspirado.