Juan Carlos Tafur

Un turbio lobby en el Congreso

“Una de las pocas reformas estructurales que se han hecho en los últimos lustros es justamente la universitaria y la creación de la Sunedu, y que el Congreso pretenda tirársela abajo es un despropósito mayúsculo”

La aprobación del Congreso cae, según la última encuesta de Datum, entre octubre y diciembre, de 30 a 21 y a 17%. Y su desaprobación crece, en el mismo lapso, de 55 a 71 y a 76%. Y ello, hay que subrayarlo, es causado por los actos del propio Legislativo, no por la inercia que, según sostienen algunos politólogos, acontece en todo el planeta.

Este Parlamento se ha ganado a pulso su desprestigio, impulsando vacancias irracionales y contraproducentes, desaprobadas por la mayoría de la ciudadanía y, al mismo tiempo, contrariando su presunto espíritu de hipervigilancia de un gobierno mediocre, siendo incapaz, siquiera, de censurar a un ministro (para lo que se requieren 66 votos, que supuestamente la oposición tiene de sobra).

A la par, produciendo iniciativas regulatorias, que se entrometen en la vida socieconómica del país, favoreciendo evidentes lobbies y juegos de intereses encubiertos. Como es el caso de la intención de desplegar una contrarreforma universitaria, que en estos días alberga la Comisión de Educación, buscando restaurar los poderes de la extinta Asamblea Nacional de Rectores, volviendo a otorgarle a los supervisados la capacidad de elegir al supervisor, es decir, de reinar sobre la Sunedu, y al mismo tiempo, otra iniciativa que busca darle una nueva oportunidad a las universidades no licenciadas que ya tuvieron sinfín de posibilidades de corregir sus precariedades académicas, que les costaron la sanción, y no lo hicieron (entre ellas, Telesup, de José Luna Gálvez, capataz de la bancada de Podemos).

Una de las pocas reformas estructurales que se han hecho en los últimos lustros, es justamente la universitaria y la creación de la Sunedu, y que el Congreso pretenda tirársela abajo, es un despropósito mayúsculo. Felizmente, se ha conformado un grupo multipartidario, convocado por la congresista Flor Pablo, en defensa de la reforma universitaria, que está alerta a cualquier intento de desandarla.

Deben saber que hay un importante sector de la ciudadanía vigilante de que semejante brulote legislativo no prospere y que, de ocurrir, solo ahondaría aún más el ya sonoro desprestigio de un Legislativo que, hasta el momento, solo parece cumplir el axioma político peruano de que cada Congreso entrante es peor que el anterior.

La defensa de la reforma universitaria es uno de esos actos políticos que enaltecería la labor del Parlamento, y por ello hacemos votos para que triunfe la razón sobre las maniobras turbias de un sector parlamentario claramente subvencionado por el poder económico de las universidades bambas.

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aprobación del Congreso, SUNEDU, universidades bambas

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