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Harvey Colchado en la mira de Palacio

Luego de pasar casi tres años en la ‘congeladora’ –el gobierno morado de Sagasti le bajó el dedo–, el coronel que lideró la Diviac en sus casos más emblemáticos ha vuelto para apoyar las pesquisas de la fiscalía contra el presidente Castillo y su entorno. Antes fue señalado como el jefe de una presunta policía política al servicio de Martín Vizcarra e incluso se le quiso responsabilizar por la muerte de Alan García. Ahora, que la arremetida contra él viene directamente de Palacio de Gobierno, muchos de sus antiguos críticos lo defienden.

No es muy frecuente que la asignación de un oficial de policía a una misión específica genere tanto revuelo. Menos, todavía, que un gobierno enfile todas sus baterías contra ese mismo oficial. Ese es el caso del coronel Harvey Colchado Huamaní. Al cierre de este reportaje, el Poder Judicial admitió a trámite una demanda de habeas corpus presentada por la defensa de Pedro Castillo. Según el abogado del presidente, Eduardo Pachas, el objetivo es apartar de la investigación al coronel y a los fiscales que participaron del operativo de captura contra Yenifer Paredes, cuñada del mandatario, en Palacio de Gobierno. 

Castillo Colchado
Los abogados de Pedro Castillo quieren dejar fuera del caso a Colchado y el fiscal que fue a buscar a Yenifer Paredes a Palacio la semana pasada.

Al coronel Colchado se le atribuye buena parte del mérito por las capturas y entregas de personajes claves para esclarecer las denuncias que se acumulan en el entorno presidencial. Después de varios años apartado de las pesquisas que comprometen a personajes relevantes de la política, su nombre vuelve a estar en la palestra, aunque con una diferencia: muchos de los que antes lo criticaban ahora lo defienden.

A lo largo de su gestión como jefe de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac), el coronel Harvey Colchado Huamaní (48) acumuló golpes exitosos, cierta fama y –consecuencia inevitable de lo anterior– una extensa lista de enemigos, fuera de la policía y también dentro de su institución. Sus detractores han llegado a señalarlo como el operador más visible de una supuesta ‘policía política’ al servicio del gobierno. Sin embargo, esta acusación no tiene correspondencia con la realidad de un policía que se pasó los últimos tres años en una virtual congeladora y que, de hecho, no gozó del favor de los gobiernos de Vizcarra y Sagasti. Puestos como la máxima autoridad policial en Lambayeque y la Dirección de Medio Ambiente no suenan tan mal, pero saben a poco para un oficial de alto perfil y con experiencia exitosa en casos de alto vuelo como ‘Los Cuellos Blancos’, ‘Los gánsteres de la Política’ y las denuncias de corrupción que involucran a Keiko Fujimori y a los expresidentes Ollanta Humala y Alan García. 

Los últimos cuatro meses, antes de ser convocado por el exministro del Interior Mariano González, Colchado los pasó en la Dirección de Medio Ambiente de la PNP. Allí había puesto su mira en varias mafias forestales, de las que ya estaba empezando a recoger información. Colchado es un oficial muy versado en el trabajo de inteligencia. A lo largo de su carrera policial pasó por la Dircote (a los 23 años, estuvo a cargo de la escuchas legales que permitieron organizar el exitoso rescate de rehenes la la residencia del embajador de Japón, en 1997) y luego por la División de Investigaciones Especiales (Divinesp) de la Dirandro. Se trata de una dirección que coordina directamente con la DEA varios de sus golpes, y de ella Colchado copió los mejores protocolos de investigación.

Antes de integrar cualquier equipo de sabuesos, los agentes de la Divinesp pasan por una prueba de polígrafo. No es un método infalible, pero sí da cuenta de filtros más duros. Lo mismo se aplicó en los inicios de la Diviac, unidad creada en 2016 y de la que Colchado fue el primer jefe. En poco tiempo consiguió que una unidad nueva se convierta en la favorita de los fiscales a cargo de casos de corrupción y crimen organizado, por encima de otras dependencias más antiguas como la Dirincri o la Dirección contra la Corrupción de la PNP. El motivo –comentan algunos fiscales consultados– era la reserva con la que se manejaba la Diviac. Otros son más claros e incluso señalan que en ella había menos riesgo de corrupción policial.

GOLPES AL NARCOTERRORISMO

El trabajo de Colchado en la Dirandro le valió decenas de felicitaciones por sus intervenciones. Una de ellas, el 2006, se tradujo en un diploma otorgado por la DEA, por ser parte del equipo que desbarató la organización de Fernando Zevallos, alias ‘Lunarejo’.

La Divinesp empezó a dar golpes también contra el terrorismo, aliado del narco en la zona del Huallaga. A Colchado, que por entonces tenía el grado de mayor, lo llamaban ‘René’. Con ese apelativo se hizo conocido cuando capturó –junto a otros policías de su unidad– al camarada ‘Artemio’ en 2012 en la exitosa operación Crepúsculo. Se trata del operativo más duro contra el narcoterrorismo en la última década. El otro gran responsable fue Walter Lozano Pajuelo, ‘Bica’, hoy también integrante del equipo especial. Ambos fueron ascendidos a comandantes aquel año.

A la captura de Artemio siguieron otros golpes contra remanentes terroristas en la zona del Huallaga. En 2014, Colchado empezó a trabajar de la mano con la fiscal Marita Barreto –hoy, a cargo del equipo de fiscales que investiga al presidente Pedro Castillo y a su entorno– en las pesquisas que se tumbaron la red criminal encabezada por el abogado Rodolfo Orellana Rengifo. Desde ese momento, fiscal y policía entablaron una relación de confianza mutua, que hasta hoy se mantiene.

Colchado camarada artemio
En el círculo rojo, el entonces mayor Harvey Colchado Huamaní. Fue parte del equipo de detectives que capturó al camarada Artemio en 2014.

EL ‘FUJIAPRISMO’ Y LOS ‘CAVIARES’

El 2016, Colchado recibió su ascenso a coronel. Ese mismo año fue colocado por el entonces viceministro de orden interno, Rubén Vargas, como jefe de una nueva unidad: la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac). Vargas conocía a Colchado desde el 2002, cuando aquel fue asesor del Ministerio del Interior y coordinaba acciones contrasubversivas. Desde su gestión estaban convencidos de que la nueva política del gobierno contra el crimen organizado requería un oficial con el expertis de Colchado.

La Diviac empezó a cercar a varias mafias de Lima y provincias. Eran operativos limpios, sin enfrentamientos, donde primaba la inteligencia policial. A estos ‘megaoperativos’ se sumaron casos que involucraban a personajes políticos por entonces vigentes. Por ese motivo, la detención de Keiko Fujimori y, más tarde, el intento de captura de Alan García provocaron que desde un sector de la derecha arremetiera contra Colchado y su equipo. La Diviac empezó a ser tildada de “policía política” de Martín Vizcarra.

“Desde el día que intervenimos a la señora Keiko Fujimori por su presunta participación por el caso ‘Cócteles’, el congresista Tubino se ha empecinado en calificar a la Diviac como una ‘policía política’. Eso no es verdad”, declaró Colchado en mayo del 2019. La Diviac había participado dos años antes en la detención de Nadine Heredia y Ollanta Humala.

Tubino
El 2019, luego del intento de captura de Alan García, el ‘fujiaprismo’ arremetió contra Colchado y su equipo. Hubo polémica en el Congreso de entonces.

Pese a lo que afirmaba la oposición a Vizcarra, durante ese gobierno la Diviac perdió favor y recursos económicos. Otros agentes de inteligencia de la Digimin fueron ganando protagonismo, en medio de pugnas internas en la PNP. Los entretelones de este lío los contó IDL-Reporteros en marzo del año pasado.

El 2020, Harvey Colchado pidió licencia para estudiar en el Programa de Alto Mando de Orden Interno en la Escuela de Posgrado de la PNP. El cambio de gobierno, con la llegada al poder de Francisco Sagasti en noviembre de ese año, debilitó aún más su situación al interior de la Policía. El entonces comandante general de la Policía, César Cervantes, le comunicó que no volvería a la Diviac luego de concluir sus estudios de posgrado.

Colchado entendió entonces –según IDL-Reporteros– que estaba siendo víctima de una represalia de los oficiales a los que Vizcarra había dado poder. Cervantes fue el encargado de hacer la purga, con la venia del entonces viceministro Carlos León Romero y del inexperimentado ministro José Elice.

El oficial fue marginado a Lambayeque y más de 90 de sus mejores hombres fueron también sacados de la Diviac y asignados a distintas unidades. Para felicidad de los investigados, los casos se retrasaron debido a esta purga. Una fuente que conoce al coronel Colchado señala que este se sintió abandonado por el gobierno, entonces encabezado por Sagasti. “Los caviares lo abandonaron, pero hoy salen a defenderlo”, comenta con indignación. 

Los ataques no acabaron contra la Diviac, donde permanecía el recuerdo de ‘René’. Durante la campaña electoral del 2021, el equipo de seguridad de Hernando de Soto propuso desactivar esta división si llegaba al poder. Miyashiro, jefe del plan de seguridad del economista, había sido congresista por Fuerza Popular en el período anterior. La propuesta tenía sabor, pues, a revancha.

Mariano Gonzales
Mariano González, en su breve paso por el Mininter, tuvo el tino de volver a poner a Colchado a cargo de casos emblemáticos.

REGRESO AL PRIMER PLANO

Cuando Mariano González tomó las riendas del Ministerio del Interior, una de las primeras cosas que hizo fue llamar al coronel Colchado. Sabía que tenía que reorganizar la Digimin, plagada de sospechas por los nombramientos que allí hizo el gobierno de Pedro Castillo. Así que le propuso al oficial liderar la División de Búsqueda de este organismo. La resolución de su cambio se publicó el 12 de julio. 

“Cuando llego al ministerio, una de las tareas que me planteé fue fortalecer el sistema de inteligencia y el principal componente es la Digimin. Como conozco el trabajo de Harvey Colchado, desde el primer momento pensé en él. Con él ahí, con Lozano (‘Bica’) en inteligencia de la Dirandro y con Moreno [se refiere al coronel Franco Moreno Panta] en la Diviac y reforzando la DIRIN, se permitía tener, digamos, un dream team de inteligencia”, cuenta González.

Días después del cambio, el equipo especial de fiscales liderado por Marita Barreto envió una lista al Mininter de los oficiales que requería para que la apoyen en sus pesquisas. Pidió que aquellos agentes sean encabezados por Colchado, a quien ya conocía de varios años atrás. La situación era agobiante al interior del Ministerio Público desde que iniciaron las investigaciones del entorno presidencial: nadie sabía en qué unidades policiales y en qué agentes confiar. Fuentesl que investigan a Pedro Castillo señalan que el coronel reclutó a varios de los agentes que fueron desterrados junto a él durante el gobierno morado.

Aunque algunos no olvidan sus rencillas, el regreso de Colchado ha generado reacciones insólitas. Cuando el ministerio del Interior amenazaba con petardear el equipo de policías, Alejandro Aguinaga, congresista naranja, dejó de lado los rencores de su partido. “Es una más de estas maniobras para evitar a la justicia, este encubrimiento que ya se ha tornado en la tónica de este gobierno», dijo a la prensa cuando el ministro del Interior expresó sus intenciones de cambiar a Colchado. Hoy los ataques llegan desde Palacio.

**Fotoportada por Darlen Leonardo

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Gobierno, harvey colchado, Pedro Castillo, Política

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